La famosa sexóloga portorriqueña estuvo en Argentina presentando su nuevo libro “Sexo ¡¿Y ahora qué digo?!” en el cual encara la forma en que los padres deben hablar con sus hijos de este tema. ECDL habló con Alessandra sobre algunas derivaciones del sexo.
EDCL: Alessandra, ¿cómo hay que hablarles a los niños de sexo?
Alessandra Rampolla: A los niños se les habla desde un lugar de mucha simplicidad, con información clara y real, de acuerdo a su etapa de desarrollo y su edad. Que sea una conversación en el transcurso de la vida del niño y que se repita varias veces. Cada vez se va sumando más cositas y se dará un progreso paulatino. Una pregunta puntual recibe una respuesta completa real. No hay que pensar que estas hablando con un adulto sino que se brinda una respuesta simplificada, sobre todo, por la edad y etapa de desarrollo en la que se encuentra el niño. Eso si, entre brindar información de más y brindar información de menos, es preferible dar de mas.
ECDL: ¡Seguro…!
AR: Si dan información de mas y el niño no pide más porque su curiosidad fue satisfecha, lo único que vas a perder será un poco de energía y saliva. Si dices de menos y el chico quedó con curiosidad, va a averiguar. El problema va a ser que va a investigar en fuentes que tu no estas controlando ni manejando. Tu no quieres que salga a la calle y le pregunte a un amiguito o se meta en Internet a averiguar algo que no sabes quien lo sube y con que intención.
EDCL: «Sexo, ¿¡Y ahora que digo!?» es un libro para adultos, ¿no?
AR: Está escrito para los padres y no a los chicos. No les toca a ellos sino a nosotros, los adultos responsabilizarnos por la formación de los chicos. Este libro es para que tengamos las herramientas necesarias para la labor de educar a los niños. Tendríamos que estar mejor preparados para esto, sobre todo en un tema tan neurálgico como es su sexualidad y su definición propia. Esto abarca a muchas facetas de la vida humana. Es muy distinto como uno lo sabe y como explicarlo a un niño. Incluso resulta incómodo y que no suene chancho o como una guarangada.
ECDL: Es todo un tema el uso de las palabras adecuadas para decir determinadas cosas.
AR: Es cierto. Una de las cosas más importantes es la forma en que hablamos. La manera en que tiene que hacerse en este proceso. No nos damos cuenta de las evasivas y las lagunas que tenemos en nuestra información hasta el momento en que estamos frente al niño. “¿Y ahora que le digo?”, Ahí ya es demasiado tarde. En el mejor de los casos, vayamos preparándonos de antemano ante el momento imprevisto de la mega pregunta.
Los chicos no van a preguntar siempre. Entonces uno nunca sabe cuando va a pasar la pregunta. Hay que estar preparados muy de antemano. Todavía cae algo de prejuicio y en el como te sientes hablando de estos temas. Porque lo que uno aprende cuando uno es pequeño, se queda toda la vida con uno. Cuando uno deja algo de base, es más difícil replantearlo y cambiarlo. Recordemos que esto viene de la boca de la “autoridad”. “Lo dijo mi mamá” y eso.
EDCL: ¿Cuándo te diste cuenta que este es un tema tabú entre los padres?
AR: Hay muchos.. pero lo que más se repite es el no saber abordar el tema. No conozco ningún padre que me haya dicho que “no quiero que mis niños no sepan de sexualidad”. Todos quieren ser buenos educadores pero no saben como hacerlo. Por eso, teniendo en cuenta esto, escribí el libro. De acuerdo a esto, fue la manera en que lo encaré. Era ayudar a que ellos monten su esquema y su libreto de cómo van a abordar el tema con los niños.
ECDL: El mensaje es que hay que animarse a hablar.
AR: Exacto. Hay algo muy importante en ser mamá o papá y nadie te da ningún tipo de entrenamiento. Hasta para servir un vaso de coca cola te dan un curso y para ser madre o padre, no hay nada que te capacite. La verdad es que nos hace falta un poco de refuerzo. Muchas veces, de donde nos basamos para enseñar es lo que nosotros aprendimos y no siempre tuvimos el mejor modelo a seguir. Es bien importante que los adultos nos preparemos para hacernos cargo de esta tarea de la mejor manera posible.
EDCL: A las cosas hay que llamarlas por su nombre…
AR: Si, si. Es importantísimo porque sino estás dando un mensaje de “por algo no me dijeron esto”, “algo mal debe andar con esta parte de mi cuerpo”. Hay un mensaje tácito de negatividad sobre las partes del cuerpo que representan la sexualidad. Ahora queremos mostrar que este no es el caso. Damos el nombre correcto y a partir de ahí, los apodos que sean. Pero que sepan que son apodos.
Intermedio: Ataviada toda de negro y su pelo corto, casi carré, Alessandra Rampolla impactó a los presentes en la presentación de su libro “Sexo ¡¿Y ahora qué digo?!”, con su belleza y su inteligencia. Su voz y su acento caribeño son inconfundibles.
EDCL: En los últimos años, ¿notaste que en los últimos años hubo una mayor apertura mental sobre estos temas?
AR: Algo. No tanto. Básicamente, se ha dado porque en los medios se habla más de sexualidad y la gente se acostumbra más a escuchar esos temas por lo cual se relaja un poco. En ese sentido hay una apertura. La información que se maneja no siempre es la más adecuada. No es la más basada en el amor, la buena onda y el no prejuicio. Pero si estamos más acostumbrados a escuchar hablar de sexo. Hace quince años, ver estos temas en los medios de comunicación, era mucho más chocante. Hoy venía en un taxi y escuchaba que estaban hablando de homosexualidad y bisexualidad en la radio. En ese sentido se ha evolucionado. Está bueno que siga existiendo el dialogo y la discusión al respecto. Esto nos permite conocer y entender.
EDCL: Sin contar la crianza machista que hay a través del tiempo…
AR: Y todavía existe. Sigue conspirando al respecto y volvemos. ¿De donde sale el machismo? De los papás y las mamás que educamos a las futuras generaciones para que sigan siendo machistas. Es una responsabilidad grande el ser mamá y papá. Simplemente, se trata de que juntos nos ayudemos para que nuestras labores sean más fáciles y estén basadas en elementos positivos y no en prejuicios y negatividad. Las mujeres tenemos mucha menos información. Si una nena se toca, está mal pero si el nene se toca salta enseguida “Ja! Ves? Ya se está preparando!” En mi casa se dio asi.
ECDL: ¿Si?
AR: Si. Mi hermano, que es menor que yo –soy la del medio-, era el favorito de mi papá. Cuando entró en la etapa de la adolescencia, me acuerdo que mi papá hacia comentarios de “jaja, se encierra en el baño” y esas cosas. Si yo me encerraba en el baño, el comentario era “Alessandra es tan vanidosa que se encierra horas en el baño, maquillándose”. No se le ocurría que yo podría estar experimentando con mi sexualidad. Del varón se asume al instante pero de la chica, olvídate. Es una cuestión cultural.
EDCL: El tema de la masturbación tanto del hombre como de la mujer….
AR: La masturbación es natural tanto en hombres como en mujeres. Nosotras, como mujeres, hemos sufrimos a menudo con nuestro placer sexual de adultas. Nos acordamos de lo duro y lo difícil que fue el permitirnos sentir placer. No se suponía que lo exigiésemos tampoco, pero todavía cuesta porque nos enseñaron a que «las nenas no se tocan». La información que se brinda desde pequeños es la más importante porque se queda con nosotros en nuestras vidas. El proceso de aprender algo y después entenderlo e integrarlo es otro distinto.
ECDL: «La teoría»…
AR: …no basta con aprender las cosas sino integrarlas y practicarlas. Al ponerlo en práctica es cuando empezás a ver la diferencia. No basta solo con aprender las cosas sino en la repetición donde empieza a integrar todo. Uno tiene que practicar activamente, todo lo que procesaste. Ahí empezas a ver la diferencia. Hay que tener un cómodo manejo de nuestra sexualidad. La persona que no se siente a gusto consigo misma, le cuesta horrores hacer otras cosas. Este tipo de lección no se aprende en la escuela. Tiene mucho que ver en como las personas manejan sus vidas y logran aquello a lo que quieran acceder. De eso es un poco que se trata este libro.
EDCL: Hablando de los tabúes, un tema escabroso para muchos padres es el explicar la homosexualidad…
AR: Hablar de la homosexualidad es tan sencillo como decir que es una persona que le gusta y prefiere estar con otra de su mismo género. Te lo da la misma definición. La moral de la persona no va de acuerdo a la persona con la que está, a nivel de género. Hay que aclarar que es una manera distinta de ser y que no es una enfermedad. Hay mucho prejuicio…“que esto es feo”, “que esto es malo” y que “es una enfermedad”.
ECDL: No se trata ni de ser feo, malo o enfermo.
AR: Es simplemente que no lo aceptan pero que lo que vos elegis, está bien. Celebrar la diferencia es ver la belleza en el hecho que somos distintos y eso está buenisimo. Es un tipo de actitud que hay que enseñarles a los chicos, la del amor y no la del odio.
Por otra parte, la persona homosexual se puede dar cuenta a más temprana edad o más tarde de su condición. A muchos les cuesta porque la sociedad no acepta cómodamente a la persona homosexual. Imaginate que cuando son niños, les preguntan “¿tienes noviecito?”, “¿tienes noviecita?”. La cultura en Latinoamérica y en casi todo el mundo, es muy heterosexual. Un niño está creciendo y tiene un interés pero lo niega para mantenerse en los parámetros de la sociedad. Allí es donde muchas personas se cuestionan al respecto. Vivimos con mucho prejuicio y estereotipos. Igualmente, todo cambió bastante en los últimos diez años. La primera aprobación del chico es la que busca en la casa.
ECDL: Ahora, con la sancionada Ley de Matrimonio Igualitario, ¿cómo se explicaría el tema de la adopción por personas del mismo sexo? O casos como el Florencia de la V?
AR: Se le explica que Florencia de la V es una persona que tiene mucho amor por dar y teniendo la posibilidad de hacerlo, generosamente donó su cuerpo para hacer algo que le era físicamente imposible de hacer. Mirá que bonita historia. Muy distinto a decir que “es antinatural”, “que la ciencia hoy en día”, que son opiniones que ustedes pueden tener pero que jamas van a aportar a que los niños se transformen en personas “buena onda”. Que no crezcan para ser personas que terminen odiando a otra por la diferencia.
A un niño se le explica que hay quienes tienen “dos mamás” o “dos papás” porque la mamá de fulanito está enamorada de su otra mamá. Esto está relacionado con el tema del amor. Es el caso de Florencia de la V pero también pienso en Ricky Martín. Cuando pensamos en educación sexual, es como la cebolla con sus múltiples capas y son todos estos temas que se van a estar viendo de una manera seria. Es muy importante tener las herramientas. Cuando uno le da una respuesta buena, el niño va a seguir preguntando y no buscará la respuesta en otro lado donde uno no sepa que le están diciendo. El niño pregunta en cualquier lado y en cualquier momento, donde la curiosidad lo asalte.
EDCL: ¿Cómo ves la influencia de los medios ya que, si bien se habla de sexo, también hay un basterdeo a la cuestión de género?
AR: Es una de las muchas cosas. Cualquier tipo de violencia es para tener en consideración cuando tocamos estos temas. Ahora salieron los casos de “buylling” en las escuelas, que cada vez es más a menudo, entre los mismos chicos y que antes se veía de distinta manera. Es muy violento y muy tremendo. Todo esto se va a empezar a manejar mejor si empezamos en la raíz a dar información que invite a y a no ser de esa manera. A la no violencia, al amor, a la integración, a la aceptación, a todo el conocimiento sobre uno mismo y de estar bien al respecto y con el otro, siempre respetando al otro. Son normas que no se vienen dando bien en los últimos años y estamos viendo las consecuencias pero hay que apretarse los pantalones y manejarse mejor.
Alessandra Rampolla: “Sexo ¡¿Y ahora qué digo?!” (Random House Mondadori