Si bien no es muy conocida por el gran público rockero (por denominarlo de alguna forma) de nuestro país, Melissa Auf Der Maur ya tiene un nombre en el mundo de la música. Un nombre que va más allá de su elegante belleza de cabello color fuego y sus participaciones en Hole y en los Smashing Pumkins, como bajista, entre tantos. Ahora, acaba de sacar su segundo disco solista, llamado “Out of our minds”.
Aunque “Auf der Maur”, su primer álbum tuvo buena recepción de la crítica, aquí rompe un poco con el camino trazado por aquél. Se aleja un poco de las melodías de rock indie para dar a luz a una serie de canciones que dan cuenta de lo que es un álbum conceptual, basado en historias de vikingos y leyendas nórdicas. Ahora, la bajista decidió darle un aire más denso en lo que sería su atmósfera pero sin que esto implique que se vuelva aburrido o reiterativo. Por el contrario, Melissa da cuenta de un muy buen gusto para los arreglos de las canciones más allá de la sutil línea de bajo que es su marca registrada. El disco cuenta con temas instrumentales que dotan de aire a una serie de canciones que se van abriendo como si fuera un libro a punto de descubrirse.
El mundo creado por MAdM (como ahora se hace llamar la bajista) pretende expandirse hacia otras direcciones artísticas, tal como el cine, los comics y los videojuegos para que la experiencia de la obra realizada sea mucho más completa y expansiva. Con estas ideas, Melissa vuelve a mostrar su sana ambición al intentar desarrollar este proyecto multidisciplinario.
El disco se inicia con un instrumental, creador de una atmósfera inquietante y de muy buen gusto, llamado “The Hunt” que dará paso al tema que da nombre a la placa. “Out of our minds” es un muy lindo tema, con buenos arreglos y es el corte de difusión. Ergo, el más “digerible” del disco si bien no es un típico corte pop, de fácil escucha por las radios.
Como todo cuento, tiene sus momentos épicos y emotivos que en el caso de OoOM, aparecen en “22 Below” y “Father’s grave”, este último en dúo con Glen Danzig, de Misfits. “Meet me (On the dark side)”, “The One” y “The Key” retoman un rock más cercano a los 90, con cierto aire a los Pumpkins, aunque el primero, con algún arreglo particular en el medio del tema. “This would be Paradise” es un tema que ya había salido en un EP editado en el 2008 junto con “The Key” aunque ambos temas cuentan con algunas modificaciones para este segundo disco solista de Melissa. Con “1000 years” se pone fin a un disco muy interesante para redescubrir a través del tiempo como este segundo intento solista de una de las mas talentosas (y bellas) bajistas del rock.
“Isis speaks” es una canción con aires góticos pero que mantienen una estructura de canción de rock con una instrumentación acorde y la voz de Melissa cambiando como si fuera un personaje de la historia. “Lead horses” es un instrumental de esos que uno se queda prestándole atención. Aquí cuenta con una línea de bajo bien distinguida y una guitarra que entra y sale como paso previo a lo que será “Follow the map”, uno de los mejores temas del disco.
Como todo cuento, tiene sus momentos épicos y emotivos que en el caso de OoOM, aparecen en “22 Below” y “Father’s grave”, este último en dúo con Glen Danzig, de Misfits. “Meet me (On the dark side)”, “The One” y “The Key” retoman un rock más cercano a los 90, con cierto aire a los Pumpkins, aunque el primero, con algún arreglo particular en el medio del tema. “This would be Paradise” es un tema que ya había salido en un EP editado en el 2008 junto con “The Key” aunque ambos temas cuentan con algunas modificaciones para este segundo disco solista de Melissa. Con “1000 years” se pone fin a un disco muy interesante para redescubrir a través del tiempo como este segundo intento solista de una de las mas talentosas (y bellas) bajistas del rock.
La voz de Melissa es correcta para lo que requiere el disco. No tiene un gran registro pero cuenta con los suficientes matices como para juguetear de acuerdo a lo que requiera la canción. Además, por su forma de cantar y tu registro la hace muy personal y sobre todo, dota a las canciones de una impronta absoluta, sobre todo cuando utiliza su voz como una capa.
Este OOoM tiene la gran virtud de ser un paso adelante con respecto al primer trabajo en estudio de Melissa Auf der Maur. Sorprende pero no le provoca rechazo a aquél que se acerco a esta cuasi artista de culto por su rock pegadizo y muy bien interpretado de su primer álbum. Por el contrario, se encuentra con lo mejor que le puede brindar un artista a su seguidor: sorpresa y un ánimo renovado por bucear en caminos desconocidos.
Creativa, curiosa y talentosa son algunos de los adjetivos que se le puede aplicar a esta bajista que, a poco menos de tres años para llegar a los 40, regala un disco que ya puede ir postulándose como uno de los más sorprendentes de este anodino 2010.
Aqui, el disco completo
Qué bueno que alguien en Argentina esté hablando del nuevo proyecto de Melissa.
Ojalá tengamos la oportunidad de verla tocando por acá.