Es la voz y el corazón de María Kubic, uno de los testimonios más relevantes de la película “Argentina 1985”. Natalia Olabe cuenta los pormenores de su participación en el reconocido film de Santiago Mitre, y se presta a un rico intercambio respecto a los elogios y críticas que la atravesaron.
– Natalia, ¿en qué momento de tu carrera como actriz y cantante, llegó “Argentina 1985”?
– Llegó a mis 55 años, en plena pandemia, por lo que mi trabajo -como el de todos-, estaba bastante interrumpido y muy incierto. Fue en invierno del 2022, momento en que estaban empezando a abrirse y a retomarse algunas tareas, como las audiovisuales pero aún con estricto protocolo. Por todo esto, fue una gran alegría cuando me confirmaron. Poco tiempo antes, me había salido una participación en la miniserie María Marta el crimen del country. Fueron dos trabajos seguidos que me hicieron muy bien, por sentir que era posible volver a trabajar y porque me encanta hacer tele o cine. Fue un muy buen augurio retomar así la actividad.
– ¿De qué manera llegaste a la peli?
– Vi un aviso en Facebook en el que buscaban actrices de mi edad. El casting lo hacían Mariana Mitre a quien conocía de nombre y Katia Szechtman. La verdad es que no recuerdo qué más decía el aviso. Creo que nombraba la producción de La unión de los ríos…No suele haber muchas convocatorias para cine por FB, así que mandé material enseguida. Pasó un tiempo hasta que contestaron y cuando lo hicieron, me sorprendí tanto como me alegré. Me propusieron dos personajes posibles. Hice el autocasting con la presentación y dos escenas distintas. Al final, quedé para la de María Kubik.
– ¿Cuánto tiempo de filmación tuviste?
– Tuve dos jornadas. Una para la escena de la declaración de María Kubik. Linda jornada, expectante al principio y de a poco, más relajada. Emotiva y disfrutable. La segunda fue la escena del alegato final de Strassera con la sala llena. Con ese texto y el aplauso, hasta en las repeticiones había emotividad.
– ¿Fue difícil armar al “personaje” de María Kubik?
– Busqué en internet material sobre ella, pero no hay mucho. Santiago Mitre me contó un par de cosas el día de la filmación. Eran tristes y se referían a como lo vivieron cada uno de los casos que aparecen. En realidad, como tenía sólo una frase, que era tan contundente y dolorosa, pensaba en eso. Probaba y repetía la frase de mil y una formas. En el día de la filmación, no quedó mucho de esas pruebas. Fue mucho más importante estar ahí ese día y repetir la escena. Mitre me dio algunas indicaciones, pero hubo algo de la emoción por estar en esa sala, por la mirada de los jueces en mí, por tener a un lado a Héctor Díaz como abogado de Videla mirándome también y a la fila de abogados de los militares y los milicos atrás mío que, aunque no los veía, eran presencias muy firmes y simbólicamente muy fuertes. Me tembló todo más de una vez.
– ¿Cómo era el clima de la filmación, teniendo en cuenta el tema que se trataba?
– Fue muy bueno siempre, con una predisposición y trato acorde. Sabíamos que era un tema muy importante de nuestra historia reciente. Confiaba mucho en la mirada de Santiago Mitre y la de Mariano Llinás como guionistas. Como director, Mitre fue muy dedicado y tranquilo, muy claro con las indicaciones y agradecido por mi trabajo cuando terminamos de filmar. Hubo momentos muy emotivos tanto al repetir mi escena como lo que me contaron, por ejemplo, de la jornada en que filmaron la escena de Laura Paredes como Adriana Calvo de Laborde y probablemente en otras también. Fue conmovedor tanto para quienes actuábamos como para quienes nos rodeaban o compartían las escenas.
Por otra parte, fue muy bueno el reencuentro con compañeros queridos después de mucho tiempo de no vernos, conocer a otros y recibir su consideración y buena onda con lo que estaba haciendo. Ni hablar de lo contenta y tranquila que me sentí cuando Mariano Speratti, Pablo Caramelo, a quienes quiero y admiro, me dijeron palabras alentadoras y lindas sobre mi escena. Había otros actores a quienes solo conocía de verlos actuar y me encantan, que tuvieron gestos muy alentadores. El grupo de chicos de “los fiscalitos”, ¡compañerísimos! Para mí hubo mucha generosidad de parte de todos.
Además, era muy movilizador estar en esa sala, la sala original del Juicio, ver-vernos ahí y a la vez imaginar las presencias anteriores, cómo habrían sido los testimonios reales. En cuanto a las cuestiones del protocolo, hisoparnos cada vez, meta y ponga con el barbijo todo el tiempo, los boxes separados para comer, nunca dejó de ser extraño, pero la llevábamos bien. Hubo hasta situaciones divertidas, como estar filmando la escena del alegato final con la sala llenísima y que una de las asistentes advirtiera con megáfono que había que repetir la escena porque alguien se había dejado el barbijo puesto.
– ¿Qué sentiste el último día de filmación…?
– Alegría, tranquilidad y agradecimiento por haber sido parte de la película, además de quedar conforme mi trabajo. Quedé con un poco de intriga por no seguir otras jornadas y pensaba qué estarían filmando. Tenía una gran expectativa por ver la peli terminada, cómo iba a quedar mi parte así como tantas otras escenas con actores y actrices con los que no me había cruzado y sabía que estaban, cómo iban a contar la historia familiar de Strassera cruzada con el Juicio…
– ¿Y cuando la viste terminada, en el cine?
– Me gustó mucho. La vi dos veces -bastante cercanas- en cine. Eso siempre permite ver más y mejor. Para la primera, entramos juntas con Anahí Martella, así que compartimos emoción. Confieso que estuve bastante pendiente de mi parte. Si bien uno nunca sabe cómo se va a resolver en la edición, me gustó mucho cómo quedó. Otra alegría fue encontrarme en ese estreno con Pepe Arias, compañero mío durante 20 años del grupo La Noche en Vela. Sabía que hacía de Neustadt, así que ahí me crucé con Pepe. ¡Un alegrón! Me gustó cómo está contada y filmada, la recreación de época, y el humor que tiene, que también algunos critican o no les gusta. A mí me parece sutil, sorpresivo y bueno para el relato.
– ¿Cómo estás viviendo el suceso de “Argentina, 1985”?
– ¡Con mucha alegría! Creo que es una muy buena película que está bien contada, con una buena dirección y actuaciones de calidad. Es muy importante el tema que cuenta y lo que generó. Incluso las discusiones y hasta las malas críticas. Es lógico que, con este tema, se planteen visiones y versiones diversas, abriéndose la discusión, sobre todo entre quienes vivieron esos días. Que la vean y la trabajen en las escuelas, me parece de las mejores cosas que generó. Por todo esto es que también me da orgullo haber trabajado ahí y ser parte. Aparecer en el trailer oficial me impactó y me encantó. También me gusta cuando me saludan tanto mis más cercanos como amigos o gente que hacía mucho que no veía o que viven afuera.
– ¿En algún momento, linkeaste el contexto de la peli con la actualidad?
-Estando ahí, en esa sala, pensaba en la pandemia y en tantas diferencias que eso producía, que no estaban en esos años. Pensaba en nosotros actores y en las personas reales que habían estado ahí. Me emocionaba y daba impresión. Ver a los compañeros que representaban a los milicos reales e imaginar ahí a los verdaderos. Marcelo Pozzi está tan bien como Videla que impresionaba a todos y los demás tenían gran parecido físico. Era pensar en cada testigo y sus historias asi como reveer varios videos de testimonios reales en You Tube. También en cierta efervescencia o entusiasmo que había en esos años, en avances y retrocesos que hubo después como la Obediencia Debida y el Punto Final. Los comienzos de Madres y Abuelas, tan fuertes, admiradas, en los logros, la cantidad de nietos recuperados y los que faltan. Recordé que están muy viejitas; a las que no están y en lo que nos queda a los que estamos, todavía.
– ¿Te sorprendió que buena parte de los espectadores, sean jóvenes?
– No sé si tanto, pero lo que sí me sorprendió fue lo que empezó a pasar con la proyección y debate de la peli en las escuelas. Es muy bueno que la vean chicos que conocen la historia o que se enteraron ahora, que discutan o tomen posición. Supongo que además de la historia de Strassera y del Juicio, la presencia del «grupo de los fiscalitos» debe haber impactado muy bien, particularmente entre los jóvenes, por cierta identificación, ya sea por la edad o la empatía.
– ¿Qué te decía tu familia, tus amigos con relación a la peli?
-En general me felicitaron, incluso muchos que no veía desde hacía años. Me preguntaban mientras estuve filmando y cuando se estrenó. También yo les pedía opinión. Escucho a quienes quiero y respeto, a mi papá y su mujer, a mi mamá y a grandes amigos. Me decían que se me veía bien; algunos se emocionaron y se alegraban por mí. En general, fueron buenas opiniones acerca de la película. Todos muy amorosos y alentadores.
– La película fue muy elogiada y ganó muchos premios. Ahora, va por el Oscar. Amén de esto, hubo críticas respecto a que no se vio mucho a las Madres y Abuelas, concentrándose en Strassera. ¿Qué pensás al respecto?
-Sí, hubo muchas críticas sobre eso, personas y situaciones que no aparecen o se muestran poco. También se cuestiona que no aparezca el rol de la CONADEP con la importancia que tuvo o se lo vea poco a Alfonsín. Como sea, creo que esas críticas responden a los deseos de quienes las hacen, de querer ver tal o cual cosa. No está mal cuestionar o querer más, pero esas cosas se pueden tomar en cuenta para una próxima película de Mitre o de quien quiera contar eso que no está.
En el caso de la mayor presencia de Madres y Abuelas, confieso que, en algún momento lo pensé, simplemente porque las admiro y quisiera verlas siempre, pero concluí que tanto la aparición de Estela en un televisor con imagen real de la época como las escenas donde aparecen dos de las Madres -una de ellas, personificada por Anahí Martella-, son la presencia simbólica de las Madres y Abuelas que el director decidió contar de esa manera. Los motivos no los conozco, pero para mí está claro que es eso y lo respeto. De hecho, estuve en una función de la película con presencia de varias Madres, Estela, Pablo Díaz y presencia de Familiares y organismos de Derechos Humanos. El aplauso y el disfrute fue unánime y los discursos de varias de ellas/ellos fueron de agradecimiento y emoción, centrados en la importancia de hablar y tener una película con este tema. En cuanto a que se concentre en la figura de Strassera, también es una decisión del director y si hubiera otra persona en la que centrarse, también, habría que hacer otra película porque en una sola no se puede poner ni contar todo. Lo que se muestra y se cuenta es decisión- ideología del director y guionistas, así como las omisiones. Algo importante a tener en cuenta es que no es un documental, por eso hay pleno derecho de sumar ficción, que la tiene. Al tratarse de un tema histórico tan importante que trajo y trae tanta discusión, supongo que todo eso que falta se puede discutir en cualquier debate sobre la película, en escuelas, bibliotecas, agrupaciones políticas, en las casas o donde sea. Hablando de documental, sé que el 24 de marzo próximo, se estrena “El Juicio”, un documental de Ulises de la Orden sobre el mismo tema. Personalmente tengo muchas ganas de verlo porque de él vi dos veces “Río arriba”, una peli que dieron hace unos años en el MALBA y otra vez en una carpa cultural en la hermosa Iruya, Salta. Además de haber sido una experiencia preciosa esta última, la película me encantó. Por eso creo que puede ser super interesante ver este documental y ¿por qué no? comparar. Ver diferencias, charlar, asombrarse, enojarse, lo que pinte. Bienvenidas las diversas miradas, criterios y análisis que provoquen ambas.
¿Qué sentís respecto a la crítica hacia los actores por su participación en política?
-Como se suele decir, todo es político. Algunas obras (me refiero a las artes en general) son más directas, otras no tanto o más poéticas por decirlo de alguna forma. Cada cual elige qué hacer y decir así como participar más o menos. Me parece valioso y jugado que eso se pueda hacer y que muchos lo hagan, sea desde una producción como esta película, desde instituciones o directamente desde la militancia política. Admiro y respeto mucho la movida política y cultural que hacen, por ejemplo, en SAGAI. Es buenísima la cantidad de propuestas que hay para los estudiantes y los actores. También destaco el acompañamiento y apoyo que nos brindan desde la Asociación Argentina de Actores.
Concretamente, en cuanto a la crítica a los actores con participación política, no sé por qué habría que hacer diferencias con cualquier otra actividad en la que eso pasa y no se cuestiona tanto. Quizás, los actores estamos más expuestos en todo por lo que sea más fácil opinar, criticar, no sé bien. La política bien entendida es compromiso, solidaridad, trabajo, participación, posicionamiento, acompañamiento. No me parece criticable eso, al contrario. O tal vez los que critican a los actores que participan, también critican a los maestros, a los metalúrgicos, a los médicos. A lo mejor, la crítica es directamente a la participación y a la militancia. Siempre hubo y habrá, pero no acuerdo con esas críticas.
– ¿Próximos planes y/o proyectos?
-Estoy ensayando dos obras; una es sobre las mujeres de Malvinas, de Lucía Laragione, dirigida por Francisco Civit, con dos compañeras preciosas, Marta Pomponio e Ileana Peralta, con idea de estrenar en sala y también trabajar con escuelas o con instituciones a las que les interese mostrar el tema. La otra es un proyecto con canciones y una historia o hilo conductor que las va uniendo, con Gabriel Yeannoteguy como director y el músico Juan Pablo Maicas…Próximamente, ¡más novedades!
– Si no eras actriz y cantante, ¿qué hubiera sido de tu vida?
-Jardinera. Un poquito lo soy porque me dedico mucho al jardín de mi casa. Cada tanto meto mano en casas de amigos y muy cada tanto hago algún trabajo en espacios chicos como balcones, porque lo que más me limita es que me canso bastante. En algún momento lo pensé como trabajo, pero se me complicaba como idea porque quería seguir centrándome en la actuación. Lleva mucho la jardinería. Prefiero hacerla cuando quiera y pueda. Me alegra meter las manos en la tierra y trabajar con las plantas. Me da paz y, aunque me canse, me hace muy bien.
Me alegra que te sientas feliz con tus trabajos, y proyectos.Felicitaciones nuevamente Adriana
Gracias Adriana! abrazo!
Muy buen reportaje!!! Felicitaciones Natalia por tu actuación.
Hermoso Reportaje, a una excelente actriz !! Preguntas y respuestas inteligentes, cálidas que van deplegando la imagen de una Natalia única, actriz con todas las letras, madura, lectora conciente de realidades y hermosa persona !!
Hola Naty querida . Soy Richard Cepeda . Muy conmovedor y claro tu relato. Para los que están leyendo , en Argentina 1985 fui uno de los ocho abogados defensores de oficio de los milicos asesinos , en particular de los del ejército, cuyo máximo exponente fue Rafael Videla , tal vez junto a Masera , el más sádico . Tuve que contener mi conmoción humana al escucharte esas enormes palabras de tu texto que abarcan un universo , tan breves y tan bañadas de espanto preguntando por tu hija viva o muerta . El esfuerzo nuestro detrás tuyo y de los otros testigos, para no quebrarnos y actuar defendiendo a los perversos, fue enorme. Jamás imaginé que nuestra presencia detrás tuyo impactara en tus emociones , tremendas en aquel momento ,con la sala llena reproduciendo las instancias de aquel Nüremberg argentino, hoy ejemplo para la humanidad toda . Cuando te vi entrar, mi sorpresa fue enorme pero tal vez más grande fue mi orgullo de compartir la película contigo que tienes una trayectoria tan llena de arte. De modo que después de tantos años la película de algún modo reunió nuestras perdidas trayectorias y eso es lo que más rescato. Cuando lo conté en la familia todos pusieron una enorme sonrisa en sus rostros ,porque eso es lo que deja en las personas tu presencia. Gracias por ser. Richard.
Felicitaciones Natalia, excelente trabajo
Qué emoción haberte encontrado testimoniando con esas enormes palabras que aún me retumban en la memoria . Un reencuentro increíble en esa sala de audiencias del horror. Gracias por lo que nos diste . Nunca pensé que nuestra presencia detrás tuyo como abogados defensores de los dictadores genocidas , haya pesado en tus emociones en aquellos momentos de actuación, pregnada del personaje y el horror. Un honor haber filmado juntos en este camino al Oscar.
Felicitaciones Natalia!! Fue hermoso verte actuar en esta película tan importante para todos nosotros!