Cine: “Aballay. El hombre sin miedo”

Desde el comienzo, con el cuello de un gallo de riña volando por los aires, Fernando Spiner da cuenta que no se va a andar con chiquitas. El niño Julián ve como la banda de ladrones encabezada por Aballay atraca a una diligencia y ve como este mata a su padre para después cruzar  una mirada con el asesino. Esa mirada es la bisagra de la película en la cual la revancha y la redención de los pecados van por caminos paralelos, que traspasará el tiempo para llegar al destino final. El derrotero de Julián en busca de la venganza tan deseada lo lleva tanto al amor como al dolor como enamorarse de Juana, la prometida de uno de los miembros de la banda de Aballay, a quien traiciona. La dicotomía entre el bien y el mal obviamente se haya presente pero con un cruce de ambas líneas para un final que no termina de hacer justicia a una película con una excelente fotografía y muy bien concebida. La culpa y la expiación de los pecados como camino a cierta santidad vienen de larga data y es otro de los puntos que conforman el nudo del film. Con homenajes que van desde Juan Moreira hasta Lucas Demare, se verán rostros filmados en primerísimos planos, marcando cada gesto de la cara. Los guiños también estarán a la orden del día