Paradojas de la vida esa que dice que, en varias ocasiones, son los más jóvenes los que enseñan a sus mayores. Tal es el caso de la protesta estudiantil en contra del gobierno de Mauricio Macri que, justo coincide con la Noche de los Lápices. Para aquél que no lo sabe –que son muchos- se trató de una serie de secuestros de diez estudiantes de secundaria, ocurridos durante la noche del 16 de septiembre de 1976. Las víctimas eran en su mayoría militantes o ex militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de La Plata. Esta agrupación, junto a otras, habían reclamado en 1975, ante el Ministerio de Obras Públicas, el otorgamiento del boleto estudiantil secundario para el colectivo.
La lección de los más chicos
Esto coincidencia da mucha tela para cortar porque lo primero que uno piensa, si estos chicos salieron a reclamar a la calle por sus derechos ¿Dónde estaba el resto de la población? Vuelvo a preguntar en el tiempo presente, ahora ¿Dónde está el resto de la población?
La gran lección de estos chicos es el haber tomado la decisión de luchar por sus propios derechos. Lamentablemente, los llamados “adultos” –muchos, los propios padres de estos chicos-, miran para otro lado o se ofenden porque llegan tarde a su trabajo anómico. Desde aquí, les pregunto a esos padres ¿Dónde estuvieron cuando pasó lo que pasó? Y lo digo en las distintas épocas del país. Tanto en la Dictadura, en el menemismo, con la caída de De la Rua. Porque si hablan y critican, deben haber construido un país justo, igualitario y respetuoso…y creo que no es asi.
Como venimos sosteniendo en este blog desde su apertura, la influencia de los medios tiene su cuota ya que, cuando estalla el conflicto, el Jefe de Gobierno, el “niño” Mauricio estaba de gira con su novia por Europa. ¡¡¡Bien, Mauri!!! Pero…los medios apenas si lo nombraron. Asi como se encargaron de hacer “campaña” por la destitución de Anibal Ibarra por el tema Cromañon, no recuerdo a ninguno pidiendo lo mismo por Mauricio que ya cuenta en su haber un gimnasio y una discoteca derrumbadas, las escuelas en pésimas condiciones y el tema de las escuchas, sin olvidar las denuncias por la UCEP. ¿Acaso los medios no lo quieren tocar porque siguen considerándolo como la mejor alternativa anti K? Y…es rubio, blanquito, se sacó el bigote, de buena posición….No se le cae una idea ni sabe hilvanar una frase pero bueno, eso es lo de menos.
Cuando el ministro de Educación porteño dice que “la toma es política” –como si política fuese una mala palabra-, habría que preguntarle que haría él con las pésimas condiciones de muchas escuelas. ¿Acaso no iba a escuelas del Estado? Lo siento pero se debe gobernar para la mayoría. Le guste o no. Pero lo que más hace ruido es el intento de inculcar miedo con la palabra «política». Y si se hace política ¿Cuál es el problema? ¿Acaso, Ud, señor ministro, no sabe hablar, debatir e intercambiar las ideas que tiene que ampararse en un cargo jerárquico para no abrir su boca? Porque con ese verso de la “nueva política” –que sería la no política-, se logra una sociedad inocente, pasteurizada en la que todo sería como una empresa –como la de Mauri!-.
¿Esto es lo que ustedes quieren, señores adultos? Vergüenza debería darles el quedarse en casa, idiotizándose con Tinelli y criticar a los chicos que tienen la dignidad que a ustedes les faltó en varios –muchos- momentos críticos de este país.
¡Bienvenidos al Caleidoscopio!