Dos recitales de calidad. Sexteto Irreal en Bebop y Miguel Cantilo en Circe

Solemos cubrir música aunque no con la asiduidad que nos gustaría. No obstante, en las últimas semanas, tuvimos la posibilidad de presenciar dos shows con propuestas diferentes pero ambos de notable calidad. Experimentación y mestizaje de diversos estilos a nivel instrumental por un lado y la vigencia de un cantautor único en el rock argentino.

Hete aquí la crónica de ambos encuentros

Sexteto Irreal en Bebop

Ya habíamos escrito un anticipo sobre la presentación del Sexteto Irreal en Bebop, el coqueto reducto de jazz, ubicado en San Telmo. La convocatoria estaba hecha y, obviamente, queríamos ser de la partida. Siempre es un placer ver a semejante combo que tiene en sus filas a Christian Basso (bajo), Axel Krygier (teclados, vientos y voces), Alejandro Terán (vientos y cuerdas), Manuel Schaller (samplers y themerin) y Fernando Samalea (batería y bandoneón). Un goce ligado a la incertidumbre respecto a qué van a brindar desde el escenario. El repertorio es tan ecléctico que, en algún momento, capta la atención de los comensales, a partir de una propuesta tan amplia.

Unos minutos después de las 21.30 hs, sale el equipo a la cancha. El público es por demás, variopinto. Desde parejas que van a disfrutar de un show que, a la postre, será espectacular, hasta jóvenes que llegaron, mediante la curiosidad de la propuesta, pasando por algunos turistas.
El repertorio se reparte entre los temas de lo que es, al día de la fecha, el único disco de la banda (“Jogging”, de 2010) y algunos solistas de Krygier, Basso y Samalea. De esta manera, el recital comienza con el sutil frenesí de una música atrapante. Se abre el show con “Desviado” y “Autoerótico”, tema de Axel Krygier quien será, prácticamente, el único de la banda que tendrá algún tipo de vínculo con el público, deformación de su voz de por medio.

Desde el primer momento, la comunión entre la banda y los espectadores es inmediata. Están quienes miran con ojos de animé lo que ocurre en el escenario mientras otros acompañan con la cabeza. Las ondas sonoras del themerin de Manu Shaller ocupa el centro del escenario mientras Krygier cambia entre el piano y el teclado y Terán muta entre los instrumentos de cuerdas y de viento. Todo, con la base eterna de Basso-Samalea bancando la parada.
De “Jogging” suena con “Il Círcolo” y “El regreso del león bizco” mientras la voz sampleada del inolvidable líder cubano, se escucha en medio de “Castro”.

A medida que se desarrolla el concierto, múltiples sensaciones atraviesan a quienes pueden disfrutar del mismo. La música es atrapante, cortesía del virtuosismo de los músicos asi como del oído atento y la curiosidad de quien busca nuevos desafíos musicales a descubrir. Los climas diversos de las canciones mantienen una alta intensidad dando cuenta de todo lo poderoso que ocurre arriba del escenario. Ese ímpetu que decantará en momentos de mayor introspección, atravesado por la experimentación basada en la precisa interpretación de los instrumentos utilizados.

Se escucha “Cártago”, “Cabeza de Barro” y “Flowers”, de Krygier y Basso respectivamente. En la primera, el pianista se hará cargo de la voz solista para un tema que formó parte de su disco “Echale semilla”, su primer disco solista de estudio. En cambio, “Flowers” era uno de los temas de “La música cura”, álbum editado por el ex bajista de La Portuaria, en 2010

El viaje musical nos lleva a distintas latitudes, con un recorrido que incluye ritmos africanos, pudiendo derivar en  otros estilos como la música balcánica o el jazz. El clima de rave se intercala con el ambiente cool de un club de música negra.

El recital va llegando a su fin con “Perdón por la informalidad”, tema que también cierra el hasta ahora único disco del combo. ¿Será el 2019 el año en que se junten a grabar el esperado segundo disco? La incógnita se develará a lo largo de los once meses que le quedan al año. Mientras tanto, a toda persona que quiera darse una buena sorpresa a nivel musical o, simplemente, quiera disfrutar de un recital de calidad, con las dosis justas de virtuosismo y corazón, el Sexteto Irreal es la cita obligada. 
Estén atentos cuando se produce el momento mágico en que estos cinco músicos excepcionales se juntan para hacer una fecha. Será un momento único e irrepetible de pura música. Ni más ni menos pero igualmente inolvidable.
                                                                                                                               
Miguel Cantilo en Circe, Fábrica de Arte

Es de esos artistas que siguen activos a pesar de los años y cuya pluma sigue absolutamente intacta. En los últimos años, había realizado discos de calidad como “Consciencia” y “Cantilenas” pero, en esta ocasión, la excusa es otra. La presentación de  Miguel Cantilo en Circe, Fábrica de Arte respondía al deseo de dar a conocer su último disco, “Dia de sol” en el que retoma sus preocupaciones respecto a la corrupción política, la ecología, los medios de comunicación y también, del amor.
Pero este show de Miguel fue diferente porque al tiempo que presentó su álbum, lo matizó con poesías de su autoría. Como artista inquieto que es, presentó casi todo el disco nuevo con lo cual el público pudo apreciar el valor de sus nuevas composiciones, más allá del revival constante que se le pide a algunos cantantes en relación la interpretación de sus “clásicos”.

A eso de las 21.30 hs, salió Miguel al escenario de Circe para dar un show atractivo en el que las canciones de “Día de sol” ocuparon el centro de la escena. Abrió el show con “Maravillosa tierra” en el que da cuenta de su posición respecto a la naturaleza pero sin dejar de poner el dedo en la llaga de lo que ocurre a nivel internacional. “Y sin embargo hay alguien/saboteando mar y cielo/propagando fuego y miedo/planificando guerras/inventando enemigos/desplazando sometidos”. Con el poema “Animal, animador de TV”, su pluma le da con un garrote a los medios de comunicación que continúa con “Poco a poco”, tema de influencia beatle –al igual que varias de las canciones del disco- en la que “El bombardeo/de hipócrita persuasión/va lavando cerebrosy ellos/solo sienten que si mienten y mienten/algo quedará”. Un solo de slide en pleno diálogo con la armónica, le brinda a la canción un marco de frescura al tiempo que su letra da en el centro de la posverdad que nos atraviesa.
Al término del poema “al amigo”, se hace presente uno de los clásicos de la noche. “Adonde quiera que voy” es coreado por los espectadores, siendo uno de los momentos más emotivos de la noche.
Con “Cuanto hay”, Miguel hace hincapié en la corrupción política mientras que en “Dos escorpianos” gira hacia una temática más romántica, que es antecedida por un poema que narra la relación entre un argentino y una española. Aquí, el espíritu harrisoniano surca un tema de esos en que la melodía invita a un viaje hacia esa persona (“Y amándonos, creamos felicidad”) con la que uno le gustaría escuchar la canción. En cambio, “Luna llena de hoy” entraría en el calificativo de “lento de aquellos”, con signos de admiración, al estilo Mc Cartney pero sin caer en lo meloso.

El único invitado del show fue Rodolfo Gorosito que acompañó a Miguel en “Hoy, acá” y “Calentamiento”, dos de los temas del nuevo disco.

Dos momentos a destacar fueron las interpretaciones de “Los dueños del mundo” (un rock poderoso que grita “Los magnates del mundo no lo quieren compartir/quieren todo para si/los políticos bailan/ellos mueven el piolin) y “Domingo de sol” (optimismo bien entendido con “Para que vivir/Para que existir/sin una sonrisa en la cara?”) mientras que con “Consciencia” –tema del excelente disco homónimo-, en la que Miguel recita/rapea una letra por demás corrosiva sobre una base funk.

Para el final queda lugar para el clásico “Catalina Bahía” y “Vos podes” –de su disco anterior, “Canciones de la buhardilla”-. Pero…faltaba algo más. El público pedía más y Miguel volvió para hacer “Gente del futuro” y “Adonde va la gente cuando llueve”, para poner punto final a un recital intenso y de calidad.

Con la voz intacta y sensible, la pluma de Miguel sigue combinando el retrato poético de una actualidad por demás negativa junto con melodías de muy buen gusto.  
Miguel Cantilo no solo presentó su muy buen último disco “Dia de sol” sino que dio cuenta de la plena vigencia que tiene su música.

Fotos de recitales: Cecilia Inés Villarreal.

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