La estación San Pedrito se expresa por el 8M Paro |
La tarde estaba esplendida. El sol iluminaba pero no castigaba de la manera en que lo venía haciendo la semana anterior. Era el 8 de marzo de 2017 y era la tercera marcha de una semana por demás convulsionada por las protestas frente a las políticas gubernamentales del gobierno de Mauricio Macri. Al respecto, no tuvo mejor idea la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, perteneciente al Ministerio de Salud de la Nación de sacar un afiche que atrasa años y que veremos a continuación en una de las fotos que ilustran esta nota.
Afiche que atrasa años pero es de 2017 |
Los medios de comunicación empiezan a informar (y también ocultar) lo que empieza a ser una convocatoria multitudinaria en el Congreso que irá a Plaza de Mayo. Al respecto, se iba a realizar en concordancia con las provincias de nuestro país y con varios países que se hicieron eco del #NiUnaMenos.
Llego a la misma a eso de las 18 hs. ¿Es tarde? En absoluto. Entramos por Entre Rios hasta llegar al Congreso de la Nación el cual es adornado en sus rejas con pancartas que recuerdan diversos femicidios ocurridos y que tienen a sus culpables, libres sin ningún tipo de condena. Algunas personas se quedan leyéndolas y empiezan a jugar con la memoria respecto a la repercusión que tuvieron algunos casos en los medios….para después olvidarse. Desde el piso, se hace mención a los abortos clandestinos.
«Las niñas que escriben en el cielo» diría LAS |
Llegamos a la esquina de Rivadavia y Callao, donde hay varias columnas de mujeres que se agrupan debajo de distintas banderas. Noto que hay pocos hombres lo cual tampoco extraña pero no deja de ser motivo para señalar.
Empiezo a caminar por Rivadavia y cuando llegamos a la altura del Cine Gaumont, se produce un hecho que llama la atención al tiempo que conmueve. Un amplio y largo papel es destinado a que niñas escriban y dibujen con motivo de la marcha. Se puede ver como las nenas escriben y piden por sus derechos. Micaela es una de ellas. Se concentra y escribe. Pide y genera conciencia con respecto a los motivos que convocaron a la marcha.
A medida que vamos caminando, miramos las pancartas y las banderas. Sus textos y sus pedidos son elocuentes. Las paredes también tienen mucho por decir. Datos por demás elocuentes acerca de cifras y hechos (fechas de femicidios y recordatorio de las víctimas con sus nombres –tal es el caso de Diana Sacayan-) se mezclan con fuertes críticas a Macri y Tinelli.
Dentro de todas las pancartas, llama un tanto la atención una que hace mención a Emma Watson que dice “Es feminista, no feminazi”, en alusión a las múltiples criticas que recibió la reconocida actriz británica por una producción de fotos a la que muchos consideraron contraria a los valores que dice defender. Una tontería al cubo la de quienes atacaron a Emma pero bueno, está lleno de esto.
Amigas y conocidas se cruzan en la marcha. Se saludan y siguen con su reclamo. No soy ajeno a esta situación y también saludo y hablo con amigas que están participando. En un momento, las columnas se separan. Una, más cercana los partidos de izquierda, van por Av de Mayo mientras que la que tiene a La Cámpora y Nuevo Encuentro enfila por Rivadavia. Los cánticos están a la orden del día, con una Cristina en tamaño gigante, bailando en el medio de la concentración.
La esquina de 9 de julio y Rivadavia |
Desde mi lugar de hombre (que llevo a una niña en los hombros), miro esa sensación de estar siendo testigo de un momento único al tiempo que percibo fehacientemente la justicia de los reclamos.
Al llegar a la 9 de julio, varias chicas del colectivo #NiUnaMenos dan rienda suelta a su reclamo. Ataviadas con una remera violeta, muestran una bandera enorme que, a los pocos minutos, iniciará su camino hacia la Plaza de Mayo.
Uno de los colectivos que más luchan, en la marcha |
Las paredes terminan siendo una especie de muestra de arte en contra de la violencia machista. Hablan, muestran y dan cuenta de la problemática con creatividad al tiempo que llaman a la reflexión.
Nos encontramos con una pareja en la esquina de la Plaza de Mayo y nos cuenta que estuvieron participando en las marchas de los días anteriores.
Los medios masivos de comunicación buscan invisibilizar la convocatoria y los pedidos que se realizan al tiempo que el/la Cabeza de Globo de turno se cierra ante lo obvio y sigue repitiendo los discursos de su conciencia mediocre –alimentada por TN, Infumables, etc- como si fueran el mantra de las buenas costumbres.
Las paredes tienen algo que decir |
Bordeamos la Plaza y escuchamos a Nora Cortiñas. La emoción es grande, enorme. Nora es un referente de los Derechos Humanos. Verla en el escenario, con un temperamento indomable, es un bálsamo para que la lucha por los Derechos Humanos continúe.
Uno de los cánticos que se escucha es «Si se puede/si se puede/hacerle a Macri un paro/se lo hacemos las mujeres» en directa alusión al papelón de aquellos que dicen representar los intereses de los trabajadores, bajo el nombre de CGT.
Nos encontramos con otra gran amiga de tiempos inmemoriales que estaba con su hijo. Nos saludamos mientras se ven fuegos artificiales.
Termina la Marcha y volvemos por Reconquista, hasta Córdoba, para tomar el 5. La desconcentración se realiza con tranquilidad. En Córdoba, hay una cola importante. No falta el/la que putea en contra de la tardanza y desvíos de los colectivos. Una señora me dice que iría para la Plaza a tomarse el subte pero no va por “el lío”. No puedo con mi genio y le digo “Es una marcha y no un lio. Vengo de ahí y no pasó nada”. Me mira con sorpresa. Esto es algo que noto frecuentemente. Cuando te plantas con una idea y la podes defender frente al prejuicio, el interlocutor recula inmediatamente. Es más fácil no decir nada y seguir manteniendo su idea por más que atrase años.
La Plaza de Mayo, colmada |
Mientras vuelvo, me llegan las noticias de los incidentes en la Catedral. Más allá del bodoque que fue a provocar con una bandera del Vaticano, creo que no hay que desviar la mirada respecto del reclamo fundamental, en este caso, el que compete a las mujeres. Hay que ser muy limitado –o cínico- para creer –o querer creer- que el feminismo señala que la mujer es “mejor” que el hombre o que todos los tipos son “violadores”. No es lo mismo que el machismo. Si se elige poner el acento en los incidentes del final obviando la convocatoria y los reclamos, es caer en un reduccionismo por demás teñido de ignorancia. Permitanme decir que, por más paredes pintadas que haya, no se compara con los ataques sexuales que sufren las mujeres por día y los femicidios que se suceden día a día. Simbólicamente, quemar un patrullero o la Catedral podrá ser muy poderoso pero nunca tanto como la muerte y violación de mujeres. Muchas de las cuales, cuando fueron a pedir ayuda a las instituciones que representan ese patrullero o esa Catedral, les dieron vuelta la cara.
Terminó la Marcha. Los medios destacan los incidentes por encima de la convocatoria y sus pedidos. Dependerá de vos (lector y/o lectora), seguir como rebaño, consumiendo las tonterías que los medios venden y vos aceptas tan mansamente para no salir de tu lugar de confort o poner en duda aquello y empezar a participar.
Vuelvo a casa, en el 5 y me quedo pensando. Ver esa marea de mujeres marchando era impactante en todo el sentido de la palabra. También me llamó a la reflexión por la vergüenza e indignación que me da el salvajismo y la malicia de estos individuos con los que comparto solamente el género.
Algo de lo que escribieron las niñas de la foto 3 |
Hete aquí que retomo lo mismo que escribo en todas las marchas con estos reclamos. Soy hijo de una mujer y muchas me mostraron mundos, culturas, valores y sentimientos que pude ver desde el cristal de su femineidad. Sentí, recordé y pensé a muchas mujeres. Mi madre, mi abuela, mi tía y mis parejas –a las cuales siempre estaré agradecido por enseñarme/mostrarme el mundo femenino desde las más diversas perspectivas y, al día de hoy, tengo el placer de contar con ellas en mi círculo cercano-. Amigas, conocidas, confidentes. Las que están y las que partieron a otras latitudes, dejando huellas tan imborrables como hermosas en mi ser (MD). Risas y llantos compartidos, viajes de aventura, cenas inmortales, caminatas invencibles, llegadas tarde, baja presión, helados dulces, sermones buenos y de los otros, cervezas intensas, charlas enriquecedoras, alergias varias, miradas de complicidad, lagrimas de alegría y tristeza.
Besos, discusiones, abrazos, caricias, gestos, desencuentros y reconciliaciones.
Pienso en todas esas mujeres que son madres, hijas, hermanas, cuñadas, suegras, primas y mucho más. Maestras, periodistas, actrices, abogadas, amas de casa, directoras, militantes por la vida, la igualdad y la justicia y siguen las firmas. Pero el respeto, antes que nada, por ser mujeres, con igualdad de derechos.
Las escucho, las miro y, con una mano en el corazón, me emocionan. Todas y cada una de ellas.
Simplemente…mujeres.
#NiUnaMenos #VivasLasQueremos