![](https://i0.wp.com/3.bp.blogspot.com/-poesfZ171gI/T2yds1xvE9I/AAAAAAAADeA/jXgrAhNQM7o/s320/chau_misterix_caleidoscopio.jpg?resize=320%2C213)
Con una iluminación acorde y una escenografía que ubica la acción en tiempo y forma precisa, la puesta retomará el universo de los niños en sus distintos contextos, en relación con las amistades, los deseos y frustraciones asi como con el próximo despertar sexual de los pequeños. Misterix tendrá que vérselas con un eclipse que sacudirá el barrio, para después pasar a una siesta en la que se terminará con un baile en el club. Recordemos que Kartún escribió la obra allá por los ochenta, en el que el eclipse llevaba oscureciendo más que un barrio y la siesta de las personas de bien se mantenían en un contexto de violencias y rivalidades varias. Las mismas que mantenía Ruben con aquellos que lo burlaban tanto por su contextura física como en su forma de hablar o expresarse. Talo Silveyra es exacto para un Rubén/Misterix que encuentra en ese mundo de fantasía todas las herramientas para hacer frente a las carencias que la vida real (adulta y cruel) le tiene reservada. Ni hablar de su relación con el sexo opuesto en el que verá como su timidez es proporcional al deseo de tener en sus brazos a Miriam.