Un refugio ominoso de almas
Dramaturgia, puesta en escena y dirección: Mariela Asensio. Con Leticia Torres, Silvia Oleksikiw, María Laura Kossoy, José Márquez, Federico Schneider y Julián Rodríguez Rona. Luces: Leandra Rodríguez. Música: Darío Lipovich. Asistencia de dirección: Nadia Crosa.
Teatro La Carbonera. Balcarce 998. Sábados, 21 hs.
Un hotel, quizás un conventillo, es la condensación de distintas personas, identidades y vidas vividas y por vivir. El baño y el patio conforman el teatro de operaciones para un intercambio de palabras y situaciones que pasarán de la risa hasta la desesperación con naturalidad y contundencia en las palabras. Una pareja, donde el placer es solo para él –que tiene otros placeres- y ella solo cumple con “ese” mandato, y una mujer perro que vuelve a estado canino en tanto frustración y bronca ante lo “políticamente correcto” al tiempo que plantea rupturas, son los ejes de una puesta con variadas aristas a descubrir.
La crítica a los mandatos y al machismo da en el blanco a través de una poética imaginativa y contundente, que lo hace más contudente aún en pos de un eventual objetivo a lograr, por encima de la pancarta de barricada.
El ritmo de la puesta es armónico y atrapante, conformando un todo de excelencia donde cada parte está ubicada en su exacto lugar. El elenco está muy bien constituido (la mujer perro sería la “conciencia” de la puesta) y cuenta con una dramaturgia de calidad.
“Hotel Melancólico” volvió a la cartelera porteña a ratificar porqué se ha convertido en un clásico del off capitalino. Eso si, quedan tres semanas más para disfrutar de esta gran obra. Apurese a (volver a) verla. Después, no diga que no le avisé.