Cuando suena la cacerola…

…siempre queda algo para analizar. No en vano se convoca a la gente y esta concurre a manifestar su descontento. De más está decir que me parece genial la participación activa y felicito que vaya la gente a la marcha y demás.

No obstante, me quedan algunas dudas/preguntas:

1-Una de las consignas es «no queremos violencia» y todos son cánticos agresivos (si, ya se, no van a cantar La Internacional pero…..). Esta es una de las tantas contradicciones que atraviesan la marcha. Se pide algo que no son capaces de respetar o de llevar a cabo. Aca se empiezan a ver las contradicciones. Se habla de una “dictadura” pero ¿podrían llevar a cabo la marcha si fuese una dictadura? Una dictadura saca los camiones hidrantes, la montada y los saca a todos a palazos.

2- Uno de los cánticos era «si este no es el pueblo, ¿el pueblo donde está?». ¿Acaso no caemos en la misma soberbia que se critica al arrogarse un título que….no corresponde, teniendo en cuenta el último dato electoral? Personalmente es en estas situaciones que digo que se es democrático cuando se gana una elección y más aún cuando se pierde. Gran cantidad de esta gente que se movilizó pareciera que el único interés que tiene es la satisfacción de caprichos personales pero, lamentablemente para ellos, siempre pierden las elecciones.

3- Dicen que se va sin «bandera política» pero muchos reclamos son dignos de una chusma de barrio. ¿No está mejor ir con la bandera del PO, PRO, FAP, CC, o del que sea, y hacerse cargo de lo que se piensa? Esto está directamente relacionado con una lastimosa frase con la que nos hemos criado y se transmitió de generación en generación. “Yo? Argentino!”. Una gran excusa para esperar sentado a que hagan todo por uno. Eso sí, varios de los caceroleros son tan soberbios que exigen a los demás lo que no pueden para con ellos mismos.

4- Che! No pude llegar a mi casa porque el colectivo se desvió por un corte calle!!! El hecho….tan repudiado por muchos, ¿de repente, es válido? ¿O acaso en la tierra de los iguales, hay algunos que son más iguales que otros? Muchachos, asi como te gusta cortar una calle con la cacerola, hay otros que la cortan con otros reclamos tan válidos como el tuyo. Te guste o no.

5- Dicen que los periodistas, jueces, abogados, funcionarios están comprados pero… se fueron todos rápido porque mañana hay que levantarse temprano para laburar. Gente, ¡todos necesitamos guita para vivir! Quien esté libre de pecado, que arroje la primera cacerola. (aclaro que esto es una licencia humorística/irónica…..).


6– A muchos le dieron un micrófono para opinar y terminaron puteando pero si no se lo das, hay censura. La enésima contradicción con la que se topan muchos de los que realmente, creen que hay otro país posible. ¿Acaso vale la pena estar en el mismo barco con gente como Patricia Bullrich, Sergio Bergaman, Ricardito Alfonsín y demás? Esto, sin mencionar que hubo quienes llegaron a realizar pintadas en la Plaza de Mayo. Porque si llegan al punto de criticar la acción desarrollada por las Madres, el nivel de ceguera y egoísmo termina siendo extremadamente peligroso. Serían capaces de votar a Mussolini con tal que sus “caprichos” sean escuchados/mantenidos.

7- Si digo esto, riéndome de los caceroleros ¿significa automáticamente que soy K? No, no lo soy. Solo pido que un reclamo tenga una idea mínima, porque sino, como le dije a dos amigos anti-K, ¿como termina esto? Mañana, cobertura en primera plana; el sábado y domingo con informes especiales, cuadros estadísticos y demás; el lunes, el titular «Ganó/Perdió Boca/River» o «Independiente se acerca al descenso» y del cacerolazo….no se acuerda nadie.  
8- Pregunta mala, ¿a quien votarán los caceroleros? Porque el decir a quien votaría, o tener la idea certera a quien considera como defensor de sus ideales, lo pone al cacerolero en un lugar que no le gusta porque tendría que “definirse”. El cacerolero es un mix de todo lo que hay por allí pero sin definición de ningún tipo. Es el que dice y repite slogans de campaña como si fueran verdades absolutas. Es el tipo que se dice “democrático” pero todos tienen que ser como “él dice”. Acepta –no respeta- a diversas minorías (gays, judíos, bolivianos, chinos, árabes) pero, “cuanto más lejos estén, mejor”. O lo que es peor, cuando algunos miembros de estas minorías terminan apoyando a gente que, si fuera por ellos, les metería terrible patada en el culo.
Por eso, no es en vano que circulen en la web, afiches como el que vemos a la derecha con la foto de Menem. Cuando fue el cacerolazo del 2001, y veía a la gente caminando hacia la Plaza, solo preguntaba dos cosas a los vecinos. 1- ¿A quién votaste en las últimas dos elecciones? 2- ¿Por qué no hiciste antes lo que estas haciendo ahora? Nunca tuve respuesta.

Alguno me preguntará si estoy criticando a la “gente” y digo que si. Critico a la gente, a lo que dice y hace, porque no estoy de acuerdo y justifico el porqué de mis opiniones. A diferencia de muchos colegas, pienso que la gente no es inimputable. No se la podrá criticar en tanto “masa” pero si en tanto las cuestiones que sostienen a través del tiempo y como fluctúan según las conveniencias de unos pocos. 

Lo que se ve es que estos cacerolazos terminan siendo una especie de descarga colectiva de bronca –lo cual está bárbaro- pero termina conspirando contra sus propios intereses. Pero ¿no es mejor participar todos los días en actividades para que cambie la sociedad? Hay partidos políticos, medios y demás formas de participación activa. Porque, mal que le pese a los caceroleros, la solución a estas situaciones, es política. Y si alguien refuta sus argumentos, no se ofendan con que el que les marca eso, porque están repitiendo el error que les arrogan a los K, la soberbia, el no saber escuchar y el provocar “divisiones”. 
Con respecto de esto último, la política sirve para el debate, el intercambio de ideas, con la lógica consecuencia que no todos piensen lo mismo. Ergo, hay “divisiones” y eso pasa en todos los países democráticos. La “nueva política” –que sería la “no-política”-, se basa en quitar todo debate al respecto. Entonces ¿como se decide todo? El Estado no es una empresa y al que lo quiera entender, por favor, lea lo que dicen Hobbes, Locke y Rousseau en vez de las ideas de Mauricio Macri. 

Tampoco los “caceroleros son golpistas”. No hay que caer en títulos gradilocuentes ni en esquematismos que no favorecen a nadie. ¿Acaso no se puede estar en desacuerdo con el Gobierno?

Pasó otro cacerolazo y una gran cantidad de gente vuelve a repetir el error de no pensar cuando se acciona. Porque por más opositor que uno sea contra este gobierno, no se puede compartir el mismo lugar con algunos personajes por demás nefastos. Además, el hecho de estar en el Gobierno no implica no tomar en consideración una manifestación (espontánea o no, no viene al caso) que expresa su desacuerdo. No hay que dejarla de lado, ni desvalorizarla sino tomar nota lo que dice y actuar en consecuencia.
 
Sería bueno que el debate sea interesante a partir de una idea coherente, seria y lógica (teléfono caceroleros!) y la autocrítica respecto de lo que se hace mal y la mejor explicación de la acción realizada, partiendo del consenso y no del menosprecio. La gente tiene todo el derecho del mundo a expresarse como se le cante. Ya sea a través de marchas asi como por medio de elecciones.

Eso si, cuando vayan al cuarto oscuro, pongan bien el votito. No sea cuestión que caigamos en algunas incoherencias que quedan a la vista de todos. 

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