El texto, basado en el cuento homónimo de Franz Kafka, da cuenta en esta fantasía de una serie de ideas en las que se puede ir más allá de esta excelente creación. Un detalle a tener en cuenta es la forma en que se dirige al auditorio –letrado y académico- al que cuenta los pormenores de su transformación. Allí es donde se encuentra la punta del iceberg en la crítica a la sociedad y a los individuos. La alusiones a los cambios que debe realizarse para ser “bien visto” en la sociedad y la pertenencia a esta misma describe el vaciamiento de la persona en más de un aspecto. Pero las interpretaciones son múltiples ya que Kafka tuvo una visión amplia para las descripciones de sus pesadillas sociales.
Civilización y barbarie se corporizan en la magnífica creación de Diego Starosta, en medio de un clima ominoso y de fuerte contenido que sale de sus palabras. Starosta se levanta, camina y prenderá los focos de cada uno de los cuatro extremos del escenario –jaula- desde el cual alecciona a su distinguida audiencia. La iluminación, mínima y contundente, pondrá en contexto la catarata de palabras y conceptos vertidos. La puesta se termina cuando el espectador procesa nuevamente lo visto y surgen nuevas dudas e interrogantes respecto de donde y como estamos.
“Informe para una academia” es una puesta magnifica no solo para ver –en el caso que no la haya visto nunca- sino para volver a presenciar y sentir hasta lo más profundo el peso de ideas tan modernas a nuestros días, escritas por el gran genio checo en 1917.