Virginia Innocenti: “Estoy en el mejor momento de mi vida”

Es actriz, cantante, directora y también hiperactiva. Presentó con éxito en teatro su “Traducción de las noches”, un espectáculo absolutamente íntimo y disfrutable mientras la rompía (y rompe) en la televisión con “Argentina, tierra de amor y violencia”, con su Libertad Morel, una villana inolvidable. 
Ahora, el 2 y 9 de noviembre, presenta «En los besos de otras bocas», su nuevo show de canciones en el reconocido Bebop Club de San Telmo.


¡Costó pero lo logramos! Virginia está ocupadísima. Sus proyectos ocupan la mayor parte de su tiempo pero no pierde su eje. Habla con tranquilidad, con voz pausada pero firme. Está muy contenta con su presente. Mujer de fuertes convicciones y sensibilidad plena, se abre a una charla sincera.

Entrevista realizada para la revista Proven y Vos, reproducida con su autorización. 
Fotos: Cecilia Villarreal. Sensibilidad en Foco (https://sensibilidadenfoco.blogspot.com/)

Televisión en Libertad

-Virginia, ¿como es meterte en este personaje tan oscuro como Libertad Morel, en “Argentina, Tierra de Amor y Venganza”?
– Es fantástico. Lo encaro de manera muy poética a este personaje. Trato de darle una carnalidad importante, un ser con muchas capas. Me gusta hacer esto con los personajes que construyo. Obviamente en base a lo que me ofrecen a partir de los libros realizados por Leandro Calderone y Carolina Aguirre. Lo que si le agrego son los modos, algunas frasecitas, condimento lo que determina desde donde. Pero es muy placentero contar esta historia. Estoy muy contenta con el proyecto.

-¿Te sorprendió la recepción del público?
– No sé. No soy de estar pensando al respecto…

-Tuvo una gran repercusión…
-Si! La gente está enloquecida! (risas). Más que sorprenderme, me encanta. Me da mucha alegría. El personaje genera una cosa de amor y odio muy fuerte. Se involucran con el personaje, que es realmente insoportable. El que sea de época, también colabora. Permite que haya cierta distancia en la construcción del personaje y que ésta sea más clara. Me encanta esto porque es otra forma de denuncia de lo que hablo en “Traducción de las noches”. Estoy encarnando a un personaje de aquellos que he padecido. Mi antítesis. Serán alguno de mi familia, del colegio, u otros que, al día de hoy, siguen muy vigentes.

-¿Tiene un sabor especial hacer de villana?
– Lo que está bueno es que, al ser un personaje tan distante de mi, es divertido. No sos un ser sufriente, sos el que agrede. Suele ser un poquito más…cuando haces un personaje que está padeciendo, descarga todo el tiempo; los agresivos, no. Si bien me canso mucho porque hay escenas muy violentas en las que me quedo temblando, no sé. Son personajes que terminan siendo medio inolvidables. Está muy bueno hacerlo. Además, Libertad es muy necesaria porque, de algún modo, es la que plantea el conflicto por el cual la novela se desarrolla. Es muy importante en la trama para que Lucía, el personaje de Delfina Chavez, se convierta en heroína. Sin Libertad, no hay heroína.  

-La novela volvió a posicionarse fuerte después de cierto dominio de las novelas turcas y brasileras.
– La gente, si le das que está bien hecho, bien actuado, bien escrito, bien producido, lo agradece. Igual creo que este proyecto está angelado. Han sido muy sabios en la convocatoria del elenco, en la construcción del proyecto, de los libros. Se convoca a una cantidad de públicos muy diversos en edades y pensamiento. Hombres y mujeres. Es muy bueno lo que han logrado porque también hay un discurso muy actual metido, por si no te das cuenta. Las jovencitas tienen un discurso muy potente, muy de ahora. No es una típica historia de amor. Tiene que ver con este lugar de visibilizar los distintos lugares que tiene la mujer y las posibilidades de aceptación o no en esta sociedad. Me gusta que los más jovencitos vean de dónde venimos. Si uno sabe de dónde viene, puede entender mejor porqué estamos como estamos. Ahí puede hacer una posibilidad de mejora.

-Hay un dialogo con la coyuntura, de la que se han formado grupo de charlas…
-Si. Se ha armado hasta grupos de debate. Es el rol social que va teniendo la novela. La última que había hecho fue “Vidas robadas” que también tuvo mucha repercusión. Visibilizó un tema del cual mucha gente no tenía idea que sucediera en este país. Ahora ATAV, está colaborando con la “ola verde”.

Artista en su contexto

-¿Cómo ves lo que está ocurriendo con “la ola verde”?
– No me sorprende. Hablo de estos temas y milito desde muy chica. Siempre me he plantado en mis ámbitos de trabajo y de vínculos personales porque no avalo la violencia de género. Colaboro con mi obra en el deseo de ir ganando derechos.

-¿Te sorprende la crítica a las actrices por esta militancia?
– La verdad, no pongo la energía en eso. No me interesa. Seguramente es gente con intereses que se pueden desbarrancar si esto avanza. Ladran Sancho…

-¿Qué opinión tenes de actores y actrices que prefieren mantenerse al costado de las cuestiones sociales? Como si la actuación no formara parte de la coyuntura.
-Cada uno hace lo que quiere y lo que puede. La verdad es que no me dedico mucho tiempo a evangelizar a los otros o a enojarme con los que hacen o dejan de hacer. No me sobra la energía para eso. prefiero proponer obras. Ahí está el discurso, lo que pienso, mi energía. No puedo…Antes que actriz soy persona y vivo en una sociedad. Para mi, actuar no es un trabajo en el sentido…como todos, necesito ganar mis pesos para mi mendrugo de pan pero no es un negocio. No estoy en esto para hacer negocios. Estoy en esto, porque en este momento de mi vida y desde que soy muy chiquita, es mi manera de entender este misterio de la vida. Capaz que el año que viene me voy a vivir a la montaña a dedicarme a las terapias sonoras.

Teatro, pasión y poesia

-Durante este año, hiciste “Traducción de las noches” en teatro.
– Inicialmente era el título de un libro que, espero, finalmente sea. Quería editar mi material poético. Después, me convocaron del Centro Cultural de la Cooperación para que presente un espectáculo en el marco del Festival Iberoamericano de Poesía. Pensé en poner parte de este material que estaba trabajando a lo largo del tiempo. Todo el material que tengo, desde que empecé a escribir poesía, a los nueve años. Dije “es mejor arrancar por acá´”, con un espectáculo con parte de este material. Además, me pareció muy bueno el título.

-¿Hubo algunos retoques respecto a lo que habías presentado?
– Si, pero tenían que ver con el ritmo, el carácter. De donde digo eso que digo. Agregué algunas frases pero no mucho más que eso. La estructura del relato era la mismo. Pasó que fueron unas pocas funciones en el marco del Festival. Es lo que ahora se llama “work in progress”. La estrenamos lo mejor que pudimos. Ahora siento que la obra está realmente madura y redondita.

-Si bien el teatro es una ceremonia, en tu espectáculo se lograba una importante comunión entre la gente. Con decir que no sonó ningún celular en la platea, ¡algo casi milagroso!
– Solo pasó una vez, con una persona mayor que creyó que lo había apagado y no era así. Es todo de un silencio tan maravilloso. Se provoca una comunión, de mucha empatía e intimidad. Es una escucha amorosa.

– Se notaba que había también un lagrimeo.
– Si! Es cierto. Hay que ir con un pañuelito a ver la obra aunque, generalmente, es con las cosas que hago. Pero también tiene humor. Es un humor ácido, tal como me caracteriza pero si. Hay cosas que está bueno contarlas con cierta distancia.

– ¿Cómo fue el proceso para llevar a cabo la obra?
– (Piensa). Quería contar como se  puede….Creo que estoy en el mejor momento de mi vida…

-Me estás tirando el título de la nota…
– (Risas), pero quería transmitir y contar  algo que digo en el espectáculo que es que “todos tenemos la inocencia herida, todos tenemos una historia dolorosa”. También pregunto si existe otro destino para narrar. En otro momento digo “insiste la memoria en repasar de lo aprendido”. Lo que quería contar es que con todo ese bardo del dolor, construí vasijas donde puedo beber y dar de beber agua cristalina. A través del repaso de toda esa historia, la posibilidad de crear metáfora por medio de la creatividad, el análisis, el trabajo personal profundo que hace uno, en las distintas áreas. Creo que recién ahora encontré mi modo, mi propia voz y la manera de comunicarme con los otros. Encontré mi camino. Me rescaté y me refundé a través de la palabra ya sea cantada, contada o escrita. Me pude desprender de muchos prejuicios y temores. Pero bueno, eso era un poco la idea. Para mi, es un canto a la vida.

-También tiene algo de catártico y sanador…
-En mí, siempre oficia esto. Todo lo que escribo, todo lo que interpreto me sirve de catarsis y sanación. “Traducción de las noches” opera del mismo modo en el espectador. No es que lo hago para mi. En ese caso, haría terapia. Además, nada de todo eso me duele, sino no podría contarlo. Ya prescribió. Es material poético…de todos. Hay cuestiones de las que hablo en los poemas que no significan que me haya sucedido sino ponerle una voz a una generación. Es más, trasciende a las generaciones y es más un tema de género. Es un canto a la vida y un grito de rebeldía. Un llamado de atención de poner sobre la mesa algunas cosas urticantes, que pueden resultar incómodas. Tomar conciencia en la forma en que se ha naturalizado –y se sigue naturalizando- la violencia en la crianza y en los vínculos. Todo esto tiene que ver con el discurso machista y del patriarcado que nos destroza el corazón y la estructura psíquica tanto a mujeres como a hombres.

-A la salida del espectáculo, había un cuadernito en el cual los espectadores ponían sus impresiones de la obra. ¿Qué te escribían allí?
– Cosas hermosas. Es parte de la invitación. Me interesaba rescatar esto de lo artesanal. Es lindo que la gente escriba…Capaz que esto hace que participe menos en las redes sociales. Quizás, poniendo algo allí, en el anotador también lo ponen en Facebook, pero no me importa. De algún modo, todo esto completa la ceremonia que proponemos. Que cada uno pueda narrarse a si mismo.

-Hace algunos años hablé con Tom Lupo sobre poesía y me contaba sobre el prejuicio que la atraviesa.
-Si, como si fuese algo que no nos perteneciese a todos. No solo hay prejuicio sino que, lamentablemente, hay un nivel en las cosas que se ofrecen, como entretenimiento. Se le da a la gente todo tan cocinado…No hay nada para completar. Entonces no se puede hacer metáforas. Son tan literales….tan lobotomizados. Los seres humanos que no se permiten cuestionarse nada son más fáciles de manipular por los intereses del sistema.
Hice un programa con Tom, durante un año entero. En un momento, en el espectáculo, empiezo a decir un poema y entra en el mismo carril del relato, o la canción. Nadie me dijo “ese momento en el que leíste un poema, no lo entendí”. Se enganchan en el viaje, en la propuesta. Me parece que se dejan impregnar y conmover. Es eso lo que me interesa. Que el espectador salga modificado y atravesado por una instancia artística. Las cosas que más me conmueven me dejan muda. Me cuesta ponerlas en palabras.

-Cuando terminaba el espectáculo, no se aplaudía enseguida. El público se quedaba pensando…
-Si, es como que se necesitaba respirar. Recuperar el aliento. La verdad es que quedé muy contenta. Me han ido a ver mis compañeras del primario, del jardín de infantes. Lo construí de ese lugar, pensando que quería repasar. Hablando desde mi y de ahí, a todos. El fin de semana pasado, vino un compañero de elenco con sus padres y los hombres también salen conmovidos. No todos somos padres pero todos somos hijos. Los que son hijos y padres se fueron con una serie de preguntas maravillosas. Hubo un señor del público que me dijo “creo que debo ver algunas cosas que estoy haciendo con mi hija”. Es maravilloso. Después está el tema de haber sido criado por generaciones que no tenían una capacidad de comunicación profunda. Que operaba todo por el premio o el castigo.

Mirada interior

-Siempre hiciste mujeres muy fuertes. Hace un rato me dijiste que este tu mejor año. ¿Crees que los trabajos tanto en teatro como en tele van a ser hitos en tu carrera?
– Guau…! La verdad, no lo sé. (risas). Todos los trabajos que he hecho…Ahora me acuerdo cuando hice en el Payró, “Historia de la razón” y después Kogan me llamó para hacer “Rayuela”, la única vez que se hizo en teatro con la autorización de Aurora Bernardez –viuda de Cortazar- y fui La Maga, con dirección de Ricardo Monti. La Nacha de “Vidas Robadas”…también. ¿Fueron un hito? Si, no…no lo sé. Creo que si fue un hito “Dijeron de mi”, sobre Tita Merello, que lo escribí yo y tuvo que ver con la poesía. Interpretaba a un personaje como Tita y además, era mi primera obra como autora…

-Era un unipersonal…
-Si, pero tenía músicos en escena. Fue muy fuerte. Recibí mucho reconocimiento, no solo como intérprete sino como autora y cantante. Estuvo muy bueno eso. Ahora “Traducción de las noches” tiene una construcción similar. Ambos espectáculos hablan en primera persona. Es probable que, si se convierte en un libro que incluya más material…Mi próximo proyecto es editar un libro con todo este material y sumar el que tengo ahí, en edición. Ojalá se convierta en un hito.

-¿Vas a llevar a la obra de gira?
– No creo por el momento. No puedo por los tiempos de la novela. No sé si para el año que viene o este, si es que sale alguna fecha, pero debe ser por acá cerca. Estoy con esto y también con los recitales de música por delante.

-¿Cuando los vas a hacer?
– Cerramos, dos fechas en Bebop, para noviembre, 2 y 9. Me acompañan el maestro Sergio Zabala, en guitarra y voz, habitual compañero en mis últimos trabajos. Hace conmigo los arreglos musicales. Después, los exquisitos Gaspar Tytelman en percusión y Cristian Ferreira en contrabajo. Haremos un repertorio con distintos géneros y autores. Desde Joni Mitchell y Nina Simone a Gloria Trevi; de Cartola y Mina a Chavela Vargas y Leonardo Favio.

-Si no eras artista, ¿qué hubiera sido de su vida?
– Quien sabe. Me gusta mucho todo lo que tiene que ver con la naturaleza y con las cosas que considero esenciales de la vida. Es probable que esta artista vaya mirando cada vez más hacia el lado de las terapias sonoras, que es algo que estoy estudiando desde hace unos años, en los resquicios de tiempo. Creo que el sonido es un elemento sanador. Seguir invitando a la gente a poder transitar por otros planos de comunicación.

-Si por esta puerta de este café-heladería del barrio de Coghlan, entrase la Virginia de veinte años, ¿qué le dirías?
– “Estamos donde queríamos estar” (risas). La quiero felicitar y llenar de besos. Hizo un trabajo muy arduo. Siempre se tuvo que autoaconsejar. Una de las cosas que hacía mucho, frente a una circunstancia o decisión que tomar, como no tenía a quien consultar –a alguien válido para recurrir-, me preguntaba si tuviese una hija, qué le recomendaría que haga. Entonces iba y hacía eso, como si fuera mi propia madre. Si te quedas agarrado al sufrimiento, sin transformarlo en algo luminoso, estas repitiendo y te quedas en el lugar del mandato. Muchas de las cosas que canto o digo de mi mamá, en “Traducción de las noches”, me las digo ahora a mi misma.  Escribí “Madre” esa canción que forma parte del espectáculo y que había sido grabada en mi primer disco “Habra”, dice “Deja de llorar, por lo perdido. Suelta de una vez, mi alma al viento”. Soy yo la que tengo que dejar de llorar por lo perdido. Con este espectáculo ya lloré todo lo que tenía que llorar. Le canto a esa madre interna, yo misma dejé de retener mi alma y está ahí, lanzada al viento.

Virginia Innocenti en cinco puntos

1-Capricorniana de pura cepa, Virginia Beatriz Innocenti nació en el 15 de enero de 1966. Inquieta y abierta a sus búsquedas artísticas, afirma que “No me gusta encasillarme. Me considero una artista. No me da pudor decirlo. Artista también puede serlo un panadero. Mi trabajo es mi arte. Uso todo lo que está a mi alcance para desarrollar mi crecimiento espiritual. A veces lo hago contando, otras escribiendo, armando una huerta o estudiando terapias sonoras”.

2-En cine, debuta en “La historia oficial”, en 1983. Participó de films como “Cipayos” (Premio Revista Sin Cortes: Revelación Femenina), “Gatica El Mono” (Premio Revista Sin Cortes y Premio Festival de Cine Luis Sandrini como Mejor Actriz de Reparto), “Lengua Materna”, “Mala Época”, “Cohen vs. Rosi” y “El mar de Lucas” e “Iluminados por el fuego” (Premio Cóndor de Plata: Mejor Actriz de Reparto), entre otros. Fue jurado de la primera edición del FICIP.

3-Debutó en teatro con “Teléfono medido” de Beto Gianola, en 1988. “Mucho Ruido y Pocas Nueces” y “La novia de los forasteros” en el TMGS. “Sonata Otoñal”, de Ingmar Bergman y “La oscuridad de la razón”. Por “Rayuela” y “Confesiones de Mujeres de 30”, fue nominada al Premio ACE como Mejor Actriz Dramática y Mejor Actriz de Comedia respectivamente. Por “Dijeron de Mí”, ganó los premios ACE, Hugo, Florencio Sánchez y Konex, entre otros. Se destacan puestas como “Noches Romanas”, donde interpretó a Anna Magnani, compartiendo escenario con Osmar Luque. A lo largo del 2019, estuvo presentando su espectáculo “Traducción de las noches” en el Centro Cultural de la Cooperación

4-En televisión hizo su debut en 1985, en “Colorín Colorado” por Canal 7. Formó parte de  “De fulanas y menganas”, “Socorro quinto año”, “Antonella” (Premio Revista Sin Cortes: Revelación Femenina), “Zona de riesgo”, “Nueve lunas”, “Alta Comedia”, “Los Machos” (Premio Revista Sin Cortes: Mejor Actriz de Reparto), “Poliladron”, “Campeones” (Premio Martín Fierro: Mejor Actriz Protagónica de Comedia), “Verdad Consecuencia”, “El hombre”, “El hombre de tu vida”, “Mujeres Asesinas”, “Hospital Público” y “Vidas Robadas”, entre otras. Protagonizó las miniseries “La Defensora” y “Cuentos de Identidad”, ambas dirigidas por Alberto Lecchi. Participó en el Ciclo “Homenaje a Teatro Abierto” en 2013 emitido por La TV Pública, con el unipersonal “Desconcierto”. Actualmente, forma parte de la novela “Argentina, Tierra de Amor y Venganza”, donde encarna a la villana Libertad Morel, con gran éxito de crítica y público.

5– Su carrera en la música, cuenta con la edición de dos discos solistas. “Habrá”, editado por Tocka Discos en el 2004 y “En agua negra”, publicado en el año 2006 por Acqua Records. Justamente en ese año, gana el Premio Clarín Revelación, “Mejor Intérprete Melódica” por este disco y es nominada a los Premios Gardel 2006, por el disco » En Agua Negra». Con “En la sangre, sueños de agua y desembarco” inauguró junto a Diego Vila, la actividad musical de la sala PAyS del Parque de la Memoria. Es responsable de la dirección artística de sus discos y de sus presentaciones en vivo. Realizó cortinas musicales, lleva editadas varias canciones y artículos de su autoría y ha ideado y conducido varios programas de radio. El 2 y 9 de noviembre, presenta su nuevo show de canciones en Bebop, San Telmo.

Sábado 2 y 9 de noviembre. Virginia Innocenti presenta «En los besos de otras bocas». Bebop. Moreno 364. A las 21 hs. 

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