Dactah Chando: «No hay que dejarse arrastrar por el caos».

Referente del reggae en español con base en las Islas Canarias, Dactah Chando no detiene su creatividad frente a la pandemia. Acaba de editar los singles «Pase lo que pase» y “Cantando” al tiempo que sigue preparando nuevas canciones. En charla exclusiva con ECDL, reflexiona sobre la música, su mensaje, el rol del artista, la mujer como inspiración  y las consecuencias de la pandemia.  
 

-En “Cantando” estás haciendo una reflexión de tu vida profesional. ¿Por qué ahora? ¿Influyó la pandemia en esta introspección?
-Hace tiempo que quería escribir algo asi, pero no encontraba el momento. Parece que, con el confinamiento, ¡tuve esa oportunidad! Suelo escribir poco sobre mí mismo. En el aspecto más artístico, me concentro en cuestiones que nos engloban a todos pero desde mi perspectiva. Es verdad que, de alguna forma, tenía esa deuda pendiente conmigo mismo. La pandemia me puso de nuevo contra el espejo, para bajar un poco la velocidad y volver tomar perspectiva. El poder recapacitar sobre todo este asunto, incluido mi papel en este mundo. Que estoy haciendo con mi vida y mi tiempo; si de verdad continuo en el camino correcto o no.
 
-En un verso de la canción, decís que “cuando le pongo letra es para educar”. Al respecto, ¿cómo componés una letra al día de hoy?
-No me puedo olvidar de la responsabilidad que tiene uno como artista. Al menos, es lo que me surge. El preocuparme de lo que hablo, que las palabras son muy poderosas y sirven para mejorarnos. Estas son cosas que siempre tengo en cuenta a la hora de escribir. Normalmente las letras aparecen en cuanto me siento a terminar una canción. No soy de escribir por escribir, ni tengo blocks llenos de letras por ahí. Cuando tengo la música, empiezo a escribir. Enseguida la dirección del mensaje aparece y fluye todo.
 
-¿Cómo es el proceso compositivo en relación con la letra y la música? ¿Vas con todo maqueteado al estudio?
-Es muy variado. A veces salgo primero con la música. Trabajo bastante en el demo. Lo llevo al estudio, y cuando la versión “buena” queda hecha, le sumo la letra. En otras ocasiones, la letra va junto al demo. A veces es solo guitarra y voz, o me subo en un riddim clásico del que luego solo me quedo con la armonía y el tempo para cambiar el resto…
  

         
-Al respecto, ¿cómo es tu relación con el estudio de grabación? ¿Te sentís cómodo o es un momento de una presión diferente y extra al “vivo”?
-La verdad es que no podría decir que me gusta más. Soy bastante de encerrarme en la producción o solamente pariendo ideas. Me encanta el trabajo de estudio. Soy un “freak” de todo lo que acontece ahí,. Que frecuencia es la adecuada, el EQ de cada instrumento, que tipo de compresión, como fabricar trampas de graves, etc. Me interesa muchísimo la ingeniería de sonido. Saber cómo funciona todo, cuales son las claves. La verdad, me apasiona así que también estoy en mi ambiente.
 
-Además, de músico, sos productor. ¿Cuándo llegas a la conclusión de “hasta aquí llegamos” con la producción? ¿Crees, como dicen algunos que, la producción “no se termina, se abandona”?
-¡Exacto! Siempre hay cosas que mejorar, cambiar. Normalmente no estás conforme con lo que suena. Cada día hay algo que puedes variar pero he aprendido a conformarme. Cuando llego a un punto y digo “hasta aquí” o “adelante con eso” pero en el siguiente paso ya hace esa otra cosa que pensaba…
 
Liberación femenina
 
-¿Cómo ves el cambio de paradigma en torno a la mujer y la lucha por sus derechos en tanto había letras que la denigraban?
-Se ha avanzado un poco más pero aún queda mucho que cambiar para que realmente estemos equiparados. Afortunadamente somos más sensibles que antes. Aunque hay mucha música moderna que cosifica a la mujer, al mismo tiempo hay crítica y estamos más alerta. Detectamos un poco más cuando se está pasando de la línea.
 
-En “Woman escuchame” valoras la independencia de la mujer y sus propios deseos. ¿Cómo ves ese tema al día de hoy? ¿Adelantado a su tiempo quizás?
-Para mí, siempre ha estado claro que la mujer tiene que estar totalmente liberada de la opresión masculina, en todos los aspectos, salvando las diferencias que nos hacen ser lo que somos como hombres y mujeres. Pero queda mucho que trabajar y no bajar la guardia. Sobre todo, invertir mucho en la educación y en romper las viejas costumbres y tradiciones. No sé si el tema estuvo adelantado al tiempo en que se escribió, pero aun tenemos que abanderar la lucha por la igualdad y más desde los hombres. En nosotros es en donde hay que trabajar más.
 
-Con letras así, ¿cómo fue la recepción tanto de mujeres como de hombres?
-Con este tipo de canciones se introducen conceptos que algunas personas no conocen y pueden reflexionar sobre ellas. Es darse cuenta de lo positivo que es compartir y existir al mismo nivel. Por parte de las mujeres, se recibió muy bien el tema. Aplauden mensajes como este y se sienten respetadas. En cambio, los hombres ven que respetando a las mujeres y dejándolas ser, disfrutan más de su presencia y de su lealtad. La opresión aleja, el amor acerca.

-Hoy en día, ¿interesan las letras o se prefiere más la música?
-Personalmente me gusta la estética musical pero también la lirica. Son como uña y carne. No puedo separarlas pero entiendo que es más asequible la música, el tipo de sonoridad. Al final es más atractiva. Las palabras pueden herir sentimientos o llevarte a sitios donde no te apetece estar. Es por eso que prima la música por sobre la letra.
 
Artistas, público y coyuntura
 
-¿El artista debe tomar en cuenta al contexto o puede abstraerse de lo que pasa para crear?
-Creo que debe ser él mismo y hacer lo que le fluya internamente. Es verdad que el contexto siempre va influir a la obra del artista, si o si. No se puede escapar de él. Incluso si no quiere tenerlo en consideración pero en lo personal, yo lo tengo muy en cuenta.
 
-¿El público puede condicionar la carrera de un artista en tanto y en cuanto no acepta sus búsquedas?
-Si, absolutamente. La audiencia es la que te dice que pasa con tu arte. Hay muchos artistas que eso no lo tienen en cuenta, y está bien. Pienso que, en la música, es importante que el público te muestre su apoyo, o no. Está claro que uno hace música para gustar. Sería hipócrita si dijera lo contrario. Somos seres humanos y nos gusta la valoración, que nos tengan en cuenta. Luego cada artista decide hasta donde llevar eso.
 
– ¿Cómo ves el rol de las redes sociales y las diversas plataformas digitales en relación a la difusión y al acceso del público a la música?
-Pues han significado, bajo mi punto de vista, una revolución total en la forma de comunicación. Es verdad que han democratizado mas el acceso al público, dando cabida a muchísimos artistas de expresar su arte directamente. Eso me parece increíble y una gran ventaja respecto a otras épocas. Como todo, se trata de dar un buen uso a las herramientas. Es ahí donde intervenimos los humanos, y ya se sabe de lo que somos capaces cuando no damos buen uso a las cosas.
 
– ¿Qué pensas respecto a que, pareciera que ahora, se cortan y promocionan más los “singles” que un “álbum” entero?
-Es más asequible lanzar un sencillo, en términos económicos y prácticos. Inclusive te permite ser más accesible y tener una gran variedad de repertorio. También depende del género musical. La música urbana, por ejemplo, es puro single. A este género le funciona esta fórmula, el mainstream igual. No podemos olvidar que hay toda una industria musical, y es un negocio. Eso determina que tendencias van a predominar y cuáles no. A mí me da mucha flexibilidad poder sacar singles de vez en cuando y álbumes también.
 
Tiempo de coronavirus y confinamiento
 
-En “Pase lo que pase”, aludís tanto a una mirada interna y espiritual tanto como a un “virus que tu alma traspase” ¿Cómo se combina mantener cierta cordura en medio de esta pandemia. 
-Es importante darse cuenta que no hay que dejarse arrastrar por la situación de “caos” sino fortalecerse interiormente. Aunque suene típico, es la única manera de sobrellevar cualquier cambio importante en nuestro exterior. El contexto puede cambiar pero por dentro, es bueno mantener una visión sosegada, calmada y optimista. La humanidad siempre ha estado llena de cambios en los contextos económicos, culturales y demás. Nada nuevo por cierto. No deberíamos ser presa del miedo, ni de la desesperación. Tenemos las herramientas para aprender a como sobrellevar todo esto. Solo hay que estar alerta, despiertos.
 

-¿Cómo vivís, al día de hoy, la pandemia de Covid-19 y la cuarentena?
-Pues de momento estamos bien, con salud, y trabajando en lo que más nos gusta, esperando al momento que esto pase. Va a pasar y será solo un recuerdo.
 
-¿Estuviste componiendo en este tiempo?
-Al principio casi nada, pero al final se abrió el cielo y empezó a brillar el sol. Algunas canciones han salido, sobre todo el material que va a venir en diciembre, que será mi nuevo álbum.
 
-¿Te imaginas el día después de la pandemia?
-Si, claro. Será como el de hoy, pero sin tener que llevar la mascarilla a todos lados, y sin tener que ponerme gel, y con conciertos en vivo al aire libre!!!
 
Mirada interna
 
-¿Sos de los músicos que le gustaría regrabar toda su obra de nuevo? ¿O preferís que refleje un momento determinado con virtudes y defectos?
-No soy perfecto y estoy aprendiendo continuamente. Tampoco soy un virtuoso en nada por lo que admito que, hasta donde llegué, llegué. Yo prefiero dejarlo como esta y que se refleje de verdad lo que eres en ese momento, con todos los fallos y aciertos.
 
-Si no eras músico, ¿qué hubiera sido de tu vida?
-Supongo que hubiera tenido una vida normal, un trabajo normal. Quizás alguna deuda con el banco, algún hijo, un par de perros, algún pedazo de tierra…
 
-Si por la puerta de tu casa entrase el Dactah Chando de 18 años, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo o recomendación?
-Le diría que está en el camino correcto. Que no se equivoca y que el camino es largo pero maravilloso. Lleno de baches pero también de experiencias maravillosas. Además, le diría que estudie muchísimo más, ¡sobre todo música!

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