Edgardo Dib y Adriana Tursi: Dos para una reconstrucción.

La dupla conformada por la dramaturga Adriana Tursi y el director Edgardo Dib unió fuerzas para llevar a cabo “Reconstrucción frente al Mar”. ECDL habló con ellos sobre la forma de trabajo que llevaron adelante


ECDL- ¿Cómo surge «Reconstrucción frente al mar»?

Adriana Tursi: La obra nace a partir de una primera imagen, la de una mujer de unos cuarenta años llorando desconsoladamente en un balcón terraza mientras fuegos artificiales atraviesan el cielo dando la bienvenida al año que llegaba. Esa primera imagen tenía algo del fenómeno del eclipse. La mujer llora por la desaparición de un hombre, pero es justamente esa desaparición lo que hace que ella, que hasta ese momento había estado en las sombras, tome un primerísimo plano. A partir de esa hipótesis comenzaron las preguntas: quien era ese hombre y como había desaparecido.


ECDL – ¿Y la elección de Edgardo Dib para se encargue de la dirección de tu texto?

AT- Había visto de Edgardo su puesta sobre “La casa Alba”, y la verdad es que me había encantado. Hay algo del trabajo de Edgardo que valoro mucho y es que él  lleva adelante algo más que una dirección de actor. Edgardo es un director puestista y para mí esto tiene mucho valor. Creo en el trabajo espectacular  y esto implica algo más que una dirección de actores. Creo que el trabajo sobre los actores es solo una parte del trabajo. Después está el trabajo sobre todo lo complejo que es construir un hecho teatral.

Edgardo Dib: A fines del 2009 Adriana y Daniel Alvaredo me llaman para invitarme a dirigir este texto. Era un texto que había interesado a varios directores – Adriana lo escribió en 2007 – pero tanto Tursi como Alvarado, quienes habían visto trabajos míos anteriores, estaban interesados en que sea yo quien me ponga al frente del proyecto. Creo entonces que fue un hermoso encuentro. Finalmente en el verano – muy caluroso por cierto – lanzamos los ensayos estrenándose en marzo de 2010.


ECDL:  La puesta tiene un ambiente cinematográfico….

AT: Bueno, el aura cinematográfica es mérito de  Edgardo. Hablamos mucho al principio y le comenté que sentía que, sobre todo el personaje de Ella, tenía algo de los personajes de Almodobar.  Ella podía ser tranquilamente una prima hermana de alguno de sus personajes. Edgardo lo tomó y llevo ese juego a la puesta. De hecho el momento del baile de Ella está puesto por Dib, esto no aparece en el texto.


ECDL- Edgardo, ¿te costó -por decirlo de alguna manera- ser «solo» director de la obra?

ED: No. Me gusta tomar textos que no estén reversionados por mí. Me libera de la escritura que es una actividad que suelo vivir con bastante angustia. Por otro lado, Adriana fue muy generosa y dejó que yo haga con el texto lo que me plazca. Si bien hubo algunos pequeños recortes y ajustes – consensuados con Adriana – sobre todo con el final, dejé el texto tal cual está. Obviamente tenía que encontrar mi corazón en estas palabras ajenas. Mi corazón como artista y como ser humano. Por ello, manteniendo el texto, trabajé una bisección del mismo en lo que para nosotros sería lo que sucede en la “escena” y lo que transcurre en una “extra-escena”. Qué cosas se decían en el marco de la “representación” y cuáles pertenecían a un ámbito más “privado” o “menos mentiroso”. De allí la concepción espacial.

Por otro lado, el hecho que los personajes estén permanentemente en escena y jueguen a representar hace que aparezca un nuevo texto, que es la dramaturgia de la puesta. El cuadro de Rafaella Carrá, la cita a Almodóvar (el texto del gazpacho), el vínculo Inspector/El Doble son intervenciones mías que Adriana aceptó sin problemas.

Y decía también que debía encontrar mi corazón respecto a lo que a mí me toca como ser humano. Por eso el recorte desde la puesta de la figura de la protagonista que, si bien el texto lo propone, subrayé desde mi labor a este personaje que me conmueve por su destino incierto.


ECDL: Los personajes son muy particulares. ¿Cómo fueron surgiendo?

AT: Surgieron en cuanto empecé a hacerme esas preguntas  que solo podía contestarlas con otras imágenes. Cada uno de los personajes aparece a  partir de tener una mirada propia sobre el caso y sobre ese hombre público. Esa posibilidad de trabajar a partir de la mirada de los personajes fue lo que llevó adelante la obra. Porque si bien tenían entre ellos algunas puntos de coincidencia, en la medida que la investigación avanzaba, la mirada iba cambiando y con esas miradas las alianzas entre ellos.


Adriana Tursi

ECDL- El texto gira tanto en torno a un hecho policial y la repercusión mediática del mismo ¿esto se fue dando solo o viene desde la génesis misma del proceso de escritura?

AT: La repercusión mediática del caso viene con la génesis de la historia porque quien desaparece es un hombre público. A partir de allí y teniendo en cuenta que todo el caso sería tomado por las cámaras de televisión, lo que aparece era como jugaba en esa reconstrucción ficción y realidad. Y el trabajo fue, sobre todo, trabajar sobre una línea muy delgada que no nos permitiera saber con claridad donde comienza y donde termina la ficción para dar paso a la realidad.


ECDL- ¿Los personajes trascienden el «hecho delictivo» para poner su ego por delante del mismo?

AT: Me gusta esta pregunta! Y creo que si. Esto en parte me divierte y  siento cierta actitud amorosa para con ellos: Porque es verdad que. en cierto momento de la reconstrucción, algunos comienza a estar implicados pero parecen no darse cuenta de esto. Parece ser que les pesa más la posibilidad de ser protagonista aunque más no sea por un rato.


ECDL- Antes la habían estrenado en otra sala y ahora están en el Anfitrión. ¿Cómo fue el trabajo respecto del espacio? ¿Crees que la proximidad de los espectadores ha beneficiado a la puesta?

ED: Ya es el tercer espacio en el que trabajamos. Creo que éste es el más bonito, además de estar muy cómodos en la sala (la gente de Anfitrión es encantadora). Lo ideal es cuando sólo hay una fila de cada lado de este espacio tipo “pasarela”. Quizás, si tuviésemos unos 30 cm más de espacio entre los espectadores y la escena se apreciaría más los movimientos escénicos y lo estético. La proximidad colabora con la actitud voyeurista del espectador, que es algo temático en la obra. También la bifrontalidad pone en juego otra cuestión que se tematiza en el texto: ¿ves desde el lado de la realidad o de la ficción? ¿de cuál lado estás? ¿ves lo mismo desde un lugar que desde el otro? Como toda realidad y como toda ficción nunca se tiene una única mirada. Hay tantas como construyamos. O re-construyamos.


ECDL: En este reestreno de la puesta, ¿le hiciste alguna modificación al texto?

AT: No, si bien el texto no sufrió modificaciones lo que es verdad es que el espectáculo dista mucho de los que fue en su estreno. Vos que lo viste, habrás observado que la puesta es compleja. Siento que los actores necesitaron un tiempo para entrar en el juego que el director les proponía. Hoy se divierten mucho y el público lo puede disfrutar con ellos.


ECDL: – En el vestuario, hay cierto guiño a otras décadas ¿surgió así o es también para jugar con que «antes también pasaba lo que pasa ahora» -en relación a la muerte, los medios, etc-?

ED: El diseño de vestuario tiene que ver con dos parámetros: dar el lineamiento de ciertos arquetipos (el inspector, la femme fatal, etc) y subrayar el espíritu almodovariano que recorre la puesta desde lo cromático, desde la fábula y lo estético en general. Los colores intensos, puros, complementarios (la “escena” es verde y el contorno de la “extra-escena” es rojo, por ej) se han cuidado tanto en vestuario, escenografía y utilería.

Por otro lado, el vestido del cuadro de Rafaella Carrá es una versión similar al que usara la propia cantante italiana en la película “Bárbara” que filmó en Argentina (1980) y que cerraba el film con esta canción en un cuadro de show.

 

Edgardo Dib

ECDL- ¿Qué les dice el público al terminar las funciones?

ED: Por suerte disfrutamos de hermosas devoluciones de los espectadores, que valoran esto de tener que reconstruir en sus cabezas la historia propuesta por Tursi. Eso hace que el receptor esté activo y vivo. Les interesa la propuesta espacial y el dinamismo de la puesta, los quiebres, lo musical y la teatralidad de la misma. Obviamente quedan absorbidos por el personaje femenino destacando los múltiples estados que debe atravesar la actriz. En general destacan la labor constante y siempre presente de los actores que les exige mucha atención en su trabajo actoral.

AT: Una de las últimas funciones una espectadora se acercó para decirme que ella creía que el teatro  era uno de los pocos lugares donde uno podía encontrase con algunas certezas. Me quede atesorando lo que dijo, sobre todo en el caso de esta obra, por lo paradójico.


ECDL: – ¿Creen que «Recontrucción….» es de esos textos que apelan más a una sonrisa cómplice que a una risa?

AT: Si, genera complicidad porque hay algunas especulaciones generadas a partir de cierta incertidumbre en donde todos nos reconocemos.


ECDL- Edgardo, ¿notas diferencias entre el público porteño y el de Santa Fe (N de R, Dib es santafesino) con respecto a su aproximación al teatro?

ED: Son cosas distintas. Las idiosincrasias son diferentes por lo tanto su horizontes de recepción también lo son. Por otro lado, la complejidad de atraer público en esta gran urbe genera que el vínculo con el espectador sea distinto. En Santa Fe, si bien hay muchos espectáculos en escena, hay un corpus de público que sigue a directores o actores en particular. Esto es notable. También hace que el público sea más exigente porque suelen ver mucho teatro. En este momento, tengo dos espectáculos en mi Santa Fe natal: Edipo y Yo (en gira) y El Jardín De Los Cerezos *suite para cuatro personajes* (en temporada). Ambos convocan mucha gente. El espectador disfruta de ver clásicos reversionados desde una mirada contemporánea.

Aquí, en Buenos Aires, creo que el acto de expectación está atravesado por la vorágine cotidiana y por la proximidad de lo urbano y del día a día. Por ejemplo, con “Reconstrucción Frente Al Mar” el público no puede dejar se hacer su correlación con los casos policiales actuales – el tristemente célebre de Ángeles Rawson – y por momentos me parece que el espectador cree que fue escrito para hablar sólo de ello. O tan sólo del poder de los medios. O de la confrontación actual de los medios y los espacios de poder político. Creo que el texto habla de cosas más profundas, que lo mediático es tan sólo una excusa de Tursi para poner en manifiesto algo más trascendental: la desesperación del ser humano cuando la vida es tan sólo gris y – por algún hecho extraño – alguien decide reparar su mirada en él.


ECDL- Contame un poco sobre tu próxima obra «Saverio, mi cruel».

ED: “Saverio, mi cruel” es un versión libérrima de la obra de Arlt. Aquél es un calificativo que utilizo a manera de juego personal ya que “Saverio, el cruel” ha sido puntapié para la escritura de este nuevo texto bastante diferente a su original. Es un proyecto que llevó más de un año de trabajo y que se estrenará en Beckett Teatro el 8 de septiembre, teniendo una temporada programada para todos los domingos a las 21 hs. El elenco reúne gente con la que ya había trabajado y nuevas incorporaciones: Stella Maris Brandolín, Liana Müller, Claudia Todino, Carlos Ponte y Cristina Pagnanelli.

Fue concebido como un proyecto de investigación sobre el texto de Arlt y, por ante todo, sobre el registro actoral de esta versión que conjuga varios géneros: el policial, la parodia, el naturalismo, lo fantástico. En «Saverio, mi cruel» se toma como excusa la trama arltiana para hablar de otras cuestiones: los vínculos familiares. Aquí son hermanos – no amigos como en el original – y todos son mayores – no jóvenes como en aquel -. El juego escénico y la hondura vincular son pilares del trabajo. Se trata de una mirada amplificada de los pequeños ritos familiares y los mecanismos aceitados en el seno de una familia que hacen que siempre pertenezcamos a pesar de nuestros quereres personales.

Transcribo aquí abajo un pequeño texto que escribí para prensa:

Volver a textos clásicos y reversionarlos ha marcado mi carrera teatral de los últimos años: contar una historia escrita en otro tiempo y ponerla en escena desde una mirada contemporánea. La obra de Roberto Arlt se ha prendido a esta búsqueda artística y con ella, su trilogía temática: amor-locura-muerte. Al volver a este texto, una imagen se apoderó de mí. Un grupo familiar – todos ellos superando la cincuentena de años – alrededor de una mesa con té hirviente. Una de las mujeres, vestida de novia esperando ser desposada. Y en un cuarto de huéspedes, Saverio, el mantequero. Una tormenta inevitable golpea las ventanas. Alguien morirá esa noche. ¿Saverio? ¿Alguno de ellos? ¿O sólo se trata de matar un recuerdo fatal?

«Saverio, mi cruel» una farsa doméstica para mantequero, familia y público.

Reconstrucción frente al mar. Teatro Anfitrión. Venezuela 3340. Viernes 21 hs.

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