La misma es el puntapié inicial para lo que se hace llamar “Cabaré de caricia y puntapié”. Siempre teniendo como hilo conductor la herencia del genial dramaturgo y creador francés, la puesta combina humor, música y una frescura tan intensa como inteligente.
El desarrollo de la puesta junto con las criaturas que van desfilando a medida que pasa el tiempo, denotan la calidad que tienen tanto actuando como cantando Colomer como Barrantes. Ella es quien se metamorfosea fantásticamente con personajes disímiles, queribles y delirantes. Las historias que se desarrollan van y vienen a través del tiempo con gags y situaciones graciosas, sin que falte algún tipo de guiño a la platea como la pregunta de Colomer “¿Acaso parezco el hijo de Pinti?” La escenografía y la puesta es exacta y colorida. La iluminación diseñada por Samaniego Sama es una fiel escudera de la puesta en si, con la precisión de un metrónomo. Las canciones son originales de Vian y cuentan con ese tipo de arreglos que permiten enriquecer a la canción junto con una interpretación que se hace carne de dicha poética.
“Cabaré de caricia y puntapié” es un espectáculo para ver y disfrutar en toda la composición realizada por esta talentosa compañía española, reciente ganadora del Premio Max, en España como “Mejor espectáculo de teatro musical 2010”