Bafici 2012. Día 3.

El Caleidoscopio sigue dando vueltas en el BAFICI y en este caso, con el agrado de hablar con Fernand Melgar, el director suizo, hijo de españoles, que está presentando su obra, de la cual ya hemos hablado. Como no podía ser de otra manera, también presentamos la crónica de dos peliculas que se las traen y que contaron con sala llena en la función presenciada por este cronista.

Fernand Melgar: “Lo más importante es documentar, ser testigo de mi tiempo”

ECDL tuvo la chance de entrevistar a Fernand Melgar, el realizador de los documentales «Exit» y «Vol Special» de los cuales ya nos hemos referido asi como de “La Forteresse”. En una rica entrevista, da cuenta de sus pareceres para encarar documentales que han sido por demás relevantes y polémicos tanto para la sociedad suiza como para aquel que lo vea.

– ¿Cómo lograste la confianza con la gente de EXIT como con la gente que tomó esta decisión para poder filmarlos?
– No fue muy difícil. Fue bastante fácil ya que son como militantes de esta causa. No son orgullosos pero defienden fuertemente su posición. Igual, no todo Suiza coincide con esta postura. Es muy raro ya que en la Asociación se habla de la palabra “muerte” y la gente aplaude. Para mi, fue fundamental el tiempo que tuve para hacer el documental. El poder compartir con ellos, casi dos años acompañando a la gente. He visto más de lo que se ve. Para mi, era difícil pasar el tiempo con la gente porque sabía que le quedaba poco tiempo de vida pero, paradójicamente, la persona que nos daba fuerza para seguir adelante, era quien se iba a morir. Inclusive, nuestro camarógrafo era católico practicante y le era particularmente duro filmar todo esto. Siempre me decía, medio en serio y medio en broma, si no era un pecado mortal participar en esto.
– ¿Sos miembro de EXIT?
– No, para nada, pero quiero contar que este film me lo pide tanto la gente que está a favor de esta postura como los que están en contra. Hay mucha gente que pide que se detenga a EXIT. Son evangelistas y médicos pero está muy dividido todo.
– Cualquiera que fuera tu posición inicial respecto a este tema, ¿llegaste a cuestionarla con el desarrollo de la película?
– Para mi tuvo otra cuestión. Antes de comenzar el film, perdí un hijo. No era totalmente inocente el interesarme en esto. No es un film sobre la muerte sino sobre la vida. Era buscar una razón de vida en gente que se quería morir para vivir mejor. Obligado pero era eso. Esto se relacionaba con mi drama personal. Para mi era como algo bastante íntimo de reflexión en torno a la muerte, de gente que era cercana, en el transcurso de los dos años que duró el film.
– ¿Tuviste algún inconveniente en pensar, hasta donde filmar?
– No. En cualquier forma de cine es una cuestión que se pone de manifiesto. Para mi, a donde parar, depende de mi propia sensibilidad. Igual no depende solo de mi. Somos varios y discutimos bastante al respecto. “¿Tenemos que filmar la muerte o no?”, “¿Filmamos a la gente o no?”. Siempre se decide entre todos y desde el montaje, es un trabajo bastante difícil. La ubicación del cine desde la distancia. De si estas muy lejos o estas muy cerca. Esto tendrá que ver a como me siento yo personalmente. Algunos consideraran intolerable lo que se ve pero yo no tengo reglas. Siempre trato de probar las distancias, para que se entiendan las voces.
-Contaste que habías perdido a tu hijo. Ese fue uno de los motivos por los cuales te acercaste a este tema?
– No. Creo que en la vida siempre se buscan cosas. Ante la muerte de mi hijo, pensé sobre el sentido de la vida. He leído un artículo en el periódico y pensaba “yo, que perdí un hijo, leo que hay gente que decide como morir”. Esto se puede comprender y no es que están alegres de lo que les va a suceder sino por las enfermedades que tienen. Hablé con esta gente y pude ver también el valor de la vida.
-Traer la película a Sudamerica, implicó alguna diferencia en su recepción, teniendo en cuenta las diferencias culturales?
– Mirá, yo vengo de la parte latina de Suiza y, aunque hay muchos sudamericanos, estamos en una época de globalidad. La cuestión de la evolución de la sociedad que se ve en la película, es muy particular y difícil que ocurra –y en algunos casos, de aceptar- que pueda llegar a ocurrir en algunos países. Es muy interesante presentarlo en países donde la gente no se preocupa de lo que pasa en Suiza sino en lo que pasaría en sus países. No dicen “estos suizos son monstruosos” sino que está más relacionado a una cuestión personal. Lo presenté al film en Colombia y había gente llorando…
-…aca también!
– Si? Mira tu….Para mi, lo importante es establecer una reflexión con respecto a la vida y la muerte.
-Tuvo repercusiones en Suiza…
– Si, hubo bastante polémica porque es un tema recurrente. Verdaderamente, no hay una ley al respecto sino una esencia de una Ley. Si no hay un motivo egoísta –como el recoger el dinero de alguien-, no se puede condenar. No es que se autoriza pero no se puede condenar. Es una diferencia sutil. Cada cinco años, surge la idea de hacer una ley en el Parlamento. Por el momento, está en una zona gris. Era interesante ver como era el trabajo del acompañante que se encuentra en un lugar intermedio. No es un ángel pero que está entre la oscuridad y la luz. El documental tuvo mucha importancia en Suiza en tanto la decisión democrática porque es una democracia directa. Las leyes son consultadas con el pueblo tanto para validarla o para no aprobarla. Para eso, la gente está interesada para saber lo que pasa en el país. Este film fue pasado en la cadena más importante de la televisión y tuvo la audiencia más importante del año porque era un sujeto difícil. Tuvo mucha audiencia y se abrieron debates de dos y tres horas después de emitida la película. Era emocionante ver como se hacía todo.
Con “Vuelo especial” pasó un poco lo mismo. Se proyectó hace diez días y ha sido una polémica más grande que “Exit”. Tuvo mucho éxito y eso fue muy importante para mi. Esta forma de documental es muy particular. No tiene música ni comentarios o ecos dramáticos. Hay una distancia muy corta entre la audiencia y lo que pasa. Esta es una forma de democracia directa. Para mi, es muy importante como director de cine, el documentar, ser testigo de mi tiempo. Es el fundamento de mi cine. A diferencia de otros filmes mios, donde se puede decir “está bien” o “está mal”, aca tiene que ver con algo más personal e intimo. Esto también tiene que ver con la introspección, relacionada con la mentalidad protestante suiza de autocritica permanente sobre la responsabilidad.
– ¿Cómo surge hacer “Vuelo especial”?
– Nunca voy a buscar a los films sino que estos me vienen a buscar! Cuando rodé “La Fortaleza”, uno de los traductores venía de Irak y era amigo mio. De repente, un día desapareció y me contó que estaba encerrado en un centro de detención. Fui a verlo en esa cárcel y le pregunté “Que hiciste?” y me dijo que “No había hecho nada. No tenía los papeles”. Siguiendo este hilo conductor di con la idea de “Vuelo especial”.
– ¿En la película se muestra a esta gente pero en situación de “tránsito” por el país?
– No. Están viviendo en Suiza pero que no cuentan la nacionalidad suiza. No tienen documentos suizos. Ellos aportan a la caja de jubilación de Suiza. Eso es bastante particular porque se les permite trabajar. Tu empleador está obligado a declararte pero la hipocrecia hace que pagues el dinero del seguro pero si te encuentra la policía te declare como ilegal. Esta es una gran contradicción. En Suiza no tenemos lo que se denomina “paro”. Hay un 3%, lo que es muy poco. No se encuentra gente para hacer los trabajos difíciles y entonces se necesita de esta inmigración. Ante la necesidad de aplicar la Ley, se elige a esta gente para que sea más “visible” su aplicación y certificar su “cumplimiento”.

– El diálogo de Pichout con el policía fue muy bueno, muy fuerte.
– Por mi forma de filmar, logro una confianza que me permite mostrar todo esto. La gente se olvida que estoy y puedo participar de todas las actividades. De esta manera, la gente da lo mejor que tiene de cada uno. El cine documental revela el alma y el sentimiento profundo de la gente. Busco mostrar aquello que no se ve, que se encuentra en un marco de “invisibilidad”
-Volviste a tener contacto con los protagonistas de “Vuelo especial”?
– Si, con todos. Inclusive hay una web donde se ve como ha seguido toda la situación. Vimos a seis personas un año después para ver como ha rearmado su vida y tiene mucho éxito. La gente que vio “Vuelo especial” en televisión quedó muy interesada. Probamos el tratar la situación en general con casos particulares para dar cuenta de las grandes historias. Fuimos a Africa y Kosovo para ver como han desarrollado sus vidas.
Beauty
La grasa de las capitales
Título de Exhibición: Beauty. Título Original: Schönheit. Título en Inglés: Beauty. Guión y dirección: Carolin Schmitz. País: Alemania. Año: 2012. Formato 35 mm. Color. Duración: 90′. Fotografía: Hajo Schomerus. Edición: Stefan Oliveira-Pita. Producción: Titus Kreyenberg. Unafilm.
Carolin Schmitz se adentró en el mundo de la belleza (pero no tan fashion) brindando una mirada certera y con buen gusto sobre el mundo de quienes privilegian la perfección del cuerpo sin aceptar (del todo) el paso del tiempo.

El film se encarga de mostrar personas que son perfectamente conscientes de lo que piensan y no tienen ningún remilgo en expresarlo. Que uno esté en las antípodas de estos pensamientos, es otra historia. No obstante, más allá de la frivolidad que uno que le quiera añadir al film (que no es para nada frívolo, sino que mantiene cierta distancia “antropológica”), el relato de cada uno de los protagonistas es coherente con sus ideas. Esta aquella que vive para su placard lleno de ropa y zapatos, al tiempo que le deja un lugar en su cama para que duerman sus tres gatos mientras relata las múltiples operaciones que se ha realizado. Otra mujer cuenta las mejoras que se hizo e incluso con apertura de blog para recrear las sensaciones de lo vivido o el matrimonio de treinta y pico que dice “ganamos bien, nos interesa vernos bien” en el cual los hijos no forman parte de su idea de futuro. Al respecto, la idea de ella de que no quiere amamantar –“el amamantar me deforma los pechos y para mi, mis pechos son importantísimos”, dice, inducirá a una sensación contraria a lo escuchado pero que mantendrá una lejanía respecto a la pertenencia a sociedades diferentes. Aquí, la diferencia entre las sociedades es notoria porque si lo dijese  una mujer argentina de treinta y dos años –si es que se anima a decirlo-, sería víctima de escarnio público mientras que, a través de este documental, vemos como una mujer de Colonia, Alemania, lo dice sin ningún tipo de tapujos al respecto.

El colorido de las escenas dan cuenta de como viven la vida los entrevistados, como el hombre que vive a pleno el querer verse “joven y bien” (una cosa, en este caso, está emparentada a la otra) y como esta relacionado con el concepto de “felicidad”. Incluso, hasta diseñó la forma de su tumba, con flores multicolores porque “la muerte es parte de la vida y yo viví bien”.
Igualmente, a no confundirse con el mensaje –si es que lo tiene- de la película. No es el de “la felicidad relacionada con la juventud a través de operaciones y valores superfluos” sino la mera descripción de aquellos que sostienen esta idea y el costo económico y físico, literalmente hablando, al que se someten para obtener este tipo de satisfacción personal. Tal es la escena en que muestra la realización de un implante mamario asi como aquella imagen poética que funde la adrenalina que produce el conducir un coche a alta velocidad a un par de tetas conectadas por un tubo de oxigeno.
“Beauty” empieza como una humorada pero se transforma en la muestra de otro lado del ser humano en la lucha perdida de ganarle la partida al paso de los años.
Miércoles 18 de abril. Hoyts 1. A las 19.15 hs.
Lés Eclats (Ma gueule, ma revolte mon nom)
Lo que Europa no quiere reconocer
Título Original: Les Éclats (Ma gueule, ma révolte, mon nom). Título en Inglés The Fragments (My Mouth, My Revolt, My Name). Guión y Dirección: Sylvain George. País: Francia. Año: 2011. Formato Digibeta. Color: Color + B&N. Duración: 84′. Fotografía y Edición: Sylvain George. Compañía Productora: Noir Production
Sylvian George vuelve a sumergirse en el universo de los «sin jeta» pero a la europea. Con una contundencia que va más allá de las imágenes en blanco y negro, logra meterse en la cotidianeidad de los refugiados de los suburbios de Calais.
Un blues desgarrador suena a través de una armónica que podría ser del Mississippi pero que tiene su correlato en la tristeza de estos refugiados. Poesía y marginalidad se combinan en una película fuerte, que muestra como en la tierra de «igualdad, fraternidad y libertad», los valores esgrimidos en la Revolución, han caído en el rincón más oscuro y alejado del arcón de los recuerdos.
Lo que sería el lado B (o el «Antologhy») de la ganadora del último Bafici, «Qu’ils reposent en révolte (Des figures de guerres)», da cuenta del material que quedó de dicha película y que dio vida a este nuevo documental, complementario del anterior, con las mismas virtudes por los que había sido premiado.
Aquí se muestra nuevamente la vida en la que estos ilegales buscan vivir en un país que los acoja de la manera en que sus patrias los han expulsado, por someter sus propias políticas a los designios de las potencias dominantes como…..Francia. Ellos buscan sobrevivir al tiempo que rezan a un dios que los ha olvidado a la orilla del rio.

Los primeros planos utilizados y los silencios son parte fundamental para la creación de sentido de un documental extraordinario, que no da respiro al tiempo que inquiere sobre los valores que sostienen a una sociedad que dice ser civilizada.
El discurso que tienen estos hombres a los que no se les puede asignar edad alguna porque sus vidas abarcarían tres de aquellos «hombres bien» que gobiernan el mundo, es crudo. La tensión latente en sus vidas y sus palabras llega a su punto máximo en cuanto se establece relación con la Policía. «Huir no es lo mismo que esconderse» dice uno de los entrevistados yendo más allá de la cuestión semiótica del término. Otra escena muestra como se queman las manos para que no haya huellas dactilares que delaten su rostro.
Un afgano habla a cámara con un primerísimo primer plano que toma no solo su rostro que combina dureza y sensibilidad sino también una lógica dura como el acero de las armas que invadieron su pueblo.

Los recursos estéticos van más allá de la «belleza» de la imagen sino que conforman el universo de estos hombres. Sus figuras, ya sea detrás de una reja, caminando al lado de las vias o simplemente, sentados frente al río, mirando un futuro que no los registra como seres humanos, es elocuente. Porque ellos tienen derecho a preguntar qué pasará con ellos y que pasará con su siguiente generación. Uno dice «vinimos a Europa a salvar nuestras vidas» y acusa a «quienes tuvieron la chance de estudiar, usaron su conocimiento para poner al pueblo a su merced»
Cuando se escucha una armónica a todo sonido y la pregunta/sentencia «Europa, que podemos hacer? Estamos sufriendo», no queda nada más que reflexionar sobre lo visto y tener mayores consideraciones sobre lo que uno dice y/o piensa cuando habla de «los negros», «los villeros» y demás habitantes de nuestro país.
Lunes 16 de abril. Alianza Francesa. A las 18.45 hs
Jueves 19 de abril. Cine Cosmos. A las 17.30 hs.

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