Fernando Kabusacki: «El mundo no se circunscribe a lo mainstream o a los músicos conocidos»

Antes de formar parte, junto a Brenda Martín de la previa a la presentación de “Stick Men” (Sábado 21 h, en el Konex), Fernando Kabusacki habla de su dupla con la bajista de Eruca Sativa, el proyecto KSPS, Los Gauchos Alemanes y la creatividad en las seis cuerdas con la presencia de Robert Fripp atravesando la charla.

Fotos: Julia Rabanal

 

-Fernando, se viene la presentación del sábado en el Konex, previa a los Stick Men.
– Si. Por un lado, me habían invitado a telonearlos ya que son todos amigos. Tony, Pat y Marcus…nos conocemos desde hace años (N de R: el bajista y stickista Tony Levin –tocó con Peter Gabriel, John Lennon, Paul Simon-, el baterista Pat Mastelotto -Mr. Mister, XTC, The Rembrandts- y el guitarrista de touch-style Markus Reuter). Es más, con Marcus estuvimos juntos, estudiando con Robert Fripp hace muchos años. Me dijeron para que toque de soporte de ellos y pensé en llevar al quinteto con el que habíamos tocado de soporte de King Crimson. Resultó que, al mismo tiempo, se le había dicho a Brenda Martin de ser telonera. Por eso, hablamos y decidimos ir juntos con Brenda, armando esta nueva aventura. Brenda es una música increíble, de una gran potencia.

 
– ¿Cómo se van a presentar?
– En formato de dúo, los dos solos.
 
– ¿Si? ¿No van a tener ningún invitado…?
– No. En algún momento pensamos en poner alguna batería, pero lo que viene después ya lo tiene. Entonces, sumar otra batería más… Decidimos hacer algo bien diferente. Algo así a lo que habíamos hecho cuando vino Crimson y Fripp me pidió algo “contrastante”. Terminamos haciendo un quinteto de guitarras acústicas. Nada que ver con lo que vino después. Ahora vamos a hacer lo mismo, dándole la bienvenida a la gente. Cuando toco de soporte, no es para el lucimiento personal, como si se tuviera algo que lucir cierto virtuosismo…Los que importan son los que tocan después. La idea es tocar un rato, como aperitivo.
 
– ¿Qué van a tocar?
– Algunos covers sorpresa de los cuales no voy a decir nada. Están muy lindos. También vamos a hacer algunos temas de Brenda que son geniales. Quizás sumemos algunas improvisaciones. Durará una media hora aproximadamente.
 
– Va a ser cortito el set….
-Si. Voy con mi guitarra eléctrica y los pedales.
 
– ¿Qué equipo vas a llevar? Amplificadores…
– Voy a llevar un Singletone Arizona y quizás un Fender blues junior, de luxe. Después mi guitarra Tokai Les Paul. Hace años que toco con Tokai. Como voy mucho a Japón, siempre que viajo, traigo alguna. Son buenísimas y accesibles. Una buena Tokai Les Paul es mucho mejor que una buena Gibson Les Paul. El tema es que las Gibson Les Paul, cuando son muy buenas, son también muy caras.
 
Nuevos proyectos
 
-Contame de KSPS.
-Ojalá hubiéramos encontrado un mejor nombre (risas). Son nuestras siglas, Kabusacki, Samalea (Fernando), Pietrafesa (Luciano) y Sevilla (Yoyo). Inicialmente, empezó como un proyecto para tocar solo una vez. Luciano y Yoyo viven en Mendoza y arreglaron para hacer una serie de shows en el Teatro Independencia, que está buenísimo. Nos dijeron a mi y a Samalea de tocar con ellos. Con Sama tocamos desde hace años y somos hermanos de la música mientras que con Luciano y Yoyo nos conocemos de haber tocado en la Guitar Craft, la escuela en la que tocamos con Robert Fripp. Siempre en el contexto de la Liga de Guitarristas Artesanales, The League of Crafty Guitarist. El poder tocar con ellos y con Sama es como la unión de dos mundos.
Salió todo para hacer un show, el cual estuvo muy bueno pero surgió la posibilidad de hacer más presentaciones. Al final, quedó el nombre ya que poner todos nuestros apellidos lo iba a hacer muy largo (risas).
 
-Estuvieron de gira.
-Si! y fue intensa. Viajamos bastante, más ellos que fueron y vinieron desde Mendoza. También vino Steve Ball, que era de Los Gauchos Alemanes y después fue parte de los Electric Gauchos. Ahora, vino Steve para esta última gira y se transformó en KSPS & the Electric Gauchos. Pensar que venimos tocando desde hace 25 años y debutamos en el Auditorio Bauen….
 

– ¿Van a grabar algún disco con todo lo que están presentando?
-Es la idea. De hecho, el show que hicimos en el CCK lo grabamos en multipista. Es muy probable que lo mezclemos y lo saquemos de alguna manera. También tenemos la idea de ir a tocar en San Luis que nos dijeron que hay estudios de muy buena calidad. Dicen que es Abbey Road, más barato, pero está muy bueno. (risas)
Otra cosa es que todos los años vamos a tocar a Seattle con Steve Ball que tiene su proyecto Tiny Orchestral Moments. Le cuesta mucho irse de Seattle por cuestiones de trabajo por lo que vamos nosotros. Tenemos nuestros encuentros que grabamos y que él sube a las redes y las plataformas. Es más, hace dos años estuvimos grabando ahí y Steve termino sacando una caja con nueve CD’s.
 
Gauchos de antes y ahora
 
– ¿La obra que realizaron con los Gauchos Alemanes se fue revalorizando con el tiempo?
-Para alguna gente, si mientras que hay otra que no tiene ni idea de lo que era. Me parece una verdadera lástima que el material no esté disponible en ningún lado. La gente que estaba a cargo del material pensaba que no había que subirlo a ninguna plataforma. Solo se consigue a través de una página que no conoce nadie, en Alemania y se paga en euros. ¿Quién los va a comprar? La verdad, es una estafa, pero el material está disponible para que la gente lo pueda escuchar porque el proyecto estaba buenísimo. Estamos viendo la posibilidad de subirlo a algún lado. 

– ¡Qué banda Los Gauchos Alemanes…!
– Si! Después de la disolución de la Liga, ante la decisión de Fripp de volver con King Crimson, salieron el California Trio y Los Gauchos Alemanes que seguimos haciendo cosas con Fripp. Se fue Hernán Nuñez de la banda y quedamos con Ball, sumándose Samalea en batería. Ahí es cuando surgen los Electric Gauchos.
 
-Los Gauchos Alemanes tenían su propia afinación…
-…que era una afinación por quinta, que Fripp empezó a usarla en los 80. Do-Sol-Re-La-Mi-Sol.
 
-Hubo muchos que quisieron usar esa afinación….
-…y saltaban las cuerdas.
 
– Digamos que terminaron siendo los padres de muchos guitarristas de hoy…
– Es cierto. Para mí fue la apertura a un mundo musical maravilloso que sigo viviéndolo. De hecho, sigo tocando con esa misma afinación desde que conocí a Fripp. Nunca más la cambié.
 
– ¿Inclusive para tus colaboraciones con otros artistas?
– Sí. Se convirtió en mi afinación standard. De hecho, se llama “Nueva afinación standard” del Guitar Craft. No es que es alternativa. Fripp me dijo “se afina así y se toca así”. Tenía 22 años y seguí así.
 
De virtuosismo, identidades y creadores.
 
-Recién hiciste mención a que, cuando te presentas, no es tu deseo el mostrar virtuosismo. Además, sos maestro. Al día de hoy, ¿cuánto hay de virtuosismo y de sensibilidad en las nuevas generaciones de guitarristas?
-Por lo que veo, hay de las dos cosas, pero se aprecia que hay más virtuosismo. Es lo que más se muestra y aplaude, pero también hay una corriente de sensibilidad. Se puede ser virtuoso y sensible al mismo tiempo como, por ejemplo, Jeff Beck, Brian May o el mismo Fripp. Para mí, es lo mejor.
 

-¿Hay una identidad argentina para tocar?
– No sé pero hace poco me invitaron para ser jurado de un concurso de un colegio secundario. Había muy buenos músicos de todo. Cantantes, bajistas, y en los guitarristas, me impresionó negativamente que había un cliché respecto a que “hay que tocar como…”, y pueden ser como Slash, Harrison, el Negro García López o Pat Metheny. Se tocaba basándose en estereotipos como si fuese “esa” la manera correcta de tocar. Está la idea de que hay-que-ser-así. Me acuerdo una vez que hablaba con Charly sobre los Beatles, y me dijo algo importantísimo: “Tuvieron un sonido propio que nadie había tenido”.
Dentro de los guitarristas argentinos, tenes a Spinetta pero también a un Pappo, un “Sarten” Asaresi, Ulises Butrón. Ulises, para mi, era increíble.


 -Fue un creador…
-Si, sí. Además de ser muy buen músico, tenía mucha data. Lo mismo que Spinetta o Charly, que escucharon cosas muy diversas. Me acuerdo que, durante un tiempo, estuvo muy copado con Television, algo que el público no sabe y cree que solo le gustan los Beatles o los Rolling Stones. Pero también le gusta mucho Steely Dan o Prince, un guitarrista increíble. Hablando de Prince… ¿viste que toca con esas guitarras con formas increíbles? Me llamaba la atención porque tiene un sonido que no se puede creer. Entonces, vi una nota que decía “el equipamiento de Prince” y tenía ¡unos pedales Boss! Nada que ver con lo que pensaba respecto a un equipo muy sofisticado. ¿Cómo puede ser? Pensé que iba a tener marcas más caras…y no. Era un Distortion, Display y algo más. También es poder hacer, con pedales básicos, cosas increíbles.
 
-Allá lejos y hace tiempo, laburaste con Vernon Reid.
-Si. Con Vernon somos amigos, siempre nos vemos. Inclusive, sin querer en camarines, charlando, me tiraba ejercicios. ¡Me daba clases! Un capo total. Hace algunos años, cuando vino con su trío, pensaba ir a ver su show y me llama su manager que me dice que lleve los pedales y la guitarra. Terminé tocando de invitado en el ND Ateneo.
 
-Estamos hablando de creativos. Vernon Reid, George Harrison…
-Bueno, Harrison tenía una búsqueda increíble, además de su sensibilidad. Vernon es una enciclopedia como Charly. Te tiran nombres de grupos y artistas…escuchan de todo. Hablé con Vernon hace un tiempo y me tiraba nombres que los anotaba en el celu. Una fue del grupo Chicago, muy FM pero que tenía que escuchar los dos primeros discos, de mucha búsqueda. El mundo no se circunscribe a lo mainstream o a los músicos conocidos. En su momento, escuchaba a los Cocteau Twins que tenían un sonido de guitarra increíble, con un sonido flotante. Se puede tocar de esa manera. Tocaba con Liliana Herrero y metía ese sonido que sonaba “raro” para mucha gente pero no es raro. Es uno de los tantos recursos y formas que puede sonar una guitarra.
 

Las redes y el público
 
– ¿Cómo ves la influencia de las redes sociales?
– Parece que es la única manera que tiene la mayoría de la gente de estar en contacto con el mundo. En su momento, para mostrar algo, tenías que salir en el Si o el No y después, los periodistas no te daban bola. Toca Fito o La Renga y le destinan cinco hojas, pero no hay eso de “Mirá, tengo una banda que está buena”. Las redes lograron puentear eso y se publica ahí. Tenes grupos como El Zar que salieron por las redes sociales. Son unos pibes que tienen canciones, tocan y llenan. Se derribó esa especie de “poder” que tenían los diarios o las radios para tener una entrevista y se entere de la existencia de otros músicos. 


-Poniéndome del lado del oyente, antes tenías que ir a disquerías determinadas a buscar música y ahora con mayor acceso, está un poco vago.
-Si. Pareciera aceptar solo los “oficiales”. Que grandes los Beatles, los Stones, los Redondos, pero Skay también tiene Television o Gang of Four, bandas que mucha gente no conoce. Es un poco vago, pero tampoco creo que todo sea de su absoluta responsabilidad. También es muy difícil investigar y el comprar algo de una banda nueva. Cuando era chico, en Rosario, empecé a escuchar música a partir de recomendaciones de amigos y de disquerías “especializadas”. Una de ellas era Utopía y el tipo tenía una carpetita con todos los discos para vender. Si no lo podías comprar te lo grababa en un casete ya sea de cromo o lo que sea. Variaba el precio al respecto. Así fue que conocí música de distintos lugares. Muchas veces me jugué de comprar un disco por una tapa pero también hace falta que haya alguien que te guíe.
Otra cosa que ayuda mucho es leer los créditos de las canciones y los músicos por las conexiones que hay. “El que toca aquí, toca allá”, “¡Mirá quien produce este disco!”. Veías el recorrido musical que tenía un tipo, desde John Cale hasta Brian Eno. Era descubrir al músico-productor. De esta manera te va llevando a buscar nuevas músicas, por curiosidad. Hoy en día es muy difícil esto porque no aparecen los créditos en Spotify, formateando la investigación en quienes escuchan. Siempre estuve buscando porque la música que me llegaba, no me alcanzaba. Escuchaba a Pat Metheny que estaba genial, pero quería algo más por lo que iba hacia otros rumbos.
 
– Nombraste a Pat Metheny tiene varias etapas. Ni hablar de, por ejemplo, Miles Davis.
– Es cierto. El otro día venía escuchando con unos amigos en el auto algo de Duki, Más allá de lo que se piense, creo que, si Miles estuviera vivo, diría que Duki es el mejor porque él era eso. Miles hizo un cover de Cindy Lauper, de Human League y la gente del jazz se preguntaba “¿qué está haciendo?”
 
-El otro día estábamos en casa y escuchamos “Doo wop” en el cual hay hip hop…
– Si, y también tenes “On the corner” que es uno de los que más me gusta. Esos músicos estaban más abiertos a otras cosas.
 
Futuro y pasado
 
– Habrá posibilidades de que haya una segunda parte de “Al limiti del mondo”?
– Si, siempre está esa posibilidad de “¿Cuándo hacemos un disco nuevo?”. No es cuando pero vamos a hacerlo. “Al limiti del mondo” es muy lindo disco. Es similar al que hice con Lisandro Aristimuño en el que cada uno iba tirando algunas cosas y el otro lo iba complementando. Una verdadera colaboración.

– ¿Siempre fue pensado como instrumental?
-Si. Lisandro quería hacer eso, algo distinto a lo que suele hacer. En un punto, lo ayudé a hacer algo que nunca hace…y lo hace muy bien. En sus shows hace algunas partes de improvisación electrónica. Es muy bueno con eso. Siempre me muestra cosas. “Mirá, hice esto”, “estoy con este sonido”, algunos de los cuales no están reflejados en sus discos. Una pena. Muchos músicos tienen esto. Una vez con Charly, me tiró “hagamos un disco instrumental para vender en Japón”. Que no sean las canciones de siempre, con toda la prensa detrás sino con “las nuevas canciones de Charly”. Si bien siempre hizo lo que quiso, me da la impresión de que también había una mirada hacia un hit para meter en el mercado.
 
– Si no eras músico, ¿qué hubiera sido de tu vida?
– No tengo ni idea. En su momento, estudiaba ingeniería en Rosario pero no importaba para nada. Estaba todo el día con la música. Un día, como una especie de iluminación, se me ocurrió ir a buscarlo a Fripp a Inglaterra. Algo completamente imposible.
 
-Si por la puerta de tu casa, entrase el pequeño Fernando Kabusacki que quería ir a conocer a Fripp, ¿qué le dirías?
– “No te puedo creer”. Me reiría y le diría eso porque no podría creer que estuviese a punto de hacer todo lo que se vendría después de ese encuentro. Recuerdo que escuchaba sus solos en “Scary Monsters” de Bowie y preguntaba “¿qué es esto?”. Fui a buscarlo y era medio imposible, aunque sabía que era lo que tenía que hacer. De repente los planetas se alinearon. Conseguí pasaje, fui y lo conocí. Después fue el comienzo de este viaje que sigue al día de hoy.
 
Fernando Kabusacki-Brenda Martín en el C.C.Konex, en la previa de Stick Men. Sábado 26 de noviembre A las 20 h. 

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