El sábado nos tuvo en el marco de una doble función de la quinta edición del Festival Temporada Alta. Allí, la sensibilidad y la rabia, el dolor y el amor, constituyeron esos pares dicotómicos que se conjugaron en dos puestas que apuntaron directamente al corazón, sin errar en su cometido.
El periplo del sábado comenzó con “Los regalos”, que llegó desde Perú y la Compañia Teatro Físico, para pisar fuerte en esta edición de Temporada Alta, con una historia simple y conmovedora.
Un espacio enorme, con una gran tela de fondo. Tres hombres en escena que son una familia sin madre. Solo el padre y los dos hermanos, uno mayor y otro menor. Es la forma en que recrean las actividades de la familia lo que mantiene el hilo de la acción que atraviesa el paso de los años y el momento en que el hermano Mayor debe viajar en busca de su destino.
Es menester destacar que la obra no tiene texto hablado y se narra a través de las acciones que desarrollan los actores junto con la precisa utilización de la pantalla de video. Además, esa no utilización de la voz permite ahondar en otros registros que exigirá la concentración del público desde otro lugar.
Sensible y tierna, la puesta apunta a un lugar donde no hay mucho desarrollo como es el amor entre hombres en el marco de una familia y la forma de expresarlo, más allá de los parámetros culturales y crianzas varias que establecen el “deber ser” entre hombres.
Serán los cuerpos de los actores asi como la utilización de diversos elementos los que construirán diversas imágenes en la vida de estos tres seres en situaciones cotidianas como el desayuno, el tomar un baño (un momento conmovedor) o el irse a dormir bajo la mirada paterna.
La utilización del clown y las acrobacias le brindan dinamismo a la puesta pero sin caer en ningún tipo de excesos en el uso de los mismos. Precisión y exactitud que permite la armonía de las acciones. Más aún cuando los cuerpos de los actores son material fundamental en las imágenes que van surgiendo a través del relato. La música es otro punto destacado a tener en cuenta por su buen gusto y exactitud en la creación de los climas que atraviesan la obra.
Párrafo aparte para la utilización de un par de zapatos como elemento de fuerte contenido simbólico.
Con actuaciones de calidad, el Teatro Físico de Perú presentó “Los regalos”, una puesta que pone en contacto las relaciones familiares desde la sensibilidad y la ternura pero con en marco de realidad tan destacable como intenso.
Por otra parte, con grandes expectativas se presentó, desde Chile, “Acceso” del reconocido cineasta Pablo Larraín.
Embarrándose en lo más oscuro de la sociedad, toma a un personaje fácilmente identificable para todos y todas como lo es un vendedor ambulante. Sandokán –tal es su nombre- vende sus productos en el transporte y la vía pública. De esta manera, “presenta” sus productos para el consumo público y será en esa presentación que estalla la puesta.
Al igual que su homónimo Tigre de la Malasia, es un luchador con una cruzada particular con quienes lo han dañado. Cada vez que ofrece uno de los productos que vende, lo relaciona directamente con su propia historia personal, que es la de un niño abusado por sacerdotes y empresarios para luego ser encerrado en el SENAME, el Servicio Nacional de Menores, el organismo estatal de Chile encargado de proteger los derechos de los menores de edad y adolescentes en estado de vulnerabilidad y de reinsertar a aquellos que hayan delinquido. De más está decir que la estadía en el SENAME es un escalafón más en su derrotero de violencia y abuso.
En su discurso, aparece la palabra “acceso” pero surge el interrogante “¿a dónde?”. Las respuestas serán múltiples. ¿Será un espacio determinado? ¿o a un sentimiento quizás nunca antes experimentado?
Su lenguaje fuerte e insolente será fundamental en la creación de sentido en la que, en algunos casos actuará como un imán de polos opuestos. Atrae al mismo tiempo que rechaza. La utilización del “coa” (un lenguaje que combina palabras del lunfardo y del idioma carcelero, utilizado en Chile) dota a la puesta de la dureza tumbera y la vida difícil de los bajos fondos de una metrópoli.
Este hombre con corazón de niño necesita vender productos para vivir sin que esto mengue su odio al mundo. Inclusive, a nivel político, podría funcionar como una metáfora de los países latinoamericanos en relación con los gobiernos y empresas que han destruido naciones enteras a las que ha querido “ayudar” en su momento, empezando por el FMI, Banco Mundial y siguen las firmas.
El texto es corrosivo y fuerte, siendo Roberto Farías el que lo lleva adelante con una gran actuación que combina visceralidad junto con ese sentir de desangelados que son recluidos para poder ser reinsertados en la sociedad.
Probablemente, el recurso de contar su historia con cada producto que presenta para la venta, termine siendo un tanto repetitivo. Ya termina esperando que, tras cada artículo, aparezca la catarsis. Esa vorágine hará que la pregunta “¿Ahora como se finaliza la puesta?” aparezca en el horizonte.
Para finalizar, diremos que en los últimos tiempos, se han destapado hechos terribles en el SENAME en relación con la trata de personas, prostitución y muerte de menores.
Irreverente y divisoria de aguas, “Acceso” es de ese tipo de puestas que inquieren y no pasan desapercibidas.
“Los Regalos”
Idea: Diego Cabello y Fernando Castro. Dramaturgia: Federico Abril y Fernando Castro. Con Diego Cabello, Eduardo Cardozo y Miquel De La Rocha. Vestuario: Alonso Núñez.
Realización de máscaras y dirección de arte: Ana Cecilia Chung. Asistencia artística: Alonso Núñez.
Domingo 12 de febrero, 19.30 hs.
“Acceso”
Dramaturgia: Roberto Farías y Gonzalo Pablo Larrain. Con Roberto Farías. Iluminación: Sergio Amstrong. Operación técnica: Catalina Olea. Asistente de producción y de dirección: Josefina Dagorret. Puesta en escena: Gonzalo Pablo Larrain