Minas y pilchas
De Delia Ephron y Nora Ephron. Adaptación: Mercedes Morán y Fidel Sclavo. Con Cecilia Roth, Leonor Manso, Jorgelina Aruzzi, Ana Katz y Mercedes Scápola. Dirección de Arte: Fidel Sclavo. Diseño de Iluminación: Alejandro Le Roux. Diseño de Vestuario: Gabriela Pietranera. Asistencia de Dirección: Verónica Pelaccini y Vanina Montes. Producción Ejecutiva: Josse Muñoz. Dirección de Producción: Florencia Borensztein. Producción General: Daniel Grinbank. Dirección: Mercedes Morán
Teatro Tabaris. Av Corrientes 831. Martes, miércoles, jueves y viernes a las 21 hs.
Sábados a las 20 y a las 22 hs. Domingo a las 18.30 y a las 20.30 hs
La relación de la ropa con las mujeres y más precisamente asociada a sus situaciones personales, se plasman en las historias que se relatan en las voces de las cinco actrices. Cada unas de ellas con su impronta personal, sentadas una al lado de la otra, de frente al público y con los parlamentos más acorde a su veta. Se aprecia una fuerte presencia escénica de Cecilia Roth y una muy buena actuación de Jorgelina Aruzzi en gracia y simpatía aunque no exenta de la crítica burlona que amerita el caso, al tiempo que despierta aplausos en varias de sus intervenciones. Bien Ana Katz saliendo de atrás del telón/cámara para ubicarse por delante y siendo creíble con los personajes que le tocan, saltando de uno a otro con versatilidad. Leonor Manso está correcta pero se la nota como contenida aunque con su oficio, basta y sobra para lo requerido. El texto es sencillo, que apela más a la mujer por motivos obvios, la ropa como extensión de la personalidad de la mujer aunque también toca temas serios (el monólogo de Roth en relación con un corpiño y un cáncer de mama es conmovedor).. Es interesante que muchos de los monólogos hacen hincapié en la relación con otras mujeres –madres, abuelas, hermanas, etc- que con hombres, que están en un segundo plano, tácito. Complicidad y guiños en el texto que lo hacen ameno y digerible pero no excluyente de los hombres que presencian la puesta. No obstante, la pregunta que hace uno (siendo hombre y haciendo esta salvedad) ¿No es un tanto reduccionista acotar el mundo femenino a la ropa? Más allá de la influencia que tiene en todo el «ser» femenino, queda esa pregunta. Hago el mismo interrogante que si hubiesen sido cinco hombres hablando solo de «futbol» para describir el universo de los hombres.
“Amor, dolor…” es una obra para sentarse y pasar un buen momento en las palabras de estas cinco mujeres en un viaje didáctico para la platea masculina.