Antonio Birabent: Lejos de los encasillamientos

Antonio Birabent sigue presentando su disco “Armonía casera mayor”, un disco por demás interesante en su carrera musical. Aquí, retoma la senda de las canciones con cierto tinte urbano e instrumentación mínima. De esta manera, logra un sonido despojado, limpio y prolijo en el que todo suena de mil maravillas. Las letras navegan entre alusiones tangueras en tanto (des) amores y situaciones particulares. Con este disco, Birabent se pone serio, en el buen sentido de la palabra y pide que su trabajo sea escuchado con atención y sin ningún tipo de prejuicios. Pero, ¿qué mejor que preguntarle al mismo Antonio al respecto?

-La atmósfera del disco es tanguera y con letras muy urbanas. ¿Cómo se dio la composición?
– Lo urbano es una combinación que hace mucho que tengo. Es mi espíritu y ahí está la música.

– ¿Qué surge primero, las letras o la música?
– Las letras definen. Yo hago canciones, no hago música instrumental. Entonces esto ya me lleva a un lugar. La letra ya me lleva a una música.

– En este caso, a una música tranquila, bien hecha y austera. ¿Tardaste mucho en grabarla?
– Se grabó en esta casa todo y fue todo muy velozmente con el productor Luis Volcoff, con quien ya había grabado anteriormente y ya conformamos una especie de sociedad musical. La idea a priori era grabar rápido. Captar la canción y grabarla, sin perder mucho tiempo con los ensayos y la producción de la misma. Te agarra una especie de “paja” musical, ensayando, grabando, volviendo a grabar y volviendo a ensayar. Lo hago de manera mucho más acelerada y por eso, hago discos tan seguido. Tengo una acumulación de grabar y grabar porque me interesa generar obra. Ya al grabar, se me acumulan canciones. Prefiero generar música.

– ¿No te agarra como a Calamaro de sacar un disco quíntuple de un saque…
– No, para nada. Además, ahora voy a presentar todo, con un formato nuevo, poco tradicional. Será con un trio, sin bajo, con guitarra y teclados y yo en guitarra.

– “Rio bajo” es un tema que me parece excelente. Tiene una letra porteña y una guitarra onda Harrison.
– Si, es cierto y tenés razón cuando decís que es un disco austero. Tiene pocos elementos. La sonoridad es más rica que la instrumentación. Esto quiere decir que a esos pocos instrumentos se le sacó mucho jugo. Tiene mucho de ecléctico. Siempre fui muy curioso y busqué diferentes sonidos, diferentes instrumentaciones. No soy un artista del que se puede decir “hace blues”, “hace rock”. Me parece una de las virtudes de la música la posibilidad de ir tanto para un lado como para otro.

– Sos músico y también actor. Barbra Streisand decía que era “la actriz que canta”. ¿Vos como tomarías este concepto?
– Estoy con varias cosas y depende del momento en que me encuentre. Es otra faceta que me llama la atención y que busco desarrollar.

– Volviendo al disco, la impresión que da es que “pide ser escuchado”. Los discos, generalmente, no lo piden (al igual que muchos artistas) por el marketing y todo lo que lo rodea.
– En la canción “Fiebre”, la letra dice “Oidos atentos, la ciudad reclama”. El disco reclama oído atento y también un tiempo determinado, si bien es un disco corto ya que dura aproximadamente 30 minutos. Cada vez existe menos el tiempo para escuchar música. Hoy en día, parece que la música reclama menos atención en algunos aspectos pero bueno, siempre hay gente dispuesta a escuchar música. Tal vez menos pero…

– Lo escuché el disco varias veces, en distintos horarios por decirlo de alguna manera…
– Lo que pasa es que el disco tiene muchas capas. Tiene muy pocos elementos. A veces pareciera que hay solo una guitarra pero hay otras cosas. Creo que es mi mejor disco. Es el que mejor representa mi manera de hacer música. Es nuestra ilusión tocarlo en vivo. Ahora estamos de gira. Tocamos una barbaridad y febrero también viene con mucha actividad. Ahora vamos a hacer un show en Capital donde hacía mucho tiempo que no tocábamos.

– ¿Cómo te llevas con la popularidad?
– Normalmente porque hace mucho que ya llevo haciendo una actividad pública. Ya no me parece algo extraordinario. Tampoco le doy una gran importancia a eso. Es una situación contingente a lo que hago. El día de mañana puede pasar que lo que haga no tenga ninguna repercusión y mi popularidad decaiga a niveles bajísimos. Igual seguiría haciendo lo que hago

– ¿Cómo recordás “Rocanrol”?
– Fue un gran programa. Fue un camino y una manera de hablar del rock argentino. Lo recuerdo con mucho orgullo. Se lo recuerda bien al programa. Aparte fue un momento muy creativo de la televisión. Era el año 91 y había muchas cosas, de mucha ebullición. Había salido también “Cha cha chá” y también estaba en América, igual que nosotros.

– ¿Qué tenés planeado para el 2010?
– Básicamente tocar el disco. Es el plan mayor que tengo. Tocarlo la mayor cantidad de tiempo posible con este trío que tengo con Victor Volpi y Juan Pita. Viene con mucha actividad. Creo que tocar el disco es la forma más honesta, más autentica, de mostrarlo, más allá de la difusión que, a veces, existe y otras veces cuesta encontrarla. Es como vos dijiste hace un rato, con tanta música, tanto run run de cosas que suenan y resuenan, que encontrar un lugar donde difundir mi música, no es fácil. Entonces, tocar sigue siendo lo más puro.

– Hace un tiempo, Bowie dijo en una nota que el futuro de la música iba a estar en internet porque cada quien iba a poder elegir lo que podía escuchar aunque fuese elitista. ¿Coincidís con esto?
– Si, puede ser pero lo que no va a cambiar es que me levante a la mañana, me tome un mate y toque la guitarra.

– ¿Cómo es el tener una carrera propia pero siempre sin grupo?
– Es un poco contradictorio porque si bien siempre fui solista, nunca trabajé solo. Siempre me rodee de músicos con los que me sentí pleno, nunca trabajé con músicos por compromiso. Acompañado por otra persona, soy un solista particular. Ahora, con la banda que formé, trabajamos codo a codo. “A ver, hagamos “Salir a caminar” y “como lo vamos a mostrar?. Toquemosla asi, se me ocurrió tal cosa”. Mi actividad y actitud solista está compensada por un gran trabajo en equipo.

– ¿Qué música estás escuchando ahora?
– Estoy escuchando a Astor Piazzolla, el disco que hizo con Gary Burton. También a Neil Young y a los Clash, de “London Calling”. Son discos que andan dando vuelta por mi cabeza.

– ¿Y libros?
– Acabo de terminar el último libro de Juan José Becerra, “Patriotas” y también uno que se llama “La cajita infeliz”, de un economista que habla del capitalismo, y “Memorias del Riachuelo”, su historia, como fue cambiando y variando hasta llegar a ser el Riachuelo.

– La última, ¿si por esta puerta entrase el Antonio que recién volvía a Argentina, qué le dirías?
– Me encantaría poder ver a ese Antonio. Es una de las fantasías más lindas. Si entrara, lo escucharía. Como habla, que ideas que tiene. Es un encuentro deseado. Siempre pienso en cómo sería viajar en el tiempo y ver cómo era, los viejos amigos. Sería algo muy emocionante.

– ¿Le darías algún consejo?
– A veces he pensado cosas que haría de otra forma pero mirá, al final de ese pensamiento, entiendo que todo lo que hice fue realizado por algún motivo.

– ¿Con que músico te hubiese o te gustaría grabar?
– Me gustaría componer una canción a dúo con Palo Pandolfo. Si, es un tipo que me interesa y con quien compartimos escenario un par de veces. Y otro que me interesaría es con Alfredo Piro. La verdad, canta muy bien el tango. Me encantaría hacer algo con ellos. Ojala se de.

Antonio Birabent se presenta el viernes 17 de abril, en el teatro Güemes, de Mar del Plata, a las 22 hs y el jueves 22 de abril, en Notorious, también a las 22.

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