¿Te imaginaste alguna vez que Jimmy Page, Jack White y The Edge podían tocar juntos? El excelente rockumental “It Might Get Loud” lo hizo posible.
Dice el refrán que “de buenas intenciones está lleno el camino al infierno” pero este no es el caso. El gran Jimmy Page, una de las cuatro cabezas de esa banda genial llamada Led Zeppelin, se juntó con The Edge (U2) y Jack White (White Stripes, Racounters, Dead Weather) para trazar un panorama de los diversos estilos que han creado estos tres guitarristas.
El rockumental, de nombre «It might get loud» es muy rico y con gran ritmo. Cada uno de los músicos presentan sus respectivos estilos -personalísimos- de tocar la guitarra y como ven el rock desde que empezaron a tocar.
El comienzo del film lo muestra a Jack White haciendo una guitarra con una madera vieja. Ese concepto de «artesanía» está presente en el desarrollo de la peli ya que busca mostrar a los músicos en sus respectivos habitats, contando sus experiencias y el lugar del cual viene cada uno. De esta manera, se podrá apreciar la evolución de un tapicero de Detroit, un estudiante de arte de Dublin y un músico de sesión de Londres hasta convertirse en lo que son hoy en día. Asi, The Edge hablará de la primera gira de U2, Jimmy Page tocará «The Battle of Evermore» en una mandolina o Jack White recordará las canciones del gran blusero Sun House.
El film es dinámico y permite ver los secretos de las consolas y pedaleras que usa The Edge para la creación de ese sonido tan “característico”, propio de U2. Aquí, es un punto donde se aprecia que las diferencias entre ellos enriquecen el film. La relación con la tecnología es uno de los tópicos a tratar en los cuales se notan diferencias en las concepciones de White y Edge.
Uno de los momentos más logrados es cuando Jimmy Page toca el riff de “Whole lotta love” en el que parece una clase (magistral) de guitarra. Verles las caras de felicidad a Edge y White no tiene precio. Pero en el último caso, vuelve a “pecar” (¿?) de fan al igual que en “Shine a light”, la película de los Rolling Stones en la cual subió a tocar una versión correcta de “Loving cup”. En ambas situaciones, a White se lo vio como “apichonado” frente a las leyendas.
Cada uno de los personajes representa una situación determinada: el pasado glorioso, un presente consolidado y la promesa visceral. Asi, en “My time of dying”, se unen los tres, slide mediante, de manera espectacular. Ahí sí, al que se lo ve menos cómodo es a The Edge pero tampoco desentona.
Por otra parte, da gusto verlo a Jimmy Page de buen talante y con el talento intacto. Sobre su figura (y su historia) gira buena parte del film.
No van a faltar quienes se quejen y pregunten ¿Por qué está este y no otro? ¿Se puede considerar a White y Edge” como “héroes de la guitarra”? ¿Tiene el señor blanco méritos suficientes para estar al lado de Jimmy Page? ¿A Edge le sacás las consolas y no sale de un acorde? En You Tube, hubo muchas críticas a la performance de The Edge pero, quien estas líneas escribe, sostiene que, si bien pueden ser acertadas, el film lo incluye y a partir de dicha realidad, se ve y se disfruta. Después, cada quien tiene el espacio en su corazón rockero, blusero o metalero, dedicado a aquél que lo emocione con las seis cuerdas.
“It might get loud” es un rockumental de calidad que permite verlo, discutirlo, disfrutarlo y re-descubrir a tres guitarristas que, pese a quien pese, han escrito sus nombres en la historia del rock por merito propio.