Bondis, lugares y comportamientos

Hoy salí a trabajar y ¡tengo que agradecer que volví vivo a casa! Tomé cuatro colectivos y no me atropelló ninguno. ¡Es cierto! De no creer, no? Pero ayer en la televisión….Si, si, el titular era «Otro accidente con un colectivo».

Veamos, varios de los testimonios sobre los hechos era que el colectivero no había tenido la culpa….pero el titular era «Otra vez los colectivos». Antes que digan algo, sé perfectamente que se viaja pésimo en colectivo pero ojo, ¿alguien sabe que el tipo que está arriba, en el volante, tiene que seguir las órdenes de la empresa? Alguna vez, ¿habrá una investigación con respecto a las condiciones laborales en las que están los colectiveros? ¿Sueldos, horas de trabajo, el rol de los inspectores y los horarios, salud mental y física? ¿Por qué no van los medios a las empresas y exigen los contratos y los reglamentos a seguir?

La paranoia en forma de colectivo, en este caso, va seguida de una paradoja. Si viajar en colectivo no es «seguro», ¿en qué viajo? Si voy de Villa Devoto a Flores, ¿que tren me lleva? Ninguno. ¿Subte? Menos. Entonces, debo tomarme el bondi.

Por otra parte, no se puede ir a un banco por las salideras; no se puede tomar un colectivo porque te atropella; tampoco salir de noche porque no hay seguridad y te asaltan como mínimo o directamente «te matan».

Pregunto ¿qué se puede hacer? Nada…salvo mirar televisión y utilizar la computadora, no? Aunque ahora Fibertel parece que no funcionar más. ¿Los usuarios? Bien, gracias. Como de costumbre, son los que la ligan de la lucha entre dos pesos pesados. Igualmente, una pequeña reflexión respecto de este tema. ¿Cuando será el día que el usuario eliga sabiendo lo que elige asi como tomar al toro por las astas cuando el servicio no es bueno? Recordemos que si hay un monopolio fue porque se tomaron las medidas económicas para que surgan estos y estas medidas fueron avaladas a través de las elecciones de las que participó la población. A llorar a iglesias, mezquitas, sinagogas o lo que sea pero basta de llorar sobre la leche derramada y protestar como chicos caprichosos que se quedaron sin juguete. Porque si Adolfo Hitler tuviese una empresa de internet, me gustaría saber cuantos se negarían a usar ese servicio sabiendo quien es su titular.

Retomando, ¿qué se puede hacer si no se puede salir? Cuando uno era chico, salía sabiendo que había algunos lugares que no eran de lo más seguros e incluso se metía ahí sabiendo que decir, que ver, que no mirar y demás. ¿Me explico? Hace un par de días, escuché que un chico de quince años, le preguntaba a su amigo de la misma edad (estando los dos en Rivadavia al 7700, Flores) ¿Qué nos tomamos para Belgrano? y su amigo le respondio «Ni idea, el subte no nos lleva». ¡El 63 y el 113 los llevaban rápidamente pero no lo sabían! ¿Dónde viven? ¿¿¿En un termo??? No, seguramente en una casa en la que la televisión prendida dice «Pasó esto aqui», «paso esto allá». Los padres piensan «es más seguro que estén adentro; que no salgan». Cuando salen -porque tienen que salir- son unos cabritos que ¡no tienen idea ni de como tomarse un colectivo! El ex novio de una amiga se vanagloriaba diciendo «la calle, la hago en coche». Más allá de la idiotez de la frase, les recuerdo que hoy en día, hay taxis con GPS. Que un taxista no conozca la ciudad en la que vive y trabaja significa que nos tapó el agua.


¡Bienvenidos al Caleidoscopio!




Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio