Bafici 2022. Toma V. La violencia (interna) detrás del fútbol.

El BAFICI tiene la enorme particularidad de presentar documentales de gran valor a lo largo de sus distintas ediciones. 
Tal es el caso de “Terror familiar”, muy interesante opera prima de Damián Galateo que navega en las aguas profundas y escabrosas de un secreto familiar tan oculto como doloroso.
 

Terror familiar
 
Gol en contra.
 
El futbol suele brindar personajes de diversa índole, con más de una arista. El ídolo que tiene otro perfil, desconocido para el gran público que grita los goles de la estrella de turno. Tal era el caso de Alberto Luis Galateo, peligroso delantero que brilló en Colón de Santa Fé (después pasó a Unión, pero eran tiempos de mayor romanticismo y menos fanatismo), Huracán, Chacarita y Racing entre tantos clubes así como en la selección argentina.  
Puertas adentro de su hogar, era un desastre con una historia de violencia doméstica, sometiendo a su esposa e hijos.
Todo esto llegó a su fin en 1961. Tres disparos efectuados por uno de sus hijos le ponen fin a su vida, cuando levanta el arma para defender a su madre de una golpiza.
 
Pasan los años y Damián Galateo, nieto del abuelo golpeador, decide contar la historia de su familia. Gambetear el silencio que hubo en el marco de la misma frente a una situación por demás difícil de afrontar. Era otra época, en la que el “mejor no hablar de ciertas cosas” era moneda corriente. En este caso –también raro-, fue lo que le permitió a todos salir adelante de esta situación.
Para tal fin, decidió entrevistar a los familiares para reconstruir la historia. Visibilizar una situación extrema que saltó por los aires en un contexto en el que la mujer debía aceptar todo lo que ocurría, puertas adentro de la casa. Los tiempos cambiaron. Lo que se aceptaba –sin que esto implique que esté bien- ahora no lo es. Pero las heridas quedaron. El tío y el padre de Damián son un ejemplo de esto en tanto lo ocurrido con el abuelo. Apretar el gatillo, defender a la madre al tiempo que la palabra “parricidio” se inscribía en la familia.
 
Muchos de los testimonios recogidos son llevados adelante por actores. Tal es el caso de Norberto Gonzalo que le pone cuerpo y voz al tío Yiyi, quien llevó a cabo los disparos. ¿Víctima o victimario? La cuestión es que tuvo que cargar con todas las consecuencias de lo acontecido en una sociedad que lo miraba con lupa, sin saber bien que decir al respecto. Inclusive dentro de la familia.
 
Con 75 minutos atrapantes, en los que se mezcla el documental con la ficción, el color con el blanco y negro, la estética gore con el relato policial, “Terror familiar” llama a la reflexión acerca de la violencia de género en una casa y el horror que atraviesa la relación familiar.
 
Ficha técnica.
 
Guión, dirección y producción ejecutiva: Damián Galateo. Fotografía: Julián Babino. Edición: Leonardo Zito, Federico Rozas y Damián Galateo. Diseño de Arte:  Camila Castro Grinstein y Maia Heidel. Sonido: Lucas Larriera y Federico Lemos. Música: Pablo Crespo. Producción:  Damián Galateo y Hugo Crexell. Compañía Productora:  Testa Cine, Pequeña Productora. Intérpretes: Norberto Gonzalo, Patricio Gonzalo, Joaquín Thomas Santillan Rodríguez, Noelia Prieto, Beatriz Afonso Gabino, Mila Marchisio y Malena Romano. Título en inglés: Horror Family. Nacionalidad: Argentina. Año: 2022. Duración: 74’. Idioma: Español. Edad recomendada: +18



Damián Galateo, junto con el productor Hugo Crexell, brindaron una charla al finalizar una de las funciones. Hete aquí, fragmentos de la misma junto con el diálogo que mantuvo Galateo con ECDL
 
Damián Galateo: Me enteré de todo cuando tenía 12 años y me quedó dando vueltas. Después estaba pasando un momento medio oscuro, por llamarlo de alguna forma. Ahí fue cuando pensé en que todo ese pasado podía reconstituirse de alguna manera, después de tanto infierno. Me dieron muchas ganas de hacer esto. Después me junté con Hugo, que confió plenamente en hacer la peli. Es muy raro contar la historia. Al toque surge que es un tanto llamativa en su relato.
 
Damián, ¿es una peli o un documental?
-Es un documental con ficción. Suelo decir que es un cocoliche, un híbrido entre los dos géneros.
 
-Cuanto tiempo te llevó la peli?
-Seis años. Fue un proceso muy largo, con financiamiento del INCAA, PNA y Mecenazgo. La verdad fue bastante duro y difícil hacerlo.
 
-¿Cómo fue el escarbar en esta situación tan compleja, para la familia?
DG
: Mirá, por un lado, admito que tengo poca imaginación. Desde ese lugar, activo a partir de mi mundito bien determinado. Por otro lado, no sabía cómo encararlo.
Hugo Crexell: Cuando vino Damián, tenía la idea de hacer una película de terror. Esa era la idea, literalmente hablando pero es un documental porque son hechos que pasaron en la realidad. Era poner al espectador en ese terror familiar que se vivió. En un punto, era imposible hacer una película de terror, de hora y media, en el marco del cine independiente con este tema. Un poco la idea fue ahondar en archivos. Damián tiene un montón de información. Además, hablaste con la familia, con tu viejo…
DG: Ahí se ve la falta de imaginación (risas). Siempre estoy con la cámara, filmando. y registantdo Un poco también se plantea si está bien lo que está haciendo el director.
 

-Para las personas más jóvenes, el silencio no está tan presente ni obligatorio. El poder transitar de un paso al otro, nos lleva a reflexionar donde ponemos el silencio. Si es cercano al terror o al hecho que se sepa. El poder hablar es lo que te permite reconvertirte.
DG: En este caso, no hablar les permitió rearmar a la familia. Es un tanto contradictorio. La familia actual y contemporánea, de hijos, padres y primos…todos salimos de esta violencia familiar que, siguiendo cierta “lógica” del sentido común (que es el más común de los sentidos) que dice que es una cadena de violencia que se repite. Ellos, con ese silencio, lo lograron; nosotros, desde nuestra perspectiva, creímos que era mejor mostrarlo lo cual también era toda una disyuntiva.
 
-¿Cómo fue el “no hablar” del tema?
DG:
Cuando no se cuentan las cosas, hace mal y contarlo produce cierta felicidad. Aquí pasa lo contrario y es también un poco lo que se pregunta la peli.
 
-¿Cual fue el obstáculo fílmico y familiar que debiste sortear?
DG:
A nivel familiar, le hice tres entrevistas a mi tio que, cuando se enteró que lo iba a hacer película, no quiso aparecer. De ahí que tuvimos que armar toda la parte de ficción. Norberto Gonzálo es quien termina siendo mi tio.
A nivel fílmico, no estaba el gol que había hecho mi abuelo en el 34 por lo que tuvimos que hablar con la RAI para ver si lo tenía. Si hubiésemos tenido el tiempo y el presupuesto, lo hubiésemos hecho todo en ficción. Hubo una escena que no filmamos porque no nos dio el presupuesto era cuando mi abuelo conoció a mi abuela en El Gráfico, porque ella tenía una foto que había salido en la revista. Iba a ser la única parte “clásica y romanticona” que iba a tener.
HC: Esta bueno aclarar lo que dice Damián que es independiente, porque se hizo con un subsidio del INCAA…
DG: En realidad, nada es independiente.
HC: Hubo un equipo muy bueno, encabezado por Damián, con mucha gente que puso su tiempo y energía. Si se pudo hacer es porque hubo un apoyo para que se pudiera llevar a cabo.
DG: Hoy en día, todo esto está en peligro y es importante remarcarlo. Muchas de estas producciones que se pueden ver en el festival, podrían desaparecer. Lo que hay ahora no es la panacea pero permite una profesionalización y producir a través del tiempo. Además, el INCAA es un ente autárquico, que se financia por la venta de entradas de –por ejemplo- Batman. No es que se le saca la plata a los jubilados para hacer películas, tal como escuché por ahí. No va por ahí y estaría bueno que investiguen un poco.  
 
-¿Por qué filmaste las navidades?
DG
: Era muy fuerte todo lo que pasaba. Hacer que eramos felices en medio de ese terror…Me gustaba trabajar en esa dualidad. Esto hacía más complicado el laburo. Si negaba la felicidad actual (“felicidad”), no iba a ser muy sincera la película.
HC: Además, brinda un “respiro” en el marco de la peli, más allá que teníamos un Papá Noel un tanto extraño. En un punto, era necesaria esa intimidad que logra, sino sería imposible de soportar.
DG: Me gustaban las entrevistas en blanco y negro y la ficción en color, estilo gore.
HC: Hay una estilización de la imagen al tiempo que se llama a la reflexión. Pudimos hacer una ambientación de época. Más si íbamos al pasado. Se grabó todo en Super 8
 
-Falleció tu tío Yiyi para cuando se iba a estrenar la peli…
DG: Si, fue durante la pandemia. Un bajón completo pero ya me había dicho que no iba a ver la peli. No quería saber nada.
 
– ¿Se arrepintió de haber brindado el testimonio?
DG: 
Hubo unos testimonios que brindó y que me pidió que no los ponga. No los incluí al respecto.
 
-¿Había quedado bien la relación con tu tío?
DG:
Si, dentro de todo, si. No teníamos una gran relación pero un poco de eso también habla la peli, en tanto no había quedado bien la relación entre los hermanos. Hay mucho silencio y distancia. No había una relación fluída. Solo hablaban de fútbol, uno era de River y yo soy cuervo. Entonces, iba por ahí la cosa también conmigo.
 
-¿Quedó algo pendiente….?
DG:
A ver…no. Creo que no. ¡Por suerte se terminó de hacer! Después, quiero seguir filmando.
 
-¿Cuanto de catarsis tuvo la peli?
DG
: Quisiera creer que nada pero me dicen que mucho. Digamos que está en el medio, entre “mucho” y “nada”.
 
-¿Cómo sigue ahora “Terror familiar?
DG:
La idea es contactarnos con algún programador, para ver si le gusta y conseguir una sala. El Gaumont es una chance. También está la posibilidad de presentarla en algunos festivales. 

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