Dramaturgia y dirección: Victoria Hladilo. Con Victoria Hladilo, Axel Joswig, Victoria Marroquin, Julieta Petruchi, Daniela Rico Artigas y Manuel Vignau. Diseño de vestuario: Susana Berrio. Diseño de escenografía y de luces: Magali Acha. Diseño sonoro: Ignacio Viano. Realización de escenografia: Manuel Escudero. Fotografía: Luis Abadi. Diseño gráfico: Trineo. Asistencia de dirección: Ana Pastore. Producción ejecutiva: Verónica Dragui. Colaboración artística: Mercedes Quinteros. Supervisión dramatúrgica: Joaquín Bonet. Co-Dirección: Cinthia Guerra.
Camarin de las Musas. Mario Bravo 960. Viernes y sábado, 21.30 hs.
Siempre se ha hablado de las particularidades y características de hombres y mujeres en una reunión del colegio de su rol de padre/madre. En este caso, la imaginación desbordante de Victoria Hladilo que llevó ese contexto a una obra de teatro donde la risa, la ironía y la pluma certera de la descripción realizada abre tanto el jugo al humor como a un drama.
El ritmo es frenético al tiempo que cuenta con personajes muy reconocibles. Padres reunidos en la sala roja para definir el futuro de sus hijos pero es genial como se los ubica como defendiendo, más que los intereses de sus hijos. Los hijos incluso, pasan a ser una excusa. Algunos padres necesitarán sanar cualquier herida narcisista provocada por las conductas y dinámicas propias del jardín.
Al respecto, es notoria la presencia de los niños como sujetos aunque no se los vea nunca. Las particularidades de los padres son fantásticas ya que, a partir del humor, también tiene una visión crítica de la forma en que se los educa puertas para adentro. Las excusas para (no) ir a una reunión al tiempo que se transforma la misma en una arena de conflicto donde cada quien buscará imponer su propia impronta en detrimento incluso de las características de cada uno de los niños. Un padre que quiere que su hijo se luzca cuando quizás, el niño tiene otra idea al respecto, amén de sus propias características.
Las actuaciones son exactas. Permiten un fiel reflejo de una dramaturgia que pone el dedo en la llaga en un tema candente como lo es el rol de los padres en la educación de sus hijos. La escenografía permite ubicar al espectador dentro de una sala de jardín de infantes que le será familiar, independientemente de tener un/a hijo/a en dicha edad escolar.
La Sala Roja llama a la reflexión a través de una puesta que da pie a la risa ponzoñosa y meditabunda asi como a un serio replanteo de conductas más comunes de lo que uno cree.