Coronavirus: La salud toma la palabra

En plena pandemia producto del Covid-19, los médicos y trabajadores de la salud tomaron el centro de la escena por su lucha constante en pos de la atención de contagiados. En muchos casos, poniendo en riesgo su propia salud. A continuación, retomamos distintas voces que cuentan su experiencia al respecto con ojo crítico, precisión en sus conceptos y esperanza en la aparición de la vacuna.

Tras la irrupción del coronavirus en nuestro país, la vida ha quedado trastocada. La “nueva normalidad” ha impuesto nuevos códigos para –intentar- continuar con cierta coherencia nuestras existencias. Por los contagios y el devenir de la pandemia, todo el personal relacionado con la salud ha quedado en un correcto primer plano para tratar de hacer frente a una situación absolutamente nueva. En agradecimiento a su tarea, se los aplaudía a las nueve de la noche hasta que…esto dejó de ocurrir. 
De repente, parecía que teníamos infectólogos, epidemiólogos y médicos en todos los ámbitos por más que no hayan cursado ni una materia de la facultad. «Todologos» con micrófono en mano e incontinencia verbal. Ni hablar de aquellos/as que son vecinos/as, parientes y amigas/os y desconocíamos que habían ganado el Premio Nobel de Medicina por la soltura y seguridad en sus argumentos. 
A esto, hubo que sumarle algunas agresiones a personal de la salud por miedo al contagio. Se agredía a quien se tenía que cuidar más por su labor social. Esto, sin contar al resurgir de grupos “antivacunas” con argumentos de la profundidad de una pileta vacía. Por tal motivo, así como hicimos con la forma en que se difundían las noticias a través de un monopolio centrado en la Ciudad de Buenos Aires (https://www.elcaleidoscopiodelucy.com.ar/2020/05/el-interior-del-pais-las-noticias-y-el.html), ECDL recabó diversos testimonios sobre la lucha contra el coronavirus pero con esas voces que tienen menos visibilidad en los grandes medios pero similar importancia en la cotidianidad hospitalaria.

El doctor Sergio Isi es Director del Centro de Rehabilitación, Nivel ll «Dr Mauricio W Figueroa» de la provincia de Catamarca, único centro público de Rehabilitación neurológica de la provincia. Allí se atiende interdisciplinariamente a pacientes que tuvieron alguna enfermedad neurológica (médicos, kinesiólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, psicopedagogia, Terapia Ocupacional, Psicomotricidad, taller de ortesis y prótesis y enfermería). 
Consultado sobre si hubo prevención y se tomaron las medidas correctas, Isi sostiene que “La acción del COE (Comité Evaluador) de Catamarca fue acertada, cerrando desde el primer momento las fronteras, ampliando el tiempo de aislamiento a 28 días si se quería ingresar a la provincia, uso de barbijo obligatorio y fase 1 comercial desde el principio”.
Desde la psicología, Julieta Juliano, Licenciada en Psicología y docente, además de trabajar en diversos centros médicos de Córdoba y Villa Carlos Paz, afirmó que Prevenir la pandemia hubiera sido tener desde hace mucho un sistema de salud preparado para contingencias como esta (u otras), y al menos en nuestro país esto no era así (y quedo demostrado que en muchos países tampoco). A pesar de esto las medidas tomadas en el momento fueron acordes, la cuarentena era necesaria y lo sigue siendo. El cuidado y respetar las medidas de los especialistas es fundamental. Las personas consideran y dan sus opiniones sobre el tema, lo cual es válido, pero hay que pensar que no todos estamos capacitados para definir cuáles son las medidas necesarias. Hay quienes han estudiado y se han formado toda su vida en estos conocimientos. Me parece clave seguir las sugerencias de los especialistas, más allá de nuestra opinión”
Mauro Bergoglio es enfermero profesional y desarrolla sus actividades en el Hospital Fernández y en el Dr. Enrique Marengo de Villa Ballester. Pone el acento en otro punto por demás álgido, para tener en cuenta. “Considero que dentro del personal sanitario no se tomaron todas las medidas para evitar contagios, ya que hubo y hay muchos profesionales de las salud afectados por el virus”.

Al día de hoy, el comportamiento de la población es clave al respecto. Isi sostiene que “fue variado desde personas que cumplían las recomendaciones impuestas por el gobierno provincial hasta las que continuaron con su vida normal, pero al exigirse cada vez más las nuevas normas de convivencia se adaptaron y se logró un consenso entre toda la población de sentido común”. Por su parte, Juliano es clara en el tema. “A mi criterio no. La gente no dimensiona el contexto social mundial que se está viviendo y no toma las precauciones necesarias. Al principio se seguían las recomendaciones de mejor manera, tal vez por el miedo del primer momento. Luego se comenzó a mezclar la política y otras ideas en una cuestión de salud. Esto es contraproducente. La pandemia dejo en evidencia la actitud individualista y poco solidaria de la sociedad”. Desde la primera línea de lucha contra el Covid-19, Bergoglio retoma esta idea. “Una gran cantidad de la población no tiene en cuenta la prevención para evitar contagios”
La reacción de los pacientes es clave y el diagnóstico es unánime. Isi afirma que “Los pacientes tienen, al igual que la sociedad, reacciones dispares. Algunos aceptan la nueva normalidad como prevención y otros se quejan de las nuevas medidas pero todos ceden y producen” mientras que Bergoglio sostiene que “están cansados de la cuarentena, muchos no pueden trabajar debido a la pandemia y tienen muchos problemas económicos”. Juliano da un paso más en su explicación. “El aislamiento afectó la salud mental de la mayoría de la población. No ver a tus amigos ni a tus familiares, cambiar el estilo de vida, tiene un impacto profundo en la salud mental, en especial porque estas generaciones no están acostumbradas a una disminución de la calidad de vida.
Es difícil entender para la gente que el contexto que vivimos es una guerra biológica con consecuencias sociales, económicas y psíquicas similares a contextos bélicos. El virus reemplaza las bombas. Salimos a la calle todos los días con bombas a nuestro alrededor (el virus), y eso afecta la vida diaria inevitablemente».

Como no podía ser de otra manera, las marchas “anticuarentena” también fueron parte del análisis pero se divide el hecho entre el derecho a la protesta y la validez de la misma. Isi centra su pensamiento en la importancia de “la capacidad de reclamo aunque no me parece el momento. Por ejemplo la marcha de los médicos en Córdoba que hizo su réplica en Catamarca en autos y con panfletos. Me pareció justa la manera de manifestar». Bergoglio y Juliano no están tan convencidos. Bergoglio también parte del hecho que “todo el mundo tiene derecho a hacer protestas por distintos motivos pero estas marchas lo único que consiguen es que aumente el número de contagios”. Juliano brinda una detallada explicación. “Cada vez más se puede ver el llamado ‘efecto Dunning-Kruger’. Este consiste en un trastorno cognitivo por el que algunas personas con escasa habilidad o conocimientos tienen un sentimiento de superioridad ilusorio, considerándose más inteligentes que otras personas más preparadas. Hay expertos en epidemiologia, médicos y personal de salud que se han preparado toda su vida para enfrentar pandemias y epidemias. Es fundamental no creer en teorías conspirativas o en información que solo circula en internet. La importancia de seguir los consejos de los expertos es la solución más eficaz para estos momentos. La historia nos demuestra que esa es la solución. Me gusta dar un ejemplo. En mi caso, soy psicóloga y no arquitecta, por lo cual cuando construya mi casa contratare a un profesional genuino porque no tengo conocimientos en construcción. Puedo opinar y dar mi punto de vista, pero es fundamental que siga los consejos del arquitecto para que mi casa luego no se desmorone. En esta situación pasa lo mismo. Es importante guiarnos por la evidencia científica, los expertos y las realidades que se vivieron en otros países, la salud no es materia opinable.
Con respecto a los discursos “antivacunas”, los tres son contrarios a esta postura. Mientras que Isi afirma que “las vacunas son la base de la prevención”, Bergoglio afirma que “no me parece acertado este discurso debido a que hoy por hoy una vacuna es lo único que puede ayudar a controlar el virus”. Isi se hace cargo de la coyuntura en tanto que “todavía no hay una vacuna aprobada y segura. No voy a recomendar ninguna hasta que pase las pruebas correspondientes para uso masivo en personas”.


La polémica respecto al manejo de los medios y el porqué no se respeta lo que dicen los profesionales de la salud también es otro punto de debate. Isi afirma que “La población está bajo una angustia y ansiedad generalizada. Tiene a los medios de comunicación bombardeando con noticias y la situación económica apretando el cuello, por lo que su reacción es comprensible”. Bergoglio trae experiencias vividas al respecto. “Considero que tiene relación con el nivel socio – económico, pero por otro lado existe un cierto grado de negación hacia la pandemia. En dos ocasiones dos personas me dijeron que descreían que hubiera una pandemia. Que habían averiguado entre sus familiares y conocidos y nadie se había enfermado” (esto es para relacionarlo con la explicación de Juliano del párrafo anterior). Justamente Juliano considera “fundamental el espacio de los medios para informar. La información es clave. El problema ha sido que la información fue exagerada y en muchos casos amarillista. El exceso de noticias y la información falsa afectó mucho a las personas llevándolas al agotamiento. Por otra parte, la falta de solidaridad y empatía es grande. La individualidad y el egoísmo se ven en muchos sectores. Es entendible que la sociedad tenga que salir a trabajar, pero los cuidados en todos los ámbitos y disminuir el resto de las salidas (salir solo cuando es necesario) es fundamental. Me cuido, para cuidarme y cuidar al otro”.

Las agresiones al personal de salud despertaron indignación en su momento. En este sentido, destacamos el haber tomado testimonios de distintos lugares. Isi planta bandera y afirma que “En Catamarca la situación es diferente. La mayoría de la población apoya el accionar médico y no se produjeron agresiones hacia el personal de salud hasta el momento”. Bergoglio, que tiene contacto directo con los pacientes a todo momento, se lamentó por las agresiones mencionadas. “Son totalmente injustas. El personal de salud está muy comprometido en controlar esta pandemia pero algunas personas parecen no percibirlo. Existe una paranoia en cuanto a los contagios que lleva a la agresión innecesaria. Al virus no hay que tenerle miedo, sino respeto. Lo mismo al personal de salud”. Juliano aseveró que “En estos casos, se movilizó más el miedo y muchas personas agredieron a aquellos que podían salvarlos. Vemos más individualidad y poca conciencia social. Cabe destacar que de igual manera hubo muchas otras situaciones solidarias y apoyo al personal de salud. Te diría que la pandemia puede sacar lo mejor o lo peor de uno, y es uno mismo quien elige para que lado ir”.

Finalmente, los profesionales son optimistas por la aparición de una vacuna. Desde la bella Catamarca, Isi afirma “Las esperanzas de una vacuna pone las expectativas altas. Algunos países la prometen para fin de año y eso provoca una tranquilidad. Ojalá se cumpla y podamos volver a la vieja normalidad”. Bergoglio, un luchador de la Salud, considera que “tarde o temprano se va a hallar una vacuna, pero esto se debiera dar completando todas las fases de investigación. Todas y cada una de ellas son vitales para hallar una vacuna realmente efectiva”. En el caso de Juliano, sostiene que las expectativas son “altas. Es importante que entendamos que nuestra vida no va a ser normal, al menos hasta que salga la vacuna. Aprendemos cosas de este contexto que serán parte de esa nueva vida. Todavía nos quedan tiempos difíciles y es importante que entendamos que es clave este momento y cuidarnos para no saturar el sistema de salud. Ahora es fundamental cumplir con las recomendaciones, salir para trabajar -y lo estrictamente necesario- y esperar a la cura o a la vacuna, que son las esperanzas de que esto termine. La nueva normalidad llego para quedarse.

Daños colaterales.

La pandemia trajo algunos datos que han quedado fuera de la cobertura mediática y que, en silencio, constituyen otros frentes que se han abierto por la cuarentena. Violencia de género, adicciones, etc. La licenciada Julieta Juliano responde las consultas al respecto. 
 
– ¿Estuviste atendiendo pacientes vía zoom u similar? ¿Cómo fue esa experiencia, más aún que en tu caso, la cercanía con el paciente es fundamental?
– Si, hasta el día de hoy mi atención es puramente online. No estoy retomando la atención presencial porque me parece un riesgo para mis pacientes y para mi que podemos, por ahora, evitar. De igual manera hace ya un mes que en casos de urgencias estoy teniendo consultas presenciales, o con aquellos pacientes que no tienen acceso a los dispositivos digitales.
Más allá de algunos problemas técnicos normales (cortes de luz o internet) la modalidad online fue haciéndose mas cómoda tanto para mi como para mis pacientes. Tiene también sus ventajas para ellos (como no trasladarse o tener sesiones desde la cama). Cumple de buena manera la función terapéutica y aunque no reemplaza la presencial puede ser una buena herramienta para sostener en los tratamientos terapéuticos más allá de estos contextos de pandemia.

– ¿Qué trastornos psicológicos han surgido o se han potenciado con la cuarentena?
-Trastornos de ansiedad, trastornos del sueño, episodios de pánico y depresión son aquellos trastornos que han surgido o se potenciaron en la cuarentena. El aislamiento y el cambio de vida inesperado son sus principales causas. 

 -Tengo entendido que aumentó el uso de calmantes e inclusive bebidas alcoholicas para afrontar la cuarentena. ¿No se estaría generando algún tipo de adicción futura?

-Aumento el uso de medicación, bebidas alcohólicas, drogas legales e ilegales. Esto se debe a que el sujeto intenta mejorar su calidad de vida de alguna manera debido al abrupto cambio que sufrió la misma. Es importante el abordaje psicológico y psiquiátrico durante la pandemia y va a ser muy importante las políticas publicas que se impulsen luego de la pandemia en materia de salud mental para evitar grandes consecuencias negativas en la población y psiquis.

– En su momento, con la cuarentena obligatoria, se dijo que hubo un incremento de los casos de violencia de género y separaciones. ¿Qué podes decirnos desde tu lugar?
-El aumento de la violencia de género se debe a que de golpe la victima tuvo que convivir con el victimario todo el día, sin poder salir y sin vínculos de ayuda. La convivencia obligada dejo expuestas más situaciones de las que seguro ya existían en esos hogares.
Además de eso la mujer se vio sobrecargada de las labores domésticas, ya que se sumo el acompañamiento escolar de los hijos y el cuidado diario de la familia que ahora deben realizar sus actividades en la casa.
Respecto a las separaciones, contextos como estos ponen a prueba los vínculos. Es normal que una situación extrema de aislamiento ayude a las personas a descifrar si quieren o no mantener ciertos vínculos. De igual manera, es recomendable no tomar decisiones claves en este momento de pandemia, el contexto es muy cambiante y puede influir en tomar decisiones apresuradas. Es importante tener en cuenta lo vivido y tomar la decisión cuando el contexto sea más amable (esto hablando siempre de situaciones de parejas con vínculos saludables, en contextos de violencia se debe intervenir inmediatamente).
La experiencia fue nueva. Nunca había atendido de esta manera. Al principio, los pacientes dudaban de la nueva modalidad y muchos de ellos prefirieron esperar. Con el paso del tiempo, y viendo que la pandemia se extendía, fueron sumándose a la modalidad online (zoom, meet o llamadas por WhatsApp). El cambio fue rotundo. Se pierden muchos detalles de la presencialidad que son importantes. A pesar de esto, la cercanía con el paciente se pudo trabajar, y con el paso del tiempo las diferencias se fueron achicando. Se continuaron los procesos terapéuticos, y mas que todo acompañar en el contexto difícil que se vive. La mayoría de las obras sociales y prepagas aceptaron la modalidad online reconociendo el derechos de sus pacientes a seguir sosteniendo sus espacios de salud mental. Cabe aclarar que otras prepagas rechazaron esta modalidad violando los derechos de sus afiliados a cuidar su salud mental. 

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