La noche se está muriendo (Teatro)

Mucho más que dos.
 
Dramaturgia: Martín Ortiz. Con Lorena Szekely y Mario Petrosini. Escenografía y Vestuario Jorgelina Herrero Pons. Diseño de Iluminación Eduardo Safigueroa. Diseño de Sonido Hernán Fernández. Diseño Gráfico: Alicia Galvele. Dirección de actuación Martín Ortiz. Dirección general: Martin Ortiz y Jorgelina Herrero Pons
 
El Crisol Teatro. Malabia 611. Sábados, 22 hs
 

La función terminó. Ella agradece la ovación que recibe tras el estreno de «La casa de Bernarda Alba», en el Teatro Avenida, aunque la vista está puesta desde su camarín. Él la espera, ataviado con elegante smoking…y no decimos nada más.
Son, nada más y nada menos que Margarita Xirgu y Federico García Lorca que, por esas cosas del tiempo y la ficción teatral, puede darse una vuelta por un teatro de Buenos Aires para saludar a su amiga al término de su espectáculo. Corría el año 1945 y habían pasado nueve años del asesinato del Poeta a manos del franquismo. 
 
A partir de ese instante, se inicia un diálogo que es el puntapié inicial de una puesta atrapante. El intercambio entre ambos denota el cariño y la confianza que los unía, así como sus visiones del mundo de la cultura como de la política. Todo sin perder la ironía picante en temas como la Guerra Civil Española y las conductas propias de una sociedad atravesada por el flagelo del fascismo. Tal como la de la familia y/o amigos de por medio -como los que «ayudaron» a Federico o su propia bondad que no tuvo reciprocidad tal como terminó su vida- entran en sintonía con las mismas ideas del «Tirano». Los deseos, y las vidas cercenadas por el conservadurismo que atrasaba -y atrasa- años se hacían presentes para señalar y matar a quienes no respetaban su molde de rigidez y maldad. Si sos «marica», «rojo» o lo que sea, podía terminar asesinado y/o exiliado. A los casos presentes, nos remitimos. 


Amores y rivales, anécdotas y hechos giran en una dramaturgia inquieta y de fácil aprehensión, sin que esto signifique que sea liviana. Por el contrario, el neófito en las aguas de Federico y Margarita sentirá deseos de navegar y descubrir su riqueza mientras que el conocedor verá cómo se potencia la figura de estos referentes.
Martín Ortíz concibió un rico texto que apunta en varias direcciones. A diferencia de la muy interesante “Cisneros” su última creación -con un fuerte anclaje en la historia argentina y un visible componente político-, en este caso, se desmarca de la “seriedad” de aquella hacia una atmósfera más reflexiva y poética. Si bien se mantiene el aura “política” –imposible no hacerlo con estos personajes so pena de pasteurizar y vaciarlos de contenido-, hay un giro de mayor complicidad y empatía. Es más “relajado” y ameno. Fluye de manera más amigable sin que esto le quite la potencia de sus palabras. Al respecto, no dudó en llevar a escena textos de Lorca como “Yerma”, “Doña Rosita, la soltera”, “El Público”, “Así que pasen cinco años” y “Oda a Walt Whitman”. La selección en sí, es toda una toma de decisiones al respecto.
Lorena Szekely y Mario Petrosini llevan adelante logradas actuaciones, acordes a lo requerido por figuras tan particulares y complejas, sin caer en exageraciones o parodias. Ambos habían trabajado con Ortíz en la mencionada “Cisneros” por lo que el trabajo en equipo potencia el resultado final logrando una química mas que palpable. Jorgelina Herrero Pons vuelve a ser fundamental en la puesta no sólo en la concepción de un logrado vestuario sino también al codirigir la puesta.
 
“La noche se está muriendo” es un viaje de conciencia poética y social al mágico e intrincado mundo de dos artistas del calibre de Federico García Lorca y Margarita Xirgu. Ideal para revisitar (o conocer) la obra de dos referentes ineludibles de la cultura.

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