Luis Caro: Música, poesía y compromiso político

–Luis, antes que nada, ¿cómo es llevar a cabo, hoy en día, un disco-libro?
-El formato de libro/disco  lo comencé a utilizar desde el 2007 con mi trabajo “El Mundo es un Caballo”, disco dedicado a Juan Gelman y a otros poetas.
En este caso en particular, seleccionar los temas de “País Semejante” fue, tal vez, lo más difícil. Es una aventura riesgosa y autoritaria donde quedaron muchos autores importantes afuera. Lamentablemente, no se puede concebir un trabajo con más de quince temas. Luego de una trabajosa investigación, terminé eligiendo lo que, humildemente, mejor podía interpretar.
 
– El disco combina frescura y madurez interpretativa. ¿Cómo fue el proceso de grabación? ¿Habías ido con todo maqueteado al estudio? 
–Respecto a la grabación y luego de una preproducción mínima, trabajamos cuatro meses los arreglos. Tal vez la frescura interpretativa a la que te referís esté dada por la grabación en vivo, es decir, todos juntos.
 
–Al respecto, ¿cómo es tu relación con el estudio de grabación? ¿Te sentís cómodo o es un momento de una presión diferente y extra al “vivo”?
-La relación fue mejorando con el tiempo. Podría decirte que ahora estoy cómodo y mucho más suelto que antes. 
 
– Entre quienes aportaron textos figuran Carlos Polimeni y Rafael Bielsa. ¿Cómo se dio esto? ¿Cómo fue el trabajo con los artistas plásticos?
-El aporte de los textos de Polimeni y de Bielsa se dio a través del Ministerio de los Amigos, un organismo ficcional que me ayuda desde siempre y que atiende las veinticuatro horas del día. Gente sensible y solidaria.
Los artistas plásticos también integran el Ministerio y siempre tuve un vínculo fuerte con ellos. Me interesa mucho lo interdisciplinario.
 
– En la gacetilla del disco, afirmás que “En este trabajo intenté  juntar algunas canciones de aquel país”. ¿De qué manera crees que dialoga con la coyuntura? Más aún porque en el 2018/19 no es lo mismo que hoy, 2020 ¿Lo ves así?
-Aquel país, el de mi niñez y el de los autores, era un país distinto. A pesar de los golpes y las proscripciones todavía no había llegado la dictadura de 1976. Esa macabra dictadura cambió el rumbo de nuestra historia contemporánea. No sólo es responsable del holocausto, sino que además cambió los medios de producción, hipotecó el futuro de varias generaciones  y nos degradó psíquicamente a lo más bajo de la condición humana. Hay un antes y un después. Los procesos políticos son largos en la historia y todo lo que sucedió después, salvo honrosas excepciones, estuvo contaminado y condicionado por esa mancha criminal. Será difícil y trabajoso extinguir esa cultura violenta, narcisista y decadente. La coyuntura del 2020 nos agregó la pandemia. No obstante, estoy esperanzado. El nuevo gobierno, elegido por las mayorías, contiene e intenta torcer el rumbo de los efectos de este desastre internacional y del desastre de cabotaje postmacri.
 
– ¿En qué momento de tu vida te encuentra “País semejante”?
-Me encuentra en un lindo momento de la vida. Estoy maduro o madurísimo, mejor, pero sigo sintiendo deseos y eso me genera proyectos. Es un buen motor el deseo.
 
– Barbra Streisand se definía como “la actriz que canta”. En tu caso, por tu formación, sos “el cantante que actúa” o “el actor que canta”?
 –No tengo formación académica, soy un tipo rudimentario. Hice un oficio a fuerza de desarrollarlo y de construir inolvidables fracasos. Tomo un poco de todas las formas de expresión con las que trabajé: la actuación, el canto, los títeres, la literatura.
 
– Hoy en día, ¿interesan las letras o se prefiere más la música?
-Hoy en día, no sé qué es lo que prefieren  los jóvenes. Intuyo que más la música, pero es sólo intuición. No podría sostener ninguna tesis al respecto.
 
-¿El artista debe tomar en cuenta al contexto o puede abstraerse de lo que pasa para crear?
-Vengo de una generación bastante dogmática y  había que relacionar el arte al contexto; hoy no estoy tan seguro de ello. No tengo certezas.
 

– ¿El público puede condicionar la carrera de un artista en tanto y en cuanto no acepta sus búsquedas?
-El público, tomando en cuenta la relación que propone el mercado, puede condicionar la carrera de un artista. La cuestión es decidir desde dónde y cómo nos queremos parar.
 
– ¿Cómo ves el rol de las redes sociales y las diversas plataformas digitales en relación a la difusión y al acceso del público a la música? Más ahora que se cortan y promocionan más los “singles” que un “álbum” entero
-En relación a las redes sociales y a las diversas plataformas digitales soy algo escéptico. Creo que en el fondo es una nueva forma de concentración, donde por lo general ganan siempre los poderosos.
En cambio, la promoción de singles fue antes utilizada por el mercado del disco. Me parece viable para producir y menos riesgoso pero desde el punto de vista artístico no me atrae tanto. El álbum es más conceptual, más totalizador en cuanto a la obra.
 
– ¿Cómo vivís, al día de hoy, esta cuarentena?
-La llamada cuarentena la vivo como toda la gente: con cierta incertidumbre y dificultades. Lo único que agradezco es la posibilidad de refugiarme en la expresión artística. Eso es una bendición.
-¿Tenés alguna opinión respecto al protocolo lanzado hace unos días para que los músicos puedan presentarse?
-No tengo una opinión particular sobre los protocolos que aparecieron. Ojalá funcionen y los compañeros puedan volver a ganarse la vida dignamente.
 
– ¿Estuviste componiendo en este tiempo?
– En mi caso seguí escribiendo, componiendo y arreglando. Ahora, en este diciembre,  comenzaremos grabar la segunda parte de “País Semejante”: los autores desde el regreso de la democracia hasta los primeros años del nuevo siglo.
 
– Si no eras artista, ¿qué hubiera sido de tu vida?
-Si no hubiera sido lo que soy, probablemente me hubiera dedicado a la Historia o a la Sociología, me gustan mucho. De hecho he quedado muy impactado por las obras de Marc Augé, Clément Rosset y Umberto Eco.
 
– Si por la puerta de tu casa, entrase el Luis Caro que se estaba iniciando en la comedia marplatense, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo? ¿Alguna recomendación?
-Si lo encontrara a Luis Caro, el de los inicios de la Comedia Marplatense, le contaría sólo ficciones para dejarlo respirar, para dejarlo hacer su experiencia. Le diría además que en una novela de Vila-Matas leí un personaje que decía: “nada somos sin la memoria que siempre inventa, siempre”.