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«El caminante, el azar y un retrato», calidad bajo el sol |
Empezamos la recorrida de la 13° edición del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) un domingo de calor abrasador. El destino elegido fue la última fecha de Ciudanza en el Paseo del Bajo. Brenda Angiel, directora de Ciudanza, había afirmado sobre esta fecha que se iba a hacer “un recorrido por la parte de atrás de la Casa Rosada. Cada propuesta busca relacionarse con el espacio público y los espectadores. Como eje curatorial queremos los lenguajes de movimiento que intentan los coreógrafos tengan una llegada directa y comunicativa”.
Munidos con una botella de agua fría de dos litros, llegamos al Paseo del Bajo bajo un fuerte sol aunque, en ocasiones, la brisa del viento cercana al río, brindaba un alivio.
Una buena cantidad de público, en su mayoría joven, se hizo presente a esta convocatoria tan particular en el FIBA. Esa forma de relacionarse con el espacio urbano por medio del arte, permitiendo una mirada diferente de un lugar transitado, resignificando al mismo.
Nuestra llegada coincidió promediando la intrigante “Anticuerpos”, dirigida por Adriana Barenstein donde los cuerpos y el sonido constituyen un espacio único en el que se genera la sustancia que da título a la puesta, en pos de repeler una agresión externa.
A continuación, fue el turno “El caminante, el azar y un retrato”, puesta fresca y subyugante donde en un mismo lugar pueden ocurrir múltiples paseos, con toda esa sorpresa que implica trasladarse a un lugar nuevo. Al realizarse en la vereda, cerca del cruce de la avenida, los autos que pasaban o se detenían por el semáforo, brindaban una atmósfera especial. Era la flor del arte creciendo en medio de la modernidad de una ciudad de cemento. Más aún cuando nuestra querida ciudad de Buenos Aires se ha transformado en una metrópolis de cemento sin ningún tipo de respeto por la Naturaleza, tala de árboles como buen ejemplo de esto.
El recorrido por esos mundos y espacios tendrán la música del gran Axel Krygier como hilo conductor. Inclusive, con microhistorias incluídas tal cual la que describe en el tema “Cucharacha”, de su disco “Pesebre”, junto con la coreografía adecuada, logrando uno de los momentos más logrados.
El juego con el paso del tiempo, encarnado en quien camina, como si fuera un reloj indetenible, permite establecer vínculos de variada índole con quien es transeúnte de las calles porteñas. Un vínculo tan persona como no exento de la melancolía propia de la ciudad.
El aplauso sostenido coronó una presentación por demás atractiva del combo encabezado por Efraín Rada y la compañía Unza.
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La modernidad y la tecnología en «Inocencia Artificial». |
Como los espectadores también forman parte del espectáculo, deben desplazarse para ver los mismos. Por tal motivo, si estábamos mirando las acciones que se desarrollaban sobre un cruce de peatones para cruzar el puente desde Alicia Moreau de Justo, subimos al puente para ver la siguiente función.
Llega el turno de “Inocencia artificial”, que contó la coreografía de Inés Armas y dirección de Roxana Grinstein y fue llevada a abo por la Compañía de Danza de la UNA (en residencia). La tekné de los tiempos modernos donde los cuerpos son engranajes de una gran máquina. La uniformidad de los componentes pero cada uno destinado a una tarea determinada en un momento preciso.
Será ese desarrollo tecnológico que atraviese a las sociedades para cada momento de la vida. Si hasta el divertimento, en el formato de los viejos videojuegos hasta la actual Playstation, tiene que ser por medio de la tecnología.
La comunicación no queda exenta de este lenguaje de algoritmos y variados códigos emitidos por los propios cuerpos en danza. El despliegue es de elocuente intensidad con la precisa concepción musical pergeñada por Florencia Curci en vivo.
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«¡Para!», danza por la inclusión |
Nuevamente nos desplazamos y cruzamos la calle para ubicarnos en ambos márgenes de paso de peatones. La amplia vereda iba a ser el escenario de las siguientes presentaciones. En primer término fue “¡Pará!” a cargo de la compañía Danza sin Fronteras. El sol cae de a poco y es la iluminación idea para que lleven adelante una propuesta que busca llevar a la danza a lugares que sea un punto de encuentro con la discapacidad. De esta forma, la silla de rueda de los bailarines Gabriela Torres y Mariano Landa termina siendo una extensión de su cuerpo. Por eso, es que el movimiento es mucho más que un desplazamiento. es todo una coreografía con un significado particular. Más aún cuando en uno de los cuadros es Landa quien cae de su silla de ruedas –lo cual forma parte de la coreografía- para volver a incorporarse y seguir adelante. Tal como la vida misma, frente a los obstáculos que nos pone.
No obstante, el uso del espacio también concientiza respecto del carácter (poco) amigable de la ciudad con personas con movilidad reducida. Es el arte el que abre mentes y corazones en pos de la empatía.
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«50» vuelve a poner al twist y el swing en la pista de baile. |
Ubicados en el mismo espacio, esperamos el cierre con “50” que viaja al siglo pasado para revivir algunos momentos de los años 50. Un viaje que incluye la participación de los BMW Isseta 300 para brindar el marco ideal para lo que vendrá en los siguientes quince minutos.
Si bien el espectáculo tiene su anclaje en un tiempo determinado, su anclaje con el presente se realiza de una forma tan accidental como elocuente. Con la Casa Rosada de fondo, la música sonando mientras el sol comenzaba a ocultarse lentamente, pasan micros con hinchas de Boca cantando, en camino a ese templo que es La Bombonera. Pasado y presente, de diferentes aristas, se conjugan en ese espacio y momento.
La coreografía es frenética con momentos de un remanso ligero pero sin perder el ritmo atrapante que la ha caracterizado. Para tal fín, contará con la presencia del Swing Límites Dance Crew que llevará el swing al piso con frescura y precisión. La culminación con la Jive Bunny and the Master Mixers junto con la voz eterna de Chubby Checker para invitar a bailar el twist con los presentes.
La gente se queda un rato más, bailando y sacándose fotos con los pequeños BMW. Ciudanza tiene la cereza del postre del domingo con sendos espectáculos de calidad, bien apreciados por el público presente.
El FIBA continúa y hoy a la tarde/noche, seguiremos la recorrida….