Tras la partida de Elisa Carrió de UNEN, la esperanza de la centro-izquierda parecía hecha añicos. Humberto Tumini, precandidato por el frente SURGEN, quiere retomar dicho espacio. Sostiene que nunca interpretó que “las fuerzas progresistas tuvieran que ser el furgón de cola de la derecha”. Con su estilo directo y campechano, Tumini centra sus propuestas en la salud, la educación y la vivienda al tiempo que señala que Carrió “no me decepcionó” y que el kirchnerismo y el macrismo son “parecidos”.
-¿Cómo surge la candidatura suya, Humberto?
– Surge cuando observamos que UNEN en la ciudad, tenía sectores que iban a acompañar a Carrió en su acuerdo con Macri, dibujando una oposición que no era tal, en las elecciones para jefe de gobierno. Nosotros decidimos expresar al espacio progresista genuino que pretendió expresar UNEN en su momento, siendo crítico tanto de Macri como del kirchnerismo. Cuando finalmente Carrió rompió UNEN tal como habíamos previsto internamente, para no debatir internamente la falacia de ser aliados en las presidenciales y supuestos opositores en la ciudad, decidimos hacer un frente con el GEN de Margarita Stolbizer, Proyecto Sur de Pino Solanas, Podes de Sergio Abrevaya y decidimos mantener la candidatura. Como Abrevaya mantuvo la suya, vamos a ir a internas para ver quien representa a las fuerzas progresistas en la ciudad de Buenos Aires.
-¿Cuáles serían las medidas que tomaría en caso de ser Jefe de Gobierno?
– Creemos que se puede hacer una ciudad más equitativa y más amigable que esta despersonalizada y empresarial que crearon Mauricio Macri y el PRO en estos años. Hay algunas cuestiones concretas. El problema de la salud pública es muy importante. Macri bajó el presupuesto de la salud pública y tenemos los hospitales y los centros de salud absolutamente deteriorados. Es posible aumentar el presupuesto de salud y volver a generar una estructura de salud pública de excelencia. Binner lo hizo en Rosario pero hay que poner atención, dinero y estar dispuesto a que no haya gente que tenga una salud de excelencia y otra, de porquería. El recorte del presupuesto hizo que la ciudad más rica del país tenga un aumento en la mortalidad infantil que pasó de 7/1000 a 8/1000. En el sur de la ciudad hay un 10/1000 y en el norte, un 5/1000
Otra cuestión que refleja la falta de equidad es la educación pública en la que pasa lo mismo. Los niveles de deserción en el sur de la ciudad son del 60% mientras que en el norte son del 30%. Todos los chicos que están de Rivadavia para el norte tienen una escuela cerca mientras que de Rivadavia para el sur, se tienen que tomar un colectivo. Hay una educación claramente inequitativa. El que haya aumentado la educación privada y no la pública refleja una política de clase del macrismo en términos educativos. Eso es perfectamente reversible aumentando el presupuesto y poniendo la atención en quienes más lo necesitan, con una educación pública eficiente.
La tercera cuestión es la vivienda. Durante el gobierno de Macri hay menos propietarios y más gente que alquila. Se pasó del 62 al 57 % los dueños de la vivienda y aumentaron del 27 al 33% los inquilinos. Esto sin contar la gente que vive en villas o inquilinatos que son cerca del 12%. Esto fue por un proceso de especulación inmobiliaria. Hay 350.000 viviendas ociosas en la ciudad de Buenos Aires. Alquilar es un drama. Para comprar, los créditos te piden un piso de $ 14000 por mes pagando a 20 años. El Banco Ciudad puede dar garantías y evitar que la gente le pida una propiedad a un familiar en Capital Federal. Se puede bajar las comisiones en las inmobiliarias, de dos meses a uno; se puede bajar el mes de depósito de dos meses a uno para que, en vez de tener que disponer de cinco meses para alquilar una vivienda, sean tres. Se puede poner un impuesto a las viviendas ociosas por más de seis meses sin justificativo, para ponerlas en el mercado para venderlas o alquilarlas. Pero para esto hace falta un gobierno progresista. Un gobierno neoliberal como el de Macri que trabaja vinculado a las grandes constructoras, no lo va a hacer.
Además tiene que ser una ciudad amigable que acerque al vecino al barrio. En el transporte, el subte tendría que tener más frecuencia porque cuando viaja en hora pico, lo hace como animales. Esto es una cosa cotidiana que vive la gente.
-Su slogan de campaña es “Sin Carrió y sin Macri”…
– Y sin el kirchnerismo porque, en resumidas cuentas, no tienen tanta diferencia. Lo de Carrió porque es aliada a Macri y va en la lista con Lousteau que es una colectora con el PRO. La verdad, Martín Lousteau debería haber ido a una interna con el PRO. No se porqué no lo dejaron ir si en el orden nacional Carrió y Sanz van a la interna porque comparten el mismo espacio. Macri es el candidato a presidente midiendo 23 puntos, Sanz 2 y Carrió, 1. Ahora podría haber ido Lousteau a la interna del PRO en la ciudad de Buenos Aires pero parece que no lo dejaron entrar los del PRO pero no porque no tuviese esa voluntad. Los del PRO tuvieron problemas con Gabriela Michetti porque decidió no acompañar a Macri sino disputar la ciudad. Se les complicó la interna y por eso habrán decidido cerrar el ingreso de Lousteau. Cuando hablamos de Macri y Carrió, hablamos de la lista de Lousteau. Esa lista es una colectora del PRO. Lo nuestro es una consecuencia de una propuesta progresista que fue UNEN en la ciudad y en la Nación. Nosotros nunca interpretamos que las fuerzas progresistas tuvieran que ser el furgón de cola de la derecha. Tenemos un proyecto distinto. No creemos en la concentración de la riqueza, que los derechos humanos sean cosa del pasado ni en las relaciones carnales. Tenemos otras ideas sobre el país y las relaciones internacionales, la economía y la sociedad. Está bien que haya una derecha en el país mientras no sea golpista, tal como ha sido en el pasado. Nosotros no somos derecha. Por eso nunca hemos avalado los proyectos de Carrió, de Sanz y Lousteau y menos que seamos furgón de cola de la derecha.
-¿Lo decepcionó Carrió?
– No. Nunca estuvimos de acuerdo con que Carrió formara parte de este frente. No la trajimos nosotros sino otros partidos, con quienes hizo alianza. Siempre pensamos que fue una actitud oportunista suya el vestirse de centro-izquierda para renovar la banca. Que la renueve con las ideas que tiene y no con las ideas progresistas. Éramos conscientes que, una vez que renovara la banca, iba a trabajar para romper el frente del progresismo. Hace rato que tiene vínculos con sectores de derecha y aboga por un proyecto de derecha en el país. Eso lo dijimos públicamente y fue lo que sucedió.
-¿Qué recepción tiene del vecino de la ciudad respecto de su propuesta?
– Con respecto a la visión general de la política, detecto un importante segmento del radicalismo que son muy críticos de la alianza con Macri, tanto de Carrió como Sanz. Me plantean de hacer “una fuerza progresista”, que “esto es ajeno al partido” y “ya nos pasó cuando fuimos con Lavagna y De Narvaez”. Plantean algo fuerte pero hay que ver como se traduce en los votos. Por eso, Lousteau engaña cuando dice que no es parte del acuerdo con Macri. Confunde a este afiliado radical para que lo vote en la Ciudad.
Por otra parte, hay un reclamo muy fuerte en tanto a la seguridad, no tanto por temerle a los ladrones sino en confiar en la policía. Son cosas diferentes y te lo plantea la sociedad. Vienen los ladrones y la policía no aparece. Hay una mirada muy crítica que se extiende a la Metropolitana, diciendo que no cambió nada. La crítica en si abarca también a la educación y la salud. Después se reivindican otras cosas que están buenas las plazas y el Metrobus. No es que le niega todo a Macri pero hay un margen significativo de cuestiones críticas en la ciudad.
-¿Considera fundamental su aparición en los medios de comunicación la campaña?
– Si, es muy importante porque en una ciudad tan grande como esta, el contacto directo con los vecinos tiene un límite. Acá viven tres millones de personas y solo se puede hacer campaña un mes. Los medios de comunicación han penetrado en todos los hogares profundamente. No solo los medios como la televisión sino las redes sociales e internet. Hay dos cosas en las que el macrismo y el kirchnerismo son muy parecidos. Hacen campaña con la plata de todos. Recibo volantes con la cara de Macri y Rodríguez Larreta por lo que hacen campaña con la gestión de gobierno y la plata de todos. Lo mismo hace Cristina con Randazzo. La utilización de los medios públicos en lo que les conviene es similar. La Nación, que apoya la candidatura de Macri, sacó una nota que muestra como utiliza Macri la pauta publicitaria en los medios en pos de su campaña. Ha gastado en los últimos dos años, solo de pauta publicitaria, mil cien millones de pesos. Todo para su campaña de presidente. Además tiene un presupuesto de propaganda y publicidad del gobierno que se ha multiplicado seis veces desde que empezó hasta ahora. Al principio era 0.3 y ahora es 1.7. Uno va al aeropuerto de Córdoba y ve un tremendo cartel con la cara de Macri que dice “Visita el Metrobus”. Es la misma idea del kirchnerismo de pensar que el Estado está al servicio de ellos y los recursos públicos son de ellos. Una parte se la guardan en el bolsillo y la otra parte se la gastan en la campaña. Cuando Hermes Binner era todavía nuestro candidato, vos observabas la campaña de Scioli, Macri e inclusive de Massa, que gastan millones de pesos que uno no está en condiciones de gastar. ¿Por qué? Porque lo sacan del dinero público.
-¿Cómo ve el accionar de la Policía Metropolitana en relación con la seguridad?
– La Metropolitana está restringida a una cantidad de comunas. En líneas generales, ocurre lo mismo que con la Federal y las demás fuerzas. El problema de la seguridad es más agudo que en otros tiempos. Vivo en Caballito y cuando volves a la noche, tenes que chequear que no te asalten en la puerta de tu casa, haciéndote una entradera. Son hábitos de control que hemos desarrollado todos los vecinos. La problemática está absolutamente extendida. Ahora, ¿cómo abordar esa problemática de ese tipo en una ciudad con cuatro fuerzas –Prefectura, Gendarmería, PFA y la Metropolitana- que no coordinan entre si? Cada una de ellas construye su propio mapa del delito y no le da participación a los vecinos. En Caballito, la propia organización de vecinos construye su mapa del delito. ¿A quién se lo muestran? Se lo muestran a la Federal y no hace nada al respecto. El problema de la seguridad está al tope de las preocupaciones de los vecinos y tanto el Estado nacional como el de la Ciudad de Buenos Aires, son absolutamente deficitarios.
-¿Por qué debería elegirlo el vecino de la Ciudad de Buenos Aires como Jefe de Gobierno?
– Le diría que soy una persona con experiencia, con muchos años en la vida política. Tengo convicciones fuertes y carácter firme. Las cosas que hacen faltar modificar de esta ciudad requieren de una personalidad de este tipo. Hay que cambiar muchas cosas si queremos hacer una ciudad realmente equitativa y amigable como te decía.
-¿Cómo es la relación con Fernando “Pino” Solanas al día de hoy?
– Buena. Forma parte de nuestro frente. Es un dirigente destacado. No se cual va a ser su objetivo nacional. Plantea que quiere ser candidato a presidente de un espacio de centro-izquierda genuino y consistente. En la Ciudad de Buenos Aires es uno de los integrantes del frente SURGEN que supimos constituir. A nosotros nos interesa que se reconstruya una expresión potente de la centro-izquierda para que pueda intervenir en el proceso electoral. Creo que tenemos dadas las condiciones y que Pino va a ser parte de eso, junto con el GEN y el Partido Socialista.