En plena fiebre del Brit Pop, parecía que todo era entre Oasis y Blur. Los “working class hero” de Manchester contra los “mid class” estudiantes de Londres. Pero había una tercera posición, la famosa “tercera vía”. Ahí es donde explota Pulp con su excelente “Different class”, quinto disco de su carrera, publicado el 30 de octubre de 1995.
La banda ya había producido un muy buen álbum con “His n’ hers” en 1994 pero ahora, la inspiración era aún mayor a poco más de un año de su edición. Ya desde el título del disco, Jarvis Cocker sienta su posición al respecto. Es un dandy de aspecto con un toque intelectual y poesía satírica y corrosiva, que continúa la línea trazada por Ray Davies (The Kinks). A través de las letras del disco se aprecia la lucha de clases, el consumismo y el aburrimiento de las relaciones humanas en un contexto de chatura absoluta. Recordemos que, en ese momento, Inglaterra era gobernada por John Mayor, un primer ministro conservador, carente de todo carisma que continuó las políticas neoliberales de Margaret Thatcher.
Parecía que, en ese momento (1995), la única forma de salir del laberinto de la vida moderna-adulta-en-el-marco-de-la-sociedad-ingles era un hedonismo pleno de febril irresponsabilidad para sentir que uno estaba vivo.
Es en este marco en el que apareció la llamada cultura del «lad», término que no tiene traducción literal pero que hace referencia al «chico común», hijo de la clase trabajadora que se caracterizaba por ser pendenciero, arrogante y orgulloso tanto de sus orígenes como de sus propias limitaciones. El mismo Jarvis llegó a decir, en referencia a ese contexto, «de repente, estaba bien visto ser lo que hasta hace poco era considerado una mierda». De más está decir que los hermanos Liam y Noel Gallagher eran la personificación del «lad». Es ahí donde Cocker crea su propio personaje que entra y sale de las situaciones que plantea/escribe para después analizarlas desde la ironía pero sin llegar a la destrucción. Así describirá a la gente que no tiene otra cosa que hacer que mirar la TV, jugar al pool, tener sexo (con quien sea) y una buena pelea en el bar, dejando una atmósfera de sarcasmo sobre la clase trabajadora británica y su composición de «fracasados con conciencia burguesa». Algo que describirá muy bien el soliloquio del Mark Renton de Ewan Mc Gregor en “Trainsppoting” al año siguiente.
Todo esto, surgido de la creativa mente de un chico oriundo de Sheffield, el mismo lugar desde donde salen los personajes de «Full Monty»(que casualidad, ¿no?)
Como apostilla diremos que aqui, en Argentina, la cultura del «lad» tendría su símil en el «rock chabón». Al fin y al cabo, “lad” y “chabón” pueden ser sinónimos…
El comienzo es con “Mis-shapes”, poderoso tema que da cuenta que el disco va a tener mucho contenido para reflexionar pero sin perder la sonrisa. Allí, Jarvis describe y ataca al mismo tiempo. “No tenemos el mismo aspecto que vos ni hacemos las cosas que vos, pero también vivimos acá. Arriba las manos, esto es un asalto. Queremos sus casas, queremos sus vidas, queremos las cosas que nunca nos permiten. No usaremos armas, no usaremos bombas, usaremos lo único de lo que tenemos más, nuestras mentes». El llamamiento a la participación y la futura revancha es palpable, “Hermanos, hermanas, no os dais cuenta que el futuro nos pertenece, no estarán luchando en las calles, creen que nos han ganado, la venganza será tan dulce”.
La ficha técnica del disco decía que la banda estaba compuesta por Jarvis Cocker en voz, guitarra, sntetizador, vocoder y melotrón; Russell Senior en guitarra y violín; Candida Doyle en piano y teclado; Steve Mackey en bajo; Mark Webber en guitarra, piano y sintetizadores y Nick Banks en batería y percusión. La duración total es de 52.50 mins y contó con la producción de Chris Thomas.
El disco tenía un arte de tapa precioso en tanto sus múltiples coberturas -bien apreciables en su edición en vinilo- mostraban la coyuntura de las canciones junto con imágenes alusivas en las que los integrantes de la banda aparecían en blanco y negro contrastando con el color que primaba. En el CD, en la contratapa decía como si fuera una ley: «Por favor entiendan. No queremos más problemas. Solo el derecho a ser diferente. Es todo». Toda una declaración de principios que, inclusive, iba más allá de lo dicho. El que, a la postre, será EL tema del disco, “Common People” es un retrato hecho con mucha ironía sobre una chica rica que quiere tener conciencia social y «vivir con gente común». No le sale y no entiende pero eso es lo de menos. El tema va «in crescendo» con una voz estilo Bowie con cámara pero con una rabia contenida que explota en la última parte de la canción sobre una base de música de discoteca: «nunca vivirás como la gente corriente, porque cuando estés en la cama por la noche viendo a las cucarachas subir por las paredes si llamases a tu padre podrías detenerlo. Nunca vivirás como gente corriente, nunca harás lo que sea que hace la gente corriente, nunca fracasarás como la gente corriente, tu vida nunca se desvanecerá ante tus ojos, ni bailarás y beberás y cojeras porque no haya nada mejor que hacer”. El pobre que se encama con la chica rica en su propia cama de dos mil libras o a la chica pobre encerrada en un mundo al que no pertenece pero llegó porque quiere ser más de lo que es. La canción terminó convirtiéndose en un himno de la clase baja pero en clave disco con un ritmo contagioso y análisis sociológico incluido.
Tal es el cruce entre clases en que la relación que puede haber entre ellas es tomada como “exótica”, sobre todo desde el lado de quien tiene la billetera llena. Así es «Underwear», con una voz lúgubre y clara, con cierto tono de reproche para romper con un estribillo orquestado. «Por qué no cerrás la puerta y las cortinas? No vas a ir a ninguna parte. Él sube las escaleras, y en un momento querrá ver tu ropa interior. Cuando se acerca no hay forma de esconder el hecho de que vos sos una chica, y él es un chico. Si pudieras cerrar los ojos y recordar que esto es lo que querías anoche? Por qué se te hace tan difícil tocarle, entregarte a él ? Cómo mierda acabaste medio desnuda en el cuarto de un extraño?”
No obstante, se aprecia que la violencia de lo dicho esconde en que no hay una solución apreciable en el horizonte. Hay desgano y hastío pero que otra cosa se puede hacer? Bailar es una alternativa valedera y es muy bien descripta por Jarvis en «Sorted for E’z & Whizz» a la cual le manifiesta su escepticismo en vez de festejar ese neohippismo de las raves como comunidad. «Veinte mil personas en medio del campo y no entiendo bien este sentimiento epero da igual, porque todos llevamos extasis y speed. Y dime cuándo aterriza la nave espacial, porque todo esto tiene que significar algo. En mitad de la noche todo va bien, pero luego mañana por la mañana, uuh, uuh entonces te vienes abajo. (…) «el mundo real parece estar muy muy lejos». ¿Qué decir del clásico «Disco 2000»? Es autocompasivo en su letra en cuanto lo que sería el amor en el año 2000 junto a esa chica llamada Deborah a la que Jarvis «siempre quiso y nunca pudo amar, jamáaas» como un extraño de pelo largo de estos pagos. A partir de un riff inspirado en el clásico «Gloria» de Laura Branigan, el tema se convirtió en un clásico de cualquier fiesta para bailar y cantar. El video de la canción -lanzada como tercer simple del disco- mantiene la estética de «Common people» en su realización. Inclusive podría ser una continuación del mismo en tanto refleja el ir a la disco, las peleas, el fútbol, el deseo y el sexo.
A pesar de todo, hay tiempo para la esperanza en el amor que se necesita y que en «Something Changed» todavía no llegó pero se lo ansía con alegría. Es para esa persona que te cambia la existencia pero todavía uno no la conoce. “Escribí esta canción dos horas antes de conocernos. Aún no sabía tu nombre o qué aspecto tenías. Podía haberme quedado en casa e irme a la cama. Podía haber ido al cine, podrías haber cambiado de opinión y quedar con tus amigos, la vida podría haber sido muy distinta pero entonces, algo cambió. Por qué escribí esta canción precisamente ese día? Dónde estaría ahora si nunca nos hubiéramos conocido? Estaría cantando esta cancion con otra persona? No lo sé pero como tu dijiste, algo cambió”.
En “Different class”, la cultura del “lad” se aprecia desde otro lugar, diferente a los planteos “callejeros” de Noel Gallagher y más “artísticos” de Damon Albarn. En sintonía con Noel, sabe bien Jarvis que todo se acababa el día lunes con la vuelta al trabajo. Ya hubo tiempo para ser una «estrella de rock & roll» y ahora hay que trabajar, acumulando más y más rabia para reproducir lo mismo el fín de semana que viene. Y así seguir y seguir y seguir. En sus retratos de «almas pequeñas» y «gente común», el Cocker letrista no luce tan distante y sobrador como el mencionado ex líder de The Kinks o el mismo Albarnsino que se encuentra más cerca del director Mike Leigh. Es tan cómplice como compasivo a la hora de mostrar cómo el escapismo siempre se paga Parecía que, lo único que importaba era bailar y pasarla bien. Ahí está la ironía y la paradoja en tanto se baile frenéticamente con «Mis-Shapes» y «Common People» al tiempo que se critica la situación desde la letra. «Different Class» era la exacta combinación de poesía critica y variedad sonora que puso al llamado «britpop» en un escalón superior. Si alguien deseaba en conocer Inglaterra en aquellos años, más que agarrar el «Times»o el «Daily Mirror», tenía que escuchar este disco. Al día de hoy, sus letras tienen una vigencia asombrosa lo cual certifica que Pulp fue una de las mejores bandas inglesas de los años 90.
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Excelente crónica para un excelente disco