Melisa Melcer: La comunicación detrás de Actrices Argentinas.

Es, quizás, de los rostros menos visibles de la bien reconocida colectiva Actrices Argentinas pero su función es fundamental: ser la vocera de prensa.
Actríz y licenciada en Comunicación Social, Melisa Melcer corre cierto velo de misterio sobre la organización para dar cuenta de las luchas y pasiones que llevan adelante, las reivindicaciones por encarar, las críticas recibidas, justo cuando se cumple un mes de la sanción de la IVE. 

Fotos: Cecilia Inés Villarreal 
 

-Melisa, ¿cómo es ser agente de prensa de Actrices Argentinas? Si es que te considerás agente de prensa…
– Veamos. Soy actriz y licenciada en Comunicación Social. Me gusta la comunicación, las palabras. Los malos entendidos, la mala comunicación y todo eso me interesa. Le doy demasiada importancia al discurso, inclusive en lo actoral. Estudié Comunicación en paralelo a Actuación y asi fui armando mi profesión, junto con mi vocación por lo público, para que todo esto se una.
Trabajé en Canal 7, hice mi recorrido en comunicación institucional en Derechos Humanos. Por eso, siento que la cuestión de prensa cae de maduro. Soy muy crítica con los medios hegemónicos. La forma en que construyen la noticia, qué y cómo deciden contar así como desde donde se paran. Es más fácil analizar la construcción de la noticia desde que ves que son empresas privadas que defienden su negocio. Cuando lees la noticia, es terrible. No hay periodismo de investigación pero si operaciones mediáticas. Es lo que más se consume al tiempo que es lo más accesible en tanto prendés la tele o lo lees en medios gráficos –que son las mismas empresas-. Esto es lamentable. Con el Covid se ve claramente la desinformación que hay. Las operaciones que hay para que la sociedad se sienta cansada.
 
-Reformulo la pregunta, ¿cómo llegás a ser “agente de prensa”?
– En una de las primeras asambleas de Actrices Argentinas. Te cuento como está conformada la colectiva. Tenemos una organización interna muy horizontal. Nos dividimos en comisiones de trabajo como las de Prensa y Redes Sociales. Por mi formación en Comunicación Social, puedo aportar mucho desde ahí. No sé si soy agente de prensa en sí. En general piden a las compañeras más visibles para dar las notas pero no somos agente de prensa  en tanto asistentes de las actrices aunque siempre les preguntamos por los pedidos. Lo que puede decir Dolores (Fonzi), por ejemplo, lo puede decir cualquiera de las compañeras. Está bueno señalar esto en tanto no es nuestro rol ya que trabajamos en pos de la colectiva y la difusión de sus acciones.
 
-O sea, en Actrices Argentinas se parte todo desde la Asamblea.
– Si. Participamos todas las que estemos presentes; ahora por la pandemia, la realizamos virtual. Hay un temario que se debate y vota. La asamblea es el órgano rector. Allí se enriquece el debate. Se habla y milita dentro de la colectiva misma, para que haya más participación. No todas tenemos las mismas ideas ni pensamos igual o defendemos los mismos ideales. Me resultó maravilloso encontrar un punto de encuentro para el intercambio y como se llevan a cabo tras una votación. También hay un alto nivel de protección porque nos pegan mucho. 
Después, tenemos las comisiones de trabajo: prensa, redes, ecología, reivindicaciones laborales (la articulación entre nosotras y el sindicato o la asamblea nacional de artistas),   una que se llama “Nicaragua” por el caso de Thelma y otra sobre el caso de Flavia Saganías. Si surge un tema puntual, se arma una comisión específica para eso.  Hay una comisión de asistencia a víctimas de abuso en la que se trabaja con psicólogos y abogadas feministas. Nosotras somos actrices, no abogadas ni funcionarias públicas. Nos capacitamos constantemente en temas como la ESI, la Ley Micaela, activismo gorde, de adultos mayores. Nos hacemos cargo de nuestro rol comunicacional.
 
-Hicieron varias campañas desde Actrices Argentinas.
– Recuerdo cuando hicimos la de “Escuchenos” con Dolores Fonzi, Jazmin Stuart, Catherine Fulop, entre otras. Fueron cinco videos que se replicaron todos lados en los que explicábamos el porqué necesitábamos la legalización del aborto. Los mandábamos en alta calidad para que se puedan pasar. Había una comisión que escribía el texto y otra, que interactuaba con MUA (Mujeres audiovisuales) con quienes filmaban y editaban. Lo lanzamos tratando que no se filtre nada. Después hubo un laburo fino en Prensa con un coucheo fuerte a algunas actrices para afrontar la campaña. En mi caso, fui al Carlos Pellegrini y la UBA por lo que ya tenía relación con un material crítico y politizado. Pero no todas las chicas lo tuvieron y tampoco tenían obligación al respecto.
Las denuncias de Thelma Fardín y Anahí De la Fuente fueron diferentes. En el caso de Thelma, fue encarada solo por Actrices Argentinas. Estuvimos trabajando tres meses con un gran hermetismo. Hasta último momento no sabíamos si podíamos decir el nombre pero estábamos bien asesoradas por las abogadas de Thelma y otras profesionales. Empezamos a tomar dimensión dos días antes cuando empecé a ver la lista de medios que querían acreditarse. Llevé yo la lista de prensa y teníamos medios internacionales. Ahí dije que esto iba a ser tremendo al tiempo que me llamaron para amenazarme. 

Recuerdo que el día anterior, me llaman de Clarin y me preguntan “¿Va a ser la denuncia contra Darthes?”. La tapa de Clarin fue lo del “Me too argentino” pero no es lo mismo. Es incorrecto. El “Me too” es el movimiento para visibilizar y señalar a una persona con mucho poder en Hollywood a lo que se plegaron muchas víctimas, lo cual me parece fantástico. Desde nuestro lugar, propusimos el #MiraComoNosPonemos que implica nuestra experiencia. Acá, lo que se ve es que hay un sistema de opresión hacia la mujer. En este caso, una violación a una actriz pequeña en que la producción no hizo lo que tenía que hacer. Ahí hubo responsabilidad de la empresa la cual se lavó las manos asi como mucho silencio cómplice, el cual se mantiene. El pacto patriarcal que hay entre los varones que ejercen su fuerza en relaciones asimétricas de poder. Nosotros usamos ese caso para hablar de esto.
En el caso de Anahí, hablamos del mal funcionamiento del sistema pero lo hicimos mediante una acción intercolectiva. Fue un caso paradigmático porque la denuncia era a una persona con poder en relación con la cultura, la educación y el Estado. Dedicamos la conferencia a Cinthia Choque por la precarización laboral. Inclusive la conferencia de prensa Thelma también se denuncia eso. La precarización laboral es el caldo de cultivo para que suceda cualquier tipo de abuso a partir de una relación asimétrica de poder. Me acuerdo que estábamos paradas dando la conferencia y veíamos a los fotógrafos y más atrás las cámaras y los periodistas. Cuando hablábamos de la precarización laboral y la necesidad de unificación de los trabajadores, los camarógrafos y periodistas asentían con la cabeza. Se sentían parte de esa denuncia. Eso me conmovió. 
 
Críticas y circo mediático
 
-Si bien hay caras muy conocidas, Actrices Argentinas tiene un aura de “misterio”…
– Tiene que ver un poco con que veo como trabajamos, como discutimos, la seriedad que tiene todo lo que realizamos y después vemos como nos pegan los medios y las cosas que nos dicen sin saber todo esto. Veo lo que sucede con otros temas y como los presentan en los medios y digo “que injusto”. Lo puedo afirmar porque lo vivo en carne propia. Lo que se dice de nosotras, como enfocan las noticias y bueno… Los comentarios en las redes son terribles y muy dolorosos. Eso de las “actrices argentinas kirchneristas”, no es para nada así. Lo que pasó con Natacha Jaitt….Estuvimos en comunicación con ella pero nosotras no vamos a revelar nada porque no corresponde decir qué hablamos. Lo que sí me pregunto es porqué se le da más importancia a Actrices Argentinas y no a las denuncias que hizo Natacha. La manera en que se corrió el eje. Es para decirles “Muchachos –porque son muchachos-, Actrices Argentinas no es tan importante
 
-¿Cómo se reacciona frente a las críticas que reciben?
– Tuvimos una capacitación de violencia cibernética. Recibimos muchas amenazas, con fotos de armas y graficando con lujo de detalle, como nos van a violar, dando nuestros domicilios. Ahí te das cuenta que el sector antiderecho está financiado. Hay mafia, iglesia, funcionarios políticos, policías, barrabravas. Empiezan a amedrentar para dar miedo, silenciar y para que dejemos de pelear por la conquista de la ampliación de derechos.
En un punto, legalmente estamos desamparadas. Recibimos a una cantidad enorme de víctimas de acoso por redes sociales y eso no está legislado. El gran problema es que no se regula a las plataformas. Hay una reglamentación muy tibia pero ¿cómo vas contra Facebook y Twitter? Es imposible. Necesitas si o si al Estado.
En el caso de las agresiones que recibimos, que terminan siendo TT, en algunas ocasiones se debate internamente inclusive a las dos de la mañana. Las redes sociales no tienen horario. A veces, decidimos apoyar a alguna compañera  y otras no, siempre hablando con la persona damnificada. Pero también, esto va de la mano que ahora tenemos otro rol. Las chicas que se mandaban individualmente, lo piensan más porque pertenecen a una colectiva.
 
-Hubo momentos de tensión como lo que pasó entre Ricardo Darín, Érica Rivas y Valeria Bertuccelli.
-Tuvimos un quiebre por ese tema. Es importante tomar en consideración el contexto porque fue en pleno inicio de la colectiva. Estábamos discutiendo sobre el trabajo a realizar cuando aparece una compañera injuriada, con todo el intercambio que hubo, que no fue así y si era un tema personal. De pronto, nos sentimos -y eso fue un gran aprendizaje- empujadas por la prensa a decir algo cuando no era parte de nuestra agenda. Teníamos que entrar en el circo mediático cuando lo único que queríamos era hablar de la Ley. Se estaba votando en Diputados cuando salió la nota de Luis Novaresio a Valeria Bertuccelli. Desde prensa fue hablar con las actrices para que no pierdan el eje. Que a los medios hegemónicos les gusta más el bochinche, lo amarillo y sensacionalista que los derechos humanos. Internamente nos trajo el desafío de ver en qué momento defendemos a una compañera. Le dedicamos una asamblea extraordinaria con un debate de seis horas y sacamos un comunicado después de la votación justamente para no ensuciarla. Lo hicimos cuando nosotras quisimos y no cuando querían algunos medios. Ya se empezaba a ver el ensañamiento con Actrices Argentinas. No importaba lo que explicásemos al respecto; no se salía de la crítica. Es más, hay medios a los que no vamos porque es contraproducente aunque también tenemos la discusión interna en tanto plantear el debate en esos espacios.
Te digo esto porque hay muchas ganas de trabajar y que se conozca nuestra labor pero son todo palos. Pero bueno, nuestro interés está en que el aborto sea legal, no haya femicidios, se lleven políticas de prevención y se aplique la ESI.
 
-¿El rechazo y la crítica a Actrices Argentinas no es porque están rompiendo con prejuicios al tiempo a que visibilizaron conductas ya incorporadas?
-Seguro, y está buenísimo. A ver, nos ayuda mucho el contexto mundial. La lucha feminista está en todos lados. Ahí te das cuenta que el problema es sistémico y mundial, y en mi caso, doy un paso más en tanto creo que es el capitalismo. El patriarcado sin capitalismo, no existe. Para mi, si tiramos el patriarcado nos quedamos cortas. Hay que ir más lejos y vencer al capitalismo.
Mirá, la mamá de un conocido mío me contó que, después de lo de Thelma, su hija le dijo que había sido abusada. Se abrieron debates donde antes no había. Eso me parece maravilloso. Nunca pensé que podría ver una revolución cultural de este tipo, que es la que más tarda en llevarse a cabo. Cambiar el modo de pensar y de todo aquello que tomabas como “natural”. Estas reglas de juego fueron construidas por el hombre, por lo tanto puede destruirlas para construir unas nuevas. Que una médica me diga que “nunca habíamos hablado del aborto y ahora lo hacemos en charlas y congresos”, me encanta.  Es tremendo que una víctima se reconozca como tal ya que hay muchas que lo naturalizaron por miedo a hablar, lo reprimieron y murieron así. Hay hombres y mujeres que empiezan a preguntarse sobre la crianza que brindaron y que recibieron. Me parece hermoso
Tampoco me olvido que también está el que lo considera una moda. Empresas que se suben a la situación pero no brindan salarios igualitarios ni hay cupo femenino para nada.  Se pone la placa de “Si sos víctima de violencia de género llamá al 144” pero tenes a Leo Montero haciendo una pregunta horrible respecto a donde fue asesinada Lola. Ahí te das cuenta que, en algunos espacios, es todo una pantomima. Viene bien para limpiarse la cara a nivel mediático pero, puertas adentro, sigue todo igual. Continúan los guiones sin perspectiva de género así como las mujeres sin voz y  sueldos bajos.
 
-¿Cual fue es el momento bisagra de la colectiva?
– La conferencia de prensa de Thelma. Fue un antes y un después para nosotras y te diría para la sociedad. Estalló el 144. Recuerdo que fui a TEA y se me acerca una chica y me cuenta que había tenido muchas pesadillas, con años de terapia. Después de la conferencia de Thelma y la movida que hicieron, pude descubrir que esas pesadillas eran porque fui abusada a los dos años. Hay una paradoja ahí de decir cuántas victimas se despertaron y están actuando y por el otro lado, que feo que todo exista. Al estallar el 144, se visibilizó todo esto. No te puedo contar la cantidad de casos que nos llegan, y ahí volvemos a lo del “misterio”. Nadie sabe el laburo que hacemos.
 
Presente y futuro de lucha
 
-Pasó un mes del 29 de diciembre que se sancionó la Ley….
– Una gran alegría….
 
-Hoy, ¿como te sentís al respecto? ¿Cual es tu sensación?
– Estoy muy contenta y también cansada. El otro día vi un mapa del mundo respecto a cómo estamos ubicados respecto a la sanción de la ley. El hemisferio norte es casi todo legal; no así en la parte sur, con África y América en donde solo Argentina está en “verde”. Por su historia y su idiosincrasia de salir a la calle a luchar, tenemos una cultura de pelearla y ser pioneros de derechos humanos. Llegó un muy buen número de correos de compañeras de otras partes del mundo esperanzadas respecto a la sanción de la ley. Es la punta de lanza. También hubo muchos mensajes desde las provincias del norte, con historias terribles de vidas oprimidas en el marco de una sociedad con un pensamiento retrógrado.
O sea, estoy muy cansada y contenta pero ahora se viene otra lucha que es la implementación de la ley ante alguna presentación de inconstitucionalidad. Como suele pasar en todos lados, cada vez que se conquista un derecho también hay que luchar para que no te lo quiten. La ley salió en el Boletín el 26 de enero y estamos analizando qué implica la quita de la palabra “integral”. Ahora, estamos abocadas en los femicidios y los abusos, que no han parado en absoluto. Por más que el Presidente diga que, con la sanción de la ley “se acabó el patriarcado”, no se terminó nada. Sigue habiendo mujeres abusadas, oprimidas y asesinadas. Si tenemos la ESI, y no se aplica, ¿por qué cambiaría la situación con la IVE? Necesitamos que el Estado diga cómo va a monitorear que esto se lleve adelante, las estadísticas al respecto y que se hace cuando alguien quiera acceder al aborto y se lo critique, hostigue y cerque. Tenemos ley, perfecto; queremos ver como se reglamenta.
 

-Hay nuevas luchas para encarar….
– Si. Estamos trabajando respecto a la legislación que hay para sancionar los abusos cibernéticos, el grooming, lo cual es muy difícil. También estamos viendo para que los medios de comunicación tengan perspectiva de género.
Otro punto es la separación de la Iglesia y el Estado porque consideramos que la Iglesia tuvo que ver con todos los retrocesos históricos de los derechos humanos. Los derechos de la mujer en tanto reproductivos, divorcio, educación laica asi como en contra de los pueblos originarios, minorías sexuales y la educación pública. ¡Bendijeron los vuelos de la muerte de la Dictadura! Tuvo un rol nefasto con muchísimo poder. Hay que estar atentas a que, por ejemplo, a partir de la objeción de conciencia institucional, no demoren a toda persona gestante a practicar un aborto. Acá deja de ser un trámite legal ya que estamos hablando del feto y el cigoto que están creciendo. Se especula con pasar la semana catorce por lo que hay que hacer otro trámite. Sabemos como es la coyuntura y el poder de la Iglesia con los subsidios otorgados por el Estado -que es plata nuestra que podría estar yendo a otro lugar en tanto política pública-. Después la fé es un tema absolutamente personal que no tiene que ver con la salud pública. No tiene que haber injerencia ninguna religión en tanto estamos en un Estado laico.
 
-¿Se van a manifestar con respecto a la situación del teatro independiente y la #emergenciacultural?
– Lo estamos hablando porque la crisis es severa y muy preocupante. Hay compañeras que la están pasando muy mal. El año pasado tratamos de hablar con el sindicato para que nos de una respuesta pero está en una crisis total. Por eso, creemos que debe declararse la #EmergenciaCultural a nivel nacional. El teatro independiente está parado. Hay muchos teatros que tienen bar y también se complica la situación. Ni hablar de los músicos, maquilladores, maquilladores, gente de circo. El año pasado hubo asambleas nacionales en las que participamos, para pedir un subsidio. En definitiva, la pandemia arrancó pero se empezó a ver teatro on line, Netflix, etc. Las plataformas fueron las grandes ganadoras del confinamiento, ¿pero ponen algo de plata para los actores? Es injusto. ¿Qué se hace? La cultura es lo último en volver. Por eso, que brinden ya una solución.
 
¿Hombres de ningún lugar?
 
-¿Cómo ves a los hombres frente al feminismo?
– Preocupados, perdidos, temerosos, con bronca, incómodos. Todo es parte de cualquier proceso revolucionario. Me encanta hablar con amigos y que me pregunten cosas. Ellos piensan conmigo y yo con ellos lo cual me parece vital y necesario. Veo un tipo con un pañuelo verde en la mochila y me encanta.
 
-Es polémica esa frase. Hay muchas chicas que lo critican….
-Si, lo sé. Hay muchas miradas dentro del feminismo pero, ¿existe algún movimiento absolutamente puro? No, en absoluto. No hay ninguna organización que no haya tenido algún tipo de quiebre. Madres, Abuelas, Greenpeace. Todos tuvieron algún momento así. Sé que hay sectores del feminismo que no bancan la presencia de los hombres pero insisto, la pelea es contra el capitalismo y somos todos oprimidos. Que también sean partícipes las compañeras trans y el colectivo LGBTQ+. Entiendo que es una lucha de las mujeres pero está bueno que vengan los compañeros hombres a pelear con nosotras porque también tienen que repensarse. No voy a defender a cualquier mujer por su condición.
 
-Ese feminismo que deja al hombre de lado, ¿no se pierde de un aliado importante en tanto y en cuanto no todos los hombres son/somos iguales? Inclusive, ese hombre puede llevar otras ideas a su grupo de pertenencia, algo que una mujer no podría.
-Es cierto eso. Es un debate que tenemos dentro de Actrices Argentinas en tanto y en cuanto siento que le hablamos a los hombres que piensan como nosotras o apoyan nuestra causa. A mí me interesaría llevar al debate a los que no piensan como yo, que puedan ampliar su mirada. Por eso, bienvenido el hombre. Además, el hombre es víctima del patriarcado.
 
-¡Obvio!
-La figura del “macho”, el “no llorar”, el “macho proveedor”. Hay un montón de injusticias que sufre el hombre. Pero señalar esto no implica que deje de ser feminista. Lo soy y no voy a negar jamás que las mujeres hemos sido oprimidas, asesinadas. Si el hombre también es víctima, ¿Por qué no lo voy a invitar a mi lucha? Más si también debe deconstruirse. Inclusive, como vos decís, por una cuestión estratégica. Este pibe se deconstruye y va a llegar a lugares donde yo no voy a llegar por ser mujer.
 
Una Melisa personal
 
-Te dan un formulario y ves que dice “profesión”. ¿Qué pones?
-Después de muchos años, pongo “actriz y licenciada en comunicación social”. Antes ponía “licenciada en comunicación social” y cuando hablaba con gente decía que “hacía teatro”. De a poco empecé a hacerme cargo que soy actriz y eso que hace veinticinco años que lo soy. Hay un lugar desde el cual vibró con eso. Ser actriz en este mundo y en este país implica estar mucho tiempo sin trabajo. Al mismo tiempo aprendí a ser vestuarista, maquilladora y productora. Todo esto es por la crisis.
 
-Una escuela y enseñanza que, justamente, no hay en otros lugares….
-Mirá, estuve en España porque me había ganado una beca. Hice teatro en Barcelona y cine en Madrid.  Quería conocer el ambiente de teatro under y los directores eran argentinos. O sea, traían esa lógica pero allá la actriz se dedica solo a actuar porque si necesita vestuario, ya hay una vestuarista. La crisis te da esta dinámica pero también es lindo ser un eslabón de una obra, ser parte de lo que se hace y no estar alienado en ese proceso. En otros países, con condiciones económicas más arregladas ocurre eso, pero acá tenes que actuar, pagarte la sala, conseguir el vestuario, haces vos misma la prensa y sos tu propia directora, además de productora. Todo bien pero es injusto y estresante.
 
-Si por esta puerta entrase la Melisa Melcer que estaba haciendo la secundaria, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo o recomedación?
–  Si, miles. Pero lo primero que se me ocurre es decirle “tranquila porque las cosas se van a dar”. En los últimos dos años se llevaron a cabo, algunos proyectos que tenía y nunca pensé que iban a salir. No hay que abandonar la lucha. No soy del “se dará cuando se tenga que dar” porque sino me voy a dormir y que se haga.  Soy de ir y hacer que las cosas sucedan. En cuanto a las circunstancias sean propicias se dará todo. La vida es así y todo se va acomodando. Hay cosas que no dependen de vos y menos las voluntades ajenas. Le diría “seguí laburando que todo va a llegar en algún momento”.

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