Paul Mc Cartney: Cuando tenga 80 años.

Ocho décadas de vida han pasado en la vida de un músico único que sigue siendo un referente ineludible de la canción. Una gira mágica, misteriosa y también trágica para quien es, quizás, el melodista más importante de la segunda parte del siglo XX…hasta hoy. Aquí, un breve –dentro de lo que se puede- repaso a su carrera.

 

La fría estadística propia de los datos, dirá que hoy sábado 18 de junio, James Paul Mc Cartney, nacido en Liverpool, hijo de Jim y Mary Mc Cartney, cumple 80 años. Pero, ¿cuántas vidas han transcurrido en el cuerpo del bajista zurdo más famoso de la historia? Sin lugar a dudas, muchas más de la que, quizás cualquier mortal, podría llevar a cabo.
 
No conforme con haber revolucionado la música occidental a partir de 1962, con sus tres compadres de la ciudad, que se escondían tras el nombre de The Beatles, sigue vigente al día de hoy con un trabajo constante, búsquedas variadas y una gira que lo mantiene en pleno estado.
Pero no puede dejar de decirse que, casi todos los meses y años, hay una fecha beatle a celebrarse. El año pasado fue el estreno de “Get back”, la reversión de la última película de realizada por los Cuatro de Liverpool en medio de su desintegración. Eran 470 minutos divididos en tres etapas en las que, uno de sus puntos más altos fue el desmitificar –un poco- lo que fue la disolución de la banda y la responsabilidad del propio Mc Cartney al respecto.
A todo esto, ya habían pasado siete intensísimos años desde el comienzo de la carrera de los Beatles como tales, bajo el ojo público, con la publicación de “Love me do”, primer simple editado, bajo el sello Parlophone, el 5 de octubre de 1962.

 

Con John Lennon, había conformado la dupla compositiva más importante –hasta hoy inclusive-, no solo del rock sino de la música popular. Un George Harrison que creció a medida que pasaron los años y un Ringo Starr versátil, siempre con el acompañamiento justo, exacto y creativo a lo requerido por la canción. Trece álbumes de estudio en los que no hubo género musical con el que no hayan experimentado, al que le agregaban su propia impronta. Desde el “Please, please me” del comienzo, de pleno rock, pasando por el guiño Motown de “With the Beatles”, los hits de “A hard day’s night” –su primera película-, el homenaje a sus raíces con “Beatles for sale”, la puerta de entrada a composiciones y sonidos de otros lares con “Help!”, el guiño introspectivo y folk de “Rubber soul”, la experimentación del sublime “Revolver”, la psicodelia del enorme “Sgt Pepper”, la síntesis tan genial como caótica de la música de esta zona del globo terráqueo como fue el “Album blanco”, el inicio de una nueva etapa que no fue con “Abbey Road” y el final a pleno rock con “Let it be”.
 
Pero el sueño terminó como dijo John y hubo que barajar y dar de  nuevo. Paul era el que, quizás contaba con mayores chances a priori, de encarar una carrera solista con éxito. Le costó bastante, más aún tras el éxito de “All things must pass”, álbum triple debut de George y el cáustico e imprescindible “Plastic Ono Band” de John.

De a poco, Paul tenía que reconciliarse con su pasado y cierta mirada condescendiente que lo consideraba “el chico bueno de los Beatles” tanto del público como de la prensa. Edita su “Mc Cartney” con cierto aire catártico y canciones que habían quedado de la etapa beatle como “Junk” o “Teddy boy” pero con una gema llamada “Maybe I’m amazed”. Esto iba a ser marca registrada de Paul: podía sacar un disco no acorde a su talento pero siempre iba a tener una canción que iba a quedar marcada a fuego.El siguiente álbum es “Ram” que tampoco logra gran impacto, más allá de los mensajes a John Lennon que abrió una disputa que continuó con una respuesta devastadora de John en “How do you sleep” (con George en guitarra slide)
La necesidad de una banda de apoyo lo lleva a crear Wings, que cuenta con su esposa Linda, Dennis Seiwell y Denny Lane. El primer disco es “Wild life” y sigue sin levantar cabeza. Con “Red Rose Speedway” obtiene su primer número 1 con la balada “My love” que, por otra parte, termina opacando el resto del material y cimentando una fama de “meloso” –las cosas como son-.
 
Pero, la historia cambia con “Band on the run”, de los mejores discos solistas de Paul. Tiene todo lo que se le podía pedir a semejante talento. Disco que tuvo numerosos contratiempos como la partida de los integrantes de Wings que dejó al grupo solo con Paul, Linda y Denny Lane, el accidentado viaje a Nigeria para su grabación, El comienzo con el tema homónimo y “Jet” es excelente y se extiende a canciones como “Nineteen Hundred and Eighty-Five”, “Mrs Vandebilt”, “Bluebird” o el clásico “Let me roll it”. Paul volvía a caminar sobre el agua.
El éxito se extendió con “Venus and Mars” que tuvo como corte de difusión a “Listen what the man said”, lindo tema de fácil recepción por su melodía amena. El disco fue la excusa para salir de gira, la cual fue plasmada en “Wings over America”. El simple del momento es “Silly love songs” que termina siendo una reivindicación personal frente a las críticas a su pluma compositiva.

Graba “Wings at the speed of sound” durante la gira mundial. Allí, Mc Cartney recibe criticas que consideraban a Wings no como una banda sino como la banda soporte que tenía para hacer su música. El disco recibe críticas tibias, con punto más alto. Nuevamente, parecía que Paul caía en su carrera. Levanta un poco con la publicación del simple “Mull of Kintyre” que termina siendo de los simples más vendidos en la historia en Gran Bretaña y “With a Little luck”, otro tema bien Mc Cartney de melodía pegajosa y cautivante, que uno termina cantando. Sale “London Town” que termina siendo el último disco de renombre por parte de Wings porque “Back to the egg”, de 1979, no obtiene buenas críticas. Intenta ser un disco con temas que reflejen ese momento pero falla en ese intento.
 
La llegada de los años 80 no parece cambiar las cosas para Paul que saca “Mc Cartney II”, un disco de recepción mixta que tiene puntos altos como un buen número de ventas pero que,  para muchos, es leve y un compendio de experimentaciones con sintetizadores. De ese disco, se desmarca “Coming up”, cuyo videoclip es una combinación de parodia y de la capacidad del propio Mc Cartney para tocar.
El asesinato de John Lennon lo afecta mucho. Si bien habían zanjado sus diferencias, no volvieron a tener la relación de antaño. La última vez que se vieron había sido en 1975.
En 1982, saca otro discazo como “Tug of war” que tiene como invitado a Stevie Wonder con quien comparte voces en “Ebony and Ivory”. Stanley Clarke, Ringo Starr, Carl Perkins y Eric Stewart forman parte de la grabación del disco que cuenta con la producción del enorme George Martin, sempiterno productor de los Beatles. “Walderlust”, “Tug of war” y “Here today” –en homenaje a John- dan cuenta de la creatividad de Paul pero desde este lugar, destacaremos “What you’re doing” nuevamente con el gran Stevie Wonder.  
La edición de “Pipes of peace” es considerada como una continuación de “Tug of war” pero de menor calidad aunque tanto George Martin, Ringo y Stewart son parte del mismo. La colaboración con Michael Jackson se plasma en tres temas como “Say say say”, “The man”, (que se editan en este disco) y “The girl is mine” en “Thriller”. La relación con Jackson se quebraría después que Michael comprase los derechos de las canciones de The Beatles.
 

Los 80 son una etapa oscura para los grandes nombres de los 60. No dan pie con bola en los nuevos sonidos y todos derrapan de alguna u otra manera. The Rolling Stones, George Harrison, Bob Dylan, Eric Clapton, publican albums de baja calidad en esta época. Paul no iba a ser la excepción. Lleva adelante una película llamada “Give My Regards to Broad Street” para la cual reversiona varios de sus éxitos solistas y con The Beatles. El film es destrozado por la crítica. Lo único que queda es ese gran tema llamado “No more lonely nights” con un inolvidable solo de guitarra, cortesía de David Gilmour.
Salen canciones como “We All Stand Together” –más conocida como la “canción de las ranitas” por su videoclip- “Spike like us” de la película homónima que protagonizaron Dan Aykroyd y Chevy Chase. Dos temas “desconcertantes” por llamarlos de alguna manera que ponen a Mc Cartney en un lugar incomodo. La cereza del postre del desastre es su presentación en Live Aid en la que realiza una versión de “Let it be” solo con su piano que no escuchó nadie porque no habían conectado los micrófonos.
La publicación de “Press”, su disco de 1986 dista mucho de ser lo mejor de su producción. Busca un sonido acorde a la época pero termina siendo forzado. Su corte de difusión es “Press to play” que lo muestra en el subte de Londres, mezclado entre la gente.
La recopilación “All the best” trae consigo un muy buen tema como “Once upon a long ago” como para salir de este vendaval de bajón creativo. Edita “Снова в СССР” que sale en la Unión Soviética que incluyó clásicos del rock and roll.
Recién en 1989, con “Flowers in the dirt” parece retomar el rumbo con buen disco. El corte de difusión es “My brave face” que lo muestra en buen estado, asi como en “Put it there”, “This one” y “Figure of eight”. Lo único –quizas- objetable es un tema en francés como “Où est le Soleil ?” que no aporta absolutamente nada. Entabla una relación compositiva con Elvis Costello que trae buenos resultados en este disco y se extiende a “Spike”, de Costello y el tema “Verónica”.
 
Se toma un descanso que incluye una gira que lo trae a Brasil, llenando el Maracaná en 1989 entre tantos lugares. Sale disco –triple vinilo y doble CD- y película bajo el nombre de “Tripping the Live Fantastic” que testimonia con fidelidad y emoción lo que fueron esas presesntaciones. Argentina deberá esperar hasta 1993 en que llega a Buenos Aires a caballo de su irregular disco “Off the ground” –con su simple “Hope of deliverance” y Paul cantando en un bosque-. Tres presentaciones en River hacen delirar a los fans que esperaron treinta años para verlo en esta tierra.
Previo a esto, había sido publicado el “Liverpool Oratorio”, su primer disco de música clásica y su Unplugged, ambos en 1991. Dos años después, sale “Strawberries Oceans Ships Forest”, disco de música electrónica bajo el nombre de The Fireman, a dúo con el productor Youth. La creatividad y la curiosidad de Mc Cartney volvían a hacerse presentes en puntos altos. “Paul is live” –con su tapa paródica a –y en- “Abbey Road” y a los siempre presentes rumores de su muerte en los 60’- refleja la gira mundial realizada.

En 1997, sale “Flaming pie”, un gran disco que inicia el repunte de Paul a nivel mundial para ubicarlo en el pedestal que se merece. De este disco hemos hablado mucho por cumplirse hace poco veinticinco años de su edición. En este mismo año sale “Standing Stone”, su segundo disco de música clásica que no es la interpretación de una historia por medio de una ópera sino una pieza instrumental, aunque use un coro.

El año 1998, trae una pésima noticia, la muerte de Linda Mc Cartney, por culpa de un cáncer. En lo que a música se refiere, sale “Rushes”, el segundo disco de The Fireman.
Paul se refugia en el trabajo y en 1999, realiza un homenaje al rock and roll con “Run devil run”,  un disco poderoso que extiende el magnetismo de sus presentaciones en vivo. Ese mismo año trae “Working clasical”, el tercer disco de Paul de música clásica (compuesto por canciones de McCartney en versión sinfónica e inéditos) y “Liverpool sound collage” de música electrónica.
 
“Driving rain” sale en el 2001, con un contexto extraño, 11S de por medio. Un disco para escuchar por más que no tenga “hits”. Además, refleja cierto periodo de transición tras el fallecimiento de Linda y el posterior casamiento con Heather Mills, a quien dedicó las canciones “Your Loving Flame” y “Heather”.El futuro no será auspicioso para esta relación.
Entre el 2001 y el 2005 se suceden diversos discos recopilatorios y en vivo. Justamente, en el 2005, sale “Twin Freaks” –de más está decir a que alude el título-, junto al DJ y productor Freelance Hellraiser, que es una remezcla de distintas canciones de Mc Cartney. Los temas usados en el disco –que es doble- se encuentran entremezclados con fragmentos de otras canciones por lo que apenas pueden diferenciarse o atribuirse a una canción determinada.
En el 2005, vuelve con un disco que podría llegar a ser considerado como el mejor de su carrera solista. Es “Chaos and creation in the backyard” que contó con la producción de Nigel Godrich. Recomendado por George Martin, Godrich no se la hizo fácil a Mc Cartney a quien le hizo regrabar varios temas que le traía para el disco. Si bien era una afrenta en un punto para el ex beatle por parte de este joven productor, le hizo sacar lo mejor de sí mismo. Es un disco íntimo y reflexivo con pocos “hits” en tanto se concentró en el desarrollo de ideas varias. Clásico y moderno al mismo tiempo, Mc Cartney llega al pináculo de su madurez compositiva, ahora como solista.
 

Hiperactivo como nunca y con la calidad en punto justo, en 2006 saca “Ecce Cor Meum”, su cuarto disco de música clásica. Es un oratorio formado por cuatro movimientos. La producción y orquestación está a cargo de John Fraser e incluye una letra que alterna el latín y el inglés.
En el 2007, sale “Memory almost full” en el que retoma canciones que habían quedado postergadas, en su momento, por “Chaos and creation”. Vuelve a tocar todos los instrumentos aunque convoca a su banda de apoyo en vivo -Paul Wickens en los teclados (único sobreviviente de la época de “Flowers in the dirt), Rusty Anderson en la guitarra, Brian Ray en el bajo y Abe Laboriel en la batería-. El disco es bien recibido tanto por público como por la prensa y cuenta con dos buenos cortes como “Ever present past” y “Dance tonight”, protagonizado por Natalie Portman y Mackenzie Crook, con Mc Cartney tocando la mandolina.
 
En el 2008, sale “Electronic Arguments” de The Fireman aunque no tan electrónico y con más “canción” en su propuesta. Esto coincide con su divorcio de Heather Mills, no exento de cierto escándalo. Dos años después, llega Paul a Argentina nuevamente. La nueva banda le sienta muy bien y se vive un show de excelencia extrema con puntos muy sensibles como el escuchar “Helter skelter” en vivo.

Vuelve a sacar un álbum de música clásica en el 2011. Es el quinto y se llama “Ocean’s kingdom”. En ese año, sale “My valentine”, simple que anticipa su disco “Kisses on the bottom”. El simple cuenta con la participación de Eric Clapton en guitarra, arreglos de Diana Krall y un video protagonizado por Johnny Depp y –nuevamente- Natalie Portman. El disco sale en 2012 y reversiona el cancionero americano de jazz. Tiene solo dos canciones originales de Mc Cartney como la mencionada “My Valentine” y “Only our hearts”.
Hubo que esperar un año más para material original de Paul. Se llama “New”, cuenta con cuatro productores diferentes y se acerca aún más a la música electrónica. El corte de difusión es “Queenie Eye” que tiene Meryl Streep, Kate Moss, Jeremy Irons, Sean Penn, Jude Law y –nuevamente- Johnny Depp entre las estrellas que participan del mismo. Se saluda la creatividad y la forma de indagar en diversos estilos de Paul. Sus discos son esperados y siempre traen algo nuevo.
 
Ahora la pausa se extiende un poco más. Giras y presentaciones hacen que su nuevo material se postergue pero la espera vale la pena. En 2018, “Egypt Station” da cuenta de que su talento sigue intacto. Un muy buen disco sale de su sensibilidad con un sonido acorde a los tiempos que corren pero sin perder su vena rockera. Dieciseis temas que lo consolidan por enésima vez como lo que es: un grande de la música que su creatividad le ha ganado al tiempo.
 
Pandemia de por medio, Paul apareció vacunándose en la lucha contra el covid. Se hizo tiempo para hacer una versión de “Lady Madonna” para concientizar sobre el virus. En el 2020 sale “Mc Cartney III”, un disco que sirve de continuación de sus “McCartney” (1970) y “McCartney II” (1980) pero con mucho mayor vuelo. Al igual que éstos, estuvo producido e interpretado por el propio Paul pero en este caso, alcanza el primer puesto en las listas semanales de álbumes vendidos en Inglaterra por primera vez en 31 años. Al año siguiente, aparece “McCartney III Imagined” que son remezclas de “McCartney III” y cuenta con la participación de Beck, Idris Elba, Damon Albarn, Josh Homme y St. Vincent.
 
Esta nota fue escrita hoy sábado, de corrido, en un trabajo contrarreloj de una fecha única. Los 80 años de quien logró hacer maravillas con melodías que todos y todas conocemos y cantamos. Todos los estilos y experimentaciones posibles a cargo de quien fue miembro motor de la gran revolución cultural de la segunda parte del siglo XX. Dueño de un legado eterno, que ya es parte de la historia universal, esperamos verlo por estos pagos pronto.  
Ahora solo queda decir simplemente “¡Feliz cumple Paul! ¡Gracias por todo!” y empezar a realizar el mejor regalo a su trabajo que es escuchar su numerosa discografía.

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