Disco: “Iluminado” de Juan Galvis



Dicen que en el concepto de “pop”, pueden entrar las más diversas formas de hacer música. Entonces, “pop” es el marco en el cual Juan Galvis saca su primer disco solista. El mismo se llama “Iluminado” y abarca diversas sonoridades en cada una de las doce canciones que contiene el disco. En ese particular mundo que supieron construir dentro de la música Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati, Galvis buscará su propia identidad. “Iluminado” fue producido por el propio Galvis e Irving Monk. La masterización se realizó en los estudios Andres Mayo Mastering,  

El álbum comienza con ruidos de ciudad, con bocinas y voces. Se aprecia un ambiente urbano y más cosmopolita. Es “Pasa el tiempo”, un buen tema para iniciar el disco y marcando la pauta de lo que se va a escuchar. Los pasajes y los climas dan cuenta del contexto de una ciudad en las cuales hay más preguntas que respuestas.

Casi de la nada, sin silencio que funcione como separador, emerge una guitarra que se entremezcla con una voz que sale procesada con efecto. En “Más allá”, Galvis juega con lo que sería el arte de componer un tema al tiempo que su propia voz atraviesa efectos sonoros.

Sin dar respiro, con el conteo previo al comienzo de una canción, suena “Andar”. El ritmo de los dos primeros temas se apacigua con un tema que denota las influencias mencionadas con anterioridad. Los arreglos de cuerda dan cuenta del buen gusto de Galvis para mixturarlos en un tema acústico. En esta misma línea, se encuentra “Iman” se enmarca en un espíritu más spinetteano y una pregunta que va más allá de su literalidad, “Imán que atrae a ti ¿qué mas misterio hay?”. Los teclados de Irving Monk, co-productor del disco, enmarcan al tema en un clima de ensoñación.

Una sonoridad más pesada, con fuertes acordes de guitarra dan cuenta de “Dame tu boca” y nuevamente con un tratamiento particular para la voz. El pop deja lugar a un sonido más rockero, con el acento puesto en la marcación de las guitarras, para entrar en un estribillo con armonías a dos voces. Lo mismo sucede con “Nueva vida”, un tema donde la guitarra lleva la batuta al dibujar diversas melodías que se entrelazan con la voz de Galvis. “Puedes ser normal…o podemos ser más!” canta Galvis para llamar la atención respecto del destino de las personas en una canción que cuenta con un sonido que lo emparentaría a Radiohead. Estas son dos de las tres canciones que cuentan con batería.

Con cierto aire a una bossa nova electrónica, “Me voy…” lo muestra a Galvis en otra faceta donde experimenta con programaciones varias asi como algunos instrumentos de percusión. Justo al llegar a la mitad del disco, suena “Estereophilia”, un instrumental atrapante, con muy buen sonido e interesantes arreglos,  

De esta manera, ese pasaje instrumental permite que se ingrese, casi sin darnos cuenta, en “Clamor”, donde nuevamente se produce una vuelta a cierta atmósfera acústica aunque manteniendo un sonido actual que, hacia el final del tema, dará un guiño al candombe. Justamente, este es el tercer tema donde se utiliza batería, siempre con la prestancia de Sebastián Lucía a su comando.

Encarando ya la curva de los últimos tres temas del disco, “Nacer” cuenta con un sonido más electrónico, de climas propios del latido de una ciudad que se entrelazan muy bien con los arreglos de cuerda utilizados en la canción.

Un comienzo más aspero preanuncia a “No pensar”, donde nuevamente Galvis jugará con los variados efectos a los que puede dotar a su propia voz, incluyendo un rap de “moderno” sonido. Al igual que en otras canciones, Galvis deja su propia impronta en la letra de una canción a través de una sentencia retórica que será respondida por aquél que quiera oir y que oiga. “A veces ‘no pensar’, es mejor que ‘pensarlo bien’.”

Con “Esperar” se llega al final con una canción que es un buen resumen de lo escuchado previamente. Voces con mucho trabajo y una instrumentación inquieta que busca diversos sonidos, al tiempo que afirma que “nunca dejo de esperar”.

Sonidos y texturas varias atraviesan “Iluminado”, el muy auspicioso debut de Juan Galvis. Un disco de muy buenas canciones al tiempo que busca consolidar su propio estilo.

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