Rhonda (Teatro)

La vida en un puño

Dramaturgia: Jimena Lopez y Macarena Trigo. Con Jimena Lopez. Vestuario: Gina Michienzi. Escenografía: Mariana Del Gener. Diseño de luces: Julián Lucero. Audiovisuales: Unbekannt Cine y Julián Lucero. Música original: Marcelo E. De León y Fernando Del Gener. Operación de luces y de sonido: Fernando Del Gener. Fotografía: Victoria Cozzarín, Ignacia Echeverria y Julián Lucero. Diseño gráfico: Fernando Del Gener. Asistencia de escenario: Joaquin Pol. Asistencia de dirección: Ignacia Echeverria. Producción: Espacio 33 y Jimena Lopez. Coreografía: Johanna Franciga. Dirección: Diego Recagno.

Timbre 4. México 3354. Sábado, 20.30 hs.
Un vestuario que es tanto antesala de un combate o quizás, su propia mundo interior. Cualquiera de estas tres posibilidades es posible en el universo de Rhonda, una joven luchadora de MMA que está sola y espera.
Suena la campana y se pone en guardia. El combate comienza pero su rival muta. Tal como la vida misma. El gran Ringo Bonavena decía, palabras más, palabras menos, que, cuando subis al ring, estas solo. “No te dejan ni el banquito”. La vida es lucha y ella lo sabe bien. El desafío cambia, los rivales también, al igual que la motivación. Pero siempre hay algo que te paraliza, te frena.
Ahí está la cuestión. El como afrontar esos momentos de incertidumbre, dolor y miedo. ¿Una huida hacia adelante o afrontar el problema como se merece?. Retroceder nunca, rendirse jamás.
En esta encrucijada se encuentra esta joven de rostro fresco y semblante duro por las circunstancias de la vida. No duda en buscar interloutores a los que tomará como público para que hable como si fuera el mismo Alí en una de sus disertaciones. Por eso, tendrá la bonhomía para dar cuenta del deporte que hace al explicar que es un jab o un gancho como para abrir su corazón para paliar su sentir.
La –ahora- sala pequeña de Timbre 4 es la adecuada para el desarrollo de las acciones. Una bolsa colgada juega a ser tanto objeto de entrenamiento, sparring o confesor. Las fotos de combates célebres de boxeo adornan las paredes  Un Ali-Frazier III y su legendaria “Thrilla in Manila” conviven con el afiche de la última pelea de Sergio “Maravilla” Martínez. No falta el combate entre Holy Holm y Cris Cyborg, dos leyendas, campeonas del MMA.
Al respecto, es menester recordar que el “Rhonda” alude a Ronda Rousey, reconocida campeona de UFC de peso gallo, que ha incursionado en el cine y en la lucha libre.

La iluminación es fundamental para crear los diversos climas que atraviesa una puesta dinámica, en el que el tiempo pasa en su justa medida. La riqueza del texto se ubica en esa relación entre la vida y el cuadrilátero (o la jaula –MMA-) donde se concibe la lucha para seguir adelante ante todos los obstáculos. Inclusive si la superación de estos implica daños colaterales irreversibles para todos. Parálisis o dejar todo como está. El gran Alí decía que “tanto dentro como fuera del ring, no tiene nada malo caerse; lo que está mal es no levantarse». Algo de eso hay en todo esto.
Párrafo final para Jimena López, no solo en su trabajo actoral sino en la parte física. Con un cuerpo entrenado, se aprecia que conoce el deporte del que habla en su aspecto técnico.

Atrapante y dinámica, “Rhonda” es una historia de vida que capta la atención tanto de quienes gustan de los deportes de contacto como de aquellos ajenos a éstos. Una fábula que no tiene moraleja edulcorada sino que es un cross de derecha para abrirse paso a los desafíos de la vida.  

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