Fabula marginal
Jóvenes marginados viviendo al margen de todo. De sus familias, de la sociedad, de sus propios sueños y deseos. El lado B de la prosperidad económica de cierta clase media venida a menos. En este caso, los chicos no son pobres de origen sino que es un grupo de chicos que se conocen desde la escuela secundaria que, por esas cosas de la vida, caen en una miseria que no les correspondería.Pobreza, marginalidad y el corrimiento de los límites del deber/querer ser se mezclan en una puesta bien hecha, con una escenografía que enmarca con corrección el lugar donde se desarrollan los hechos. Se plantea la dicotomía de mantenerse en esta postura de miseria extrema o intentar alguna salida aunque esta implique trabajar, tal el caso de Lili o Nico. Las actuaciones son acertadas en el dibujo de las características de los protagonistas aunque los personajes femeninos están un paso más adelante. Tanto Belén Sosa (la aún esperanzada Lili) como Jennifer Dondi (una visceral Mili…¡qué!), como esas amigas-enemigas que son compañeras y antagónicas frente a todos los órdenes de la vida, bancan con su presencia el devenir de la puesta.
