Un cóctel de película
Existen en la cinematografía películas “cóctel”. Son ideas diseminadas en distintas películas que, bien ensambladas en otro contexto, arrojan productos carentes de originalidad pero que entretienen y son efectivas a la hora de contarnos una historia generalmente previsible. Un caso como el descripto es “Marea Roja”, de Tony Scott con Denzel Washington, donde se apreciaban distintas reminiscencias a películas como El Zorro del Mar, El Motín del Bounty y del Caine.
En el marco de estas “películas cóctel”, aparece la entretenida “Gigantes de Acero”. Aquí se toman elementos de “Rocky” (un boxeador perdedor que se le presenta la oportunidad de competir por la mas alta gloria), de “Halcón” (otra de Stallone, en el que un camionero competidor de pulseadas que entabla una profunda relación con un hijo desconocido después del fallecimiento de su madre), de “Transformers”(por las batallas entre potentes criaturas mecánicas) y de “Alma de Héroes” –Seabiscuit- (por la redención de una criatura de descarte que tiene su revancha en un enfrentamiento épico que emula al menospreciado David contra titánico Goliat)
Todos estos componentes ensamblados con fluidez y buen dinamismo por el director Shawn Levy y la garantía de ser producida por Steven Spielberg y Robert Zemeckis, conforman un muy buen entretenimiento para toda la familia, en donde los adultos verán en el universo tecnológico de los mas jóvenes, los guiños de películas anteriores y a su vez los más pequeños se hallarán con una historia tomada de los videos juegos con valores y contenido de antaño
El relato inicia en un futuro cercano, el año 2020, donde el boxeo entre humanos ha sido reemplazado por salvajes y destructivos robots controlados por consolas del estilo de video juego. Así un ex boxeador (Hugh Jackman) recorre distintas arenas de mala reputación para competir por dinero y así poder saldar sus abultadas deudas emanadas de las tentadoras apuestas. Tras enterarse del fallecimiento de su ex mujer, debe hacerse cargo en forma temporal de su hijo de 11 años, desconocido para él y con quien entabla, en un principio, una relación combativa para luego introducirlo en el mundo del boxeo de robots estableciendo una dupla. Al toparse con un viejo robot de peleas (llamado Atom) abandonado en un depósito de chatarra, los conocimientos de boxeo del padre se asocian con el talento y perspicacia del niño en el campo de la técnica y la mecánica de los videos juegos, arrojando un terceto muy efectivo y complementario. Al introducirse en el mundo del boxeo de robots (primero amateurs y luego profesional) se incrementará la relación afectiva entre ellos, sanando las heridas de ausencias y abandono y proporcionando un aire de revancha que junto con el combate final es lo más agradable del relato. Como no podía faltar en este tipo de películas, se encuentra la incondicional enamorada del protagonista, a cargo de Evangeline Lilly, dueña de un antiguo gimnasio familiar de boxeo que da el toque romántico al film.
Hugh Jackman despliega todo su carisma e impronta para componer, inicialmente, un personaje embaucador y tenaz, de moral cuestionable y que, hacia el final, evoluciona hacia un ser querible, protector y afectuoso. Pero es Dakota Goyo (el hijo), la verdadera sorpresa del film. Este pre-adolescente tierno y cuestionador, de miradas muy expresivas y esperanzadoras, trasmite empatía y afecto y resulta ser el hilo motivador del film. Habrá que seguir la carrera de este prometedor actor.
A pesar de lo previsible y poco original del guión, y de ciertas inconsistencias ingenuas de la historia, la película sale airosa en su intento de renovar el gastado género de boxeo que por su sencillez de narración, los espectaculares efectos especiales y las muy buenas coreografías boxísticas hacen a un perfecto divertimento familiar sin mayores pretensiones, que atesora el espíritu del triunfo frente a la adversidad
FG Mariano
Ficha Técnica
Título Original: Real Steel. Con Hugh Jackman, Dakota Goyo, Evangeline Lilly, Anthony Mackie y Kevin Durand. Director: Shawn Levy. Director de fotografía: Mauro Fiore. Guionista: John Gatins. Montaje: Dean Zimmerman. Música: Danny Elfman. Duración: 127 minutos. Origen: EE.UU. Año: 2011
Cines Monumental, Hoyts Abasto de Buenos Aires, Showcase Cinemas Belgrano, Cinemark 6 Caballito, Village Caballito, Cines del Paseo (Mar del Plata), Showcase Cinemas Rosario, Monumental (Rosario), Cinemacenter Alta Gracia (Córdoba), Bahía Blanca, Corrientes, Río Cuarto, San Juan y San Luís,