¡Qué bonita vecindad….!
Dramaturgia y dirección: Leandro Arecco. Con Elisa Carricajo, Valeria Correa, Federico Buso y Juan Pablo Galimberti. Vestuario: Analia Morales. Escenografía: Gustavo Coll. Iluminación: Javier Daulte. Realización de escenografía: Carmela Ramos y Juan Manuel Torres. Sonido: Leandro Arecco y Guillermo Krieger. Asistencia de dirección: Mia Miceli. Producción ejecutiva: Guillermo Krieger.
Espacio Callejón. Humahuaca 3759. Miércoles, 20.30 hs.
Todos los edificios tienen sus historias personales. Ni hablar si hay mascotas de por medio y vecinos de características por demás especiales, que habitan los departamentos. Cuando María ve que su loro Pep llega al departamento de la planta baja habitado por Charly, empieza una serie de encuentros e intercambios a partir de la situación del ave en cuestión. A partir de este hecho, diferentes vecinos, como Noelia y Sebastián formarán parte de la historia con sus propios conflictos.
A través de una comedia ágil e intensa, el texto gira sobre una serie de temas que impactan. La soledad y la forma de llevar adelante la vida a determinada edad son el puntapié inicial al respecto. Quien se siente ahogado, el que busca el amor de su vida o plasma su existencia en un otro de variadas características. Como se descargan las tensiones y la necesidad de construir un grupo de contención para estas situaciones.
Pero será la dicotomía entre “gente normal” y aquellos que no lo son, la que aparece más escondida y explota de manera sutil pero no menos estruendosa. Si bien aparece ese “exterior/otro agresivo” fácilmente reconocible, es menester estar atento respecto a quien enarbola el estandarte de la primera, levantando un dedo acusador sin ver su propia conducta. El humor será fundamental para entender esta situación de tira y afloje constante, que permite una empatía inmediata. En ese sentido, es de las puestas que, al finalizar la misma y con la sonrisa aún en la boca, empiezan a caer algunas ideas y decís “Mirá de lo que estaban hablando…!”, con entusiasmo.
La puesta es dinámica, con un ritmo armónico, en el que no falta la risa. Lo ridículo se dará la mano con la ternura para construir momentos de complicidad inmediata. La sucesión de los hechos es bizarra e hilarante llegando a un final sorprendente. La escenografía es adecuada al requerimiento de la puesta al igual que la iluminación. Elisa Carricajo y Valeria Correa dan cuenta de su versatilidad en el escenario con sendas actuaciones de calidad. Federico Buso y Juan Pablo Galimberti dan vida a dos personajes queribles, con sapiencia.
Divertida y ágil en su desarrollo, “La gente normal” es una precisa radiografía de la relación de vecinos extensible a otras esferas, sin perder la sonrisa en ningún momento.