Con la mente y los sentidos abiertos
Con Yamila Barreira, Marcela Favazza, Ierus Nemó, Eliezer Ilán Branderburg, Enrique Montero, Maisa Pereira, Octavio Pizzul y Lionel Vega. Producción, Utilería, Mezcla y Sonido y Diseño de escenografía: Compañía AviTantes.
Una hermosa canción de David Lebón decía “Con los ojos cerrados, me ves mejor”. Este verso de “Parado en el medio de la vida” podría aplicarse a esta puesta donde se abre un mundo de sensaciones donde la creación de sentido se centrará en lo percibido a través del olfato, el tacto, el gusto y el oído.
De tal manera, con una venda que tapa los ojos, se ingresará a un mundo donde cada uno construirá su propia aventura. Guiados por los actores, el viaje a una soledad sensorial y personal logrará que se establezca un contacto único basado con las emociones propias que saldrán a flote. La imaginación será puesta a prueba en los distintos momentos iniciando un viaje de ensueño a los más recónditos lugares del propio ser.
A partir de un asiento en el teatro, saldrá un avión con destino a variados territorios que podrán ser una selva, una fiesta, un colegio con lo cual, el espectador es quien llenará de contenido esos distintos espacios. Las emociones estarán a flor de piel. Música, viento, agua y fuego; la naturaleza y la ciudad dándose una mano en la más sana comunión de ambientes en los cuales el hombre transcurre su vida.
Esa oscuridad, desde la cual uno emerge cuando nace, llega a convertirse en un espacio de meditación y encuentro karmático de emociones donde la luz provendrá del corazón y la pureza de sentimientos que cuenta la persona convirtiéndose en un baño de espiritualidad para el alma.
La puesta está hecha con mucho respeto y sabiendo de la entrega total que realiza el espectador con los ojos vendados. Esa entrega es la que permite una apertura completa y que se verá matizada con masajes y bailes en los que se liberará todo prejuicio en pos de las sensaciones vividas.
“Ojos cerrados” invita a volar a través del universo sensorial para obtener la libertad más absoluta del corazón.