Quienes conocen la historia de Sumo, la mítica banda liderada por Luca Prodan conocen a Geniol, con sus performances arriba del escenario, tal como lo ilustra la foto de presentación del reportaje. Hoy en día, Geniol tiene sus propios proyectos. Recibe a ECDL en su taller al tiempo que recuerda a Sumo y corre el manto sobre algunos mitos que trascienden a la banda, extendiéndose a cómo era la escena del rock en los años 80.
Entrevista realizada junto a Matias Recis.
– Si, ni mi madre me decía Héctor. A mi padre no lo conocí. Mi madre había ido a un manicomio a visitar a no se quién y se conocieron. Mi vieja quedó embarazada de este señor, Héctor y ahí me pusieron el nombre. Murió el tipo en el manicomio y me llamaron para decirme que tenía que pagar como $ 2500 por el entierro. Lo había visto dos veces en mi vida, una fue para manosearme y otra para masturbarse delante mio. Estaba chiflado. Me dijeron que me tenía que hacer responsable y no se que cosa….Fui a la Municipalidad para que no rompan las bolas. Asi fue que doné su cuerpo a la medicina para que lo estudien. Además, es una familia que hace 600 años que entrega los cuerpos de su familia a la ciencia. Me parece una linda obra aunque un poco Frankestein.
-Hubo una muestra de cuerpos humanos que estuvo dando vueltas como “Bodies”.
– Ah, mirá vos… pensaba que éramos los únicos. Había dicho si podía donar todo el cuerpo y quedarme con la cabeza. “No, pero como…”. Por eso, compré esa calavera….la que está con el enano fascista (muestra su escultura con el enano tirado, culo para arriba). Asi es la vida….la que me apoya mucho y me da muchas de esas ideas es mi esposa, Verónica.
-¿Ella es artista?
– Si si. Es dibujante pero tiene un don para el arte muy grande. Además, si no fuese artista, no podría soportarme ni entender muchas cosas. El monociclo que tenía el enano fascista lo quería pintar de negro pero ella me dijo que no. Y asi quedó. El cuadro que tengo adelante, es de ella….aunque pintamos juntos.
-¿Primero fuiste mimo?
– No. Cómo dijo nuestro gran amigo ausente pero que siempre estará con nosotros, Federico Peralta Ramos, -y me lo dijo en el Einstein, con ese acento tan característico- “Geniool, tu no eres mimo, no eres cantante, no eres músico, no eres escultor. Eres artista!”. El arte es el arte. Como decía Luis Alberto Spinetta, un gran amigo y otro genio….un tipo de los primeros que creyó en Geniol…..que….(se quiebra en el relato), Fuerza Geniol que si empezas a hablar de los amigos ausentes, tenés una cola terrible, vienen aquí y te hacen llorar….(se emociona)
-Te preguntaba por el tema de como te considerabas….
– En este momento, estoy desarrollando mucho más la escultura. Fui parte de la Compañía Argentina de Mimo, de Elizondo. Tenía cinco o seis años y sentí que tenía que inventar a algún personaje en el bar de Villa Urquiza para que me den un par de chirolas. Me acercaba a los muchachos del bar Oriente (yo vivía arriba de un bar marrón). Era uno de esos bares antiguos, con una barra de zinc y se los llamaba “bar marrón”. Tenían billar, dominó y dados.
-¿Algunos no tenían ajedrez?
– No, eran más timberos. Igual, con el tiempo aprendí a jugar muy bien al ajedrez. Estuve en Rusia y por distintas circunstancias, jugué al ajedrez con un viejito. Todo blanco el viejito….y me observaba. Esperaba la distracción. Era como una araña…También aprendí que en el ajedrez hay que copar el medio pero lo se de puro intuitivo. Le gané un par de veces al viejito y dejó de saludarme. El tipo leía el Pravda y siempre me espiaba. Aunque era anciano, también era un poco ingenuo. Jugábamos sin reloj, todo muy informal.
– …desde los cuatro años que soy Geniol. Tenía que hacer un par de payasadas para agarrar alguna moneda del bar Oriente. Después, fui creciendo y llegué a los muchachos del barrio, diciéndoles que tenía soldaditos de plomo. Les decía que los iba a dar y eso y me seguían a casa. Les pedía que me esperen abajo y después llenaba un balde de agua con agua y papas. También subía al tren y me acuerdo que iba adelante, agarrado y veía que el andén estaba lleno de gente. Iba con un amigo que se llamaba El Negro Ventosa. Cuando el tren entraba al andén, nos tirábamos y siembre nos llevábamos a alguno puesto! Jajajaja. Tirábamos al piso a todo el mundo. Hombres, mujeres….y un día, descubrimos que había un paragolpe con grasa. Nos ensuciábamos las manos y le pegábamos a la gente para ensuciarla. Eran esas cosas de chicos….no se de donde me salía tanta maldad aunque era divertido.
-Tenías familiares marineros…
– Todos mis familiares eran marineros. Mi tio Mario era timonel, mi primo también. Estuve seis meses de marino en la Escuela de la Hermana. Empecé con Tanguito cuando fui para el Centro. Antes tuve una preparación de quilombero y de pizza. Un ancestro, no se si era…Rosa de apellido pero si creador de la opera bufo. Por eso digo que yo soy el creador del rock bufo. También laburó conmigo Alambre, Gustavo y Luis Alberto Spinetta. El grupo mio se llamaba Geniol con Coca y fue antes de ser invitado por Luca Prodan a Sumo.
– ¿Y las Aspirinetas?
– Eso fue antes del Einstein. Después vino Geniol con Coca. Omar Chaban y Katja Alemann me vinieron a ver a un boliche anterior, que se llamaba Umbral, en la calle Ugarte, en Olivos. Ahí tenía ese boliche y un día vinieron ellos a ver. Después de Olivos, me fui para el Einstein, donde Omar que me presenta a Stuka, de los Violadores y Nano de RH. Ahí se forma el trío Geniol con Coca. Hacíamos rock bufo.
– ¿Qué es el rock bufo?
– Digo que es rock bufo porque todo el mundo sabe que es rockabilly, rock sinfónico, el punk…Siempre se le cantó a los personajes de la vida. Salían esos personajes y cantaban sus temas. Sting le cantaba a la prostituta. “Roxanne, no quiero verte debajo de la luz roja”. En el grupo salía y preguntaba “Rosa, por qué estas debajo de la luz roja”. Es un ejemplo. Tampoco en el tema nombra a la luz roja. En el tema dice “Sola estoy en este lugar, buscando amor y no lo puedo encontrar. Los viejos verdes me quieren copar. Les hago el filo y les chupo el champan”. Entonces hacía el personaje de Margot, bufo dentro del rock. Lo hacía como un rock comico y la gente se asustaba porque veníamos de una gran cantidad de años de represión. La represión de estos hijos de puta, ya sean los militares o económicos como Martínez de Hoz que destrozó la industria argentina, al abrir la importación.
-Hablabas de Geniol con Coca pero ¿cómo tomó el establishment rockero todo esto?
– El primero que me vino a ver a Olivos fue Luis Alberto Spinetta. Tenía una peluquería que atendía, para sobrevivir. También lo conocía a Gustavo Spinetta. Entonces, se me ocurrió que lo único que no podía importarse era un servicio. Desde muy chico, era muy hábil con las manos. La cuestión es que uno se caga de risa de todo esto. El tiempo se ríe de las cosas y Geniol se rie del tiempo.
-Cuando hacían las performances de humor, la gente tenía miedo. ¿La gente le tiene miedo al humor?
– La risa sale, mejor dicho, la carcajada sale cuando rompes lo pre-estipulado. Cuando te tropezas y rompes la ley de gravedad, te reís al romper el equilibrio. Te reís del otro pero no te reís de vos mismo. Son pocos estos.
Pero retomemos al rock bufo, también teníamos un clown metal. A ese lugar de Olivos, venían Spinetta, Charly García, Miguel Abuelo. Era un lugar muy chico. Un escenario acá, un par de sillas, y después tenías a Spinetta zapando. Entonces tenías una barra y se convirtió en un bar. Se corrió la bola y había cada personaje…En ese momento, en plena guerra de Malvinas, una cosa así era muy anárquica. Spinetta me dijo “Hace algo, Geniol” y empecé a jugar como si fuera Jerry Lewis, vestido de mozo. Agarraba el vaso y tarareaba una canción…Me acuerdo que no sabía que hacer y me daba vergüenza decirle a Luis que tenía vergüenza. Asi fui creando personajes. El primero fue un punk. Era una parodia, con lo que la gente se empezó a tirar para atrás. Otra fue de cabaretera. Era una época difícil con el tema de Malvinas y a la gente le daba un poco de miedo todo esto. Tenía la cara blanca, de mimo y los labios negros. Soy antes de The Cure.
-La gente se quedaba dura, ¿no?
– Si. Cuando hacía a Tito el Tonto en Cemento, salía con un yo-yo (fui campeón de yo-yo a los 17 años) y el tipo se comía los mocos, con una camisa grande, pantalones cortina y zapatos abotinados. El tipo salía y gritaba “Mamá!” y cosas asi. Eso emocionaba mucho a la gente. Lo hacía para entretener y de repente, veías a tipos llorando…
-¡Tocabas una fibra íntima..!
– Si, seguro. Además, en cada familia, hay un tonto. El rock bufo lo empezaron a cantar los personajes decadentes de la vida. Al respecto, tengo una anécdota con Tu Sam. Una vez fui a verlo. Pasé como voluntario para uno de sus trucos. Subo muy contento y me toca con un aparato. Ahí me tiro y empiezo a gritar como si fuera un ataque de epilepsia….
-En un show de Sandro y los de Fuego, te habías pintado la cara de azufre e hiciste lo mismo, ¿no?
– Lo de la epilepsia lo tengo desde chico. Grito y grito…y descargo los nervios. Te destapa todo. Te revolcas en el piso, la gente se asusta. Es muy interesante. Con los grupos de rock, hacía a Tito el Tonto que hacía como si se estuviese masturbando delante de la primera fila al tiempo que se comía los mocos. Imagínate, el novio lleva a la chica a un show y hay un enfermo mental que se hace una paja delante, como si fuera un autista.
– Se quedaban paralizadas. Y más de una vez, venían al fondo, al camarín…Qué épocas…! No lo pongan esto…por las dudas…jajajjajajaja. Siempre digo que fui compañero de andanzas de Luca Prodan. Todo el mundo decía que era “amigo” de Luca por lo que están en todos lados. Después les preguntas la edad y no llegan!!! Pero siguen diciendo que fueron amigos de Luca. Si tenés 30, es imposible! Al principio no entendía bien eso. No soy de ponerme a hacer cuentas pero después me daba cuenta como estaban usando la cosa. Una vez me llamaron de la que ahora es “La Casa de Luca”, de la calle Alsina. No teníamos ni agua en el baño. Era una letrina y nos bañábamos en la casa de las chicas que nos levantábamos. Ahora vos llegas y ves una bañera con luz, limpia, con pétalos. Nada que ver con la indigencia que pasamos con Luca, el frío.
-Los primeros contactos con Luca, se dieron…en el Einstein, ¿no?
– Si, correcto. Yo actuaba los viernes y él actuaba los sábados. Llenábamos y Omar se llenaba los bolsillos. Era un tipo raro Omar…
-Cuando se armó el bolonqui de Cromañon, hubo muchos músicos de aquella época que decían que a Omar habría que darle un premio por su aporte a la cultura….
-Si, algunas cosas si, pero tenía el problema del ego. Si estabas y él subía, rompía el escenario, agarraba todo y no lo soltaba. En el Einstein, le tenías que pegar un cachiporrazo para que se baje. En “La nave”, estuve con Federico Moura, Skay y La Negra Poly.
-En ese momento, con tanto talento dando vuelta, ¿se podía ser amigo de otras bandas sin que el ego se meta en el medio?
– Siempre aparece un poquitito. Con Luca, él se sabía bueno. Una vez me dijo que “el problema que tenemos nosotros es que somos los mayorcitos”. Sacando cuentas, estábamos ahí con Federico Moura y Miguel Abuelo. Charly creo que es más chico. Inclusive, yo fui seguridad de Charly en un show que hacía él, en la ciudad deportiva de Boca, en la Costanera, donde iban a hacer el estadio, que fue una estafa enorme.
Luca me quería cambiar el apodo. Me decía Geniolo y si le decía “Lucas”, se ponía loco. “Luca!” y después le decía “¿me das un poquito de ginebra?”. Yo vivía en la pieza de al lado. La habitación la alquilaba un afinador del teatro Colón y allí vivían varios artistas.
-Vivía también la que era pareja de Luca, en ese momento…
– La araña Negra. Mató a otro también…y estaba en la habitación cuando murió. Le gustaba la aguja…pero Silvita…a todos les decía que era Caperucita Roja pero era el diablo…Por eso, me hinchó mucho las pelotas la película Luca Vive. Primero me invitaron a laburar y después me dijeron que NO. Den gracias que no hablo mal de la película. No podes decir que pasó detrás de una puerta cerrada. Se ve en la película que él se inyecta. Yo lo conocía a Luca. Después que se murió la hermana, arrastraba un complejo terrible con la aguja y la heroína. Era mucho más viciosa otra gente, de alrededor de él, que no quiero nombrar, porque son muy chicos para nombrarlos. Ellos sí, eran muy viciosos y a él lo enojaba mucho eso, en el camarín, antes de salir a escena.
-La otra vez, vi una aparición tuya con Divididos, haciendo La Mosca Porteña…
– Fue en el 88. Necesitaba un poco de plata y fui. Estaba con un par de anteojos y era muy molesto….
-¿Esto te lo dejaban al libre albedrío?
– Seguro. Era el verdadero creador. Por eso digo que de todos esos videos y esas imágenes, soy yo el creador de la escenografía, el vestuario, la puesta. Eso tiene un valor. Ellos dicen que no tiene tanto valor. Cuando comenzas en un grupo, primero sos socio, después empleado y después nada. Te toman todo. Hay una gran cagada que se puede llamar “los grasas”. Hay gente que puede tocar muy bien la guitarra….que puede ser de los mejores violeros de la Argentina, al nivel de Pappo, pero es grasa. Dios te da el don de tocar bien pero no el don de repartir, aprender a sumar y dividir. Pero que casualidad, esa brutalidad los beneficia a ellos. En “la rubia tarada”, el verso de “el pseudo punkito con el acento finito”, lo hicimos con Luca. Hicimos los dos el tema y cuando Mollo entra a Sumo, ya hacía dos años que estaba la banda. Cuando se va Sokol y entra Superman….pero yo ya estaba. Tenía muchos años en el grupo y ellos llegaban con el grupo ya hecho.
-¿Cómo Luca permitió eso?
– Porque eramos dos colgados. Terminábamos el recital y nos agarrábamos como dos marineros borrachos, cagandonos de risa. Después, cuando te das cuenta de lo que han hecho, que ha pasado tantos años y se hace hit y mito, aparece “la rubia tarada” y lo apagas porque te escuchas vos pero que no te dieron un mango. Plata hay ahí atrás. Ahora estoy bien, con esta casa pero en su momento no tenía donde caerme muerto. Agarré zapatos de un tacho de basura. ¿Por qué ese sabotaje? No entremos en esto. Grandes músicos pero a nivel humano, no.
-¿Crees que, al día de hoy, puede haber una explosión creativa como los 80?
– Si, porque siempre hay creatividad. Nunca va a faltar. Lo que si hubo fue una alineación de planetas que permitió todo. Nos estamos alineando ahora los de acá y los de allá al respecto.
-Si por esta puerta entrase el Geniol que recién conocía a Luca en el Einstein, ¿qué le dirías?
– “Que flaco que estas! Cuidate un poco porque sino no vas a llegar…”. Si te muestro la malla de mimo….Le diría que le de para adelante. “No creas tanto y no te dejes afectar tanto”.
excelente reportaje!!!!!…un procer de la escena under ochentosa,que no tiene el reconocimiento que se merece…Marcelo Pocavida en su último trabajo lo llamó y grabó con él "Margot" a modo de homenaje.Geniol,un grande.
groso Geniol!
Excelente repo,lastima que los verdaderos artistas sean olvidados y los que le venden su alma a la guitasean los que se llevan la pasta
excelente reportaje, lastima que se dejara una parte importante de su vida, la de Belgrano R, Mani, una señora con quien vivio en la calle Zapiola, la casona, donde me venia a ver, el colorado, adriana, mi casa de cabildo y su pareja Pachi, en fin, su cabeza supongo que no da para mas recuerdo, jaja
excelente reportaje, lastima que se dejara una parte importante de su vida, la de Belgrano R, Mani, una señora con quien vivio en la calle Zapiola, la casona, donde me venia a ver, el colorado, adriana, mi casa de cabildo y su pareja Pachi, en fin, su cabeza supongo que no da para mas recuerdo, jaja