Hizo publicidades y bolos pero ahora, divide su tiempo laboral en el teatro, con “Agosto” y en tele con “Ver para leer” con Juan Sasturain en el 11, después de haber terminado “Ciega a citas”, la exitosa tira de Canal 7. Fabián Arenillas cuenta que le sorprende como se enganchó la gente con Silvani y su vida en la actuación.
Fabian Arenillas
– ¿Cómo surge la posibilidad de estar en “Agosto”?
– Me llamó la producción y me ofrecieron ese personaje. Ahí lo conocí a Tolcachir, el director. Son procesos cortos, viste? Porque al ser de producción comercial, tienen periodos breves de ensayo, tenés que definir de acuerdo a tu imaginario, brevemente. El personaje, Marcelo, todos los hombres de la obra son periféricos al mundo femenino. Después están todos los hombres que van llegando a esa casa. Todos tienen una debilidad, un costado difícil y a mi me tocó uno de los peores, jaja. Tuve que laburar con la mayor piedad posible con el personaje.
– ¿Y con Silvani?
– Silvani es parte…”Ciega a citas” está tomado de un blog de un periodista llamada Carolina Aguirre, que tuvo mucho éxito en internet y se editó en libro. De ahí, se toma la historia de “Ciega a citas”. Silvani es un personaje que está en el blog, un redactor con características similares a las que hago yo en la televisión. Es bastante periférico pero por suerte, cobró mucha más envergadura de la que realmente tiene en el blog. La autora Marta Vestoldi, (chequear el nombre de la mina esta en Google) me dijo, antes de empezar, que tenía la idea de que Silvani tenga un peso fuerte en la oficina. Y cumplió.
– ¿Fue difícil hacer a “Silvani” con sus características?
– Lo vas descubriendo. El proceso es muy divertido asi como hacerlo. El único tema que tenía era que es un tipo despótico y tirano, medio malo. Un día, Silvia Montanari me dice “tenés que disfrutar del malo. Olvidate que es malo. Cagate de risa”. Igual medio que ya lo tenía pensado pero ese fue un poco el punto de partida. ES un malo divertido. Me divierto yo y también mis compañeros por el lugar que ocupa ahora dentro del grupo.
– Es una especie de “antihéroe”. Porque…Silvani tiene onda!
– A mi me sorprende porque pienso que no tienen ninguna onda. Es un turro de primera! Jajajajaa. Pero ahí es uno (que es el que lo hace) es más acomplejado o más moralista que dice “mirá este guacho, las cosas que hace! Eso me encanta, que haya gente que le parezca que tenga cierta onda. Hay gente que me dice “lo banco a Silvani”, “aguante Silvani”. Es raro…pero por algo es. Algo debe tener.
– Es mérito tuyo…
– Si, porque lo hago yo pero podría haber tenido miles de variantes interpretativas. A mi se me ocurrió esta. Como cosa positiva es que logró una empatía rara con la gente.
Intermedio: La cita iba a ser originalmente en “El empujón del diablo”, en Palermo. Como estaba cerrado, cambiamos sobre la marcha. “Yo canté tangos en El empujón”, cuenta Fabián y adelanta que “vuelvo en abril”. Hacemos las fotos en un pasaje, frente al “Empujón”, en la esquina de una parrilla. “No daba hacer la nota en la parrilla. ¡No nos íbamos más de ahi!”. Fabián tiene esa picardía de un tipo de barrio.
– ¿Te sorprendió lo que pasó con «Ciega a citas»? Porque apuntaba a una onda más de culto…
– Si, como “El tiempo no para”. ¿Sorprender? Humm..maso…no soy de poner expectativas ni a favor ni en contra. Por ahí, un poco si porque digamos, estamos en un canal en el que podemos hacer cosas con menos presiones y con una audiencia más baja. Por ahí, te quedás medio corto de audiencia y no se termina de armar la cosa pero acá, también entro a jugar internet, Facebook y que se yo…como que…Igual, te digo la verdad, le tenía fe.
– ¿Cómo es trabajar en la televisión pública?
– Trabajamos indirectamente ya que es una productora y no piso Canal 7. Está bien porque es un espacio menos condicionante, comparativamente con un canal que depende mucho del rating. En ese sentido, es mejor.
– ¿Más relajado?
– Si, tal cual. Yo venía de hacer “Pells”, paré un mes y empecé con esto. Con cuestiones que tienen que ver con el canal que se emite, es mucho más relajado.
– ¿Qué tal “Pells”?
– Humm….Bien. No, digamos que fue una experiencia muy intensa pero aprendés. La pasé a veces bien y otras veces mal pero la verdad es que conocí a una productora que no conocía, la de Ortega, con quien tengo la mejor onda y fue una gran experiencia con él y su hermano dirigiendo. Después, por ahí, porque el personaje mío estaba pensado, a diferencia de Silvani, que se quede ahí y no que se desarrolle. Y a mi, cuando me concentrás un poco, no nado demasiado cómodo pero igual aprendí un montón.
– ¿Es estresante el ritmo de grabación de las tiras?
– Si, porque son muchas horas y muchas escenas por día. Tenés que resolver todo el tiempo. No parás nunca y esto es para todos, para los técnicos, para los actores, directores. Para todos.
– Recién me decías que fue un poco así, Marcelo, tu personaje de Agosto. ¿Podés trasladar el método de teatro a tiras o viceversa?
– Por ahí, la diferencia es que en televisión no tenés un proceso de ensayo de búsqueda del personaje. Eso serían los primeros capítulos. Vas encontrando el personaje a medida que lo vas haciendo. En teatro hay una búsqueda previa que te permite llegar al estreno con algo más definido. En el cine pasa algo parecido. Son procesos diferentes
– ¿En cual te sentís más cómodo?
– El tema del teatro, si bien hay ensayos, el tener algo terminado para un día o una función me resulta algo vertiginoso. No me siento muy cómodo con eso. En la televisión es más relajado ya que vos vas “campaneando” viste? Lo vas armando. Tiene que aparecer los primeros diez capítulos sino…La verdad es que a mi me gusta el trabajo de preparación del personaje. Me formé como actor entonces me gusta estudiar el personaje….
– Meterte…
– Meterme me meto siempre. No soy un tipo que trabaje en primera persona. Tiendo más a desdoblarme. Disfruto más de eso. Encarno el personaje para que sea creíble y por eso, te metés. Me gusta estudiar el personaje, me gusta componer.
– En tele, siempre hay una figurita bien rodeada por actores de teatro…
– Si…pero eso no está pasando mucho ahora. En realidad, tratan de que sea una figura muy mediática y rodearla de actores sólidos aunque estos no sean siempre de teatro. En los Pells, no había actores de teatro ya que depende del proyecto. En “Ciega a citas” si. Pero si por ahí a la figura la rodean de cierta solidez también es por el bien de que salga todo.
– ¿Cuando empieza la pasión por la actuación?
– De chico. Empecé porque me gustaba mostrarme, hacer de otro. De chico, era muy imaginativo, de contar historias y de mostrar las cosas que hacía.
– ¿Hijo único?
– Único varón. Era de ponerme a cantar. El tener un lugar de histrionismo y después, el trabajar de eso.
– Si por la puerta de este bar entrase el pequeño Fabián que recién empezaba, ¿qué le dirías?
– Que confíe, que sea felíz. Que siga soñando, que está todo bien
– ¿Te arrepentís de algo?
– No.
buena entrevista