Pilar Ruiz: “Hago teatro para que lo vean todos”

Tras su exitoso debut como directora con “En el Fondo”, Pilar Ruiz creó “Descansa”, donde nuevamente vuelve a tocar temas candentes como la interrupción del embarazo o el deseo de ser madre. Café y capuchino de por medio, la joven directora fija posición con una puesta fuerte y corrosiva.

-Pilar, ¿cómo surge “Descansa”? 
En términos artísticos, de la imagen de una joven embarazada, encerrada en un baño, con la madre…muy madre, del otro lado. Lo digo en el sentido positivo, como muy presente. Me surge desde ese lugar, de figuras femeninas muy fuertes. Después me metí con la imagen y empecé a indagar para concebir la escritura dramatúrgica. Siempre digo que soy mediadora entre el papel y los personajes. Como si se escribieran solos. Después uno puede preguntarse el porqué escribe sobre determinadas cosas y no sobre otras. Ahí tiene que ver con la cuestión artística como con un camino personal que vengo transitando desde hace algunos años. Esto tiene que ver con el rol de la mujer en la sociedad actual. Desde el pensarme como mujer hoy, con todo lo que eso implica –un trabajo y una decisión constante creo- y empezar a revisar cuestiones tanto micro -como cotidianas- y macro -como la maternidad en su sentido más amplio- respecto a la mujer. 

-¿Cuánto te llevó hacerla? 
La empecé en el 2014 y la terminé a mediados del 2015. La revisé mucho y di muchas vueltas, en la instancia de corrección. Fui, volví…bastante. Incluso, laburando con las actrices modifiqué texto. Fui buscando y escuchando lo que se iba generando en los ensayos. Me permití flexibilizar el texto, si bien ya se lo había entregado terminando. 

-¿Qué te dice la gente cuando termina la obra? 
Es variada la recepción. Muchos quedan muy movilizados. Me dicen que se escuchan todas las voces respecto a lo que se habla. Me lo plantean en términos positivos porque posibilita el irse pensando. Después hay mucha identificación con el personaje de Lucrecia. Inclusive de personas que no están del todo de acuerdo con lo que plantea la obra o la posición de Lucrecia. A pesar de eso, me dicen “Pero yo, a Lucrecia, la entendí”. Es lo que más me gusta escuchar. 

-¿Crees que la obra en si plantea la creación de un público especial? 
– Espero que no. Me gusta que el teatro sea para la mayor cantidad de público posible. Puede ser que a alguno le interese más que otro. En ese sentido, no lo sé. En términos procedimentales, si tiene lenguajes que no pueden ser leído por otros, creo que no. Hago teatro para que lo vean todos


¿Qué diferencia hubo en la concepción de la obra, en relación con “En el fondo”? 
-Dramatúrgicamente, la encaré de la misma manera. Después, como directora, la obra me planteaba realizar procedimientos escénicos que “En el fondo” no utiliza. Hay otra propuesta estética. Me obligó a pensar otros dispositivos y formas para que la obra sea contada. Trato de no imponerle a la obra una forma sino que la obra me la devele. Diferencio a la dramaturga de la directora. En general, las pocas ideas que tengo sobre la puesta, cuando estoy escribiendo la obra, caen.

-¿No quedan para el futuro? 
– No. En la construcción con los actores, en la dialéctica entre actor-director-texto, lo poco que pude pensar desde afuera, se diluye y aparece un procedimiento o algo que termina siendo mejor. Lo descubrí mucho con esta obra. La forma, los procedimientos que utilizo, los fui descubriendo en la dialéctica con las actrices. Es la obra la que se va develando y nos dice “va por acá”. No creo en los procedimientos escritos de antemano, las recetas. Esta obra la cuento desde acá porque quiere ser contada desde este lugar. Es darle lugar a la obra más que a una idea sobre la obra. 

¿Vesalguna diferencia en las lecturas que van haciendo los hombres y las mujeres? – Los que mejor me hablaron de la obra han sido hombres. No sé si hay más público femenino o que le gusta más. Por ahora, me parece que el público es heterogéneo y recién se está armando. No me ha pasado el ver diferencias respecto a como la ven hombres y mujeres pero lo que me han dicho los hombres ha sido bastante positivo. 

-¿Siempre tuvo el nombre de «Descansa»?
 -«Descansa» siempre se llamó «Descansa», pero eso sucedió cuando la obra estaba prácticamente finalizada. Me cuesta mucho poner los títulos. Necesito que la obra esté casi terminada para poder titularla. Siempre quiero que el título genere sentido en relación a la obra pero a la vez no quiero que lo cierre. Al contrario, me interesa que abra miradas y genere más de un significado posible, como la obra misma.
El nombre surge a través de un juego de palabras. Tan simple y tan complejo como eso. Fui haciendo un juego de palabras, hasta que apareció esa y me pareció que cerraba por todos lados. Estaba cargada de imagen, de deseo, que hacía referencia a todas las voces de la obra y que no cerraba en un sólo sentido para el espectador.

¿Tenes planeado llevar la obra fuera de Capital? 

Ojalá. Tiene que ver con el que teatro acceda a la mayor cantidad de público posible. “En el fondo” tuvo un camino que le permitió abrirse del público teatral, tal como escuelas secundarias. Me interesa que el teatro circule y no se quede solamente en nuestro circuito. Ojala pueda hacer un camino parecido. También sé que es una obra que en muchos espacios no va a ser recibida. Hay gente que no lo comparte y no quiere pensar al respecto. “En el fondo” era políticamente correcto en tanto estar en contra de la trata. Nadie va a decir que está a favor de la trata por más que existe y se sepa del nivel de hipocresía que atraviesa a la sociedad. A “Descansa” va a haber mucha gente que ni va a querer mirarla. 

– Me imagino la obra yendo al interior del país. Sería un lindo desafío… 
-La capital, como toda metrópoli, tiene cierta vanguardia y en el interior, es más tradicional. Sería muy interesante el poder hablar de no desear una maternidad. Inclusive en Capital, hay un inconsciente colectivo en el que no se permite hablar de eso y que la mujer desea ser madre. ¿Quién dijo eso? Más allá de lo que hace o no Lucrecia, lo que se pone en cuestión es eso. Ese discurso que tiene el sistema que hay que seguir reproduciendo. Que la mujer y el instinto maternal….¿Quien impuso eso? Eso está impuesto y lo venimos escuchando desde la niñez. Si acá se habla poco, en el interior seguramente menos.


-Al día de hoy, ¿donde está la Pilar Ruiz actriz? 
Hace dos años que no actúo y no es algo que descarto. Escribir y dirigir es una tarea muy mental y actuar es mental pero también corporal. Poner tanta energía al escribir y dirigir es algo que tuve que delegar pero solo por un tiempo. No es que me picó el bichito de uno y lo otro dejó me dejó de interesar. Las dos cosas a la vez en este momento no puedo pero no digo que sea imposible. También tiene que ver con la experiencia. Las primeras dramaturgias y direcciones demandan algo de uno que tienen que ver con un aprendizaje mientras uno está haciendo y no puede abarcar tantas cosas. También logrando profundizar en eso, pueda darle lugar a lo otro en algún tiempo. Estoy volviendo a entrenar pero por una necesidad de volver a poner el cuerpo en otro espacio. Dejar estar tan mental en esto de dirigir y escribir. Volver a estar en otro rol. Dar clases es un laburo de conducción, como el de la dirección. Ahora estoy entrenando para correrme de ese lugar y encontrarme en otro rol. Extraño actuar pero no desde la nostalgia sino desde una linda sensación
 
-¿Tenes mucho material escrito?
Si. Tengo que detener la producción (risas). Estoy haciendo una maestría en la UNA por lo que me implica mucha escritura. Tengo un material que voy a ensayar ahora, como directora. El material está cerrado y entregado a los actores. También tengo otro material que digo que lo hago “descansar un rato” pero que está casi terminado. Debería entrar en una etapa de corrección. También empecé con un nuevo material para un proyecto que me convocaron que lo arranqué en estos días. Material de escritura tengo para un par de años. El nuevo proyecto es una propuesta que surge de la maestría, de armar dramaturgias que nos vinculen con Chile, para hacer algún intercambio. Armamos un grupo de escritura que es una excusa para trabajar y producir. Es un nuevo material que me obliga a pensar ciertas cuestiones porque es un proyecto de investigación

¿Sos de revisitar tu material viejo? 

– Tengo una obra, previa a “En el fondo”, que la escribí en un impulso de escritura. Se la entregué a una directora. La escribí y la actué pero no la dirigí. No la revisé. La recuerdo como una obra muy linda. Muchas veces pienso en volver a agarrarla y ver que me pasa con ese material. Más que nada porque no tenía conocimientos técnicos. Ver que me pasa con lo que lo lea. Una amiga me dijo “Cuando se cumplan diez años de ‘Amores de acabamiento’ no la volves a hacer’?”. Me reí mucho porque nunca lo había pensado. Primero revisaría el texto y después la dirigiría pero no la actuaría. También me quedó grande para el personajes por un tema de edad. 

-¿Imaginas el camino que podría desarrollar “Descansa”? 
Trabajo una obra en el circuito independiente. Hago la diferencia con el comercial y el oficial porque tienen otros tiempos de producción. Se produce en menor tiempo. El teatro independiente tiene tiempos de construcción largos y lo digo en términos positivos. No me imagino escribiendo una obra en dos meses para sacarla al toque. Habrá gente que lo pueda hacer, yo no. Trabajo mucho tiempo una obra y la ensayo mucho. En ese tiempo, se va sedimentando algo que solo ocurre a través del tiempo. No hablo de agregar horas de ensayo sino del tránsito en el tiempo de esa obra. Uno se toma tantos tiempos –porque uno cree que es el tiempo de gestación de la obra- para que este en los deseos de lo que uno cree que dio lo mejor posible. Espero que “Descansa” tenga un recorrido equilibro respecto al tiempo de creación. Si construís un proyecto y dura solo dos meses, no está bueno. Que esté dos años implica que tuvo un buen recorrido. Ni siquiera hablo de número de espectadores sino que se desarrolle como obra. Siempre hablo esto con las actrices. La obra terminará cuando tenga que terminar. 

-Hablas mucho de los tiempos. Igualmente, hay un momento para dejar de ensayar y presentarla al público. 
– Si. En algún momento hay que cortar y es por una necesidad grupal. La instancia de ensayo tiene un momento para cortar por lo grupal y lo humano. El teatro, para que se complete el hecho teatral, necesita ser mostrado. En un momento, la obra y el elenco necesita generar ese hecho teatral porque sino se termina cayendo. Es un proyecto que se concreta nunca. Una obra de eternos ensayos nunca es una obra. En algún momento, hay que decir “hasta acá y largamos”. Igualmente, siempre se puede ir mejorando y de hecho, las obras van mutando a través del tiempo. Nos permite crecer a lo largo de las funciones.. “En el fondo” no es la misma ahora que la de hace un año. Después habrá que seguir laburando algunas cositas. Al día de hoy, después de las funciones de “En el Fondo”, seguimos charlando sobre lo que hay que mejorar y qué pasó en la obra. El teatro es un hecho vivo y nos permite encontrar, en cada función, singularidades para seguir mejorando. 

“Descansa”. Teatro La Pausa. Av Corrientes 4526. Domingos, 20.30 hs.
“En el Fondo”. Timbre 4. México 3554. Viernes, 21 hs.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio