Aguafuertes porteñas: La Coalición Cívica y el festejo de lo ajeno.

En Buenos Aires pasan cosas. A veces uno se entera por circunstancias relacionadas a su actividad o simplemente porque la casualidad metió la cola. De esta manera y con esta impronta, se relatarán historias y hechos varios dignos de mención.

Quiso mi trabajo que el pasado domingo tuviese que desarrollar mis actividades en el bunker de la Coalición Cívica. El mismo se ubicó en el Hotel Savoy, de Callao 181.
Llegué a las 17.15 aproximadamente y no había clima de nada. Era obvio que la elección iba a estar polarizada en los dos principales candidatos por lo que había pocos medios a esa hora. No obstante, a medida que pasó el tiempo se fue llenando de gente pero nunca sin ser una multitud.

Para las 18 hs, hora del cierre del comicio, no había dirigentes de la Coalición Cívica, en el bunker instalado en el Hotel Savoy. La líder de la Coalición, Elisa Carrió estaba atrasada. Tuvo varios inconvenientes para llegar a Capital Federal ya que el jueves había declarado como testigo en el juicio oral por el asesinato del empresario pesquero Raúl Espinosa en Puerto Madryn . Por su parte, se informó que Maria Eugenia Estenssoro haría su aparición en el Savoy a las 18-30 aproximadamente. 

Quienes si aparecieron a las 18.23, fueron Adrián Perez junto a los candidatos a vicejefe de Gobierno Fernando Sánchez y a diputados Maximiliano Ferraro y Sergio Abrevaya.
Pérez destacó primeramente que «fue una elección sin inconvenientes, normal, en el marco de la democracia» y que carecía de algún «escrutinio parcial».
Por su parte, Fernando Sanchez le dedicó unas líneas a las encuestas. «Las encuestas deben dejar su trabajo a la política. Después de la veda, se publicaron encuestas en algunos medios. Esto es poco serio». A su vez, Pérez dijo que «hay encuestas pagas por partidos políticos y estas ayudaron a que haya una polarización de la elección».
Nos acercamos a Adrián Pérez que se explayó sobre estos temas con mayor detenimiento. Dijo que el comicio “fue un proceso normal y transparente. El proceso de polarización entre el macrismo y el kirchnerismo repercutió en el resto de las fuerzas políticas”. Sobre las encuestas, afirmó que “En general,  en Argentina, detrás de una encuesta hay alguien que pagó por ella. Son generadoras de opinión. Vi durante este último tiempo a encuestadores que habían errado por 20 puntos en la provincia de Buenos Aires, en la última elección, y ahora estaban en todos los canales explicando que iba a pasar en la Ciudad. Es una falta de respeto. Hay que tener mayor regulación al respecto así como mayor conciencia por parte de la ciudadanía de que las encuestas tienen como objetivo, el de incidir en la opinión publica para obtener un determinado resultado electoral”. Para finalizar, con respecto a una probable influencia de estos resultados para octubre, señaló que “Son elecciones muy distintas. No creo que haya mayor influencia. Los actores son distintos. Macri no juega en la nacional e indudablemente para nosotros cambia totalmente la elección de la ciudad a la nacional así como para otras fuerzas políticas. Seguramente para el radicalismo ocurrirá lo mismo”. 
Uno podrá no coincidir con lo que piensan Adrián Pérez o María Eugenia Estenssoro pero son personas que tienen un discurso serio, en tanto y en cuanto, no caen en la verborragia de un barra brava devenido a la política.
No pasaba mucho en el bunker de la CC. Se pasaba de la tranquilidad extrema a la sensación que no iba a pasar nada importante, salvo tomarse un buen café con algún sándwich de miga. Además, el LCD que estaba ubicado al lado de las computadoras, quedó instalado en TN, salvo unos breves minutos en que alguna mano hizo que se cambiase a Crónica que anunciaba el sorteo del Quini a las 21.30 hs. La música de fondo no acompaña mucho. El aire hace que el calor vaya ganando su lugar con demasiada velocidad. 
La cara de muchos periodistas denotaba cierto desencanto frente al devenir de la nada hasta que a las 20.48, se hizo presente Maria Eugenia Estenssoro en el salón de prensa. La modorra dio paso a cierta aceleración ante las declaraciones de la candidata a Jefa de Gobierno que realizó una muy breve presentación, en la que dejó sus impresiones sobre el comicio.
Estenssoro agradeció el apoyo recibido por parte de sus votantes y celebró «el espíritu pacifico que tuvo la elección, con un alto grado de participación por parte de la población«. Agregó que se sentía «orgullosa por tener una formula propia. Maduramos como fuerza y nos sentimos capacitados para gobernar«. Aseguró que su interés estaba en ver «cuantas bancas renovaba la Coalición Cívica así como las comunas» y finalizó diciendo que «Macri y Filmus entraron al ballotage. El repunte de la imagen de Cristina no sirvió para cambiar la visión general que Capital no es un distrito K«. A las 20.53, ya había terminado de hablar.
No obstante, ya había más gente entre el público presente. Se dejaron ver Alfonso Prat Gay, Patricia Bullrich y José Miguel Onaíndia, entre otras caras conocidas.

De repente, se producen una serie de corridas. Llegó Elisa Carrió. Se sienta y pide un poco de agua entre risas. Comienza el Lilita Show que la muestra muy exultante a la chaqueña que empezó diciendo que «fue una elección ejemplar y felicito sinceramente a Mauricio Macri por ganar«. Agregó que se «derrotó a la teoría de la invencibilidad que postulaba Cristina con un 70% de votos en contra del FPV. Esto preanuncia la derrota que vendrá en octubre«. Las inefables frases apocalípticas de Carrió hicieron que cualquier dejo de la modorra previa le ceda el paso a cierta extrañeza y asombro por el tinte de los conceptos vertidos por la líder de la CC.
La chicana futbolera entre dos equipos que tienen una rivalidad extrema hace que festejen tanto los triunfos propios y las derrotas del enconado rival, aunque estas no lleguen a ser tales, olvidando su propia miseria. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió mantuvo este axioma aplicándolo a la política capitalina.
Agregó que «hoy empieza la interna del 14 de agosto» y que «siempre nos interesó la Presidencia«, diferenciándose de Mauri. Por otra parte, agradeció «la valentía de sus candidatos» y pidió que «el 14 de agosto votemos por una mujer republicana que luche por (sic) la corrupción«.Agregó que «el miedo se achica y la esperanza va creciendo para millones de argentinos«. 
Ante la pregunta sobre el futuro, señaló que «cambió la taba. Todos están festejando estas derrotas al miedo que creó el Gobierno Nacional y los medios K«. 
La verborragia de Lilita se manifestó frente al triunfo de Mauricio Macri diciendo que «es un voto de confianza a su gestión. Basta de los K, corrupción y demagogia. Hoy fue Macri y mañana seré yo«, en obvia alusión a las presidenciales de octubre. Justamente, a ese mes lo ve como «maravilloso. El casi 60% no quiere a este Gobierno. Venia muy decaída la sociedad. Son veinte años con lo mismo«, olvidándose de los periodos de tiempo y del motivo de la presente elección. 
Consultada sobre una probable victoria de Daniel Filmus, dijo que no estaría contenta y que «Filmus siempre fue humillado por la Presidenta. ¿No ven que ni lo deja hablar?«. 
Para finalizar, dijo que «la ciudad votó con inteligencia, contra el autoritarismo fascista de la Nación«. 
Muy risueña estuvo Lilita que hasta se dio el gusto de contar una infidencia. «Tengo 4000 kilómetros viajados y me comí todo este fin de semana«. Eso si, de la pobre performance de la Coalición Cívica a nivel electoral, con sus 3.32%  no hizo mención alguna. Tampoco se quedó mucho tiempo en el Hotel Savoy. Se marchó rápidamente, muy contenta por el triunfo….ajeno.


Diez minutos antes las diez de la noche, hablamos con Marìa Eugenia Estenssoro. Muy elegante, se la notaba tranquila. Primero dijo que no porque ya había dado varias notas pero después accedió con amabilidad. Estenssoro ratifico muchos conceptos de los vertidos tanto por Carrió como por Perez. “Primero hay que celebrar que fue una elección absolutamente pacífica donde hubo una gran participación, con más del 70% de los porteños votaron. No hubo incidentes como en otras elecciones. Después me parece muy positivo que el electorado porteño haya hecho un voto en contra del kirchnerismo. Más que un voto a favor de Macri, hubo un voto en contra del Gobierno. Los grandes centros urbanos, de las clases medias, siguen diciéndole NO a Cristina. Esto es positivo y va a repercutir en las primarias de agosto, y en las elecciones de octubre. El electorado porteño ha votado de manera inteligente aunque me ha perjudicado porque mucha gente me ha dicho «me gustaría votarte pero no quiero que gane Cristina. Entonces voto a Macri». Fue un voto anti Cristina. Ni siquiera contra Filmus. Es la primera vez que nos presentamos para la elección y ha quedado en claro que la Coalición Cívica tiene vocación de gobernar la Ciudad, de pasar a una instancia de mayor protagonismo, de ser un partido de gobierno. Nos tenemos que preparar para que dentro de cuatro años estemos nosotros en el ballotage”. Frente a la posición de la Coalición Cívica, dijo que “vamos a dar libertad de conciencia. Si bien coincidimos en el «voto contra el Gobierno Nacional» (somos un partido de oposición), vamos a dejar que nuestros electores decidan como quieran votar”.
A las 10.20 hs, quedaba muy poca gente en el bunker de la Coalición Cívica. Algunos periodistas miraban el LCD que había que ponchaba las imágenes del festejo PRO. Se habían ido casi todos y solo quedaban un par de empanadas de humita. La alegría por el triunfo macrista era tal que no quedaron ganas de analizar una performance magra que no le debería dejar mucho optimismo a una Coalición Cívica que no pudo ni siquiera llegar al 5% en el distrito en el que, supuestamente, es su bastión en el país.

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