Hace poco se pudo ver en algunas plataformas, “Stud Free Pub. Una buena historia”, el excelente documental realizado por Damián Originario y Ariel “Topo” Raiman, baterista de los Pericos. Justamente mañana 12 de febrero, se lo podrá ver en el Teatro Rondeman de Lavalle 3177, a las 21 hs.
Por tal motivo, nos encontramos con Damián Originario, para que cuente sobre los pormenores de una gema para quienes aman el rock argentino, las perlitas de los testimonios y el ferviente deseo para que sea visto por la mayor cantidad de gente.
-Damián, contame como surge “Stud Free Pub. Una buena historia”.
– Soy muy amigo de uno de los dueños, de Claudio Izsak. Lo conozco desde hace veintisiete años ya que trabajo con él. Siempre me contaba historias de Sumo, los Redondos y Soda. Como soy más chico que él (tengo cuarenta y cinco años), me queda enloquecido con lo que me contaba. Era una convivencia entre todos ya que después, iban a la casa de él o a los boliches. Había una confluencia muy linda. El Stud cerró en el año 1985 y eran tres dueños. Claudio, Raúl Romeo y Carlos del Río. Después del cierre, se separaron y cada uno hizo su vida. En el 2014 se volvieron a encontrar después de tanto tiempo y yo estaba ahí. El ver esas fotos…y conste que no soy del palo del cine ni de la música ni nada…
-¡Ah! ¡Mirá vos! ¡Qué sorpresa!
– No, nada. Era fan del rock pero solo eso. A ver, todo surgió para hacerles una especie de homenaje. Para mí, sin estos tres tipos, el rock hubiese sido otra cosa. Ellos entre otros, obviamente pero sin ellos tres, andá a saber que hubiera sido del rock.
-¿Cómo fue la reunión de los tres dueños?
– Claudio siguió ligado a la gastronomía –lo mismo que yo-, Raúl se fue a España y Carlos tomó su propio camino. Se llamaron y se juntaron. Fue una juntada de pedo. “Che, estoy acá. ¿Nos juntamos?” y eso. Pensé que algo había que hacer. Primero fue la idea de un show con las bandas y hasta hablamos con el Konex pero era muy complicado. Además, me dijeron “si juntas a Sumo, Soda y los Redondos, es para hacerte un monumento”. Un imposible. Ahí es cuando contacto al Topo Raiman, mi socio y gran compañero en esta locura. Le cuento y me dice “lo que te puedo ofrecer es hacer una película, un documental”. Estaba haciendo cosas con los Pericos en ese momento pero fue ahí cuando arrancamos.
-¿Cuánto tiempo hubo de filmación?
– De horas grabadas, un delirio. Muchos venían por un rato y se quedaban como dos horas. Hay para hacer Stud I, II, III y IV. Esto arrancó a fines del 2014 y la terminamos…aunque siempre se siguen haciendo cosas. Cabe destacar que todavía no está el estreno oficial del INCAA. Hicimos estos preestrenos para la gente pero se pudo ver en el Festival de Mar del Plata del 2019. Estaba lista pero faltan hacer algunas cosas.
Ariel «Topo» Raiman y Damián Originario, tras las huellas del Stud
-¿Te sorprendió la repercusión que tuvo el documental?
– Si. A ver, se tomó partido –aunque no me gusta- respecto a “Rompan todo” haciéndose una especie de River-Boca. Nosotros no somos nada en relación a la gran producción que tuvo. No tiene nada que ver. Es otra cosa tanto desde lo monetario y lo artístico. Igualmente, celebro que haya estrenos de documentales así.
-Justamente el documental del Stud fue realizado muy a pulmón, con testimonios más frescos y cercanos.
-Creo que tiene que ver porque es más…nuestro, es más argentino. Es otra cosa. Aparte, en nuestro trabajo tomamos un tiempo y una época puntual tal como fue la década de los 80, como si fuera una segunda “Cueva”, segunda ola del rock argentino o como quieras llamarlo. Es otra cosa. No me gusta comparar.
-¿Cual es el testimonio que más te costó? Imagino cual pero quiero que me lo cuentes.
– Y sí…fue el del Indio Solari. Costó mucho llegar. Fuimos tanteando para ver como llegar. Primero fue con sus músicos, después con managers, con el hijo del manager. Justo estaba sacando su disco y con el show de Olavarría que fue todo un lío. Ahí pensé que no se iba a poder hacer pero finalmente se concretó. La carta era el Stud. Con solo mencionarlo, ya se daban vuelta para ver de qué se trataba. Era un pibe (yo) que estaba llamando a los músicos y periodistas para hacer un homenaje a los dueños del Stud. Un ejemplo de esto fue lo que pasó con Lalo Mir. En esa época estaba trabajando en FM 100. Fui una semana entera a la puerta de la radio para que me de bola. Estaba de 9 a 13 hs y me decían “hoy se queda” u “hoy se fue antes”. Todo hasta que lo enganché y fue divino.
-Justo te iba a preguntar por la inclusión de los periodistas.
– En el Stud se producía una comunión y -lo que me fui dando cuenta a medida que investigaba es que era tal en tanto y en cuanto nadie era “conocido”. Ni los músicos que estaban arriba del escenario ni los que estaban debajo. El disparador fue lo de Pipo Lernoud que nos enteramos de pedo -por Alfredo Rosso- que se había casado en el Stud. ¿Cómo un casamiento? Fuimos corriendo a buscarlo para que nos cuente.
Así fue todo, muy a pulmón y conseguimos la cinta. Si no era de esa manera, era imposible porque todo esto era en 1982, 1983. No había internet, celulares ni nada. Miguel Abuelo leyendo en el casamiento o el saludo de Spinetta…Bueno, eso se lo mandé a su hijo Dante y me preguntó “¿De donde lo sacaste?”. No lo podía creer. Es más, le estoy pidiendo a Pipo que baje todo su casamiento. No sé si va a hacerlo pero estaría buenísimo. Había una convivencia tremenda con los dueños, los periodistas y los músicos, que eran ellos mismos. Charly García aparece bailando, muy divertido…
-El material que sacaron es una gema.
– Si. Fuimos descubriendo sobre la marcha toda esa mala costumbre argentina de grabar discos encima de otros. No hay archivo de nada. Por eso, no hay “masters originales”. Los mismos músicos terminaron suministrando el material.
-Además, el documental visibiliza bandas que habían queda relegadas en el tiempo como Autobus. Inclusive, volver a ver a Alphoso S’Entrega.
– ¡Terrible banda! Bueno, en ese caso, terminamos juntando a bandas como los Autobus, Alphonso S’Entrega y otras más. Queríamos mostrar a través de sus testimonios cómo se vivía en esa época. Había bandas muy grosas que, lamentablemente, no son recordadas como se merecen. Por ejemplo, a los Autobus no los conocía como tales pero sí a los Rancheros, como tocan ahora. Lo mismo con los Cosméticos, a quienes conocía como los Veta Madre. Es un ir hacia atrás constante y redescubrir estos excelentes artistas.
-Uno de los puntos altos es la presentación de Fricción en el Stud, con la formación de Richard Coleman, Gustavo Cerati, Christian Basso y Fernando Samalea.
– El Topo se acordaba que uno de los pocos que filmaba era Santiago Zambonini, manager de Clap de esa época. Lo rastreó por cielo y tierra hasta que lo encontró. Ahí nos dijo que no tenía los cassettes sino Christian Basso. Fuimos a la casa de Christian y nos contó que estaban en los de su abuela, la madre, no se dónde. Los encontró pero estaban llenos de hongos por lo que tuvo que desarmarlos y limpiarlos para después digitalizarlos. Un laburo enorme. Todo el mérito del sonido de la cinta es de Christian que lo subió a You Tube. La verdad es que ver todo eso…¡es algo increíble! Este material es oro en polvo.
Del archivo de Tito Fargo, los Redondos en el Stud
-Además, una banda que sonaba…
-Bueno, ese era el fín: mostrar y rescatar. Fijate algo, salió el documental de Cemento -donde era más difícil el tema de los testimonios en tanto abarcaba veinte años- pero ahí, al menos hay una placa. Pensá que hay gente que es fanática de los Redondos, Soda, Sumo y no tiene idea que, en el lugar donde están viviendo, tocaron estos monstruos. Es una locura. Imaginar que, donde guardan el auto –ponele-, ahí mismo tocó Soda. Hay pibes que pasan o viven por ahí y no tienen idea de lo que había ocurrido por un lapso de tres años.
-Bobby Flores es quien dice, teniendo en cuenta el contexto de aquella época y de ahora, que la ubicación del Stud ahora lo hace cheto….
-Y nada que ver!! Lalo mismo dice que hoy se reconcheteó. Cambió todo. Otra Argentina, otra historia y el rock que ha perdurado a través del tiempo. El documental trae de vuelta a esos músicos enormes en un momento en que eran pibes en su mayoría, con ganas de empezar a desarrollarse con su arte. Verlo a Cerati experimentando en Fricción, de manera paralela a Soda. El mismo Richard Coleman lo dice, que estaba buscando su sonido, su onda.
-¿Te faltó alguien por entrevistar?
– No. Estuvieron todos los que quisieron estar. Hubo algunos que dijeron “¡Si, dale!” y después se terminó diluyendo. Los que quisieron, estuvieron y le pusieron muchísima onda.
-¿Qué te dijeron los músicos que lo vieron?
-Están muy felices. Les encantó. Para mi, era un desafío porque no quería meterme en un quilombo. A medida que iba haciendo las notas, veía lo groso que era el Stud. Todos me decían que estaba metiendo la mano en algo jodido. Ahí es donde pensaba “¿y si sale mal, y quedo pésimo con los dueños, con los músicos y con todos?”. O manchaba el nombre del Stud. Por suerte, no fue así y estamos teniendo repercusiones muy positivas.
Los comienzos de Soda Stereo en el Stud. (Ph Carlos Giustino)
-El Stud es parte fundamental de la cultura argentina, más allá del rock.
– Si, como otros lugares como el Einstein y el Parakultural, del que –me parece- se está haciendo algo ahora. Ojalá pueda ver la luz y haya más gente que quiera y pueda hacer este tipo de trabajos. Cuesta mucho. ¡Envejecí treinta años con este proyecto! (risas). Lo más importante era hacer un homenaje a los dueños y recordar lo que fue el Stud.
-Se aprecia en el documental la comodidad y sinceridad de los entrevistados para dar cuenta de sus testimonios.
-Es cierto. Fue muy bueno que los dueños también estuvieran ahí ya que fue el encuentro lo que abrió la charla. Por ejemplo, no nos dimos cuenta de filmar el momento en que llegaban los músicos. Verlo a Mollo que llegaba y les deba un abrazo…”¿Cómo andás…?. ¡Era muy emotivo! Después de treinta años, el volver a encontrarse. Ver como Diego Frenkel le decía a Raúl “como nos cuidabas….”. ¡Eran todos pibes!
-Justo Clap y todo su mito alrededor que se puede ver en el Stud…
-Era una superbanda Clap, con la puesta que tenía….Era una cosa de locos.
-En lo que fue el montaje de la peli, ¿siempre pensaron la separación que se ve, entre bloques, con los Redondos, Sumo, Soda, etc.?
-No. Se fue dando. Eso fue parte del laburo tremendo que hizo el Topo Raiman. Yo iba armando las notas hasta que en un momento me dijo, “paremos porque hay que dejar gente afuera y…no podemos!”, o quedaban testimonios muy cortos. El primer corte del documental duraba cuatro horas y media. Una barbaridad. De ahí, bajamos a dos. Si bien es una buena duración, la cortamos a poco más de hora y media. Al final, terminó siendo bien conciso y con mucho ritmo. No para en ningún momento.
-Es muy linda la recorrida que hacen los dueños con el auto hacia el Stud…Más uno que no pudo vivirlo en ese tiempo.
– ¿Sabes cómo desearía tener un fin de semana en el Stud? Agarrar el auto de “Volver al futuro” y poder ir, al menos, al casamiento de Pipo Lernoud en el Stud. Es todo lo que pido. Quizás, un domingo en que tocaba “el under del under”….
-Qué nenitos que tocaban…
-De todo! Es más, te cuento algo. Al principio, lo había escuchado nombrar por el famoso pirata “los Redondos en el Stud Free Pub” que siempre anda dando vueltas por ahí. Cuando me metí en todo esto, me puse el traje de historiador y fui para todos lados, como a Clarin a averiguar a la sección de Espectáculos. Recordemos que en esa época, no existía el suplemento “Si”. Ahí empezabas a ver la cantidad de grandes que pasaban por ahí. Era un mix que, un viernes tocaban los Redondos, un sábado Banana, un domingo Sumo y el lunes, Julia Zenko.
-Ahí hay un testimonio que, para algunos, puede ser sorpresivo, como el de César Banana Pueyrredón.
-Exacto. Mirá, a lo que sería hoy, el Stud Free Pub podría ser un centro cultural.
-Miguel Zavaleta es otro de los que aparece…
– Si! Que loco hermoso! Estuvo muy contento de participar. Costó un poco por sus particularidades pero fue el decir “Es por el Stud? Ok, vamos”. Al final se pudo armar con Jorge Minisale y Juan del Barrio. Salió todo perfecto. Lo que estuvo bueno –y me lo dijeron muchos- es que todo gira sobre el Stud. No es “Los Redondos en el Stud” u otro artista. Cada banda tiene su momento pero el centro es el Stud.
-¡Es cierto! Sergio Rotman apenas si habla de los Cadillacs. Se centra en la movida del Stud y recuerda a una de las grandes bandas olvidadas como los Casanovas.
– ¡Si! ¡Qué gran banda los Casanovas!. Igual que otras que eran realmente muy buenas. Algo así me pasó cuando escuché a Trixy. Conseguimos un recital y cuando la ví, dije “¡Que buena banda!”. Además, estaba la escena punky de la época.
Sumo en el Stud y unos grafittis… Foto: Gerardo @newclearheads
-Otra perlita es la palabra de Charly García.
-Si. Hablamos con Mecha, su pareja y me dijo que me quede tranquilo que iba a venir…ponele el viernes a las cuatro de la tarde, y cayó a las diez de la noche. No importa. Lo importante fue que vino y prestó su testimonio. También se acordaba del túnel, que el sonido era fuerte. Recordemos que era uno de los pocos lugares donde se podía ir a tocar. Charly agarraba una viola y subía, toque quien toque.
-¿Cómo sigue ahora el documental?
-Esto fue una aventura. Quiero que se vea en todos lados. No me interesa Netflix ni nada. No creo que el Indio quiera estar ahí. Tampoco es el espíritu de la película.
-¿Dónde se lo puede ver?
-Todavía hay problemas burocráticos. Se pidió el apoyo del INCAA y pudimos estar en el Festival de Mar del Plata 2019 pero seguimos esperando para hacer el estreno oficial, que no tengo idea cuando será. Ahora la podemos pasar por donde nos convoquen. La próxima función es en el Teatro Rondeman de Lavalle 3177, el viernes 12 de febrero, a las 21 hs. Capacidades muy limitadas y la entrada es gratis. Ojalá se puedan hacer muchas funciones porque el fín es que se vea el documental en la mayor cantidad de espacios posible. Sean plataformas o donde sea. Obviamente que primero tengo que llamar al INCAA y decir donde la vamos a pasar. Va a ser como ir al cine. Además, este tipo de películas se disfruta más de esta manera que desde la tele de casa, por la música y el sonido.
-Si tuvieses la posibilidad de ir al Stud un viernes, un sábado y un domingo, ¿a quien te gustaría ver?
-Uh! Qué difícil…! A los Redondos si o sí. Verlos cuando eran cien personas. Después, Fricción, por todo lo que se cuenta y al final, una banda de la que todos hablaron muy bien que es La Sobrecarga que sonaba muy fuerte. Ideal para ver un domingo.
“Stud Free Pub. Una buena historia”. Viernes 12 de febrero. Teatro Rondeman de Lavalle 3177. A las 21 hs. Mandá un mail a https://www.facebook.com/RondemanAbasto y solicitá tu invitación.