Tia Juanita: “El mestizaje hace que la música sobreviva”

Hay pocas bandas que pueden combinar diversos estilos pero con una naturalidad envidiable tal como lo hace Tia Juanita. Antes de presentar su último disco “Una parte del movimiento”, Josefina Rozenwasser, primera voz y frontwoman de la banda, habla con ECDL sobre un disco excelente de principio a fin, sus influencias, la muerte de los “géneros puros” y su participación en “Spinetta se hace folklore”.  


– Josefina, ¿Cómo surge la posibilidad de hacer «Una parte del movimiento»? 
– El disco es una suerte de ¨tesis¨ de estos años de búsqueda. Teníamos un manojo de canciones que fueron dándole forma a esto que finalmente fue ¨Una parte del movimiento¨. Queríamos reflejar estos años de investigación, pensándonos y pensando el disco, como una parte de este movimiento que somos como banda y del que formamos parte como generación.
Este proyecto de disco fue declarado de Interés Cultural y conseguimos los fondos a través del auspicio de Mecenazgo Cultural. Asi pudimos grabar el disco. 

– Los doce temas del disco, ¿eran los que tenían elegidos o dejaron material afuera? 
– Cuando empezamos a pensar en la idea del disco, el repertorio incluía mas temas de otros compositores, pero con el paso de los meses y los ensayos, todo fue decantando y madurando y terminamos eligiendo apostar mas a nuestra música y quedaron seleccionadas estas 10 historias nuestras que nos permiten trazar una linea en el tiempo de nuestra banda.  Van desde el comienzo hasta estos días (estéticamente hablando) y sumamos también, dos arreglos propios de dos canciones uruguayas. 

– ¿Cómo fue el trabajo en el estudio para lograr este sonido tan actual pero, a la vez, fresco, para los diversos géneros que abordan? 
-Llegamos al estudio con mucho ensayo transitado, y con una idea bien clara de hacia donde queríamos ir. Al comenzar a grabar, encontramos, junto con los técnicos de Casa Frida (el estudio maravilloso donde grabamos), un espacio de comunión muy linda donde conversar, sobre esto que estaba empezando a gestarse. Fue ahí cuando esas ideas tan claras que llevamos se movieron un poco y empezamos a  sacudir esas piezas para armar un nuevo rompecabezas con el disco. Trabajamos mucho junto con ellos. Asi fue que logramos un sonido, fresco y real. Ese estudio trabaja muchísimo sobre esas verdades que los músicos buscamos. Cuentan con el equipamiento edilicio, técnico y humano para hacer que ese sonido se cuide y a la vez que vuele. Es cierto también que si vas con ideas claras pero la cabeza y el alma abiertas para mutar todos juntos hacia lo que finalmente sucede en ese mágico momento, se pueden celebrar muchas cosas nuevas que después se escuchan en el disco. Creo que esto se logra gracias a ese trabajo en equipo. 

– ¿Por qué eligieron los temas de Zitarrosa y Daniel Viglietti como temas para el disco? ¿Tenían otros? ¿Siempre pensaron en «no respetar» los originales y agregarle algunos arreglos para enriquecerlos? 
– Elegimos esos dos temas, primero porque amamos a esos compositores tan emblemáticos de Latinoamérica. En su obra transitan y  atraviesan la historia del continente. Cuando empezamos a escuchar esos temas, casi himnos para nosotros, sentimos que teníamos algo para decir sobre ellos. Había algo que nos tocaba y a la vez nos permitía “opinar”. Las buenas canciones se bancan muchas versiones porque tienen tanta riqueza en si mismas, que trascienden las épocas y los estilos. Pasan los años y son actuales al tiempo que “actualizables”. Se bancan la marca de época, de otra generación. No pensamos en romperlos o  en “no respetar” las versiones originales, si no que sentimos el deseo de sumar nuestra lectura de esos decires, de dejar plasmada nuestra visión y versión. Cuando arrancamos, tocábamos algunos temas del Cuchi Leguizamon y Fattoruso, que también los amamos, pero en “Negrita Martina” y “Adagio en mi Pais” fueron los que logramos apropiarnos mas y sobre los que tuvimos mas para decir.

¿Cual fue el tema que más tiempo les costó «cerrar» del álbum, con el cual no terminaban de darle el toque final? 

– “El fin del fin del mundo” fue uno de los que nos costó más porque la mezcla era difícil. Los planos, el arreglo es un entramado complejo y no lográbamos terminar de escuchar lo que queríamos, hasta que con mucho laburo y escucha, lo logramos. 

-¿Hubo algún tema que, en su origen tuvo algún estilo determinado y después terminó en otro? -Si, pero antes de entrar al estudio, sucedió en los primeros ensayos de “Ay con mi ausencia”, el tema que abre el disco. Viró hacia algo mucho mas funkero de lo que habíamos pensado. Comenzó siendo un huayno (lo sigue siendo un poco en los estribillos), pero se fue encontrando mas en ese lenguaje, desde lo timbrico y lo rítmico. Es funk. La letra habla de algo así como la ausencia de uno mismo y es algo desgarradora. Al mutar estilísticamente, termino “alivianándose” un poco y eso estuvo bueno. A veces es mejor sacar un poco de densidad en el arreglo y sumarle por otros lados, para que el mensaje llegue, o no se si es lo que está bueno, es lo que sucedió (risas).


– ¿Cómo se concreta la participación de Nora Sarmoria y Facundo Guevara en el disco? 
– Nora y Facundo, son músicos que admiramos mucho. Fueron siempre grandes faros para nosotros. Cuando pensamos en tener invitados en el disco, pensamos en ellos. Sentimos que, no solo podían sumar muchísimo musicalmente, si no también que iban a mostrar cuales eran nuestras influencias y raíces a la hora de crear, escuchar y hacer. Algunos de los integrantes de la banda, habían tocado y estudiado con ellos. Cuando les hicimos la propuesta, se sumaron encantados a este viaje. Nora también había tocado de invitada con nosotros algunas veces en el 2014, asi que fue un buen broche de oro. 

– Las letras son elocuentes con la realidad social y demás. ¿Crees que hoy en día se privilegia más la música que la letra? 
No, para nada. Estamos en un momento, donde hay mucho de todo. Con el paso del tiempo y de los músicos, la música popular siguió complejizándose o enriqueciéndose al mezclarse con otros lenguajes. Creo que la muerte de los géneros puros, es algo necesario (seguro me aniquilen por pensar o decir esto, pero lo sostengo). El mestizaje es lo que hace que  la música sobreviva, el dialogo entre generaciones, Hablo de “la muerte de los generos” pensando en que las cosas se tengan que hacer solo de un modo, como hace 100 años. Me opongo a eso. Es muy enriquecedor ver que las nuevas voces hablan, con palabras de los de antes y con palabras propias, pero sobre todo que tengan voz. Si hablamos de música popular, hablamos de pueblos. Entonces, el diálogo es enriquecedor. La idea de compartir raíces hace que todo vire hacia nuevas verdades permitiendo que nada sea enteramente de un lugar, o de una generación. Esto hace que nada muera y que se preserven las especies musicales y humanas. La poesía, a su manera, también lo hizo. Sigue buscando y encontrando su manera de decir. Me gusta creer que en todas las épocas pasan grandes cosas. Creo que ahora hay MUCHISIMO de todo y a lo mejor desbordado por todos lados. Cuando  pase un poco de tiempo, tendremos la posibilidad de escuchar mas organizadamente todo lo que se está produciendo, que es un montonazo y casi todo independiente. Esto si será un marca gloriosa de época. Hay grandísimos músicos y músicos poetas haciendo músicas nuevas. Es un acto de fé ya que es muy áspero el mundo de la música hoy. Es una especie de necesidad y de resistencia. Los grandes en la música popular nos fueron dejando varas muy altas. Eso fue lo máximo porque siempre hay que seguir buscando y haciendo. 

-¿Las diferencias con el primer disco «El árbol que vendrá» son a nivel estilistico o más cercana a la producción del álbum? 
– “El árbol que vendrá” fue un EP que hicimos casi sin querer. Ibamos a grabar unos temas y terminamos haciendo un “disquito” (son solo ocho temas editado digitalmente). Hay una diferencia muy fuerte en la estética. En el primer material, el aire folklorico argentino estaba más claro y en nuestro último disco encontramos nuestro lenguaje, que es mas urbano, con aires mas rockeros y jazzeros y de algún modo, mas áspero y mas propio. No me gusta mucho pensar en los géneros para definir las cosas, pero creo que ayuda siempre a entender el recorrido. A su vez de ese momento a esta parte, cambiamos la formación de la banda, se sumó Sebastian Zanetto en piano (piano y rohdes) y Alejandra Yuhjtman en Vientos (saxo, clarinete y claron), Jeronimo Peña, el percusionista, empezó a sumar a su set la bateria también, Matias Alabmoante, guitarrista de la banda, metió unas guitarras eléctricas, Juan fiori, contrabajista de Tia Juanita, en vivo empezó a sumar el bajo eléctrico y yo,  empecé a usar algunos efectos para la voz, todo esto hizo que la tímbrica mute mucho. Desde lo compositivo, se modificaron mucho los paisajes también, como decía antes, hay una aspereza, una urbanidad, en los temas, que no estaba tan clara en el disco anterior. 

-¿Cómo recordas la participación de Tia Juanita en el «Spinetta se hace folklore? Solían tocar temas de Spinetta? 
– Ni bien arrancaron el proyecto nos contactaron para ser parte. Desde hacía un tiempo, tenia un arreglo para piano y voz de  “Que ves el cielo”. Cuando nos contaron del proyecto, implicaba “folkolclorizar” algún tema del Flaco, pensamos en este arreglo.Lo adaptamos a un aire de Rasguido doble. Fue un experimento muy lindo. 


– ¿Cuales serían las influencias de la banda? 
– Van desde Atahualpa a Spinetta, pasando por Bjork. No sentimos que todo eso se escuche en lo que hacemos sino que nos ayuda a seguir buscando. Todo lo que vamos escuchando de los grandes músicos que tocan en nuestro país, en todos los tiempos y lugares, van dejando una huella que nos permite seguir buscando. Son rumbos algo inciertos, pero que nos llenan de alegría.


– ¿Por qué el nombre «Tia Juanita»? ¿Cómo y cuando se formó la banda? 
– Estábamos buscando un nombre de banda que fuese un nombre propio y común a Latinoamérica. Queríamos un nombre que en todos lados, fuese un nombre común, un nombre cotidiano en el campo y en la ciudad. La tía abuela de uno de los chicos de la banda tiene una Tia Juanita. Una vez hablando lo mencionamos en un almuerzo y nos enamoramos de este nombre.
La banda se formo en el 2013. Somos amigos que queríamos tocar juntos, desde hace tiempo y tener un espacio donde crear. Siempre tuvimos, un deseo muy grande de investigar, de buscar y de hacer. En ese entonces éramos Jeronimo Peña, Matias Albamonte, Juan Fiori y yo. Contábamos con algunos temas que había empezado a componer y algunos de otros compositores  y empezamos a arreglar entre todos. Veníamos todos de diversos mundos musicales y la verdad es que fue un ejercicio increíble darnos cuenta lo placentero que era crear y trabajar juntos. A fines del 2013 entró Alejandra Yuhjtman a la banda. Traía la misma energía que nosotros teníamos (que suele ser muchísima), sumado a un sonido maravilloso y muchas ideas y talento. Esto permitió que podamos  seguir ampliando nuestra búsqueda. Para ese entonces y con su llegada, la improvisación paso a ser un elemento muy importante en la banda.  Por último, entró Sebastian Zanetto en el 2015, sumando toda su musicalidad y experiencia que permitió que continuemos sumando lenguajes a nuestra música que hacen que podamos todos volcar lo que somos en nuestros temas. Nos encanta investigar, probar, creer en lo que hacemos. Estamos convencidos que sin eso no hay nada. Nos encanta sentir que esas verdades y ese deseo se escucha en nuestro último disco. 

Tia Juanita se presenta 

– Sábado 24 de octubre en Mediterránea Teatro, Tucumán 3378. A las 21.30 hs 
– Sábado 7 de noviembre en Circe, Av. Córdoba 4335. A las 21.30 hs 
– Viernes 20 de noviembre. en Mediterránea Teatro, Tucumán 3378. A las 21.30 hs.

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