El Dolor después del Dolor (Música)

Grandes discos de la historia del rock fueron concebidos por circunstancias basadas en el sufrimiento. Algunos relacionados con el amor, la falta de amor, familia, pérdidas en el espíritu y demás. Estos son tres ejemplos de una alta calidad interpretativa y compositiva.

– John Lennon: Plastic Ono Band (1970)

«Madre vos me tuviste pero yo nunca te tuve/ Te quise pero nunca me quisiste/ Por eso, te digo/ Adios, adios. «Mother» -John Lennon-

Este es el disco con el cual John Lennon inicia su carrera solista fuera de los Beatles. 

Decidido a hacerlo con la mayor crudeza posible, John utiliza una formación muy básica (el propio Lennon en guitarras, Klaus Voormann en bajo, Ringo Starr en batería y el piano sería de Phil Spector, Billy Preston y el mismo Lennon). En cierta medida, preanunciaba la estética de lo que sería el punk siete años más tarde con la crudeza, el pesimismo y en cierta medida, el «no future». Lennon se encontraba sumergido en la búsqueda de sus demonios internos a través de la terapia del «grito» de Janov. Se encontraba con sus más profundas fibras íntimas y a partir de allí, concibió el que para muchos, fue su mejor obra fuera del cuarteto de Liverpool. 

El disco fue producido por Phil Spector y contaba con grandes canciones en las cuales desnudaba sus sentimientos. En «Mother», revolvía su sentir sobre su madre, su padre y el abandono al que fue sometido cuando era niño. «God» es una radiografía exacta del cinismo y falta de confianza de John en todo lo supuestamente “creíble». «Isolation» hace referencia al aislamiento que sentía. «Working Class Hero» era una oda a la manipulación a la que es sometida la gente en general. El álbum cuenta con un clima ominoso, que tendrá su corolario con el tema final:»My Mummy is dead» de cincuenta segundos. Lennon refleja su personalidad escéptica manejando una pluma de alto calibre, por demás irónica y exacta de las penurias humanas, en las que se despoja de su fachada de músico exitoso. 

«Plastic Ono Band» tiene un bello sentido melódico a partir de su música minimalista e invita a la profunda reflexión existencial a partir de las letras de un Lennon maduro e incrédulo.

– Derek & The Dominoes: «Layla and other assorted love songs» (1970)

«Hagamos lo mejor de esta situación/ Antes de que me enloquezca/ Por favor, no digas que nunca vamos a encontrar nuestro camino/ que mi amor es en vano/ Layla, me tenés de rodillas/ Layla, te lo estoy suplicando, por favor, querida». «Layla» -Eric Clapton-

Para el año 1970, Eric Clapton desarmaba su proyecto «Blind Faith» y se embarcaba en sesiones con sus amigos, el bajista Carl Radle, el baterista Jim Gordon y el tecladista/vocalista Bobby Whitlock -ex miembros de Delaney & Bonnie-. Este grupo sólo tuvo un disco de estudio que fue el excelente «Layla and other assorted love songs». El motivo de la composición tan sentida de Clapton de la canción que dio título al disco, fue el amor que sentía por Pattie Boyd, la esposa de su mejor amigo George Harrison. Clapton se enamoró al instante de Pattie y la persiguió hasta que finalmente obtuvo su amor. El camino estuvo lleno de espinas, ya que sentía culpa por sus sentimientos. Además, esta depresión dio lugar a un alto consumo de heroína.

El disco en sí, es una conjunción de blues y baladas apoyadas en dos eximios guitarristas como Eric Clapton y Duane Allman (Allman Brothers). Se logra la expansión del blues sobre una base tradicional, enriqueciendo el género. 

Veamos: «Looked away», preanuncia el estilo que adoptará Clapton en los años siguientes junto con «Bell Bottom Blues» (un blues directo con una letra un tanto inocente respecto del amor/desamor) y «Nobody loves you when you’re down and out». «Tell the Truth» constituye junto a «Key to the Highway» y «Have you ever loved a woman?» el segmento de blues más tradicional. El cover de «Little Wing» de Jimi Hendrix tiene una cadencia vocal de excelente factura. El disco cierra con «Thorn tree in the garden», una balada acústica, muy melancólica que pone punto final a un álbum que es atravesado por la tristeza de su mentor y que quedó en la historia como una canción escrita a un amor no correspondido, en ese momento. 

Digamos que finalmente Clapton y Pattie Boyd se casaron, con George Harrison de padrino de bodas –“es mejor que se vaya con un amigo”, dijo George sobre la situación-, para después separarse en 1989. Clapton y Harrison siguieron siendo amigos, con colaboraciones mutuas y se fueron de gira en 1991 por Japón, gira publicada como “Live in Japan 1991”. Harrison murió el 29 de noviembre del 2001.


Bob Dylan «Blood on the tracks» (1975)

«Heriste a aquellos que yo mas amaba y cubriste la verdad con mentiras/ Algún día estarás en una zanja, con moscas alrededor de tu ojos/ y sangre cubriéndote/Sos una idiota, nena/ Es maravilloso que todavía sepás como se respira». «Idiot Wind» -Bob Dylan-

Este disco es la vuelta del gran poeta de los ’60 a los primeros planos. 
Con una tapa histórica –si, es cierto. Este fue el comienzo de todo lo que le copió Dylan a Calamaro, ja!-, el poeta de Minessotta pone un disco de calidad después de una serie de álbums insipidos.La inspiración para este excelente disco fue el comienzo de la separación de su esposa Sara Lowndes (madre de Jakob Dylan, líder de los Wallflowers). La amargura personal de Dylan trasciende las letras dolidas del LP. Este es uno de los trabajos más completos de Dylan a lo largo de su carrera. Tiene una cadencia acústica (típica de su autor) con una muy lograda melodía general. Todo acompañado por el sustento de su armónica que navega en composiciones dentro del formato del blues, el country y el folk. Más allá de la característica tonalidad nasal que lo ha caracterizado a través del tiempo, Dylan dota a las canciones de un sentimiento de tristeza y bronca,en una voz descarnada. Canciones como «Tangled up in blue», «Idiot Wind» o «You’re a big girl now» describen con letras precisas y justas el dolor del autor. Inclusive, llegando a la agresión lisa y llana como “Idiot wind”, aunque con un toque de humor e ironía propios de su autor. Cada una de las canciones es una pequeña historia de desamor.
Además, hilando fino se puede apreciar el desarrollo de una relación. «You’re a big girl now» se refiere a la chica que creció y dejó de lado a su inmaduro novio, que no se resigna a la situación. «Simple Twist of Fate» es el final de un romance y «Tangled up in blue» una relación que atraviesa dificultades. Pasamos de la profunda resignación de «You´re Gonna Make Me Lonesome When You Go» al dolor sin fín de «Meet Me In The Morning». Y de ahí a la inconclusa y nostálgica de «If You See Her Say Hello»: «Nunca me acostumbré a ello, tan sólo he aprendido a desconectarlo. O soy demasiado sensible, o me estoy volviendo blando. En el anochecer, a plena luna, reproduzco el pasado. Me sé todas las escenas de memoria, sucedieron tan deprisa. Si ella pasa por aquí, yo no soy tan difícil de encontrar. Decidle que me puede visitar, si es que tiene tiempo».
El sentimentalismo y catarsis emocional llegan a su punto justo, ya que no empalagan ni endurecen, sino que se limitan a contar una situación. Debe ser la primera vez que Dylan deja de lado el rol de profeta de su generación (título que nunca quiso), de intelectual de fina ironía y sarcasmo atroz para mostrar su vulnerabilidad de hombre de carne y hueso.




Hace algunos años, con mi amigo y colega Gabriel Cócaro, tuvimos la posibilidad de consultar a Pedro Aznar sobre el sufrimiento y el dolor como fuente de inspiración. El virtuoso ex-bajista de Serú Girán recordaba que «hay una frase que, no me acuerdo exactamente quien la dijo y es: «no es que el sufrimiento inspire a los grandes artistas sino que ningún gran artista será detenido por el sufrimiento». El sufrimiento sí puede ser un motor para un montón de cosas, asi como lo es para la vida. A través del sufrimiento, uno aprende cosas y muchas veces, uno se abre. Fijate que las cosas nacen causando dolor, desde el parto en sí. Siempre hay algo que se quiebra y se rasga, un velo que se corre. Algo se debe partir, para que lo nuevo aparezca. Y cuando el corazón se parte, nacen cosas nuevas. Un artista sensible puede captar esos momentos, esas sensaciones y en lugar de quedarse inmóvil en el dolor, lo puede usar como fuerza para sacar adelante lo que viene. Pueden ser obras, una nueva situación de su vida, un nuevo entendimiento de las cosas. En este sentido, el sufrimiento puede ser un motor tanto como lo puede ser la alegría. No me parece que haya que sufrir para crear. Digamos que como método no es muy saludable….No es bueno de regodearse en el dolor.En momentos de gran dolor, la creatividad me ha ayudado y no fue que mi dolor impulsara la creatividad. Tal vez, sea un ida y vuelta y funcione sobre ambas maneras. Hubo momentos de mi vida en los que si no hubiera tenido la posibilidad de expresarme, de escribir o componer, de sacar cosas afuera, creo que hubiera explotado en cuarenta pedazos. Me ha salvado en muchísimas oportunidades. Si todavía sigo dando vueltas por este planeta es por la música y la poesía. Sin duda. Sino me hubiese marchado hace un rato muy largo». 
Como todo sigue girando, Pedro versionó «Isolation» de John Lennon para su disco «David y Goliat», momento en que le hicimos la nota con Gabriel.

Los discos mencionados son casi obligatorios para todo aquél que guste de la buena música. Inclusive, van más allá del género original al que representan.

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