BogadoCuman. «Las piezas de ‘Dentro del canto del jardín de cristal’ tienen que ver con el presente»

Con una propuesta poética-musical tan rica como atrapante, BogadoCuman (dúo integrado por el poeta Fernando Bogado y el bajista Gabo Cuman) editó “Dentro del canto del jardín de cristal”, su tercer disco. Previo a la presentación del nuevo material a realizarse el 14 de septiembre en Morán, la dupla se presta a un jugoso diálogo con ECDL.

-Cuéntenme sobre Dentro del canto del jardín de cristal, su último disco. ¿Cuando surge la idea de realizarlo?

-Gabo Cumán: Por lo general, cuando entramos a grabar un disco, ya hemos hecho las piezas que lo componen, en vivo. Es decir, llegamos con las cosas bastante sólidas a la instancia del estudio. Una grabación no es un mero registro, sino una instancia creativa más, donde pueden profundizarse elementos. En el caso de Dentro del canto… la grabación fue muy “en vivo” al igual nuestros discos anteriores. No grabamos por separado. Tampoco hay una pieza que hayamos trabajado más que otra. Lo que sí hicimos fue trabajar la mezcla y la postproducción bastante más que los anteriores. Esto es porque la producción sonora de las piezas de este álbum es más exigente y novedosa para nosotros. Entonces, al tener el material grabado, hubo una instancia muy linda y más extensa en la mezcla, junto a nuestro querido Chufit Spinelli, el ingeniero de grabación de todas nuestras placas.

-Tuvieron que elegir entre muchas poesías para la selección final para el disco? ¿Quedaron muchas afuera?

-Fer Bogado: En esta ocasión, todo lo que escribí fue a partir de una primera versión de las composiciones musicales de Gabo. Por ende, no quedó nada afuera. Ahora, armé un texto para cada parte musical y de ahí fuimos trabajando la pieza. En otros discos, la relación fue diferente con la composición. Gabo venía con la parte musical y yo proponía un texto que tenía que ver con lo que él había hecho pero que ya estaba en un libro o iba a formar parte de uno (Yeaj se armó con algunos poemas del libro El desempleo, de 2021, y con otros que armé específicamente para una parte musical, tal como pasa con todas las piezas de este disco). Vale la pena aclarar que no usamos la palabra “tema” para cada uno de los tracks del disco, sino la palabra “pieza”, que nos parece que cierra un poco más.

-Es buena la aclaración.

-FB No es que pecamos de cierta petulancia. Muy por el contrario, nos parece que ese concepto es parte de la composición en general. Llamarlo “pieza” remite a un universo de mayor fragmentariedad, como si hablásemos de “parte” del disco. Veamos. Un disco se realiza en sus partes y revela su todo como una cosa barroca que lo recorre, refleja también el tema del Universo, los planetas, el espacio. Ese macrocosmos es reflejado y refleja al microcosmos de la pena cotidiana, de la política, de la inflación, de la democracia, temas un tanto más “humanos”, si es que vale la palabra.

– ¿Cuánto tiempo les llevó grabar este disco?

-GC: Lo grabamos en una o dos sesiones, pero la mezcla transcurrió en varios días más. Digamos que entre el primer REC y el mastering pasaron unos meses, entre fines de noviembre de 2022 y abril de 2023. Considerando la experiencia de nuestros discos anteriores, este es el disco que más tiempo nos llevó.

¿Hay alguna posibilidad de sacarlo en un formato físico?

-GC: Posibilidades hay muchas; probabilidades, muy pocas. Nos gustan los vinilos, pero está carísimo fabricar discos hoy.

FB: Sí pudimos, en su momento, sacar un single de vinilo con dos de las piezas del primer disco, Parciales. Pero era otra época de la producción material de música. Ahora, tenemos que pensar en otra relación material de los oyentes con la música, más mediada por las plataformas. No es ni bueno ni malo, es un signo de época.

¡Es muy bueno el arte de tapa! ¿Quién lo realizó?

GC: ¡Gracias, nos encanta! Es una foto del astrofotógrafo Carlos Di Nallo (¡gracias, Carlos!), que nosotros giramos irreverentemente tras una iluminación de Daniela Massanet (perdón, Carlos).

¿Cómo ven a Dentro del canto del jardín de cristal respecto a los dos discos previos en lo que a producción se refiere?

-GC: Pasaron varios años desde Yeaj, nuestro segundo álbum. Desde ese momento, empezamos a producir piezas que formarían parte de este tercer disco. A fuego lento, pero con constancia y compromiso. Me acuerdo que, en el camarín, antes de salir a presentar el segundo disco, en vez de hablar de lo que estábamos por hacer en minutos, estuvimos conversando un rato con Fer acerca del tercer disco que no existía. No había material, pero hablábamos acerca de que queríamos hacer un disco totalmente diferente a los anteriores. Siento que cumplimos. En ese aspecto, es nuestro disco más producido, más buscado. El tiempo compositivo tuvo su correlato directo con el que nos ocupó la producción sonora de los materiales.     

-Suele hablarse siempre de la importancia del “tercer disco” en la obra de un artista. ¿Creen que es así?

-FB: Es raro, pero un poco es así. Digo, el primer disco es todo novedad, el segundo es una continuación y una reafirmación de eso que pasó. El tercero es donde tendría que haber una propuesta más madura, distinta y atrevida. Pienso en algunas bandas que me gustan y sucede eso. Talking Heads: 77, More Songs About Buildings and Food y, de repente, Fear of Music, aunque es con Remain in Light, el cuarto cuando tiran todo por la borda. The Cure: Three Imaginary Boys, Seventeen Seconds y después viene Faith… pero la ruptura es Pornography. El tercer disco es el cierre de una etapa y el cuarto es donde se empuja a un más allá: nos adelantamos un disco a esa sucesión o el cuarto vamos a hacer una muy jugada. Conviene seguirnos para ver qué onda con eso. 

– ¿Qué expectativas tienen para la próxima presentación en vivo del material?

GC: Estamos muy entusiasmados, preparando todo con cariño. Vamos a presentar el disco íntegro así como algunas piezas de los anteriores, algún estreno y piezas que no están en ningún álbum. Será una presentación muy diferente a las que solemos realizar. Generalmente hacemos el repertorio más actual que venimos trabajando, en cambio el 14/9 vamos a sumar una buena cantidad de piezas de otros momentos.

– ¿Cómo surge la posibilidad de la participación del Mono Fontana?

-FB: El Mono participó en su momento en “El Tercer Jueves”, el ciclo de música y literatura que llevamos adelante desde 2011. Me acuerdo que lo invitamos porque nos gusta muchísimo lo que hace. Nos reconocemos en una búsqueda no estrictamente igual, pero similar. De repente, frente a la fecha en el Morán, nos propusimos invitarlo como acto de apertura. Personalmente, siento que es una declaración de principios y un atrevimiento de nuestra parte. Por otra parte, es una forma de honrar a la música de un artista tan importante para la música argentina. La cuestión fue que Gabo encaró el diálogo por mail y, después de algunos idas y vueltas, aquí estamos, con un “Sí” que nos hace rebotar el corazón de alegría.

-Cuando presentan material nuevo, ¿lo hacen a la vieja usanza, de simple y disco o como se hace ahora, de cortar varios temas sin que haya disco entero?

GC: Depende del material. Es importante comprender la unidad imaginaria que surge en lo que vamos haciendo. Hay piezas que se van juntando con otras sin que, necesariamente sean similares. Ahí vislumbras algo que se va armando casi solo y va creciendo. El vivo, los recitales, ayudan bastante con eso. Nosotros hacemos mucho en vivo las composiciones, antes de grabarlas. Por lo tanto, ves cómo va respirando el nuevo repertorio. Pones una acá, la otra allá, después cambias el orden y vas sumando otra nueva. Cuando te quisiste dar cuenta, las piezas ya se fueron rozando entre todas y, en el mejor de los casos, se llevan bien. Así hicimos discos, EPs, singles y composiciones que fueron pensadas y difundidas por fuera de esos formatos. Nos complace decir que no tenemos una única manera de hacer.

-Las letras abordan diversas aristas de la actualidad. ¿Creen que, al día de hoy, son pocos los artistas que se encarguen de esta temática? ¿Interesan las letras?

-FB: No. Creo que hay un error en ciertas concepciones que tienen que ver con la relación del artista con su contexto histórico específico. La relación temática con la realidad es empobrecedora: digo, no puedo hacer una pieza o escribir un poema contando, qué se yo, que reprimieron en tal lugar. Banaliza el hecho y lo termina transformando en un producto de consumo más que en una denuncia. «Me siento tranquilo porque escucho música que habla de los males del mundo», pero ¿qué se hace para cambiar esa realidad? Nada o casi nada. Se termina siendo cómplice con el estado del mundo. Me pasa cada vez que escucho Calle 13 (involuntariamente, porque alguien lo pone en un volumen exageradamente fuerte en algún lado) o con el trap cuando quiere comprometerse con alguna situación contemporánea y termina siendo participe activo de la barbarie capitalista imperante.

Ahora bien: hay que trabajar la realidad porque es inevitable. Pero también conviene distanciarse de la referencia inmediata y complejizar la diferencia. Ahí es en donde la producción estética se reconoce como tal. Opera de una manera específica y no se disfraza de compromiso. Todas las piezas de Dentro del canto del jardín de cristal tienen que ver con el presente. Democráticamente, entonces, sin quererlo, habla del peso de la democracia, de lo que es y promete, de un sistema con dos presidentes; El de los espejos en los sobacos habla de la inflación y las mentiras del paradigma libertario contemporáneo; ¡Qué fastidio! fue escrito un día después del intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, con ese clima, y habla sobre eso, pero me gustaría creer que las referencias son tan elusivas y complejas que demandan de quien las escuche, no se predisponga pasivamente a la audición, sino participe intelectualmente para entender esas referencias, para sumarles densidad y relacionarse con ese mundo de una manera más reflexiva. Se cree actualmente que lo inmediato es lo que vale. Lo vemos en las redes sociales o en políticos que rompen cosas en las entrevistas para luego ser “viralizados”. ¿No estamos aplaudiendo o celebrando un modo de comunicación o relación con la realidad que celebra lo impulsivo? ¿No corresponde superar las limitaciones de nuestro tiempo con un plus de racionalidad antes que hundirnos en la misma masa de sentimientos inmediatos y vacuos insostenibles que nos están arrojando a un nuevo tipo de barbarie? Algo de la apuesta formal del disco va por ese lado, como una resistencia específicamente artística a ese clima.

– ¿El artista debe tomar en cuenta al contexto y la coyuntura o puede abstraerse de lo que pasa para crear?

Fer: La pregunta no es si vale o no vale, sino a cómo. El mundo o la realidad no se cambia con una pieza artística, sea una canción, un poema, un libro sino con la política como praxis concreta. El arte dialoga con esa imposibilidad críticamente, operando con medios específicos. Creer que esos medios no existen para ofrecer algo de escucha inmediata sino para barbarizar lo que el arte supo construir como trinchera. Esa palabra evoca el último disco de Babasónicos. Este es un ejemplo de una obra contemporánea llevada a sus límites desde sus medios específicos. Una escucha desatenta puede considerar banal sus temáticas, pero invito a los que escucharon el último disco de la banda para que piensen la manera tan particular en la que esas composiciones dialogan con el contexto político argentino. ¿Lo hicieron a propósito o no? No importa. Es erróneo creer que los artistas controlan el impacto o lo que se interpreta de sus trabajos. Es función de la crítica el poner en palabras lo que el artista hace. Lo que pasa es que estamos viviendo en un tiempo en que se cree que la crítica es poner estrellitas o contar una impresión después de haber escuchado un disco, visto una película o leer un libro. En un punto, deben revisarse los modos de relación de nuestros discursos en el complejo entramado del arte con la sociedad en lugar de creer que todo es inmediato.

-Suele hablarse de “autenticidad” en los géneros, pero ¿esta idea no es la que termina cercenando la creatividad y haciendo siempre la misma canción?

-FB: Es un discurso poderosamente anacrónico el de creer que los géneros son reglas estables que hay que seguir. Por supuesto, eso no quita profundizar en las posibilidades de un género reglado: por ejemplo, el cine de terror, ¿cuáles son sus características? El policial, ¿qué implica, ¿qué puede alterarse, qué no? Vayamos a la música: el rock, ¿qué es? Dicho eso, la idea de que los géneros son reglas estables en el arte, es del neoclasicismo, una estética del 1700. A comienzos del 1800, el romanticismo vino con un discurso que promovía la mezcla, el desafío del género en función del arrojo artístico. De algún modo, todavía vivimos en esa estela. Alguien que dice que hay que respetar los géneros o mantenerlos “puros” es propio del siglo XVIII.

-Al respecto, ¿creen que hay una profunda neofobia respecto a las nuevas corrientes, acercándose a un conservadurismo melancólico?

-GC: No sé bien a qué te referís con “las nuevas corrientes”. Pero creo que a muchxs artistas de lo que creo que llamas “nuevas corrientes” les tocan el timbre bastante seguido. No veo mucho de neofobia en ese aspecto.

-¿El trap terminó ocupando un lugar que antes le correspondía a otros géneros en tanto plasmar lo que ocurre en la cotidianidad?

-Fer: No creo. El trap es un género nuevo, una modificación o deslizamiento de ciertas características de otros ya constituidos, como el rap, la música electrónica y los ritmos armados a fuerza de percusión. Su relación con el contexto puede ser más o menos evidente, pero hay que tener cuidado con los modos de la referencia. En ocasiones, ciertas producciones del llamado “trap” son nuevos modos de la mercancía masiva que pueden ser poco críticos y hasta cómplices con ese estado de la cuestión. Pero lo mismo se ha dicho del rap, del hip-hop y, sin embargo, hemos visto de todo: desde producciones pensadas para el público masivo hasta proyectos más atrevidos. Ahí es más el problema de qué hace el artista con los medios y cómo se relaciona con ellos antes que, de qué modo el género determina la pieza en particular.

-¿Cómo ven la influencia de las redes sociales?

GC: La veo un poco de afuera y desde lejos se ve bastante paradójica. Siento que el agua me llega a los tobillos pero hay gente que la tiene en la cintura y otra, ya la tapó. Es difícil reflexionar sobre la influencia de las redes con el resultado de las PASO tan cerca. No digo que una elección se gana en TikTok pero estamos en un momento muy nuevo, donde lo virtual se impone a lo real con mucha fuerza en un sector importante de la población (y es transversal generacionalmente). Hay alguien que dice que te va a destruir, sin amagues, y lo votan. La mayoría no está de acuerdo con casi nada de lo que plantea, pero le dan el poder para que nos destruya. Repito, no tiene exclusivamente que ver con las redes, pero ejerce predominio en la forma de vincularnos con lo que nos pasa.

– ¿Qué relación tienen con los medios de comunicación en tanto la difusión de su material?

FB: Es algo que estamos explorando ahora, por nuestra propuesta. No somos algo que interese tan rápidamente a la prensa. Ojo, hay medios especializados que siempre nos brindan amablemente su espacio, pero creo que, con este disco, lo que nos está pasando es que llegamos a un punto de maduración en el que estamos habilitados a un ida y vuelta más sensible con los medios de comunicación.

– ¿Próximos planes?

– GC: Yo me estoy quedando sin perfume, tengo que comprar otro.

FB: Suscribo a lo de Gabo, por supuesto. Es que estamos con tanta expectativa por la fecha del 14 de septiembre que queremos oler mejor que de costumbre. Fuera de broma, el próximo plan es apuntar, quizás, a un cuarto disco. Pero luego de la presentación y de las fechas que tenemos por delante, supongo, aparecerá ésta sana inquietud.

-Si no se dedicaban al arte/música/poesía, ¿qué hubiera sido de sus vidas?

GC: No sé…desde chico me dediqué con mucho tesón a la música. La verdad es que nunca trabajé en otra cosa. Soy bastante limitado. No tengo muchas gracias más aparte de tocar el bajo. Bueno, disfruto bastante hacer pepinillos. Creo que hubiera sido un pepinillo.

FB: La verdad, ni idea. Nunca pensé en otra opción que esta.

-Si por la puerta de tu casa, entrase el Fernando/Gabo de 15 años, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo o recomendación?

GC: A los 15 estaba en un momento de excitación absoluta por la música. Había empezado a tocar el bajo y ya estaba extrañamente decidido acerca de lo que quería. No le diría nada, le guiñaría el ojo. Y si entrase un Fer de 15 años, le diría que va a haber un Gabo que lo va a querer mucho.

FB: Después de ese hermoso comentario del amigo, ¿qué decir?

14 de septiembre. BogadoCuman presenta “Dentro del canto del jardín de cristal” en Morán. Pedro Morán 2147. A las 21 h.

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