En Buenos Aires pasan cosas. A veces uno se entera por circunstancias relacionadas a su actividad o simplemente porque la casualidad metió la cola. De esta manera y con esta impronta, se relatarán historias y hechos varios dignos de mención.
¡¡¡Le gané a una empresa de teléfonos!!!
Hace poquito tiempo, tuve la gran noticia de terminar el juicio que tenía contra una empresa de telecomunicaciones. El abogado me dijo “No logramos el resultado esperado” con lo cual me preocupé pero era que no se había logrado percibir el dinero que se había pedido sino una suma muchísimo menor. Igualmente, con el solo hecho de haberle sacado un centavo –ojo, igual no fue eso sino una cifra superior-, lo considero una victoria.
¿Por qué? Todo aquél que haya trabajado en un call center de grandes o medianas empresas sabe perfectamente que, más allá de la ganancia en si que se percibe por el trabajo –explotador- que uno realiza, está el deseo de querer mostrarse siempre como “legales”, “justos” y “equitativos”. Obviamente que no lo son y ahí es donde, con el simple hecho de haberles hecho pagar un monto X es una pérdida para ellos. Las empresas no conciben que un empleado les pueda “ganar” un juicio más allá de que los reclamos sean justos.
Este call center se caracterizaba por pertenecer a una empresa encargada de brindar servicios telefónicos de atención al cliente. Asi, pasé casi dos años atendiendo a los clientes de UOL Sinéctis –hoy fusionada con Sion-. Para hacerla corta, los problemas se remitían a la categorización de los empleados, las condiciones en que trabajaban los mismos, los sueldos que se percibían y el régimen de trabajo dentro del call –llegadas tarde, faltas por días de examen, embarazos, madres con hijos, etc-.
Quien esto escribe empezó a mandar cartas documento estando dentro del call, aún sabiendo que la consecuencia iba a ser el despido. Junto con siete compañeros, mandamos las cartas correspondientes con el fin de obtener el resarcimiento que nos correspondía ya que nunca fueron escuchados nuestros reclamos. Obvio que al juicio llegamos solo cuatro ya que, se bajaron antes por miedo o porque “arreglaron” antes. Destaco que el solo hecho de reclamar lo que a uno le corresponde es motivo de despido. Mientras vos no reclames nada, estarás “cumpliendo con tu tarea”.
Recordemos también que en todas las capacitaciones de cualquier call center que se precie, es menester que el operador se concientice que él/ella es “la cara de la empresa”. El gran problema es que no tienen las herramientas para satisfacer los reclamos de los clientes. ¿Por qué? Porque no es negocio. Un cliente que llama cinco veces por lo mismo, “hace número”. Cada operario tiene un tiempo determinado para atender al cliente sino se le afecta la «productividad» a la empresa. O sea, para la empresa es importante que, por ejemplo, se atiendan 350 llamados por operario por turno (en lo que tenés que pedir permiso para ir al baño; si hay cola de gente, te podés mear ahí que no te autorizan a salir). Si se resolvió el tema, es lo de menos. Después, presentan los numeritos con que la empresa y su call es «efectivo» y «eficiente». Es una cuestión pura y exclusivamente económica. Asi, ante los reclamos por los pésimos servicios que brinda la misma, el operador quedará atrapado entre lo que sabe que no puede resolver, los insultos del cliente –al que no puede mandar a la mierda porque es “la cara de la empresa”- y su propia necesidad por el trabajo. En un 90%, todos optan por seguir este círculo vicioso, privilegiando su bolsillo –lo cual está bárbaro- pero ¿en detrimento de qué o de quién? En los call center, hay que estafar a la gente en nombre de quien te contrata (véase los casos de ventas de servicios de larga distancia). Caso contrario, te echan y ¡¡¡¡los chicos del call center lo hacen!!!! Un viejo axioma de “Ventas” es “Omitir no es mentir” y dale que va. Cuando se retiene a un cliente cuando quiere darse de baja, por más que tenga todos los requisitos para hacerlo, no se le brinda lo solicitado. ¿Por qué? Porque “Son disposiciones de la Empresa” dicen, con voz neutra y siguen su rutina laboral.
Por negarme a estas cosas, me echaron de todos los call en los que estuve pero en el último me di el gusto de sacarles más que un puñado de billetes y es lo que le dije al abogado. Estas empresas de mierda se aprovechan de la necesidad de la gente por un salario y hacen que ésta –previa capacitación- haga lo que sea en pos de un sueldo miserable.
Cuando gané este juicio, llamé a varios amigos y les conté que les había ganado un juicio a una empresa. Me preguntaron por la plata y yo les respondí que no era lo más importante. Me interesaron más dos palabras: dignidad y justicia. Para algunos, no significará nada pero para otros –como yo- significa la satisfacción de responder a ciertos valores.
Cuando gané este juicio, llamé a varios amigos y les conté que les había ganado un juicio a una empresa. Me preguntaron por la plata y yo les respondí que no era lo más importante. Me interesaron más dos palabras: dignidad y justicia. Para algunos, no significará nada pero para otros –como yo- significa la satisfacción de responder a ciertos valores.
Los pueblos originarios también existen
Volvía de hacer una nota para mi trabajo cuando vi un grupo de personas, ataviadas en ropas que denotaban su pertenencia a los pueblos originarios en la esquina de 9 de Julio y Av de Mayo. Bajé presuroso del 8 y me acerqué a ellos. Había carpas y banderas y algunos de los acampantes hablaban con jóvenes que se habían acercado antes que yo.
El motivo del reclamo es el procesamiento y castigo a los responsables materiales e intelectuales de la represión en la ruta 86 contra el pueblo Qom (Tobas), de la comunidad “La Primavera”. Además, piden que los reciba la Presidenta para “darnos solución a la restitución y titularización de nuestras tierras que nos pertenece desde nuestros antepasados”. Muchas de las tierras fueron adquiridas por empresas y particulares de fuerte poderío económico, causando graves dificultades en lo que sería uno de los “pulmones” del norte del país, con lo que sería la poda de árboles y demás.
Allí, hablé con Pablo Gramajo, militante del Mocase que me contó lo siguiente:
-Hace cuanto tiempo que están acá, en Av de Mayo y 9 de julio?
– Estamos aquí desde el 9 de diciembre. Vamos a cumplir cuarenta y dos días que estamos en esta avenida. Estamos reclamando la titularización de la tierra para el pueblo Qom en Formosa. El problema de la expulsión de la tierra no es solo en Formosa sino de todo el norte argentino. Tenemos que dimensionar que los gobernadores son oficialistas por lo que no nos podemos amparar en una lógica oficial.
– El oficialismo dice que es nacional y popular
– Eso es solamente para unos pocos y también tendríamos que entrar a definir que es “nacional” y que es “popular” y para quién es todo esto. Desde el 2003 ha crecido muchísimo el monocultivo de soja y la soja no es la que hace estragos sino los sojeros y los capitalistas asi como toda esa agenda política que se crea en torno al poder económico, que es alimentada por el poder nacional. Por eso, no podemos separar nada.
-¿Vinieron medios?
– Muy pocos. Algunos se acercan. También acá hay una lucha por la información. Lo que se informa no existe. Nosotros, en Santiago del Estero, cortamos la ruta por cuatro meses y ningún medio de Santiago dijo nada, ya sean medios escritos y visuales. Después se cuelgan de la Ley de Medios y la democratización. En Santiago, no hay democracia en relación con la información.
– ¿Se acercó algún político por acá?
– Alguno se ha acercado pero la lucha no es por el color de piel ni la bandera sino por la vida. Vino la gente de Libres del Sur, Proyecto Sur, y el muchacho de DD.HH de la provincia. Se van acercando pero se van porque no nos pueden manipular o como se dice ahora, cooptar. Como verás, no hay banderas políticas porque no hay ninguna manipulación. Esta lucha es por la vida. Lo que estamos defendiendo en Santiago y en el norte argentino son los últimos pulmones que quedan del país. Si arrasan esos pulmones nos quedamos sin porvenir. ¿Qué rio sano se va a poder conocer?
– ¿Qué dice la gente que pasa por acá?
– Alguno se acerca y mira, otros te gritan “indio de mierda”. Buenos Aires tiene un racismo explícito. Pasan coches y gritan. El otro día, casi nos atropellan. Igual sabemos que estas sociedades de las grandes ciudades viven de una manera vertiginosa. Por el contrario, nosotros contemplamos más el paisaje y vivimos de una manera más lenta. Lo que ustedes llaman “desarrollo”, nosotros le decimos “forma de vida” y el desarrollo no va con nuestra forma de vida.
Para interiorizarse sobre este tema: http://comunidadlaprimavera.blogspot.com