Disco: “Allá en la tierra”, de Sr Tomate



Hace dos meses, comentamos el incendiario show de Sr Tomate, en el marco del ciclo “En vivo. De la radio al escenario” pergeñado por Eduardo Fabregat, desde su programa “Rebeldes, soñadores y fugitivos”. Oriundos de La Plata, pusieron rock, psicodelia y folk a la noche.
La banda, conformada por Natalia Politano (voz y guitarra acústica), Pedro Millenaar (armónica y coros), Eduardo Morote (batería, percusión, guitarra acústica y mandolina), Alejandro Bértora (trompeta, teclado, guitarra eléctrica y criolla, melódica y coros), Shaman Herrera (guitarra eléctrica, criolla y coros) y Hernán Montaño (bajo) continuaba sus presentaciones aunque su disco “Allá en la tierra” era del 2012.

Justamente será este disco el que estaremos compartiendo con los lectores en esta ocasión. El álbum abre con “Después de la muerte”. Aires pop matizados por una trompeta con un coro que antecede a la guitarra y a la voz de Natalia Politano. De esta manera, se inicia un viaje sónico en el que el combo originario de la Ciudad de las diagonales no respeta ningún tipo de limitaciones para experimentar. Desde este primer tema, que cambia de ritmo en medio de la canción es un buen resumen de lo que se viene a lo largo de las doce canciones.
Imposible de encasillar en algún estilo o formato, Sr Tomate abre el horizonte de expectativas de la manera más amplia posible. En cada canción convivirán melodías y armonías de las más diversas. Una melódica se intercala con los arpegios de una guitarra que podrá ser tan punk como pop, al tiempo que el bajo construye con la batería una base por demás sólida. La trompeta dibuja melodías al tiempo que la armónica espera su turno para expresar su arte. Lo mismo ocurre con los teclados.

Cada canción tendrá su propia identidad en tanto su construcción musical como a nivel letras. Serán estas cortas y elocuentes, donde la muerte y el amor juegan con naturalidad y la tragedia y la comedia bailan una danza tan personal como hipnótica. Frases sublimes, que podrían destrozar cualquier coraza como “Tu mundo es un hueco lleno de agujeros negros, donde solo hay macetas sin semillas y sin tierra” se intercalan con la poética de “Después de la muerte, voy a nacer de nuevo. Voy a buscarte y llevarte hacia donde no fuimos. Mostrarte lo que no supimos”.
Con algún guiño beatle, se puede escuchar “Aire caliente” y “Los ojos”. Tal como lo dijimos, entre tantos ritmos y música, se cuelan versos tan fuertes que llaman la atención inmediatamente. “Salta sangre por los dedos, y dibujó el corazón que me hace respirar” o “No lo mires con los ojos que ya usaste. Buscá otros nuevos, con colores y paisajes del futuro”.
El ritmo machacante de “La Pared” es ideal para poguear en cada presentación de la banda, amén de haber sido el corte de difusión del disco al tiempo que el ritmo más reflexivo de “Debajo del sol” cambia el clima de manera armoniosa, para nada abrupta.


El bajo inicia esa especie de oda de aburrimiento adolescente  que es “La pieza de un amigo” con vértigo garantizado. En cambio, un amor genuino y sincero, romántico pero no meloso con imágenes fuertes es “Ay, mi amor”. Es imposible no pensar en alguna persona determinada cuando se escucha “Ay mi amor! Que vamos a hacer? Si asi estamos bien, que no importe el resto de la gente!”. La alegría que exuda el tema en un final bailable y cantando con la voz y el corazón en la mano, de pura emoción el “Que nos parta un rayo y que nos armen de vuelta por vos sos yo y porque yo soy vos. Y es asi”.

Melódica y guitarras al comienzo para dar cuenta del ritmo in crescendo que atraviesa a “Bosque” para terminar en algo completamente diferente a como empezó. Con “Burbujas” es el slide el que pinta ritmos en el comienzo para dar paso a la armónica y finalizar con una melodía atrapante.
Para este momento, es necesario destacar –más allá de la muy buena calidad interpretativa de la banda-, la particularísima voz de Natalia Politano. Su forma de cantar y la manera en que mete sus cuerdas vocales (¿con un aire a Lou Reed? ¿Dylan?) es fantástico. Inclusive uno no se podría imaginar las canciones con otro tipo de tonalidad.

La producción artística estuvo a cargo de Ray Fajardo que incluso dijo “presente” con alguna participación en programaciones, sintetizadores y efectos. Es apreciable la mano de la producción para pulir algunas canciones pero sin quitarle la identidad a la banda. “Pensando de más” vuelve a ponerle ritmo a la recta final del disco mientras desliza la autocrítica de “Se me escabulló, se me disolvió y se me escapó porque dudé cuando no tenía que hacerlo”.
Será en este tramo último del disco contiene dos temas más largos del disco, que son “Aire caliente” y “Camioneta”. El primero cuenta con aires psicodélicos mientras que el segundo se inicia con el tenue ritmo de la despedida que mezcla diversas músicas que termina siendo el broche exacto para cerrar un disco excelente.

“Alla en la tierra” es el último disco editado por Sr Tomate. No vamos volver a decir que es una gema sino que vamos a recomendar fervientemente ver a la banda en vivo y comprar su disco original. Es lo menos que se puede hacer para difundir a una banda que hace diez años que la está luchando de manera independiente, con el mejor estandarte que puede tener, una música personal y creativa, de alta calidad.
 

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