Mañana fría de junio. Primer día del mes. Eran poco más de las 12 del mediodía. La consigna era clara: #NoAlApagonCultural, junto con una “intervención artística y conferencia de prensa”. La convocatoria fue realizada por Unidxs por la Cultura, frente integrado por trabajadorxs de la cultura, además de más de 100 colectivos artísticos de todo el país, dedicados al Teatro, al Cine, a la Música, a los Medios Comunitarios que incluye también a las Bibliotecas Populares.
El motivo era reclamar el tratamiento del proyecto de ley 3823-D-2021, presentado por el diputado Pablo Carro (FdT Córdoba) que prorroga por 50 años las asignaciones que garantizan los fondos a las actividades culturales. De esta manera, se busca evitar el desfinanciamiento de las mismas, establecido a partir de 1 de enero próximo en un artículo de la ley 27.432 de reforma tributaria, sancionada en diciembre de 2017 durante el macrismo.
Este pedido por parte de los artistas se lleva a cabo teniendo en cuenta que el 3 de mayo pasado, la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen de mayoría para llevar al recinto un Proyecto de Ley. El gran problema es que aún hoy no hay fecha para su tratamiento. El tiempo apremia.
En representación de los medios comunitarios habló Ignacio Etchart, de Barricada TV y ConTa (Coordinadora Nacional de Televisoras Alternativas) que hizo hincapié en que “faltan seis meses para que los fondos caduquen, lo cual implicaría un robo a los derechos conquistados y asignados a nuestra cultura. Hablamos de medios populares que pueden tener en riesgo su existencia. Que los recursos no se toquen ni se desvíen”.
El secretario general de ATE y adjunto de la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy resaltó el “esfuerzo de unidad que sostienen la perspectiva de la cultura nacional. Esto es construcción de conciencia y de identidad. Hay sectores interesados en que sea reemplazados por plataformas de empresas transnacionales. No lo podemos permitir. Queremos soberanía cultural. Queremos producción, trabajo y generación artística de quienes lo hacen en Argentina”.
Garro detalló algunos aspectos de su proyecto de ley. “Creemos que la cultura en todas sus dimensiones y sus institutos involucrados tiene que tener financiamiento y no debe tener fecha de caducidad. Nuestra cultura no es para un rato». Hizo hincapié en que la oposición a este proyecto viene de Juntos por el Cambio. Con precisión, detalló cada uno de estos cuestionamientos con su correspondiente refutación. El primero es “el argumento Finlandia, en tanto legislar como si fuera ese país teniendo en cuenta que en Argentina hay mucha pobreza y desocupación y que no podemos tirar la plata en la cultura. Lo dicen quienes destruyeron 20 mil empresas, bajaron los salarios el 25%, y ahora sostienen que no hay que financiar la cultura. Que ésta solo sea accesible para aquél que tenga dinero”. Otro de los argumentos es de “orden fiscal porque todo impuesto que tenga una asignación específica tiene que tener fecha de caducidad. Por tal motivo, decidimos incorporar el plazo de 50 años. No hay un argumento que explique el porqué de los 50 años salvo reconocer que son muchos años”. El tercer argumento es que “se alimenta una burocracia sin que el dinero llegue a donde corresponde o que es una herramienta del gobierno nacional para hacer política sin respetar criterios federales. Esto no es así. La relación entre los que trabajan en institutos y lo que se fomenta es mínima. Cada peso que pone en nuestra cultura se multiplica económicamente. Es virtuoso porque multiplica y genera trabajo. Además, estos institutos son los más federales dentro de los organismos federales. Cada uno de ellos tiene su consejo federal en el que participa toda la provincia. Hoy estamos dando una discusión que atrasa 20 años. No tendríamos que estar discutiendo si la cultura tiene que ser financiada o no sino que tributen aquellas plataformas que vienen y le hacen mucho daño al cine llevándose los dólares para afuera, con todo lo que los necesitamos”. Destacó que fueron “las organizaciones representativas de la cultura quienes han generado las condiciones para llevar este proyecto a la cámara”. Finalizó diciendo que “hemos hecho nuestra tarea en la cámara y estamos esperando fecha para su tratamiento en el recinto. Contamos con los apoyos necesarios para que para que se apruebe”.
En cambio Vilca brindó su solidaridad a la convocatoria. “Hemos acompañado esta lucha de los artistas. No podemos estar hablando del financiamiento o no de la cultura sino del derecho de los trabajadores como el acceso de muchos jóvenes y familias en lugares como la puna, el litoral o Cuyo dónde muchos no tienen otro acceso”. Destacó que “no hay vuelta atrás al respecto”.
Entre las adhesiones a la movida, se escucharon las de la diputada Myriam Bregman y el escritor Vicente Zito Lema así como la de la Junta Interna del Ministerio de Cultura, la filosofa Diana Maffía y la dirigente Celeste Fierro. Se destacó la presencia del director Fernando Spiner (foto).
Desde el Frente de Emergencia de la Danza, se refirió a la lucha “desde hace 20 años en pos de la creación del Instituto para las actividades referidas a la danza. Tenemos presentado un proyecto al respecto en la Cámara de Diputados y esperamos que se trate”. La música Paula Ferré pidió que “no pueda quedar desfinanciado el Instituto Nacional de la Música, que tanto costó crear. Necesitamos que esta ley sea aprobada para que pueda continuar nuestro trabajo.”
Alejandra Guzzo, de DOCA y de Acción Mujeres de Cine le pidió a los medios sobre “lo primero que no se dice sobre nuestra batalla es que estos fondos son derechos adquiridos, que se constituyeron como política de Estado. La Ley de Cine, en su ampliación que es el Fondo de Fomento, es del año 94. El Instituto de la Música, del Teatro, los medios alternativos, las bibliotecas populares existen desde hace muchísimo tiempo y tienen esta financiación que es un derecho adquirido. No sé qué pasó en diciembre de 2017 para que se ponga en duda este derecho, que sea tirado a la basura y ponen en cuestionamiento que 50 años es mucho tiempo. La pregunta es al revés: ¿a quién se le ocurrió que esto tuviera una finalización? No tiene que tener límites. La cultura no tiene tiempo de caducidad”. Agregó que “es un sistema virtuoso que produce económicamente, para todos aquellos que lo critican”.
El escritor Santiago Clement, de la Asamblea de Trabajadores de la Literatura de Mendoza y la Coordinadora de Trabajadores de la Cultura de dicha provincia, puso sobre el tapete la situación de la cultura, al aseverar que “hay un desfinanciamiento del sector en Mendoza que está en crisis. Estamos luchando para evitar la caducidad de los fondos de fomento”.
Concluyó la conferencia de prensa Manuel Cullen, trabajador de CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) y de la Junta Interna de ATE-Ministerio de Cultura con un fuerte recuerdo que impacta en los diputados opuestos a este proyecto. “Esto atrasa no 20 años sino 132 años en nuestro caso. Muchos de los diputados reticentes a cambiar esta ley y no dan quorum, se la pasan hablando de Sarmiento y la educación. La CONABIP fue fundada en 1870 por el propio Sarmiento.”
-Es imprescindible estar acá. Lamento que varios compañeros no hayan tomado conciencia del riesgo que estamos implicados, todos los institutos de la cultura. En mi caso particular, que es la actividad teatral, el Instituto Nacional de Teatro fue creado por los mismos laburantes de teatro hace muchos años y funciona con ingresos genuinos. Es mentira eso que se agrega o significa na carga impositiva para el pueblo. Lo mismo pasa con el Instituto del Cine, la Música o las bibliotecas populares. Son herramientas que los mismos trabajadores crearon para solventar y financiar su actividad. Es un estímulo a la actividad. Una ayuda, un subsidio que el Estado hace cumplir. Lo que se está tratando es una ley sancionada entre gallos y medianoche de 2017 que se le puso fin a esos fondos que van a ir a rentas generales siendo el Ejecutivo de turno el que direccionará de los mismos. Esperemos que el proyecto del diputado Carro, que ya está aprobado en comisión, sea tratado en el recinto y aprobado.
– No me llama la atención. Hay muchos medios que siempre han jugado para el lado de las patronales o de los poderes. Se necesita que las herramientas creadas por los trabajadores sean corridas de su espacio para seguir concentrando poder. En el caso del INT, se solventa con un porcentaje de los premios de la Lotería Nacional y un porcentaje del canon que pagan los canales de televisión. Entonces la deducción no es nada difícil ni inocente. No llama la atención la postura de los medios. Lo que si me sorprende es que deberíamos ser muchísimos mas los que estemos aquí, apoyando esta pelea. Asi como fuimos los propios trabajadores los que gestamos estas herramientas, debemos ser los primeros en defenderlas.
– Está interrumpido de hecho. Lo que se anunció fue que se iba a reconsiderar la propuesta. Está en un impasse. No hubo novedades de nuevo tratamiento. Los premios municipales son derechos adquiridos por los representantes de la cultura. La pregunta es donde iría a parar aquello que se les quitaría a los premiados.