Marcelo Lamela: Gira mágica y bien rockera, de Argentina a Inglaterra.

Vas a un paseo y te encontras con Jimmy Page

– ¿Se dio la ocasión de estar haciendo el paseo y encontrarse con algún músico?

Noel y Liam Gallagher, pasión por el rock y el Manchester City

– En los años 90, hubo una especie de futbolización del rock, algo que pasó también en Inglaterra con bandas como Oasis. ¿Continuó esa relación con respecto a la gente que iba y el “fanatismo” que despiertan tanto el rock como el futbol?
–No. Quizás me equivoque pero creo que se dio mucho eso gracias a que los Gallagher son muy fanas del Manchester City. Eso está más marcado en Manchester porque el mancuniado es muy apasionado y orgulloso de su música y su fútbol. En ellos noto un fanatismo por lo propio que no detecto en otros sitios. Los Kaiser Chiefs son fanas del Leeds pero no trascendió como lo de los Gallagher. Elton John fue presidente del Watford -hincha fana desde pibe- pero no generó una futbolización a pesar de su popularidad (es uno de los mayores vendedores de discos de la historia) así que excepto lo que pasó con Oasis, o más bien con Noel y Liam, no veo hoy algo semejante. El tema con ellos es que son sanguíneos. Como amante del futbol me encanta eso.
 
– Al día de hoy, suele decirse que no hay renovación en el rock. ¿Crees que es así?
-Hay renovación, pero creo que hay dos cosas para que no se note mucho. Primero, el mercado apunta a vender lo efímero y el Rock no lo es, por lo menos en general. El Rock no es amigo del streaming sino del disco. Esto lo voy a mantener siempre. Hoy, la gente elige más el streaming, el archivito digital por pura comodidad pero no por calidad. El verdadero apasioando -en la medida de lo posible, por supuesto- quiere atesorar un disco, un libro, una revista. Pide el álbum de su banda preferida meses antes. En Inglaterra se ve mucho. Por supuesto que hay una cultura para los que tienen más de 20 años que es la de tener todo servido en una compu o un smartphone, pero para el músico no es lo ideal, ni artística ni económicamente.
Por otra parte, hay muchas bandas buenas pero no hay tantas descomunales como había en otras épocas. ¿Cómo hacés hoy cuando el mercado no te invita a crear un álbum sino cada tanto un archivito digital para que las bandas se esfuercen? En un momento vos tenias a Queen, Zeppelin, Purple, Sabbath, Floyd, Yes, Genesis, Jethro, The Who, Rush, todos peleando para ver quién sacaba la siguiente obra maestra que íbamos a escuchar 40 o 50 años después -y el presente no me deja mentir ya que esos discos se siguen escuchando y cómo!-. Todas las décadas tuvieron grandes bandas pero el público se volvió cada vez menos exigente y más chato. ¿MP3 en lugar de un vinilo? Y no hablemos del arte de tapa.
Por supuesto que no estoy en contra de los cambios, sino que estoy a favor de tomar lo que es mejor de cada época. Lo mejor en esta época es lo más cómodo.
 
– En la “retromanía” que hay en el ámbito del rock, ¿cuales crees que son las mejores bandas inglesas surgidas en los últimos 30 años? ¿Las del britpop con el trio Oasis-Blur-Pulp? ¿O más cercanas en el tiempo como Libertines, Muse o Artic Monkeys?
–Bueno, ¿ves? Vivimos en cambios que cada vez duran menos -apps y redes sociales que aparecen y desaparecen como si nada- y estamos siempre en momentos de “retromania”, mirando para atrás. Si los cambios fueran o funcionaran mejor, no tendríamos tanta necesidad de mirar para atrás.
En cuanto a tu pregunta concreta, creo que la mejor de todas esas bandas que mencionaste –que son brillantes- debiera ser Radiohead la mejor. Y digo debiera porque a veces ellos mismos parecen ser los que no quieren ser los mejores. Es para polemizar pero cuando Thom Yorke decidió aventurar el futuro respecto a que lo rítmico iba a reemplazar lo melódico, ahí se perdió una oportunidad. Si, tras sacar dos obras maestras como “The Bends” y “OK Computer”, decimos que “Kid A” está a la misma altura es porque nos dejamos engañar. Si bien “Kid A” fue, en su medida, “revolucionario”, la decisión tomada respecto a un cambio realizado por el cambio en sí mismo y más allá de sus buenos momentos, los discos que hizo a partir de allí y salvo exccepciones (“In Rainbows”, partes de “Hail To The Thief”), repitieron la fórmula rítmica con percusión electrónica que se tornaba por momentos irritantes. Abusaron de ese sonido en el que prefieren una melodía al ritmo. Me preguntás y te doy mi opinion: para mí, en ese sentido, terminaron repitiéndose que es lo que, precisamente, no buscaban. Cuando basas todo en el ritmo, terminas pareciéndote a los raperos en tanto que parece que hicieran siempre la misma canción -en este caso es una canción que no se canta sino que se relata sobre una base rítmica-. Las otras dos que me marcaron fueron Muse (desde su debut hasta “The Resistance” son impecables) y Oasis, sobre todo hasta su tercer disco, que eran imbatibles.
 
– Retomando la pregunta anterior… ¿puede considerarse a Liam Gallagher como el último gran frontman de rock inglés?
–Lo super banco y me encanta su actitud y amor hacia el rock, pero mi ideal de frontman no es precisamente Liam Gallagher.
 
-¿Quién sería ese ideal?
-Freddie Mercury
 
El rock es mi forma de ser

Gustavo Cerati en Londres

– Siempre se habló del ADN rockero del público argentino. ¿Es tan así?
-Si, somos unos hermosos enfermos, apasionados. Conocedores.
 
– ¿Crees que el público argentino e inglés tienen muchas cosas en común en relación con su pasión por la música?
-El inglés es en general más medido, menos fervoroso. A mí no me gusta el bardo en los recitales. Me parece una cosa de patoteros eso de querer estar a toda costa adelante en los recitales cuando llegaste sobre la hora. Pero el inglés se va al otro extremo: más de una vez mostré a gente con la que fui a shows en Inglaterra cómo el inglés se toma un gran recital como una reunión social: se la pasan yendo a buscar cerveza, charlan en el medio de las canciones cómo si estuvieran en el living o en un pub, lo cual termina siendo muy molesto para el que quiere escuchar. A la salida, la cantidad de gente volcada por la cantidad de alcohol no se puede creer. Pero es ver para creer, van a pensar que exagero. En general es menos fervoroso que el argentino, con lo bueno y malo que es ser a veces tan demostrativo. Punto a favor: fijate la cantidad de artistas que decidieron grabar Live at Buenos Aires o Luna Park o River Plate gracias a la pasión -cuando no se desmadra- del público argentino. El argentino además -si nos remitimos a los artistas británicos- los suele ver como dioses lejanos, el inglés está más acostumbrado a tenerlos cerca.
 
– Suele decirse que varios artistas argentinos hubiesen tenido un reconocimiento mucho mayor si nacían en Inglaterra. ¿Es así?
-No tengo dudas que varios lo hubieran tenido. Ver a Soda Stereo en River -fundamentalmente- me hizo sentir orgulloso de que una banda asi fuera de mi país. Yo creo que son el mejor ejemplo de eso y estoy seguro que eran mucho mejor banda que muchas de las consideradas enormes de UK.  Y digo de las grandes de verdad. También a veces creo que muchas de esas bandas fueron TAN grandes por haber sido inglesas y no quiero dar nombres. Es para una charla larga, larga. Pero tomo tu pregunta al revés y digo que hay bandas inglesas sobredimensionadas. Buenas, pero…
 
London Town
 
-¿Cómo era tu relación con el rock antes de venir a Inglaterra?
-Siempre fui un apasionado y un coleccionista, por lo que, venir acá es como para un nene ir a Disneylandia.
 
– ¿Te costó acostumbrarte a la vida londinense?
–Para nada. Había venido muchas veces antes de radicarme aunque por supuesto que para algunas cosas son muy distintos a lo que solemos manejar en Argentina. Disfruto mucho esto.

La exitosa presentación de Cerati en la capital inglesa

– Cuando llegaste a Inglaterra, ¿cómo viviste un tema candente como el de Malvinas?
-Ni se toca el tema. Las escasísimas veces que se dio, fue en alguna brevisima charla antes de radicarme y de ambos lados teníamos en claro que había dos gobiernos muy hijos de puta. La diferencia es que el nuestro mandó pibes al matadero, de acá mandaron soldados profesionales. Las Malvinas son nuestras, pero los que mandaron a los pibes no tienen perdón. Todos los gobiernos que siguieron a los militares no ayudaron a esos patriotas ni a sus familias. Tenemos mucho que aprender.
 
– Hoy en día, ¿extrañas Argentina? Eventualmente, ¿qué extrañas?
-Extraño la comida, algunos sitios y a algunas personas. Por supuesto que los recuerdos siempre están, pero tengo que dar vuelta la página. Cada persona con la que charlo o cuando vienen a los tours me muestran su desesperanza. Entonces te pones a pensar que ¿cómo uno de los países más ricos y hermosos del mundo pasa por esto? El fanático político se hace eco del mensaje que baja de arriba y siempre le echa la culpa a algo externo y así estamos. Hay mucha ceguera y me da mucha bronca, ya ni siquiera tristeza. Entonces, la respuesta es: así como está, no la extraño.
 
– ¿Cómo se está viviendo la pandemia en Londres?
-Hoy, más relajados pero a la espera de que la gente no se desbande. El año pasado, el gobierno hizo agua con la pandemia. Encima metidos en medio de un tema como el Brexit. En cuanto al tema vacunatorio el Reino Unido, como país, te muestra que es impresionante.
 
– ¿Te imaginas el día después de la pandemia?
-Sí, pero perdón por la bajada de onda, no me gusta nada lo fácil que se puede hacer pelota el mundo.
 
– ¿Cómo viviste la muerte de Diego Maradona desde Inglaterra?